Por: Fernando Naranjo-Villacís
fnaranjo@gye.satnet.net
Ante el dolor y la aflicción de tantos hermanos ecuatorianos, debemos pensar que, la existencia del sufrimiento, demuestra, que Dios nos ha colocado en un mundo apto para que podamos desarrollar nuestra fuerza de carácter. Las tribulaciones nos hacen aprender y madurar en contacto con la verdadera realidad.
Puede que creamos que es un aprendizaje demasiado estricto, pero no deja de tener una gran validez porque nos hace personas fuertes, capaces de creer en los valores espirituales en medio de todo lo que parece contrario a lo bueno, a lo bello y a lo verdadero.
Saber aceptar estas circunstancias y recordar que toda aflicción es temporal. Enfrentar la vida con la esperanza en que el Padre, en su voluntad, nos va a dar fuerzas para resolver y vencer los problemas. Actuar con determinación sobre cualquier circunstancia adversa que se nos presente. Tener la certeza que, nuestra fe puede curar cualquier aflicción.
Acudí al buen amigo Dr. Oscar Bonilla, médico psiquiatra, quien goza de un bien ganado prestigio a nivel internacional, para solicitar su opinión autorizada y compartirla con nuestros amables lectores.
¿Qué hacer ante la tragedia y consecuencias de un terremoto por la pérdida de algún familiar y sus bienes materiales..?
“Las palabras de consuelo, amables y cariñosas nunca serán lo suficiente pero en algo ayudan. El trastorno que predomina es la angustia patológica y a muchos les espera reacciones de estrés postraumático, muchos entran en pánico de inmediato y muchos otros caerán con patología depresiva.”
“Los seres humanos reaccionan de diversas maneras dependiendo de la fortaleza psíquica y física que posean. Muchos pensarán que la situación no se va a poder superar y muchos otros mejor estructurados mentalmente, pensarán que tienen que volver a empezar de cero.”
¿Estas reacciones se producen por algún tipo de formación especial..?
Desde el momento del nacimiento empieza la conformación de la estructura afectiva y de la personalidad, que depende del medio afectivo paterno y materno, luego del medio ambiente escolar y del medio en general. Los pilares del sostén del ser humano aparecen con el sentimiento emocional de sentir que viven y ocurre alrededor de los dos años y luego, a los tres o cuatro años aparece la conciencia del yo que puede reflejar el mundo que le rodea lo cual va creciendo paralelamente al grado o nivel de inteligencia que trae consigo en su ADN.
Cuando alcanzan la etapa de adultos, se puede apreciar las diferentes formas de reacción. Muchos aceptan la realidad y está implícito que comenzarán a rehacer sus vidas, pero en otros casos, entran en pánico y no ven ninguna salida a sus tragedias, sin embargo, en semanas o meses trabajan el duelo de la pérdida y se reponen, especialmente cuando encuentran apoyo en las acciones de sus gobernantes y hasta del mundo en general, como ha ocurrido en el Ecuador.
¿Cómo podemos aprender a controlar estos momentos de estrés..?
Hay una máxima oriental que dice: “Si tienes conflicto y algo mal te pasa, ACÉPTALO pues así tenía que ser. Si tienes cosas maravillosas que se te presentan, ACÉPTALAS que así tenía que ser”.
“Si empleas conscientemente estas dos máximas, aprenderás a controlar el estrés, que es el núcleo de las tragedias y las enfermedades en todos los seres humanos..”
La vida es más que la simple supervivencia y la superación de obstáculos. Es una gozosa experiencia llena de amor y comprensión. En estos momentos de dura prueba, estamos los ecuatorianos y las familias del mundo unidos en un solo abrazo de solidaridad y esperanza.
“Debemos aprender a controlar el estrés, que es el núcleo de las tragedias y las enfermedades en todos los seres humanos.”
Las palabras de consuelo, amables y cariñosas nunca serán lo suficiente… pero en algo ayudan. Muchos entran en pánico de inmediato y muchos otros caerán con patología depresiva.
EMPEZAR DE CERO
Muchos pensarán que la situación no se va a poder superar y muchos otros mejor estructurados mentalmente, pensarán que tienen que volver a empezar de cero.