Por: Mario Jaramillo Paredes
Elaborar una tesis para graduación cuesta setecientos dólares, según relata un diario guayaquileño. Se trata de la “Tesis Premiun”, que se entrega más rápido e incluye preparar al estudiante para la sustentación.
Se oferta también por capítulos, a ciento cuarenta dólares cada uno. El pago puede ser en efectivo o con tarjeta. Los costos varían de acuerdo a la carrera y al tiempo. Según la crónica en mención, frente a la Universidad de Guayaquil hay un local con un letrero que dice “revisión de plagio de tesis” para que los alumnos que mandan a hacer las tesis detecten los párrafos plagiados y puedan cambiarlos antes de presentarlos.
Un amigo me hace llegar el facsimil de un letrero atribuido a un intelectual cuencano, el famoso Chugo Muñoz, quien en el siglo pasado ofrecía elaborar tesis en Jurisprudencia, además de otros servicios como escribir discursos- con o sin citas en Latín-, cartas de amor – normal o apasionadas- sermones para curas, discursos para candidatos a diputados o discursos para la incorporación a la Academia de la Lengua. Las malas bocas repetían con deleite los nombres de quienes supuestamente se habían graduado a base de esos servicios y eran ya prósperos abogados. Alguien publicó una fotografía de una humilde tienda de barrio de fines de los años cincuenta en donde se anunciaba “se remallan medias y se hacen tesis”.
Las medias ya nadie creo que remiende. Pero, la tarea de hacer tesis, parece que sigue creciendo, aun cuando las universidades serias tienen sistemas de graduación que eliminan esa posibilidad.(O)
Fuente: EL MERCURIO
19 septiembre, 2019