La Poesía Cerebral de Efraín Jara Idrovo

Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva

Efraín Jara Idrovo nació en Cuenca, el 26 de febrero de 1926. Hijo de Salvador Jara, comerciante exportador de sombreros de paja toquilla, y de Leticia Idrovo, profesora de castellano y escritora de sonetos. Tiene 89 años y es considerado, por muchos, el poeta vivo más importante del Ecuador.

Jara hace de su poesía un escenario para el enfrentamiento entre el yo y el mundo… Los textos del poeta motivan las composiciones musicales de Juan Campoverde.

La muerte, el tiempo y la soledad han sido siempre sus temas transversales; también el amor y el erotismo. Ha sido uno de los innovadores de este último género.

En 1970, fue nombrado Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Azuay, donde fundó la revista El Guacamayo y la Serpiente, cuyas 56 ediciones difundieron los estudios lingüísticos y estéticos de muchos profesores y los ejercicios académicos de sus alumnos.

En 1974, ocurrió un hecho que lo marcaría para siempre: su hijo, Pedro, se suicidó. Tenía 16 años y alguien lo encontró colgado del baño. Un año más tarde, Efraín le dedicó uno de los poemas más bellos, conmovedores y experimentales que jamás se hayan escrito en el país: Sollozo por Pedro Jara, que es necesario leerlo y releerlo, pensarlo y repensarlo, porque es una poesía infinita.

/ pedromar te ansié / te perdí pedroespuma / como a la playa la marea debías sobrepasarme / pero tu muerte crecía más rápido que mi amor / delicada espina de erizo / sombrilla errante de la medusa / agonía de terciopelos del deslizamiento del pez / chillido de la gaviota entre el fragor dula rompiente/ todo se ahonda / se hunde / se difunde / parecías forjado con la tenacidad del arrecife/ farallón olvidado del tiempo /.

En 1983, el poeta estuvo en Cuba para ofrecer varios recitales; en 1984 recorrió Estados Unidos mientras dictaba conferencias en prestigiosas universidades; y, un año más tarde, anduvo por casi toda Europa durante tres meses por su cuenta.

En el año 2005, cuando el auto en el que Efraín regresaba del trabajo a su casa fue impactado por un vehículo, provocándole un derrame cerebral, el mismo que deterioró su memoria y su vista.

Algunas de sus obras son: Sollozo por Pedro Jara (1978), El mundo de las evidencias (1980), In memoriam (1980), Alguien dispone de su muerte (1988), De lo superficial a lo profundo (1992), Los rostros de Eros (1997); y los libros de ensayo: Lírica ecuatoriana contemporánea (1979), Poesía viva del Ecuador (1990) y La palabra perdurable (1991); además de algunos compendios y publicaciones revisadas.

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