La situación de la educación superior debe incluirse en el diálogo nacional

La educación superior ha experimentado en todo el mundo significativas transformaciones. El creciente número de estudiantes y su heterogeneidad; la multiplicación de sus esferas de actividad; la variedad de instituciones con fines, funciones y prioridades diferentes, son parte de las nuevas exigencias y desafíos a los que se enfrenta la educación superior.

La universidad se encuentra entre aquellas instituciones del mundo contemporáneo que experimentan mayores desafíos. Impactan en ella profundos y complejos cambios en múltiples campos de la vida humana: el desarrollo de la ciencia y la tecnología que ha contribuido a transformar los procesos productivos, las condiciones de acceso y los modos de distribución de la información; las formas de organización de las economías y las dinámicas sociales con desiguales efectos.

Para la universidad ecuatoriana estos retos adquieren particular relevancia en virtud de las actuales circunstancias sociales y económicas que vive el país.

Creemos que llegó la hora de asumir el compromiso de afianzar:

– una universidad que forme ciudadanos libres, con firmes convicciones éticas y comprometidos con una sociedad democrática, con el más alto nivel de calidad y en toda la diversidad de los saberes científicos, técnicos, humanísticos, y culturales.

– una universidad con el afán permanente de ampliar las fronteras del conocimiento, en un adecuado equilibrio entre la investigación fundamental y la orientada hacia objetivos específicos para beneficio de toda la sociedad.

– una universidad que interactúe con el sector productivo y el Estado, generando un ambiente propicio para los procesos de innovación científica y tecnológica necesarios para el desarrollo sustentable del país.

– una universidad inclusiva que asuma un rol protagónico en la construcción de una sociedad en la que la educación, el conocimiento y los demás bienes culturales se distribuyan democráticamente.

Los altos niveles de pobreza y de población socialmente excluida en el Ecuador, así como la imperiosa necesidad de reconstruir la economía y los lazos sociales, constituyen una dimensión fundamental que debe incidir con particular énfasis en la definición de políticas educativas, científicas y tecnológicas para los próximos años. Al respecto, la universidad debe incrementar su contribución al cambio socioeconómico con justicia social e igualdad de oportunidades y promover un proyecto de desarrollo sustentable.

Para el logro de estos objetivos se podría:

– Afianzar la política universitaria como búsqueda de consensos entre la universidad autónoma y los poderes del Estado, en diálogo con la sociedad.

– Actualizar, consolidar y modernizar los proyectos institucionales de cada universidad como una herramienta para su desarrollo.

– Acrecentar el compromiso de la vinculación de la universidad con la sociedad.

– Fortalecer las acciones de difusión de los resultados que obtienen las universidades en sus investigaciones y en los distintos niveles de trabajo.

– Impulsar la articulación entre las diversas modalidades de educación superior.

– Promover la progresiva organización por ciclos que faciliten el diseño de contenidos básicos disciplinares comunes por familias de carreras.

– Construir un sistema de créditos de grado y postgrado, para estimular la articulación en la universidad y entre universidades.

– Mejorar las condiciones y estrategias institucionales para facilitar el tránsito del nivel medio a la universidad, los procesos de aprendizaje, la calidad de la formación, el progreso en los estudios y la graduación.

– Fortalecer la función docencia en la universidad.

– Consolidar y ampliar los sistemas de información universitaria y definir un sistema compartido de indicadores para mejorar el conocimiento del sistema y la toma de decisiones.

– Elaborar a corto plazo un documento de fondo que contenga la propuesta de líneas de acción para la educación superior en los próximos diez años.

– Contribuir al debate sobre la situación y propuestas para la mejora del sistema educativo en sus diversos niveles.

– Requerir que los sucesivos presupuestos universitarios contemplen incrementos progresivos que posibiliten el cumplimiento de estos objetivos.

Debemos subrayar y reafirmar que una adecuada inversión en educación, ciencia y tecnología constituye una condición necesaria para el desarrollo social, económico y cultural del país.

No podemos dejar de destacar los esfuerzos que el actual Gobierno realiza en inversión social y en acciones destinadas a mejorar la educación en todos sus niveles, así como también los esfuerzos que la comunidad universitaria en su conjunto ha realizado en los últimos cuatro años para mejorar los campus, laboratorios, invertir en investigación científica, contratar profesores a tiempo completo, incorporar profesores con PhD., implementar bibliotecas y aulas virtuales, actualizar sus estatutos, elaborar planes estratégicos, etc.

Todos anhelamos una mejora de la calidad y pertinencia de la Educación Superior en el Ecuador. Proyectos como “Yachay” Tech y la Ciudad del Conocimiento, merecen todo el apoyo.

Esperamos que la ejecución plena del presupuesto universitario y las transferencias oportunas, como asimismo otras decisiones presupuestarias por parte del Gobierno Nacional para repartir sabia y equitativamente los recursos económicos a las universidades y politécnicas públicas satisfaga a todos y sean medidas valiosas para la previsibilidad y el funcionamiento del sistema universitario.

EcuadorUniversitario.Com

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