Leonor Játiva Vinueza en sus 100 años de vida

Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva

Nació en Atuntaqui el 31 de diciembre de 1916. Vivió en Andrade Marín, en la antigua casa de sus padres: Moisés Játiva y Orfelina Vinueza. Se graduó de Maestra en Bordado a máquina, cuyo título fue concedido por el Concejo Municipal de Quito, su Liceo “Fernández Madrid” y el Comisario de Gremios, el 9 de julio de 1937, siendo rectora del establecimiento María Angélica Idrobo, educadora nacida en Otavalo, en San Pablo del Lago. Contrajo matrimonio con Jorge Rivadeneira Guzmán, con quien procreó seis hijos: Hernán, Juanita Irene, Luis, Violeta, Diana y Marco Rivadeneira Játiva.

En los años 30, con su hermana Matilde, integró el dúo de las hermanitas Játiva, de recordada trayectoria. Este dúo colaboró con el Comité Pro-Cantonización de Antonio Ante, hasta lograr la cantonización de Antonio Ante, el 2 de marzo de 1938.

Trabajó, junto a su hermana Matilde, de profesora en el Colegio “Abelardo Moncayo”.

En 1966, luego de la quiebra de la Fábrica Imbabura, su esposo decidió trabajar en Quito, en la Cervecería “La Victoria”, de la cual fue accionista. Jorge Rivadeneira Guzmán, falleció en el año 2002. Leonorita vive junto a su hijo Marco, cuya compañía le ha permitido tener un compañero que, junto a sus hermanas y hermanos, se han preocupado por su salud y bienestar. Ella dice: “en muchas cosas, mi hijo Marco se parece a su padre”.

Son fechas importantes para Leonorita la presencia en Quito de los santos padres: Juan Pablo II, el 30 de enero de 1985 y Francisco, el 5 de julio de 2015.

El 3 de enero de 2016, en la Quinta “María de Lourdes”, de Tababela, se festejó sus 99 años de vida, junto a su familia, aprovechando las vacaciones de fin de año.

El 31 de diciembre de 2016 Leonorita cumple 100 años de vida y constituye una fecha memorable para la comunidad anteña y la familia Rivadeneira – Játiva, en particular, porque ella llega a ser una Maestra centenaria, gracias a la bendición de Dios y el cuidado de sus hijos, quienes le han dado una vida tranquila y apacible, para la alegría de su familia y seres queridos.

Sus hijos le rendirán justo homenaje en el Hotel Sheraton de Quito, el sábado 7 de enero de 2017.

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