
Por: Mgs. Fernando Oñate Porras
“Se observó que cuando el pensamiento científico y la creencia personal entran en contradicción respecto de un problema o solución, los clínicos suelen optar en mayor medida por las creencias”.
(Garb, 1998)
Un argumento que esgrimen los defensores de las pseudociencias y pseudoterapias es el comúnmente denominado “veredicto del pájaro Dodo”, que viene a decir que la eficacia de todas las terapias es equivalente, independientemente de su modelo teórico y de las técnicas que se empleen, ya que la clave está en la alianza terapéutica, o relación terapeuta-paciente, que es la que explicaría la mayor parte del cambio (Fernández Pinto, S/F).
Si bien es cierto que la relación terapéutica, la expectativa de mejora y hasta los aspectos extraterapéuticos son variables que aumentan la probabilidad de éxito en terapia; centrarse en solo establecer una buena relación terapéutica sería propio de las pseudoterapias (brujería, lectura de cartas, bach, psicoanálisis, cuarzos, homeopatía, etc.), si esto fuera correcto entonces no deberíamos estudiar nada acerca de psicoterapias porque con solo ser empático, validante, etc., ya estaríamos “cumpliendo” los principios de beneficencia, no maleficencia y justicia (nótese la ironía).
Si dejamos a la remisión espontánea todo el peso de nuestro éxito terapéutico, entonces que rayos hacemos en consulta; cuando por el contrario deberíamos añadir a esas variables previamente mencionadas, técnicas que realmente han demostrado que funcionan y elegir de entre esas, la que en menor tiempo y costo cumpla con o los objetivos terapéuticos.
Sin embargo, prefieren indagar en lo más profundo de los consultantes, tenerlos por varios meses y largos años en terapia; en lugar de buscar, estudiar y utilizar lo que realmente le proporcione herramientas para mejorar su calidad de vida. Y eso aparte de ser antiético, es ser cruel.
Finalmente, no es opcional leer con atención el código ético del psicólogo y nos apeguemos a cumplir lo que se menciona dentro de este, es indispensable mencionar que “Solo hay una psicología clínica aceptable, aquella que se sostiene sobre los principios del método científico” (Pascual et al., 2004)
Referencias:
Campagne, D. M. (2014). El terapeuta no nace, se hace. Revista de La Asociación Española de Neuropsiquiatría, 34(121), 75–95. doi:10.4321/s0211-57352014000100005
Garb, (2000). Sobre la toma de decisiones con base empírica en la práctica clínica.