Proyecto Yasuní ITT y becarios

Por: Dr.  César Hermida

cesarh@plusnet.ec

Los derechos de la naturaleza de la Constitución de 2008 y el Proyecto Yasuní ITT constituyen ejemplos internacionales que enorgullecen a los ecuatorianos.

A los becarios de la SENESCYT del presente año se les ha pedido, con acierto, que se constituyan en embajadores de las mismas. Son unas 800 voces que socializarán en las mejores universidades del mundo estas innovadoras ideas.

El Ecuador tiene 44 áreas protegidas que constituyen el 18% del territorio nacional, las que llegan a 25% con las privadas. En la mitad de ellas viven pueblos indígenas que mantienen 12 lenguas nativas.

En el Parque Nacional Yasuní se incluyen los territorios de la población Huaorani y Kichwa. Los Huaoranis, Taromenanis y Tagaeris son pueblos que no quieren contactarse con la civilización occidental.

La propuesta de no explotar las reservas ITT, Ishpingo, Tambocoha y Tiputini, que producirían más de 800 millones de barriles de petróleo, tiene por objeto proteger a los pueblos no contactados, la biodiversidad y el ambiente sin contaminarlo, manteniendo para el efecto el petróleo bajo tierra.

En el Parque Nacional Yasuní hay 2.274 especies de árboles y arbustos, 600 de aves, 201 de mamíferos, 140 de anfibios, 83 de reptiles y 10 a 12 de primates. Es la biodiversidad más alta de todo el mundo.

El reto, que los científicos lo respaldan incondicionalmente, constituye un desafío político, pues se trata de un pequeño país que exige a la comunidad internacional una justa compensación por la mitad del valor que recaudaría con la explotación petrolera.

A los becarios se les ha explicado el Proyecto y entregado el material correspondiente. Se les ha pedido que se pongan en contacto con las embajadas ecuatorianas en cada país para requerir documentación, fotografías y material audiovisual, que mantengan relaciones públicas y sociales sobre el tema, que ojalá incluso sostengan conferencias y establezcan redes sociales para la información pertinente.

Todos los becarios han levantado la mano comprometiéndose y han recibido un Diploma de Promotores Internacionales del Proyecto. Los apoderados como testigos hemos quedado satisfechos. Bien por el Proyecto, por la alianza estratégica de la SENESCYT y el IECE, por todas las iniciativas pioneras del país cuyos mejores jóvenes viajan orgullosos y optimistas a sus Maestrías y Doctorados con cuya formación regresarán para construir, cada día, un nuevo Ecuador.

Con autorización del autor: Tomado de El Telégrafo, edición 19-08-2012

Deja una respuesta