Profesores que deben estar presentes en todas las universidades

Entre muchos otros, les presentamos una pequeña lista recomendada por el St John´s College. Fue redactada por primera vez en 1916 por John Erskire y que desde entonces ha sufrido pocos cambios.

Los profesores recomendados son:  

Homero,

Sófocles,

Tucídes,

Eurípides,

Herodoto,

Aristófanes

Platón

Aristóteles

Euclides

Plutarco

Marco Aurelio

Virgilio

Tácito

San Agustín

Cervantes

Santo Tomás de Aquino

Galileo

San Anselmo

Milton

La Fontaine

Espinoza

Racine

Newton

Berkeley

Rouseau

Adam Smith

Kant

Moliére

Goethe

Tocqueville

Dante

Maquiavelo

Copérnico

Rabelais

Montaigne

Shakespeare

Kepler

Descartes

Pascal

Bach

Mozart

Beethoven

Schubert

Verdi

Stravinsky

Lincoln

Kierkegard

Wagner

Marx

Dostoyevski

Tolstoi

Lewis Carrol

Mark Twain

Kafka

Heidegger

Heisenberg

Eliot

Rimbaud

Faraday

Einstein

A esta lista hay que agregar a los pensadores y sabios contemporáneos

Maritain reflexionaba en 1943: “La lectura de Homero, de Esquilo, de Sófocles, de Herodoto, de Tucídides , de Demóstenes, de Plutarco, de Epicteto, de Marco Aurelio (vale más leerlos despacio en una buena traducción, que aprender su lengua y leer sólo un fragmento de sus obras), la lectura de Virgilio, de Terencio, de Tácito, de Cicerón, de San Agustín, de Dante, de Cervantes, de Montaigne, de Shakespeare, de Pascal, de Racine, de Montesquieu, de Dickens, de Goethe, de Dostoievsky nutre el espíritu del sentido y del conocimiento de las virtudes naturales, del honor y de la piedad, de la dignidad del hombre y del espíritu, de la grandeza del destino humano, de los entreveros del bien y del mal, de la caritas humani generis. Tales lecturas, mucho más que cualquier curso de moral natural transmiten a la juventud la experiencia moral de la humanidad”.

Con estos profesores, todo el esfuerzo de la Universidad debe concentrarse en alentar la curiosidad intelectual del alumno, enseñarle a discurrir y estimular su capacidad de asombro: “aprender a aprender” y también “aprender a preguntarse para ser capaces de encontrar las respuestas”.

En la Universidad debe existir una gran preocupación por la formación moral. Hay que educar el carácter del alumno, inculcarle valores y mostrarle pautas de conducta durante sus años de permanencia en el Alma Mater.

2012 EcuadorUniversitario.Com

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