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Por: Dr. Pedro Reino Garcés
Cronista Oficial de Ambato
Hagamos cuenta que entramos a la sesión del cabildo ambateño de 14 de otubre de 1912, “presidido por Ricardo Callejas con asistencia de los señores Sánchez, Dr. Albán, Cte. Lalama, Dr. Pachano, Sevilla, Procurador Síndico y Secretario Víctor M. Cobo”. Imaginémonos hablar un tanto indignado haciendo que se lea la “solicitud del sr. Alfredo Coloma en demanda del pronto despacho de su solicitud presentada anteriormente en reclamo de $ 11 sucres como saldo del valor de tres cajas de champaña gastadas en la recepción hecha al Ministro de Chile el 18 de marzo de 1910”. Han pasado más de dos años de la bebezón en la cual habrían despotricado a los peruanos permanentes amenazadores de guerra al Ecuador, al calor de los tragos; y el municipio, nada de pagar al hacendado e influyente señor Coloma.
¿Por qué dar de beber a un Ministro de Chile en Ambato en 1912? La respuesta es sencilla: era uno de los representantes de ese país que humilló con sus armas a peruanos y bolivianos en la llamada Guerra del Pacífico entre 1879 a 1883, “arrebatándoles parte de su territorio”. Con otra copa y los chilenos de nuestro lado, los peruanos tenían que pensar dos veces para atacar al Ecuador.
Nuestro Ecuador venía en tensión de amenaza de guerra, porque el 3 y 4 de abril de 1910 se produjeron desmanes en las embajadas y el presidente Alfaro gritaba con las tropas movilizadas “Tumbes – Marañón o la guerra”. “El Presidente Alfaro adquirió armamento moderno; fortificó la ciudad de Guayaquil y el Golfo de Guayaquil y ordenó la organización de las guardias nacionales, alcanzando los 28 mil soldados, según el mismo Alfaro podía elevarlos hasta los 60 mil soldados” (Wikipedia).
“Ambato 12 de febrero de 1912.- Sr. Presidente.- Me parece justo el reclamo que hace el señor Coloma, por cuanto es verídico lo que afirma respecto al agasajo al Sr. Ministro de Chile, cuando hubo peligro de un conflicto con el Perú, y en toda la República se procuraba estrechar las relaciones con Chile y otros países amigos, por medio de actos de simpatía ofrecidos por los diversos pueblos ecuatorianos.
El Concejo de Ambato, igual que otros, cumplió también con su deber, y en este mismo salón de sesiones el Sr Dr. Dn Manuel del C. Pachano, Presidente de la municipalidad en aquella época ofreció al mentado diplomático, en un expresivo y adecuado discurso, una copa de champaña a nombre del pueblo ambateño.
Dadas las circunstancias que entonces rodeaban al país, esa manifestación fue necesaria y oportuna, y no comprendo por qué se le ha negado el pago de una deuda tan justa. Me parece que no debía faltarle al Municipio el derecho de hacer pequeños gastos de esta naturaleza, que a veces representa verdadero compromiso social. Pero dejando a un lado estas consideraciones añadiré que a petición del Sr Dr. Juan B Vela, Senador por esta provincia al Congreso de 1910, decretó la legalidad de los gastos que los municipios hicieron en todas esta manifestaciones.
Para mejor resolverse el asunto convendría que el señor secretario agregue a este informe el Decreto en referencia ya que no he podido conseguirlo. Dejo así cumplida mi comisión señor Presidente.- Miguel Ángel Albornoz”.- “Señor Presidente con la aclaratoria únicamente de que el suscrito no ha contraído compromiso personal ninguno con el señor Coloma menos como Presidente del Concejo en el año 1910, me adhiero al anterior informe, indicando que el pago debe hacerse de conformidad con el Decreto Legislativo de 22 de junio del año de 1910 que autoriza a las municipalidades esta clase de gastos previa legal comprobación.- Ambato marzo 23 de 1912.- Manuel del C Pachano”.-
“Sr Presidente, es indudable que el pueblo de Ambato, de acuerdo con el Concejo Municipal de este cantón en la fecha a que se refiere el solicitante, hizo esa manifestación patriótica al Ministro de Chile a su paso por esta población, y como parte de los gastos ocasionados en dicha recepción lo hizo el solicitante Sr Leonidas H Viteri, es justo de que se abone la cantidad que reclama, debiendo hacerse el pago de conformidad con el Decreto Legislativo de 22 de junio de 1910 que autoriza esta clase de gastos a las municipalidades, previa legal comprobación. Este es mi parecer, salvo vuestro.- Ambato marzo 23 de 1912.- Manuel del C Pachano.- Miguel A. Albornoz”.
Puestas en consideración el Dr Pachano hizo una larga y elocuente relación del origen de este asunto, y dado lectura al Decreto Legislativo de que se hace mención los informes preincertos, se negaron los informes, en vista de no estar casi comprendidos esta clase de gastos en dicho Decreto y por no haber tampoco alguna ley que autorice esta clase de erogaciones, y se ordenó comunicar a los señores peticionarios en este sentido. El voto del Sr Dr. Pachano fue en sentido afirmativo como uno de los miembros que suscriben los informes.- …” Se les acabó el patriotismo.