La edad maravillosa

Por: Fernando Naranjo Villacís
fnaranjo@gye.satnet.net

Que es el onomástico de una amiga o pariente, pues bien muchas felicidades. Pero.., aquí viene el famoso pero.., ni se le ocurra preguntar la edad, porque seguro que se meterá en menudo lío. Esto sucede también con algunos caballeros; en todo caso, no es la generalidad y el tema siempre tendrá su interrogante. Aunque ahora, ya no es tan preocupante recordar cuántos son los años vividos, sino la incertidumbre de los años que nos quedan por vivir.

Hace unos días, di una charla por el día de la amistad, fue en el cómodo y funcional auditorio de la Cruz Roja, entidad que preside el Dr. Galo Vaca. Programa organizado por la Asociación de Adultos Mayores de la Cruz Roja. Nada más grato que compartir con un selecto y numeroso grupo de asistentes. Mientras la vicepresidenta de la Asociación, Lcda. Irma Almeida, hacía la presentación del acto, recorría con la mirada a las damas y caballeros; gentiles como siempre, dispuestos a compartir estos momentos y los observaba muy bien presentados, con sus trajes y arreglos personales, lo cual me dio mucha alegría porque de esta manera, están a tono con el aprecio a uno mismo que constituye paradigma positivo para un apropiado envejecimiento.

Durante la charla de modalidad recreativa, compartimos variados aspectos relacionados a la alimentación, la actividad física, terapias para mantenernos mentalmente alertas. Referimos a personas que han pasado la línea octogenaria y otras que avanzan por los noventa e incluso han superado el siglo de vida y aún mantienen su lucidez. Esto se explica, si tomamos en consideración el criterio de los expertos relacionado a la nueva expectativa de vida, que gira alrededor de los 120 años y debe tener su lógica. Recordaba a la monjita Marie-Bernardette nacida en Orsanco, un pueblito del país Vasco francés, quien hace pocos días falleció a los 110 años.

Es decir que la llamada tercera edad, ahora mismo, bien podríamos considerarla como la segunda juventud y es urgente prepararnos para disfrutarla, porque los años pasan raudos y veloces. Descuidarnos sería muy penoso y peligroso. Las enfermedades son como el menú de los restaurantes, son tan variadas y nos llegan por “golosos”. Basta ver en facebook, la inmensa mayoría de las fotos que publican: comiendo, bebiendo, infinidad de platos de todo tamaño y contenido. Muchas de tales delicias culinarias, son potenciales tarjetas de admisión a las más elegantes salas hospitalarias de cuidados intensivos.

Recuerde que su edad más importante, es la que tiene ahora mismo. Su edad actual es maravillosa, única e irrepetible. Después de cinco años querrá tener los que hoy celebra. Viva estos momentos, intensamente. El objetivo de estas charlas, es motivarnos a vivir sanamente alegres, con el convencimiento de que para el corazón puro y noble.. no hay edad.

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