Las incontrolables migraciones que se dirigen hacia Europa han despertado la sensibilidad humanitaria en casi todo el mundo. El detonante ha sido la fotografía del niño muerto en la playa. Los emigrantes huyen de sus países, sobre todo de Siria, debido a esa guerra que ya lleva más de dos años y en la cual no se ve –o no se quiere ver- una solución, porque está en manos de quienes solapadamente iniciaron el conflicto.
Hace pocas semanas Hillary Clinton, ex ministra del exterior en Estados Unidos, confesó públicamente que el siniestro presidente Bush (padre) promovió y facilitó la creación de Al Qaeda, bajo el liderazgo del multimillonario saudí Bin Laden, durante la guerra que mantenían los rusos en Afganistán (1978-1993). La creación de Al Qaeda fue llevada a cabo por la CIA, bajo la denominación de “Operación Ciclón”. Pero al mismo tiempo despertaron las absurdas rivalidades religiosas entre sunitas y chiítas, que se extendieron por todo el mundo musulmán y se prolongan hasta hoy.
Bashar al-Asad, presidente de Siria es socialista y no sirve a los intereses de USA y de algunas potencias occidentales. Entonces había que despertar otra vez las rivalidades religiosas y organizar una rebelión contra el gobierno sirio, que es armada y pagada por USA y sus aliados. Por su parte Putin también aprovecha y vende armas al presidente Asad y quizá también les venda a los rebeldes.
Y he aquí que esos rebeldes crecieron y se fanatizaron aun más, con esa facilidad con que se fanatizan los musulmanes. Así poco a poco fueron penetrados por esos seres irracionales que conforman el terrorífico Estado Islámico. A los gobiernos de USA siempre se les ha escapado el control de sus manos y ahora no saben qué hacer: fallaron en Corea, Vietnam, Irak, Afganistán, Egipto y Siria. En todas partes dejaron una secuela de horror, caos y tragedia.
El Estado Islámico es un hijo de Al Qaeda y el Talibán. Una noticia reciente (09-09-2015) dice que el actual líder de Al Qaeda, el egipcio Ayman al Zawahiri, ha ofrecido su colaboración con el Estado Islámico para combatir en Irak y Siria contra las potencias occidentales. También hoy nos anuncian que Australia ha comenzado a bombardear a las huestes del Estado Islámico en Siria, en un plan de colaboración con la OTAN, la cual ahora se enfrenta a sus antiguos amigos del Estado Islámico. Y hoy se anuncia que Bulgaria no permite que aviones rusos, que llevan ayuda humanitaria a Siria, atraviesen su espacio aéreo. ¡Qué lío!
Pero ahora viene lo peor. Hace unas semanas el líder del Estado Islámico anunció que llenará Europa con 500.000 inmigrantes: ¡ha cumplido! Hace pocos días avisó que enviará nada menos que un millón de emigrantes y seguramente cumplirá. ¿Por qué? ¿Qué significa esta amenaza? Imaginemos por un momento, sin demasiada fantasía, que la amenaza de enviar un millón de emigrantes a Europa es un hábil y macabro plan del Estado Islámico. Sigamos imaginando que entre esos emigrantes hay solamente 1% de infiltrados bien entrenados y fanatizados al extremo para difundir el terrorismo cuando el líder les dé la orden. Una cantidad de 1% significa 10.000 agentes encubiertos dispuestos a inmolarse cuando Alá lo decida. Entonces, ¿qué puede hacer Europa occidental con 10.000 terroristas en sus entrañas? Esto no es una utopía disparatada, el método es utilizado por los servicios de inteligencia, ha sido muy usado durante la Guerra Fría. Un agente desapercibido puede esperar 5, 10 o más años antes de recibir una orden de actuar. Y esto lo saben muy bien los líderes del Estado Islámico, ellos han demostrado ser muy inteligentes, muy preparados e instruidos en todas las tácticas modernas y también muy crueles. Pensemos: ¿Por qué, justamente ahora, se produce esta enorme ola de inmigrantes?
Por supuesto, no podemos actuar sin piedad, sin prestar ayuda a esos cientos de miles de refugiados que han perdido todo en su país, a esos niños que todavía no comprenden por qué han sido elegidos para sufrir. Incluso nuestro Pepe Mujica se ha sentido tocado por el sentimiento humanitario y ha ofrecido traer, bajo su responsabilidad, a 100 niños huérfanos de Siria: quedarán bajo su cuidado , con vivienda, maestros, educación en la escuela técnica que abrió en su granja.
Es para pensarlo, ¿no?
Un gran abrazo.
Angela Ragut.
Montevideo, 9 de setiembre de 2015