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Rapsodas versus aedos

Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva

Rapsodas eran los poetas épicos de la antigua Grecia. La Ilíada y La Odisea fueron transmitidas oralmente gracias a ellos, que iban por los pueblos recitando poemas épicos. Aparecen con la escritura, se dedicaban a ir de ciudad en ciudad y transmitir unos poemas orales ya fijados. Recitaban con el acompañamiento de un bastón con el que golpeaban el suelo para marcar el ritmo.

En la Grecia antigua, los rapsodas eran recitadores o pregoneros ambulantes que cantaban poemas homéricos u otras poesías épicas. Recitaban los sucesos del pasado resaltando a los «próceres”.

Cantaban y recitaban en las fiestas populares, ferias y talleres. Se referían a la historia de la comunidad, las hazañas del país y triunfos militares. No utilizaban acompañamiento musical. Están sujetos a un texto escrito, por lo que no pueden improvisar. Utilizan «rapdos» o varas para acompañar su canto.

Poseedores de una memoria prodigiosa.

La principal diferencia con el aedo, es que al atenerse a un texto ya fijado tienen un margen de improvisación muy limitado; en cambio, el aedo elabora su texto y reelabora en función de los intereses del público que no estaba callado durante el canto.

Los aedos, cantaban sus poemas con acompañamiento de un instrumento de cuerda. En la misma Odisea vemos que aparecen dos aedos: Femio y Demódoco, en cortes, pero no dependían de ella, sino que acudían cuando se les llamaba. Aquiles, aparece en La Ilíada, ejerciendo el papel de aedo.

Los aedos se equiparaban a los adivinos, pues no tenían la concepción de que el pasado se recordaba. Sino que era similar a la adivinación, pero hacia el pasado. La verdad (αλεθεια) era aquello que no permanecía oculto y solo los dioses la conocían o en todo caso alguien inspirado por ellos, por lo que invocaban a las Musas. El recuerdo del pasado, venía a ser como una adivinación hacia el pasado, en vez de hacia el futuro. Tanto aedos como adivinos solían ser ciegos, a cambio de renunciar a su vista física, se les daba esta visión especial.

Actualmente, en los recitales de poesía, todavía se conserva el acompañamiento musical. “Rapsodas 3000 poetas”, nos recuerda a estos antiguos poetas épicos, en el “Palacio del Poeta” de Quito.

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