El día 8 de septiembre fue declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como el Día Internacional de la Alfabetización. En él se recuerda a la comunidad mundial que la alfabetización es un derecho humano y constituye la base de todo aprendizaje. Este día fue elegido como símbolo de la promoción del compromiso a nivel internacional en materia de educación y desarrollo social, buscando fomentar la enseñanza de la lectura y la escritura.
Actualmente, según la Unesco, existen todavía 781 millones de analfabetos en el mundo, y dos tercios de ellos son mujeres. A ellos, se suman los 250 millones de niños y niñas que no son capaces de descifrar una sola frase, aún cuando la mitad de esos menores han pasado cuatro años en la escuela.
No saber leer y escribir aumenta las desigualdades sociales, sobre todo las de género, ya que son las mujeres las más perjudicadas de esta ecuación. Uno de los grandes desafíos que permanecen todavía a nivel mundial es la alfabetización de las mujeres, marginadas históricamente del acceso a estos conocimientos.
Irina Bokova, Directora General de la Unesco, destacó en su mensaje emitido este lunes que la alfabetización es uno de los medios más eficaces para ayudar a reducir la pobreza, conseguir empleo, ganar un sueldo más ventajoso y mejorar la salud de las madres y los niños.
No cabe duda que la alfabetización es un derecho humano, un instrumento de autonomía personal y un medio para alcanzar el desarrollo individual y social. Además, la alfabetización es el eje mismo de la educación para todos y resulta esencial para erradicar la pobreza, reducir la mortalidad infantil, frenar el crecimiento demográfico, lograr la igualdad de género y garantizar el desarrollo sostenible, la paz y la democracia.
En esta materia, el Ecuador ha hecho muy bien su tarea. En reconocimiento, el Ministro de Educación, Augusto Espinosa, recibió este lunes 8 de septiembre de 2014, en Bangladesh, en representación del Ecuador, el Premio Internacional de Alfabetización “Rey Sejong” que entrega la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), para destacar la excelencia y la innovación en el ámbito de la alfabetización en el mundo entero.
Este premio lo recibió nuestro país por el proyecto de Educación Básica para Jóvenes y Adultos (EBJA), que nace en 2011, una vez que el Gobierno Nacional declara a la alfabetización como tema prioritario e implementa este proyecto con carácter de emblemático.
El número de personas analfabetas en Ecuador, de acuerdo al censo de población y vivienda INEC 2010 fue de 676.945 personas iletradas. El proyecto de Educación Básica para Jóvenes y Adultos EBJA planteó alfabetizar a 278.742 personas. EBJA superó la meta de alfabetización, ya que llegó a más de 325.000 personas de todo el territorio nacional. Estos ciudadanos serán capaces de continuar sus estudios en las ofertas para jóvenes y adultos que promueve el Ministerio de Educación. 44.021 personas aprendieron a leer y escribir en su lengua materna (Kichwa), mediante la metodología ecuatoriana de alfabetización “Dolores Cacuango”, la cual promueve la identidad intercultural de los pueblos y nacionalidades indígenas: Waorani, Kichwa, Achuar, Tsachila, Chachi, Shuar, Awa, Siona, Secoya y Sapara.
Según información oficial del Ministerio de Educación, 62.561 personas de etnia “indígena”, 29.472 personas de etnia “montubia” y 6.287“afro-ecuatorianas”, a más de ser alfabetizadas recibieron formación familiar y comunitaria con enfoque de derechos ciudadanos, salud y nutrición.
En el ámbito social, el Proyecto EBJA ha contribuido desde el 2011 para el mejoramiento del nivel de vida de la población alfabetizada, en cada participante se evidencia un aumento de su autoestima permitiéndole participar activamente en las actividades productivas de su comunidad.
En 2014, el Proyecto EBJA continúa con la atención a personas con necesidades educativas especiales, personas en conflicto con la Ley y aquellas que se encuentran en el cordón fronterizo, ya sean ecuatorianos o extranjeros. La iniciativa seguirá beneficiando a más de 150.000 participantes hasta el 2015.
La meta final es que todos puedan acceder a la alfabetización. No obstante, no quedan dudas de que en la actualidad el proceso de alfabetización debe abarcar mucho más que la enseñanza de la lectura y la escritura. La introducción de nuevas tecnologías en los diferentes aspectos de nuestra vida cotidiana agrega un elemento nuevo, innovador y en cambio constante. Entre otras cosas, las nuevas tecnologías enfrentan al usuario con textos completos desde el inicio. Así es como la alfabetización digital obliga a ir más allá. Es por eso, que la Directora General de la Unesco, Irina Bokova, señala que “Las nuevas tecnologías, especialmente los teléfonos móviles, ofrecen asimismo nuevas posibilidades de alfabetización para todos. Debemos invertir más en este ámbito…”.
Es importante aprovechar esta fecha para recordar que una verdadera alfabetización digital debe trascender lo meramente instrumental, y brindar a los alumnos un conocimiento superador sobre las nuevas tecnologías, sus usos y sus prácticas; como también contribuir a fortalecer la mirada crítica, y a educar no solo para el uso y la búsqueda de información, sino también para la producción y generación de nuevos contenidos y conocimientos.
Si bien aún no todos tienen acceso a Internet, los dispositivos y/o herramientas tecnológicas, el trabajo positivo del MINTEL ha permitido en el Ecuador un incremento en el acceso a Internet. Además, es innegable el aumento de programas gubernamentales y no gubernamentales que apuestan a la provisión de equipamiento e infraestructura y a la capacitación. Es por ello que el nuevo desafío que compromete a todos los actores de la educación es la Alfabetización Digital: no solo lograr el dominio de los dispositivos sino, volviendo a los principios básicos de la alfabetización, comprender lo que se está leyendo como lector y usuario crítico. Es decir, lograr la apropiación tecnológica.
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