Por: Florinella Muños Bisesti, PhD.
Rectora de la Escuela Politécnica Nacional
El 30 de agosto la Escuela Politécnica Nacional (EPN) cumplió 150 años de creación, desde su origen fue concebida como el primer centro de docencia e investigación científica, órgano integrador del país y ente generador del desarrollo nacional.
La visión política, científica y social del Presidente de entonces, Gabriel García Moreno, permitió que los ecuatorianos cuenten desde 1869 con la primera universidad pública en tener como misión poner la ciencia al servicio del hombre.
Haciendo memoria histórica, debemos recordar que muchos de los alumnos, docentes e investigadores que transitaron por nuestras aulas aportaron al país grandes logros técnicos y científicos como: los estudios de alturas isobáricas que permitieron a la EPN ser parte de la construcción de carreteras desde 1873 como la vía Quito-Guayaquil, o el primer espectáculo de luz eléctrica del país el 3 de junio de 1875 por motivo de las fiestas de Independencia Nacional en la capital, en la cual se utilizaron 120 pilas de Bunsen importadas que reposaban en el primer laboratorio de ciencias de nuestra universidad.
En 1877 la erupción del volcán Cotopaxi convocó a nuestros primeros docentes y alumnos a colaborar en la reconstrucción del puente sobre el río Cutuchi y otras obras de ingeniería en la zona. Otro hito para el Ecuador y Sudamérica, dado en el mismo año, fue la finalización de la instalación de equipos y construcción del Observatorio Astronómico de Quito, que hasta la actualidad funciona en el Parque La Alameda.
Otros logros importantes de los primeros años de la EPN, antes de que termine la década de 1870 y que nos convirtió en protagonistas del desarrollo tecnológico y productivo del país,fueron la construcción del ferrocarril y las del telégrafo. Así como, la edificación de un jardín botánico en La Alameda, que permitió organizar y conservar un museo de plantas y recursos naturales, el cual fue reconocido a nivel mundial por la complejidad de sus estudios e investigaciones. En ese mismo lapso de tiempo, se iniciaron las primeras excursiones científicas y se consolidaron los primeros laboratorios de Química y Física de la EPN y el país.
Actualmente, nuestra universidad es una de las más importantes del Ecuador y la región por haber alcanzado nuevos hitos destacados para la investigación científica. Tenemos el primer y único Departamento de Ciencias Nucleares de la nación, el cual cuenta con una infraestructura también única en su área. Además, desde la Escuela Politécnica Nacional aportamos a la seguridad del país a través del Instituto Geofísico, que tiene la responsabilidad de determinar el riesgo sísmico y volcánico a escala nacional.
Orgullosos de ser politécnicos y mirando hacia el futuro, trabajamos en la acreditación de carreras internacionales e impulsamos proyectos de investigación que solucionen problemas estatales. Estamos convencidos de que la universidad debe cumplir un rol estratégico y más activo en las decisiones nacionales, tanto gubernamentales como en los sectores productivos e industriales, así como aportar a la calidad de vida de los ecuatorianos a través de la vinculación de la academia a la sociedad.
Durante este año de aniversario, celebraremos a nuestra gloriosa Escuela Politécnica Nacional, alma mater de la ciencia ecuatoriana, con lo mejor que sabemos hacer: descubrir, crear e innovar desde el conocimiento y las ciencias.
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