El Secretario de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, René Ramírez, mantuvo en la ciudad de Loja un conversatorio con 150 estudiantes que forman parte del Frente de Becarios de la Zonal 7. Este encuentro, que se denominó “Jóvenes por la sociedad del conocimiento”, se desarrolló con el objetivo de intercambiar experiencias y analizar la situación actual del país en cuanto a políticas públicas en el campo de la educación superior. Durante su intervención, René Ramírez efectuó un breve resumen de los avances en el sistema de educación superior desde el 2006, y enfatizó que en el Gobierno de la Revolución Ciudadana se ha construido una sociedad más justa, donde se ha generado otro tipo de política pública. Uno de los ejemplos visibles es que el Ecuador es uno de los países de la región que más invierte en educación superior, el 2,12% del Producto Interno Bruto, precisó.
Agregó que la gratuidad y la democratización en el acceso a la educación superior han sido logros fundamentales que han permitido que se duplique la matrícula de los pueblos históricamente excluidos. Hoy podemos afirmar que existe más interacción social, enfatizó.
Asimismo puntualizó que se ha implementado el programa de becas Eloy Alfaro, dirigido a los jóvenes de escasos recursos para que, a más de tener la gratuidad, tengan un apoyo económico que les permita dedicarse a sus estudios.
Finalmente, el titular de la SENESCYT felicitó a los jóvenes becarios y les recordó el compromiso que tienen como actores fundamentales en la transformación de la sociedad ecuatoriana, porque la educación se ha convertido en la principal herramienta de desarrollo para una sociedad más igualitaria, con principios éticos y sociales.
Es innegable el avance de la educación superior en el Ecuador, la gran inversión realizada desde el 2007 y el mejoramiento de la calidad, acceso y permanencia. Empero falta mucho por lograr el propósito de una mayor cobertura en la educación superior en condiciones de equidad, tanto en el acceso como en la permanencia. Solo se conseguirá si el servicio educativo que presta sea de calidad; de lo contario, significa perpetuar las condiciones de desigualdad social y cultural, de marginalidad y de exclusión.
Una política de equidad en educación superior que promueva la igualdad social de acceso a las oportunidades educativas y de permanencia en ellas, debe responder al concepto de que la función social de la educación no es ni selección de una elite, ni la promoción de unos pocos en contextos de alta competencia, sino la promoción de mayoría de los ciudadanos, mediante la distribución igualitaria de las oportunidades, de modo que quienes a ella accedan lo hagan en virtud de sus méritos, capacidad, esfuerzo y perseverancia, teniendo en cuenta para ello que la educación superior es un servicio público.
El gobierno nacional debe desarrollar un programa de mejoramiento de la calidad de la educación básica y de la educación media, con el concurso de las universidades, para que esta formación previa de los que aspiran a ingresar a la educación superior deje de ser un factor de exclusión de muchos jóvenes. El uso de las tecnologías de información y comunicaciones puede apoyar este acompañamiento por parte de las universidades.
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