Líderes de mojiganga

Por: Rodolfo Bueno
rsbueno@netlife.ec

Al mirar lo que pasa en la actualidad, asombra que los políticos de la UE y los EE.UU. sean sordos, ciegos y mudos ante lo que se cuece en Ucrania y olviden que en Europa hace más de 70 años el nazi-fascismo exterminó a millones de inocentes. Solo así se explica el apoyo incondicional que dan al mal llamado gobierno de Kiev.

La bestia parda, que en 1933 asentó sus garras sobre la culta Alemania, propagó por doquier durante largo tiempo el morbo nazi, hasta ser derrotada por los aliados 69 años atrás. Mientras la Unión Soviética sacrificaba la sangre de sus mejores hijos para que el mundo viva libre de la esclavitud representada por esta ideología, los EE.UU. sustentó y sustenta a movimientos nazi-fascistas.

De esta manera en Ucrania apoyan al Sector de Derecha, organización partidaria de Hitler que sigue los lineamientos de Stepan Bandera, culpable del exterminio de 900.000 judíos, además de rusos, bielorrusos, húngaros, polacos, gitanos y más víctimas de otras nacionalidades. Sucedía que a las tropas nazis les repugnaba mancharse las manos con sangre, por lo que encargaban ese trabajo sucio a las huestes de Bandera, que lo realizaban con la finalidad de ganar bonos ante sus amos.

Parece que en la actualidad la historia se repite, solo que vergonzosamente. Europa, carente de líderes que defiendan sus intereses nacionales, acepta dócilmente el vasallaje del moderno sistema colonial norteamericano, defiende a capa y espada a los nazis de Kiev que se aprestan a exterminar -es el término que utilizan- a sus opositores del sureste de Ucrania y repite como loro lo que le dictan allende del océano. ¡Qué vergüenza!

¿Es que estos líderes de mojiganga tan pronto olvidaron lo que el nazismo representa? Ya que así de fácil traicionaron los ideales de libertad surgidos en la lucha contra esta ideología. ¿Cómo pueden Obama, Hollande, Merkel y otros dirigentes europeos escupir sobre las tumbas de los millones de rusos y no rusos que derramaron su sangre para que Europa y los EE.UU. sean libres? Es bochornoso que la totalidad del cacumen y del patriotismo de los actuales líderes europeos juntos no esté a la altura del liderazgo que tuvieron César, Napoleón, Bismarck, De Gaulle o Cavour. ¿Por qué a estos líderes de mojiganga les vale más entregarse ciegamente a las apetencias imperiales que defender la soberanía de sus países? ¿Qué se oculta tras bastidores? Algo huele mal en Bruselas.

Vale la pena repetir la pregunta del periodista ruso Mámontov: Presidente Hollande, Canciller Merkel y Presidente Obama, ¿no les da vergüenza?

• 26 MAY 2014

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