Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva
Se encuentra a ocho kilómetros, al oeste de Cuenca, a 15 minutos del centro histórico de la ciudad.
Las propiedades curativas de las vertientes termales que salen desde las montañas adyacentes hicieron de Baños un próspero centro turístico. El agua en estado natural es de tipo “hipotermal” y emerge a la superficie a una temperatura de 78°C (la temperatura más alta para aguas termales en el Ecuador). Estas aguas son sometidas a un proceso de enfriamiento y canalización para llevarla hasta las termas, piscinas y baños turcos, luego de haber sido enfriada se mantiene a una temperatura ideal que oscila entre los 38°C y 40°C.
Cuenca, es el lugar de nacimiento del poeta Efraín Jara Idrovo, conocido en todo el mundo.
La parroquia de Baños está enclavada en las estribaciones de la cordillera occidental de los Andes, rodeada de colinas y un hermoso paisaje. Frente a la población y hacia el noroeste, se encuentra la colina Huizhil; y al oeste el cerro Minas, importante por su potencialidad minera.
Se destaca el volcán, que forma un marco natural hacia el lado oriental del pueblo. Los recursos minerales y las aguas termales le dan tradición a Baños. Este regalo de la naturaleza ha sido aprovechado con la construcción de piscinas de aguas calientes con propiedades curativas.
Baños tiene una doble imagen, es un lugar que se habita y un lugar que se visita. Esta dualidad se manifiesta en dos centros bien definidos: un centro para el habitante y un centro para el Visitante.
Comienza en un punto donde la vía se abre en dos direcciones: una de ellas sube a los primeros balnearios y la otra, dando un rodeo lleva al centro. Una tercera dirección, rodea los restaurantes típicos, se continúa con una escalinata sobre la cual se eleva la imagen de la Virgen de Guadalupe.
La Iglesia de la Virgen de Guadalupe, corona en lo alto el poblado; la calle principal que conduce desde la puerta de entrada de la parroquia, hasta la parte alta.
Los poetas: Remigio Tamariz, Honorato Vázquez, César Dávila Andrade, entre otros, se reunían en la quinta de Daniel Toral Malo, ahora Hotel La Laguna, para recitar sus más recientes creaciones que eran calificadas por un jurado, del Festival de La Lira. Los ganadores se apoderaban del premio máximo, una corona de laurel ungida en la sien y una lira de oro, y a los puestos menores: violetas y capulíes de oro. Símbolos que se remontan a la antigua Grecia, cuando los poetas entonaban acompañados de la lira, instrumento de cuerdas, sus inspiraciones y sentimientos individuales y colectivos. El término “Atenas del Ecuador”, se relacionaba con “Atenas”, la capital de Grecia, pues se consideraba a Cuenca un sitial inspirador, cuna de hermosas riveras, huertos y grandes literatos.