Por: Rodolfo Bueno
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Este autor enumera los pasos a seguir para que un golpe de Estado sea exitoso; los cuales consisten en tener bajo control los resortes básicos del poder: correos, prensa hablada y escrita, sistemas de comunicación, transporte e información, aeropuertos y, actualmente, habría que añadir televisión, internet y redes sociales.
Lo que nunca se le hubiera ocurrido a este ingenioso toscano es que también se pudiera contratar el servicio de mercenarios criminales especializados en disparar certeramente contra los órganos vitales tanto de los manifestantes como de las fuerzas del orden. Luego de la concebida mortandad se acusa al gobierno, que se pretende derrocar, de reprimir la voluntad popular y después se convence a la opinión pública mundial de la veracidad de esta falsedad, mediante una campaña orquestada por la monstruosa maquinaria de propaganda que diariamente engatusa a la humanidad.
Este método, inverosímil por inhumano, se ha vuelto verosímil después del pinchazo a la conversación entre la alta representante de la UE, Ashton, y el ministro de Relaciones Exteriores de Estonia, Paet, quienes nos revelan que los que dispararon en la plaza de Maidán y que causaron cerca de cien muertes fueron francotiradores vinculados a la oposición nazi actualmente en el poder. Las víctimas mortales conforman la gota que derrama el vaso y permite el derrocamiento de un gobierno malo pero legítimo para instaurar un gobierno malo e ilegítimo.
En Lituania se ensayó esta novísima técnica de golpe de Estado, cuando en 1991 se eliminó a 13 manifestantes y luego se acusó al KGB. Hace 12 años, en Caracas, se disparó contra los partidarios del gobierno y la oposición causando más de 20 muertes. La intentona fracasó porque los complotados no habían leído a Malaparte ni gozaban de las condiciones propicias para tener éxito.
Poco después, Carmona fue sacado de su fugaz solio y Chávez, luego de tener un pie en el patíbulo, regresó a Miraflores más fuerte que nunca. Este método, empleado por los servicios especiales de EE.UU., explica lo que está pasando en Venezuela y lo que pasó en Ucrania.
¿A qué otro artilugio recurrirá el imperio luego de que fracase irremediablemente? Pues solo cuenta con el forzado y endeble apoyo de la UE. Sus cipayos de Kiev no controlan ni a sus aliados más cercanos, peor a la población rusohablante, son más frágiles que huevo recién puesto por gallina clueca y pueden reventar en mil pedazos, ya que deben a las once mil vírgenes y están más paupérrimos que sacerdote franciscano sin sotana.
Pronto se sabrá.