
Por: Mercedes Karolina Yaure Luna
Estoy en contra del sistema educativo porque considero que está quebrado y que, a su vez, construye algo que no funciona, que no nos va a llevar a ningún lado, porque nos imponen hacer algo que no queremos. No tiene sentido y para que las cosas salgan bien hay que ponerle ganas y amor y así obtendremos un buen resultado.
En la actualidad se están educando a niños y niñas a que no sueñen demasiado alto, podríamos decir que se les están quemando sus alas al poner límites absurdos, es decir, truncar sus verdaderos sueños, si vuelan bajo, pasarán desapercibidos en la sociedad.
Se está educando a niños a seguir sistemas o métodos en lugar de seguir instinto e intuición. A obedecer órdenes, en lugar de encontrar principios y defenderlos.
Estamos educando a jóvenes y adolescentes a aprender cosas que no tienen nada que ver con lo que les preocupa. Jóvenes y adolescentes que no tienen ni idea de qué es lo que quieren hacer, por ejemplo, cuando éramos niños nos preguntaban que queríamos ser de mayor y no teníamos reparo en decir doctora, abogada, profesora, pero cuando llegamos a ultimo año de colegio algunos ya no tenemos la misma facilidad para responder a esa pregunta, porque ahora estamos más maduros y tenemos más conocimiento del tema. Es por tal motivo que podemos decir que se está educando a jóvenes a abrazar el status en lugar de abrazar el cambio y perseguir un sueño.
Como resultado, nos encontramos a profesionales que no tienen ni idea de lo que van a hacer para sobresalir. Profesionales que no saben qué es aquello que les hace destacar realmente y que buscan esconderse detrás de la insuficiencia de un buen trabajo, seguro, sistemático y para toda la vida. En vez de aferrarnos a un sueño que nos ha acompañado desde niños. Solo puedo decir que el que realmente ama, o quiere conseguir algo, no se da por vencido, es más lucha, persevera, alcanza y abraza lo que le hace feliz. Solo así, cambiaríamos el mundo, en este caso el sistema educativo, porque las cosas no solo cambian con nuestra opinión sino con nuestras acciones.