Que me entierren desnudo en un ataúd lleno de rosas. 1923

Por: Dr. Pedro Reino Garcés
Cronista Vitalicio de Ambato

Debemos ir caminando por el antiguo “callejón del recuerdo” que tiene este cementerio. Él debe estar allá tal como se quedó para siempre, muriéndose heroicamente, metido en su ataúd, “El cadáver desnudo y cubierto solamente de rosas esplendidas”. Cuando días antes de morir le fue a visitar su primo Leopoldo Izquieta Pérez, le advirtió que dejaría de existir el 9 de Octubre, “ni un día más ni uno menos” y así ocurrió, un 9 de Octubre de 1940.

Con el paso del tiempo, todos lo pueden ir a ver con sus huesos desvestidos, recostado entre los pétalos frescos de rosas blancas y de rosas rojas, dentro de un ataúd que se resiste todavía a deshacerse en el silencio. Diez años antes, sus carnes le dictaron un desprendido poema pensado para su propia tumba, publicados al final de los años 30 en «La Tribuna» de Ambato. Los tituló: «QUE IMPORTA» Recojo cada uno de los pétalos y los releo en transmutados versos: Cuando vine a la tierra nada traje/ nada tampoco, de los galardones/ obtenidos en premio a mis acciones /he de llevarme en el supremo viaje. / No iré, de los gusanos en ultraje/ con el bordado frac de áureos galeones / ostentado en patrióticas funciones; / será el sudario mi último ropaje./ Los ecos del aprecio y simpatía /que, dentro y fuera de la Patria mía, / suenen, tal vez, honrando mi memoria,/ no impedirán pudrirse mis despojos/ mas,— Qué importa, Señor, si tus enojos/ no excluyen mi alma de tu eterna gloria?

Todavía deambula su alma tras de su recuerdo por las calles de Ambato, por las oficinas de la gobernación. Su voz afrancesada busca el caballo que ha de llevarlo a Píllaro. Se ha metido en un lío secreto. Quiere ser uno de los dueños de las minas de oro que están en los Llanganates. Seguro que fue convencido por Efrén Aspiazu y por Lorenzo Gortaire Viteri. Ellos eran el fruto y el aroma del ‘Gran Cacao’ que cultivaron sus padres. Es un secreto que lo llevó a su tumba. Olvidaron de ocultar muy bien sus papeles que han llegado hasta mis manos. Lo firma el gobernador Ernesto Chacón con su secretario Armendáriz, en la solicitud de “patente para extraer el oro del placer o lavadero de oro” que no atinan a qué provincia pertenece, a Tungurahua o a Napo-Pastaza. (Archivo Nacional – Ambato, fondo Gobernación, 1923)

Después, siento que es el recuerdo el que regresa a su ataúd lleno de rosas, a quedarse como quedó el primer día en que pasó a la muerte, hundido entre las olas de los pétalos, su barba blanca, sus ojos azules, «esbelto y delgado, con la tez mate de su rostro ovalado, sus rasgos finos, su elegante porte y amable trato que reflejaba la belleza varonil y la distinción criolla de los países tropicales. En 1901 el partido Liberal le designó precandidato a la presidencia de la República con Leonidas Plaza y Abelardo Moncayo. Entonces declaró que no era político y que jamás aceptaría tal designación. Entre 1903 y 1914 fue Ministro Plenipotenciario del Ecuador en Francia y España. En 1903 representó al Ecuador como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en la Jura de Alfonso XIII, y en 1904, en sus bodas con la princesa Victoria Eugenia de Batemberg. En una de las tantas fiestas de galas, su amigo el Rey abrió el baile con María Seminario de Rendón, y nuestro enviado especial lo hizo con la Reina… En 1921 ingresó como Miembro de número de la Academia Ecuatoriana de la Lengua y obtuvo del Congreso que no se cantaran las partes del Himno Nacional lesivas a España…Tan ilustre ecuatoriano, gloria de la diplomacia y de las letras”, es el médico Dr. Víctor Manuel Rendón Pérez. (Ver datos biográficos de Rodolfo Pérez P.).

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