Por: Dr. Rodrigo Fierro Benítez
La Educación Superior Pública, es decir la financiada por el Estado, es, sin lugar a dudas, la reinversión más significativa en países de inequidades palmarias como es el nuestro.
Por lo dicho, la responsabilidad de las universidades y escuelas politécnicas financiadas por el Estado llega al punto de participar en el proceso que conduce a la justicia social y al desarrollo del país. No se concibe posibilidad alguna de justicia social en un país subdesarrollado, así también que sin libertad de pensamiento y de expresión a lo que se llega es al socialismo real, lapidado por la historia, que cayó como un castillo de naipes.
Resulta obligatorio añadir que por las razones antes mencionadas la Educación Superior Pública debe empeñarse en llegar al máximo que nos sea dable, que es mucho. Oros países pequeños como el nuestro, tal el caso de Finlandia digamos, lo han logrado. En educación, en salud, en desarrollo humano, son ejemplos para el mundo entero.
De unos años a esta parte las transformaciones que se han dado en universidades y escuelas politécnicas públicas nos llevan al optimismo. Los revolucionarios actuales son los que se hallan empeñados en dominar conocimientos avanzados y tecnologías de punta. A profesores, rectores y otras autoridades, se les exige estudios y títulos de Cuarto Nivel (Ph.D.s.), como manda La Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), vigente. Esfuerzo extraordinario, en voluntad y recursos económicos, el realizado en acatamiento de la ley y en las razones que le asisten.
Ya se verá: en pocos años serán miles de profesores bien formados, en conocimientos y en la utilización de tecnologías, los que por el efecto multiplicador que suponen participen en un desarrollo sostenido y por este camino lleguemos a la justicia social. Con lo que hasta hoy ya se ha hecho y más en los últimos 15 años, la Universidad, con mayúscula, será una suerte de timonel de la nave del Estado. Las instituciones públicas dejarán de ser barquitos al garete, dirigiéndose hacia donde se le ocurra a cualquier muñeco de mente enanizada, pero sí audaz. En el Centro de Estudios Políticos de París se han graduado los más de quienes han dirigido y dirigen las instituciones públicas de Francia, presidentes incluidos.
Nos sorprendió a todos, a casi todos, el manifiesto de los señores rectores de las principales universidades y escuelas politécnicas públicas, publicado en EL COMERCIO (24, abril, 2019). Con el título “Ante el proyecto de reforma de la LOES”, se ponen de manifiesto las razones que les asiste para oponerse a que en aquel proyecto de Ley, que será tratado en la Asamblea Nacional, se elimine el grado doctoral para profesores principales, rectores y otras autoridades. ¡No les falta razón! Todos debemos oponernos al pensamiento, decisiones y arbitrariedades de los bárbaros.
FUENTE: Diario EL COMERCIO
Quito, Jueves 02 de mayo 2019