Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva
Este tipo de reelección no conviene a nadie porque implica tener a una autoridad en forma indefinida. Lo democrático es la alternabilidad. Si hay reelección, podría ser, después de un período, aunque lo mejor para un país democrático como el nuestro es que no exista la misma.
En el caso de nuestro Presidente, considero que no le conviene la reelección, porque para el 2017 ya va a estar 10 años en el poder, reelegido, lo cual es mucho tiempo, a más de que le faltan 3 años por gobernar. En las últimas elecciones se refleja que todavía no se consolida su movimiento.
Se debe dar paso a nuevas figuras del partido de gobierno (AP) que si las tiene, como: Lenin Moreno. En alianzas, con partidos afines de centro izquierda hacia la izquierda, están: Ramiro González, Antonio Posso y Álvaro Castillo, de Avanza; Enrique Ayala Mora, del partido Socialista-Frente Amplio; el líder designado por Pachakutik para la Alianza, que bien puede ser Salvador Quishpe Lozano; de los aliados al gobierno y en alianza: Jimmy Jairala, que tiene su propio movimiento, de centro, afín al gobierno actual. Es necesario también meditar sobre la derechización del partido de gobierno que para el 2017, posiblemente, no dé lugar a una alianza con los partidos de izquierda, sino con sectores populistas y de centro.
“Una reforma constitucional para instaurar la reelección indefinida, no calaría profundo en nuestro país y sería un error garrafal en el proyecto político de la revolución ciudadana. La reelección indefinida es una aberración en sociedades que de alguna forma se han alineado dentro de la democracia occidental, acogiendo valores como la libertad, la alterabilidad y la pluralidad”, según Raúl Amaguaña Lema.
Rubén Darío Buitrón, nos dice: “ese triunfalismo sería un pasajero soplo de viento si los máximos dirigentes de PAIS, incluido el Presidente, que ahora han decidido declararse ganadores, reconocieran sus errores estratégicos, sus erradas lecturas de las encuestas, su no escuchar lo que gritaban las calles, su no oír el mensaje que le estaba dando Quito y las inconsistencias de una campaña omnipresente pero inefectiva”.
¿Quién perdió el 23-F? Nadie. Todos se autoproclaman ganadores. Dicen: la centro izquierda ganó, es decir, PAIS y sus aliados. Lo que sí se puede asegurar es que la alternabilidad triunfó, es decir, se votó por el cambio en todo el país. La pregunta es: ¿Cuántos candidatos de AP o a la reelección perdieron en las últimas elecciones? Estos, dieron paso a la alternabilidad.
Desde luego, hay un grupo, el de los adulones, que hoy piden la reelección indefinida, porque sueñan que van a ganar en el 2017.
Hoy, luego del 23-F, es la peor época para plantear la reelección indefinida. En el Ecuador es parte de nuestra cultura la alternabilidad democrática.
NDD:
El doctor Luis Rivadeneira Játiva es Docente principal de la Universidad Tecnológica Equinoccial.