Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva
Se llaman estudios de posgrado a los estudios universitarios posteriores al título de grado y comprenden los estudios de maestría (también denominados máster o magíster, en inglés y francés) y doctorado. Además de los estudios propiamente dichos, se puede incluir a la investigación postdoctoral y a los cursos de especialización dentro de este ámbito académico. Se trata de un nivel educativo que forma parte del tipo superior, o de segundo y tercer ciclo en la nomenclatura legislativa española. Tiene como antecedente obligatorio la titulación de pregrado.
Para obtener un doctorado en investigación es necesario defender una tesis basada en investigación original. Dicha investigación suele desarrollarse en un periodo de tiempo comprendido entre tres y seis años, dependiendo del país.
En el mundo anglosajón se suele denominar a este tipo de doctorados como PhD, siglas en latín de Philosophiae Doctor o Doctor en Filosofía, respectivamente.
Estos títulos, entonces, no tienen nada que ver con nuestro mundo sino con el mundo anglosajón, por lo cual, si somos originales, habría que construir nuestros propios doctorados en filosofía, con énfasis en estudios andinos, es decir, sobre nuestra realidad. Además, son títulos de investigación, por lo cual los PhD cumplirían en las universidades ecuatorianas funciones importantes en el mundo de la investigación y construcción de nuevos conocimientos.
De la manera más sencilla, manifiesto, que las universidades de pregrado podrían funcionar sin docentes con título de PhD, porque no dan títulos de posgrado, aunque requerirían de Maestros con títulos de cuarto nivel. La exigencia a las universidades de posgrado a tener un exagerado número de docentes con título de PhD, es desmedida, porque no existen facilidades para doctorarse en el país y los costos en el extranjero no tienen nada que ver con nuestra economía, a más de que no habría presupuesto para tantos doctores. No cabe mencionar el porcentaje que se exige de docentes con PhD, porque no tiene relación con la historia y el tiempo nos dará la razón.
Es necesario, entonces, valorar la educación a distancia, en línea y virtual, con el fin de lograr que la Universidad Nacional de Educación a Distancia, UNED, de España, abra estudios de doctorado en nuestro país, a través de un Convenio entre el Ecuador y España, porque la UNED es una universidad pública. El Estado ecuatoriano debe crear la Universidad Nacional de Educación a Distancia UNED, del Ecuador. De esta manera, considero, se podría formar los doctores que requiere la universidad ecuatoriana y sería una universidad con historia.