La libertad de expresión en el Ecuador

La libertad de expresión es una de las conquistas más extraordinarias de la humanidad. La lucha por el derecho a manifestar sin cortapisas ni temores el pensamiento de cada uno, es la historia del esfuerzo permanente del hombre por  encontrar sistemas de convivencia cada vez más equitativos y más libres.El presidente de la República, Lenín Moreno, visitó el último fin de semana las instalaciones de diario El Universo, con motivo de la conmemoración de su 99° aniversario de fundación. El Jefe de Estado entregó una placa de reconocimiento a los directivos y colaboradores del periódico, a quienes felicitó por llevar la labor periodística bajo los parámetros éticos que enmarcan el invalorable derecho a la libertad de expresión.En el marco de esta ceremonia, Moreno enfatizó en la voluntad inquebrantable de su administración de no regresar a aquel pasado en donde el quehacer periodístico fue violentado y sujeto de persecución. “¡Nunca más leyes mordaza, nunca más mordaza a la libertad de expresión!”, sostuvo. Al mismo tiempo recalcó en la importancia de la libertad, tanto para el medio de comunicación para informar, como para la ciudadanía para elegir sus espacios de lectura.

Con el propósito de devolver al periodismo sus facultades para investigar y dar la noticia sin ataduras, el gobierno reformó la Ley Orgánica de Comunicación (LOC) a fin de que no se utilice este instrumento como herramienta de persecución. En el nuevo cuerpo legal se suprimió la Superintendencia de Información y Comunicación (Supercom), entidad que durante cinco años limitó el ejercicio periodístico.

En este gobierno también se creó el Comité Interinstitucional para la Protección de Periodistas y los Trabajadores de la Comunicación, cuyo objetivo es coordinar entre diversas instituciones estatales y de la sociedad civil, acuerdos, protocolos y mecanismos para prevenir y proteger a los comunicadores y trabajadores de la comunicación que, en el cumplimiento de sus labores profesionales, puedan enfrentar riesgos contra su vida, integridad personal, libertad y seguridad.

En la misma línea de acción se suscribió la Declaración de Chapultepec, como un compromiso con la comunidad internacional. Se trata de un decálogo de principios que defienden la libertad de expresión y de prensa como fundamento de la democracia, y que ha sido suscrita por más de 70 jefes de Estado.

En nuestros días, la revolución de la tecnología de las comunicaciones  plantea la conveniencia de ensanchar el significado de  la  libertad de expresión, gran conquista de la humanidad, en una formulación adecuada a los tiempos y al espíritu  democrático  que domina nuestra época: el derecho a la comunicación.

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