Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva
Constituye una poesía experimental, con teléfonos celulares, que se la puede denominar: “poesía aleatoria”, porque aparece con las nuevas tecnologías de la comunicación.
Trsitan Tzara, fue uno de los iniciadores del movimiento dadaísta. Son “poemas” que se comienza a escribir a partir de la opción de palabras aleatorias que tienen los celulares, palabras predeterminadas que aparecen cuando vas escribiendo algún mensaje. En realidad es una opción del teclado que todo celular tiene para escribir mensajes y que no a muchas personas les parece una opción cómoda.
Se trata de generar un blog con poesías aleatorias de personas aleatorias (ustedes, lectores) que quieran escribir a través del celular, mandando su poesía como mensaje a un correo predeterminado, en el caso de que no cuenten con saldo en el celular.
La manera de hacer este tipo de poesía es sencilla, ya que no cuenta con ninguna regla de rima ni ritmo, ni tampoco es una poesía lógica, las reglas las ponen ustedes, es solo una manera de jugar con estos aparatos que nos acompañan día y noche hace ya varios años y de lo que se trata es de generar con ellos un tipo de comunicación distinta para lo que fueron creados.
Como primer paso, tendrán que poner su teclado en la opción T9, luego, empiecen a experimentar con toda la libertad del mundo escribiendo palabras una tras otra sin ninguna lógica y con todas las ganas de ver qué sucede al final, lo que más puede sorprender es que esas palabras empiecen a tener algún tipo de lógica al leerla, o tal vez creen una imagen mental no coherente, que no tiene que ver nada con la poesía o sean antipoemas.
Entre las desventajas de esta forma de poesía es que se pierde los derechos de autor, salvo que las mismas ya estén registradas, lo cual casi nunca lo sucede. No se podrían escribir sonetos de esta manera, porque requieren el trabajo adicional de formación de versos, pero, se podría lograr el verso libre de la poesía contemporánea. Es como dejar los poemas al viento o como que los poemas fueran las hojas de otoño que caen de un árbol.
La ventaja es que constituye un oficio de entrenamiento para los nuevos poetas en nuestra era digital, porque los poemas se crean con la mente, aunque se escriben con el alma.