Un poco de toponimia de Simiatug-Bolívar

Por: Dr. Pedro Arturo Reino Garcés
Lingüista e Hitoriador/ Cronista Oficial de Ambato

Manuel Cornelio Sigcha, en las páginas de su libro “simiatug” nos ofrece un grupo de topónimos sobre Simiatug que dista unos 45 de kilómetros de Guaranda: “geográfica y ecológicamente al contorno están unos cerros denominados, los más cercanos y pequeños: Allagu, Sumaygua, Cruzquingue, Pucará, Saguatug. Los cerros más grandes, altos y poderosos: Carbosán, Torre Cruz, Jatun Torre, Uñalingui, Runa Shayak, Puenebata, Chiquizungo, Cutahua, Chalata(g)… seguido el río Trasquila (indica los siguientes puntos) Paila cocha, Surupamba, Ramón-Cumbana, Matsi-rumi, Puyagati, Playa de durazno y Playas de Oro, a los dos lados están grandes rocas, parecidas a las gigantescas catedrales e imponentes monumentos de rocas con rostros parecidos a monstruos: hombres, mujeres, animales y aves; los que parecen: unos furiosos, otros alegres, otros tristes y otros asustados que están viendo entre las caras de unos a otros… Una de las peñas gigantescas llamada Ramón-cumbana, han apropiado solo los huarros… desde donde se botan los polluelos al río Cumbaná que está pasando por debajo de esta peña… Las peñas llamadas Tiahua, Sillabolo que están sobre el río Paila-cocha…han apoderado los curiquingues, gavilanes, solitarios… Frente a esta peña hay otra peña llamada Cristina, donde los curiquingues están descansando y bailando… solo comen cuicas y cogollos de plantas de páramo…”

“Esta región cuenta con tres ríos cristalinos, río Montanuela que se origina en los páramos de Itsibuela, Quilluyacu y Llullimunllu, río Trasquila originado en los páramos de Carnero Yata y Salto, los dos se unen en Tingo Puyagati que forman el río Durazno y más abajo el río Playas de Oro, río Cóndor Catana y más abajo el río Catazán que se origina en los páramos de Churu luzán, Chuquiragua, Turo rumi, Boliche y río Guapumbí que se origina en los pantanos de Pantza, los mismos que se unen y forman el río de Cascarillas y Catazán, como límites de las provincias de Cotopaxi y Bolívar, y más abajo se unen los ríos arriba señalados en Tingo-camote-pata formando el río Tiungo y más abajo La Plancha y luego recoge más hermanos ríos y se forma el río Pajilla y luego el gran río el Sinde o río Piñanatug. El río Silagato se origina de las vertientes del Gran Tiuguinal, (por donde está) el mirador del ejército de los incas que pasaron del Cuzco hacia Quito…”

En términos generales, se notan las tres instancias lingüísticas que venimos comentando. Hay una fuerte castellanización híbrida que da a entender de la presencia blanco-mestiza en la zona, con orientación cristiana. Mírese: Cruz-quingue, Torre Cruz, Jatun Torre. Jatun en quichua se traduce como ‘grande’ con sintaxis quichua. Paila-cocha es una metáfora de la laguna en forma de paila. Carnero Yata indica que, para el carnero, se ha hecho una /yata/, o sea una terraza o aplanamiento del suelo laderoso igual que se hacen yatas donde se van a construir casas. Otros vocablos son Playa de durazno y Playas de Oro. Ramón-cumbana es un híbrido que orienta a una semanticidad como de cumbrero de casa que es de algún Ramón.

No se queda atrás la quichuización de esta geografía. Pucará significa en quichua la presencia de una ‘fortaleza’ o un punto geográfico de control militar. Está Runa-Shayak que se traduce en quichua ecuatoriano como un lugar para hospedarse. Shayana es pararse, estarse quieto. Runa-shayak es donde el hombre se para o se detiene. Chiquizungo sería más bien chiqui-shungu es donde el corazón (shungu) se espanta o tiene miedo porque /chiqui/ es algo tenebroso. El autor señala como ha visto su geografía impactante. Suru-pamba se traduce por llanura (pamba) donde crecen unas plantas de suro o carricillos. Matsi-rumi tiene que ver algo con las piedras (rumi). Tiungo es una forma con que se envuelve la cabeza con una manta para evitar el frío. Estar hecho tiungu en el caso del río, significará estar envuelto en algo. Tingo-camote-pata se traduciría por ‘el filo de la quebrada de camotes’, es decir, las estribaciones de la geografía donde se da el tubérculo subtropical llamado camote.

Cuicas son las lombrices.

Sobre términos quitu-pantsaleos está claro el vocablo /pantsa/ que se sabe refieren a una planta dispersa en la región quitu. Ahora muchos escriben /panza/ y han tergiversado su semántica, como en vez de pantsaleo, ponen panzaleo. Miren el barbarismo que hemos cometido. Saguatug sería Sagua-atug que algo tiene que ver con lobo (atug). Frente a la ciudad de Ambato está el cerro Sagua-toa. Este es otro testimonio de léxico quitu-pantsaleo. Otro término de esta familia léxica es /tingo/ y está por Pichincha, Tungurahua, y ahora en Simiatug. Tiene que ver con quebradas. La Chuquiragua es una planta simbólica de los andinistas, espinosa, con flor de color tomate y con propiedades medicinales.

Una vez que se ha enlistado a las nacionalidades y a sus pueblos, conviene por lo menos tener algunas referencias etno lingüísticas que caracterizan a cada uno de estos grupos. Entonces debemos detenernos a pensar en geografía y en gente, de modo fundamental. La geografía con sus topónimos nos ofrece palabras ancestrales que singularizan a las regiones ecuatorianas hasta el día de hoy, dándonos una serie de designativos propios que se evidencian todavía a simple vista, convendría decir al simple oído. Pero a estas alturas del tiempo y la historia, hay que tener mucho cuidado en no confundir y meter en un solo saco toda palabra que no sea del español, puesto que el común de la gente cree que lo que no es palabra castellana, ha de ser palabra quichua (kichua *) y en esto hay que estar claros porque primero hay que hacer la respectiva selección, debido a que la geografía aparece redenominada de acuerdo a las instancias político sociales. En la geografía de la Sierra perviven por ejemplo palabras vernáculas, o sea de las lenguas más ancestrales, hay palabras quichuas que corresponden a la quichuización temprana y a la de la época colonial, cuando se dio a esta lengua el carácter de lengua general; hay palabras de otras lenguas, como del aimara que provienen de la erradicación o movilización mitimae que trajo el incario; y hay palabras híbridas en las que entran varios componentes lexemáticos y morfemáticos incluido el castellano. Veamos algunos ejemplos.

En la antroponimia, sobre todo en los apellidos que son palabras conservadas como singulares o característicos de cada etnia, pasa un tanto igual que en la toponimia, puesto que se han producido alteraciones e hibridaciones de lengua vernácula con el quichua y con el español, hasta que aparecen apellidos netamente indígenas singularizados con palabras castellanas. Pensemos en el apellido Conejo de los otavaleños, o en el apellido Jerez de los salasacas, derivado de la idea de pertenencia a sus patrones. Veamos también algunos apellidos característicos de cada una de las etnias y pueblos que quedan enlistados.