La fanesca de doña Adelita Gavilánes en el Restaurante Pacífico

Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva

El sabor natural ha venido desde Quero hasta Quito, de la mano de doña Adelita Gavilánes de Ocaña. A pesar de que esta tierra continuamente batalla con la ceniza del proceso eruptivo del volcán Tungurahua, mantiene sus cultivos fértiles y sus cosechas van a todos los mercados de la provincia. La actividad económica del Cantón Quero en la zona rural, se basa principalmente en el cultivo y producción de la tierra. Allí aprendió a hacer la fanesca. Su sabor es inigualable e inimitable, porque tiene la gran experiencia adquirida en el Restaurante Pacífico del sur, ahora, en la Isla Floreana, en el norte de Quito, cerca del Restaurante “Las Conchitas Asadas”.

Chef: Delia Gavilánes
Dirección: Isla Floreana E8-13 e Isla Seymour
Costo: $8,99 (Fanesca, acompañada de empanadas, maduro y dulce de higos con queso)

Características: Para la elaboración de la fanesca no usa sambo sino zapallo.

Delia Gavilánes lleva 48 años en la elaboración de la Fanesca. Inició en un local que tuvo en el sur de Quito. Los profesores del Colegio “Quito” de Chimbacalle eran sus clientes en el sur, ahora van al restaurante del norte. Entre sus clientes están los pintores: Franklin Lucero y José Higueras, el poeta Rafael Arias y el cantante Jorge Fuel, todos profesores del citado colegio, que siguen accediendo a sus servicios ahora en el norte de Quito.

Confiesa que: “desde los 17 años cocinó para sus 9 hermanos, entonces aprendió los trucos de la cocina, en Quero (Provincia de Tungurahua), de donde es oriunda”.

En su fanesca no coloca sambo, sino solo zapallo, que lo elabora a base de leche. A parte realiza un refrito para el bacalao, que solo pone encima de la preparación. Empieza su jornada desde las 05:30. Elaborar la fanesca le toma una hora y media. Su restaurante ha sido visitado por artistas como Los Hermanos Miño Naranjo y el cantante popular Máximo Escaleras.
Por muchos años tuvo un espacio gastronómico en una radio, en donde enseñó a varias personas a cocinar.

Don Homero Gómez González llegó desde Pensilvania, Estados Unidos, a servirse el plato típico: “yahuarlocro” y la cerveza club de la Pilsener.

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