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Mensaje de Pascua y Bendición Urbi et Orbi 2018 del Papa Francisco

Redacción ACI Prensa

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Como cada Domingo de Resurrección, desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco ofreció el Mensaje de Pascua e impartió la Bendición “Urbi et Orbi” (“a la ciudad y al mundo”).

En el Mensaje, hizo un pequeño repaso algunos conflictos actuales activos en algunas partes del mundo y subrayó que “la muerte, la soledad y el miedo ya no son la última palabra. Hay una palabra que va más allá y que solo Dios puede pronunciar: es la palabra de la Resurrección”.

A continuación, el texto completo:

Queridos hermanos y hermanas, ¡Feliz Pascua!

Jesús ha resucitado de entre los muertos.

Junto con el canto del aleluya, resuena en la Iglesia y en todo el mundo, este mensaje: Jesús es el Señor, el Padre lo ha resucitado y él vive para siempre en medio de nosotros.

Jesús mismo había preanunciado su muerte y resurrección con la imagen del grano de trigo. Decía: «Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto» (Jn 12,24). Y esto es lo que ha sucedido: Jesús, el grano de trigo sembrado por Dios en los surcos de la tierra, murió víctima del pecado del mundo, permaneció dos días en el sepulcro; pero en su muerte estaba presente toda la potencia del amor de Dios, que se liberó y se manifestó el tercer día, y que hoy celebramos: la Pascua de Cristo Señor.

Nosotros, cristianos, creemos y sabemos que la resurrección de Cristo es la verdadera esperanza del mundo, aquella que no defrauda. Es la fuerza del grano de trigo, del amor que se humilla y se da hasta el final, y que renueva realmente el mundo. También hoy esta fuerza produce fruto en los surcos de nuestra historia, marcada por tantas injusticias y violencias. Trae frutos de esperanza y dignidad donde hay miseria y exclusión, donde hay hambre y falta trabajo, a los prófugos y refugiados —tantas veces rechazados por la cultura actual del descarte—, a las víctimas del narcotráfico, de la trata de personas y de las distintas formas de esclavitud de nuestro tiempo.

Y, hoy, nosotros pedimos frutos de paz para el mundo entero, comenzando por la amada y martirizada Siria, cuya población está extenuada por una guerra que no tiene fin. Que la luz de Cristo resucitado ilumine en esta Pascua las conciencias de todos los responsables políticos y militares, para que se ponga fin inmediatamente al exterminio que se está llevando a cabo, se respete el derecho humanitario y se proceda a facilitar el acceso a las ayudas que estos hermanos y hermanas nuestros necesitan urgentemente, asegurando al mismo tiempo las condiciones adecuadas para el regreso de los desplazados.

Invocamos frutos de reconciliación para Tierra Santa, que en estos días también está siendo golpeada por conflictos abiertos que no respetan a los indefensos, para Yemen y para todo el Oriente Próximo, para que el diálogo y el respeto mutuo prevalezcan sobre las divisiones y la violencia. Que nuestros hermanos en Cristo, que sufren frecuentemente abusos y persecuciones, puedan ser testigos luminosos del Resucitado y de la victoria del bien sobre el mal.

Suplicamos en este día frutos de esperanza para cuantos anhelan una vida más digna, sobre todo en aquellas regiones del continente africano que sufren por el hambre, por conflictos endémicos y el terrorismo. Que la paz del Resucitado sane las heridas en Sudán del Sur y en la atormentada República Democrática del Congo: abra los corazones al diálogo y a la comprensión mutua. No olvidemos a las víctimas de ese conflicto, especialmente a los niños. Que nunca falte la solidaridad para las numerosas personas obligadas a abandonar sus tierras y privadas del mínimo necesario para vivir.

Imploramos frutos de diálogo para la península coreana, para que las conversaciones en curso promuevan la armonía y la pacificación de la región. Que los que tienen responsabilidades directas actúen con sabiduría y discernimiento para promover el bien del pueblo coreano y construir relaciones de confianza en el seno de la comunidad internacional.

Pedimos frutos de paz para Ucrania, para que se fortalezcan los pasos en favor de la concordia y se faciliten las iniciativas humanitarias que necesita la población.

Suplicamos frutos de consolación para el pueblo venezolano, el cual —como han escrito sus Pastores— vive en una especie de «tierra extranjera» en su propio país. Para que, por la fuerza de la resurrección del Señor Jesús, encuentre la vía justa, pacífica y humana para salir cuanto antes de la crisis política y humanitaria que lo oprime, y no falten la acogida y asistencia a cuantos entre sus hijos están obligados a abandonar su patria.

Traiga Cristo Resucitado frutos de vida nueva para los niños que, a causa de las guerras y el hambre, crecen sin esperanza, carentes de educación y de asistencia sanitaria; y también para los ancianos desechados por la cultura egoísta, que descarta a quien no es «productivo».

Invocamos frutos de sabiduría para los que en todo el mundo tienen responsabilidades políticas, para que respeten siempre la dignidad humana, se esfuercen con dedicación al servicio del bien común y garanticen el desarrollo y la seguridad a los propios ciudadanos.

Queridos hermanos y hermanas:

También a nosotros, como a las mujeres que acudieron al sepulcro, van dirigidas estas palabras: «¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí. Ha resucitado» (Lc 24,5-6). La muerte, la soledad y el miedo ya no son la última palabra. Hay una palabra que va más allá y que solo Dios puede pronunciar: es la palabra de la Resurrección (cf. Juan Pablo II, Palabras al término del Vía Crucis, 18 abril 2003). Ella, con la fuerza del amor de Dios, «ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa el odio, trae la concordia, doblega a los poderosos» (Pregón pascual).

¡Feliz Pascua a todos!

Etiquetas: Vaticano, Domingo de Pascua, Semana Santa, Papa Francisco, Mensaje Urbi et Orbi, Mensaje Pascual, Domingo de Resurrección

Homilía del Papa Francisco en la Vigilia Pascual

Redacción ACI Prensa

El Papa Francisco presidió la Vigilia pascual en la Basílica de San Pedro y bautizó a 8 catecúmenos. En su homilía aseguró que “celebrar la Pascua, es volver a creer que Dios irrumpe y no deja de irrumpir en nuestras historias desafiando nuestros «conformantes» y paralizadores determinismos. Celebrar la Pascua es dejar que Jesús venza esa pusilánime actitud que tantas veces nos rodea e intenta sepultar todo tipo de esperanza”.

A continuación, el texto completo de la homilía:

Esta celebración la hemos comenzado fuera… inmersos en la oscuridad de la noche y en el frío que la acompaña. Sentimos el peso del silencio ante la muerte del Señor, un silencio en el que cada uno de nosotros puede reconocerse y cala hondo en las hendiduras del corazón del discípulo que ante la cruz se queda sin palabras.

Son las horas del discípulo enmudecido frente al dolor que genera la muerte de Jesús: ¿Qué decir ante tal situación? El discípulo que se queda sin palabras al tomar conciencia de sus reacciones durante las horas cruciales en la vida del Señor: frente a la injusticia que condenó al Maestro, los discípulos hicieron silencio; frente a las calumnias y al falso testimonio que sufrió el Maestro, los discípulos callaron. Durante las horas difíciles y dolorosas de la Pasión, los discípulos experimentaron de forma dramática su incapacidad de «jugársela» y de hablar en favor del Maestro. Es más, no lo conocían, se escondieron, se escaparon, callaron (cfr. Jn 18,25-27).

Es la noche del silencio del discípulo que se encuentra entumecido y paralizado, sin saber hacia dónde ir frente a tantas situaciones dolorosas que lo agobian y rodean. Es el discípulo de hoy, enmudecido ante una realidad que se le impone haciéndole sentir, y lo que es peor, creer que nada puede hacerse para revertir tantas injusticias que viven en su carne nuestros hermanos.

Es el discípulo atolondrado por estar inmerso en una rutina aplastante que le roba la memoria, silencia la esperanza y lo habitúa al «siempre se hizo así». Es el discípulo enmudecido que, abrumado, termina «normalizando» y acostumbrándose a la expresión de Caifás: «¿No les parece preferible que un solo hombre muera por el pueblo y no perezca la nación entera?» (Jn 11,50).

Y en medio de nuestros silencios, cuando callamos tan contundentemente, entonces las piedras empiezan a gritar (cf. Lc 19,40)[1] y a dejar espacio para el mayor anuncio que jamás la historia haya podido contener en su seno: «No está aquí ha resucitado» (Mt 28,6). La piedra del sepulcro gritó y en su grito anunció para todos un nuevo camino. Fue la creación la primera en hacerse eco del triunfo de la Vida sobre todas las formas que intentaron callar y enmudecer la alegría del evangelio. Fue la piedra del sepulcro la primera en saltar y a su manera entonar un canto de alabanza y admiración, de alegría y de esperanza al que todos somos invitados a tomar parte.

Y si ayer, con las mujeres contemplábamos «al que traspasaron» (Jn 19,36; cf. Za 12,10); hoy con ellas somos invitados a contemplar la tumba vacía y a escuchar las palabras del ángel: «no tengan miedo… ha resucitado» (Mt 28,5-6). Palabras que quieren tocar nuestras convicciones y certezas más hondas, nuestras formas de juzgar y enfrentar los acontecimientos que vivimos a diario; especialmente nuestra manera de relacionarnos con los demás. La tumba vacía quiere desafiar, movilizar, cuestionar, pero especialmente quiere animarnos a creer y a confiar que Dios «acontece» en cualquier situación, en cualquier persona, y que su luz puede llegar a los rincones menos esperados y más cerrados de la existencia. Resucitó de la muerte, resucitó del lugar del que nadie esperaba nada y nos espera —al igual que a las mujeres— para hacernos tomar parte de su obra salvadora. Este es el fundamento y la fuerza que tenemos los cristianos para poner nuestra vida y energía, nuestra inteligencia, afectos y voluntad en buscar, y especialmente en generar, caminos de dignidad. ¡No está aquí…ha resucitado! Es el anuncio que sostiene nuestra esperanza y la transforma en gestos concretos de caridad. ¡Cuánto necesitamos dejar que nuestra fragilidad sea ungida por esta experiencia, cuánto necesitamos que nuestra fe sea renovada, cuánto necesitamos que nuestros miopes horizontes se vean cuestionados y renovados por este anuncio! Él resucitó y con él resucita nuestra esperanza y creatividad para enfrentar los problemas presentes, porque sabemos que no vamos solos.

Celebrar la Pascua, es volver a creer que Dios irrumpe y no deja de irrumpir en nuestras historias desafiando nuestros «conformantes» y paralizadores determinismos. Celebrar la Pascua es dejar que Jesús venza esa pusilánime actitud que tantas veces nos rodea e intenta sepultar todo tipo de esperanza.

La piedra del sepulcro tomó parte, las mujeres del evangelio tomaron parte, ahora la invitación va dirigida una vez más a ustedes y a mí: invitación a romper las rutinas, renovar nuestra vida, nuestras opciones y nuestra existencia. Una invitación que va dirigida allí donde estamos, en lo que hacemos y en lo que somos; con la «cuota de poder» que poseemos. ¿Queremos tomar parte de este anuncio de vida o seguiremos enmudecidos ante los acontecimientos?

¡No está aquí ha resucitado! Y te espera en Galilea, te invita a volver al tiempo y al lugar del primer amor y decirte: No tengas miedo, sígueme.

Etiquetas: Vaticano, Semana Santa, Papa Francisco, Pascua, Homilías del Papa Francisco, Resurrección, Vigilia Pascual

El Papa en la Vigilia Pascual: La resurrección nos invita a romper la rutina y renovarnos

POR ÁLVARO DE JUANA | ACI Prensa

La Vigilia Pascual es la noche por excelencia, y el Papa Francisco en la de este año invitó a romper con la rutina y tomar parte en el “anuncio de vida” que es la resurrección.

“Celebrar la Pascua, es volver a creer que Dios irrumpe y no deja de irrumpir en nuestras historias desafiando nuestros ‘conformantes’ y paralizadores determinismos. Celebrar la Pascua es dejar que Jesús venza esa pusilánime actitud que tantas veces nos rodea e intenta sepultar todo tipo de esperanza”, aseguró.

Por ello animó a “romper las rutinas, renovar nuestra vida, nuestras opciones y nuestra existencia”.

La celebración comenzó a las 20.30 horas de Roma. Como siempre, inició con el rito del lucernario y del fuego, que fue bendecido por el Papa. De este último se encendió el cirio pascual que presidirá todas las celebraciones de este tiempo litúrgico.

Después se cantó el Pregón Pascual y se dio paso a la liturgia de la Palabra, en la que se proclamaron siete lecturas con sus respectivos salmos responsoriales.

Tras la proclamación del Evangelio, el Pontífice tomó la palabra y comenzó su homilía. Lo primero que hizo fue hablar de la reacción de los discípulos cuando Jesús fue apresado y crucificado: “durante las horas difíciles y dolorosas de la Pasión, los discípulos experimentaron de forma dramática su incapacidad de ‘jugársela’ y de hablar en favor del Maestro. Es más, no lo conocían, se escondieron, se escaparon, callaron”.

En este sentido, explicó que se trata del discípulo “enmudecido ante una realidad que se le impone haciéndole sentir, y lo que es peor, creer que nada puede hacerse para revertir tantas injusticias que viven en su carne nuestros hermanos”. Pero también es el discípulo “atolondrado” por” estar inmerso en una rutina aplastante que le roba la memoria, silencia la esperanza”.

Ya sobre la resurrección, manifestó que “la tumba vacía quiere desafiar, movilizar, cuestionar, pero especialmente quiere animarnos a creer y a confiar que Dios «acontece» en cualquier situación, en cualquier persona, y que su luz puede llegar a los rincones menos esperados y más cerrados de la existencia”.

“Resucitó de la muerte, resucitó del lugar del que nadie esperaba nada y nos espera —al igual que a las mujeres— para hacernos tomar parte de su obra salvadora”.

Y por ello invitó a tomar parte del anuncio de la resurrección porque “este sostiene nuestra esperanza y la transforma en gestos concretos de caridad”.  “Él resucitó y con él resucita nuestra esperanza y creatividad para enfrentar los problemas presentes, porque sabemos que no vamos solos”.

“¡Cuánto necesitamos dejar que nuestra fragilidad sea ungida por esta experiencia, cuánto necesitamos que nuestra fe sea renovada, cuánto necesitamos que nuestros miopes horizontes se vean cuestionados y renovados por este anuncio!”, reconoció.

Antes de continuar con la ceremonia, Francisco preguntó: “¿Queremos tomar parte de este anuncio de vida o seguiremos enmudecidos ante los acontecimientos?”.

Etiquetas: Vaticano, Semana Santa, Papa Francisco, Pascua, Vigilia Pascual

Oración del Papa Francisco al finalizar el Vía Crucis

Redacción ACI Prensa

Tras el Vía Crucis del Viernes Santo presidido por el Papa Francisco en el Coliseo de Roma, donde muchos de los primeros cristianos murieron martirizados, el Santo Padre rezó una larga y emotiva oración dirigida a Jesús “llena de vergüenza, arrepentimiento y esperanza” frente a los 20 mil asistentes.

A continuación, el texto completo de la oración:

Señor Jesús, nuestra mirada está dirigida a ti, llena de vergüenza, de arrepentimiento y de esperanza.

Ante tu amor supremo, la vergüenza nos impregna por haberte dejado sufrir en soledad nuestros pecados:

La vergüenza de haber huido ante la prueba a pesar de haber dicho miles de veces “incluso si todos te abandonan, yo no te abandonaré jamás”.

La vergüenza de haber elegido a Barrabás y no a ti, el poder y no a ti, la apariencia y no a ti, el dinero y no a ti, la mundanidad y no la eternidad.

La vergüenza por haberte tentado con la boca y con el corazón cada vez que nos hemos encontrado ante una prueba, diciéndote: “si tú eres el Mesías, sálvate y creeremos”.

La vergüenza por tantas personas, incluso algunos de tus ministros, que se han dejado engañar por la ambición y por la vana gloria perdiendo su dignidad y su primer amor.

La vergüenza porque nuestras generaciones están dejando a los jóvenes un mundo fracturado por las divisiones y por las guerras; un mundo devorado por el egoísmo donde los jóvenes, los pequeños, los enfermos, los ancianos son marginados.

La vergüenza de haber perdido la vergüenza.

¡Señor Jesús, danos siempre la gracia de la santa vergüenza!

Nuestra mirada está llena también de un arrepentimiento que, delante de tu silencio elocuente, suplica tu misericordia:

Un arrepentimiento que germina ante la certeza de que sólo tú puedes salvarnos del mal, sólo tú puedes cura nuestra lepra de odio, de egoísmo, de soberbia, de codicia, de venganza, de codicia, de idolatría, sólo tú puedes abrazarnos devolviéndonos la dignidad filiar y alegrarte por nuestro regreso a casa, a la vida.

El arrepentimiento que surge de sentir nuestra pequeñez, nuestra nada, nuestra vanidad y que se deja acariciar por su dulce y poderosa invitación a la conversión.

El arrepentimiento de David que, desde el abismo de su miseria, encuentra en ti su única fuerza.

El arrepentimiento que nace de nuestra vergüenza, que nace de la certeza de que nuestro corazón permanecerá siempre inquieto hasta que no te encuentre y encuentre en ti su única fuente de plenitud y de quietud.

El arrepentimiento de Pedro que, cruzando su mirada con la tuya, llora amargamente por haberte negado delante de los hombres.

Señor Jesús, ¡danos siempre la gracia del santo arrepentimiento!

Ante tu suprema majestad se enciende, en la tenebrosidad de nuestra desesperación, la chispa de la esperanza para que sepamos que tu única medida de amarnos es la de amarnos sin medida.

La esperanza de que tu mensaje continúe a inspirar, todavía hoy, a tantas personas y pueblos a que solo el bien puede derrotar el mal y la maldad, sólo el perdón puede derrotar el rencor y la venganza, sólo el abrazo fraterno puede dispersar la hostilidad y el miedo del otro.

La esperanza de que tu sacrificio continúa, todavía hoy, a emanar el perfume del amor divino que acaricia los corazones de tantos jóvenes que continúan consagrándote sus vidas convirtiéndose en ejemplos vivos de caridad y de gratuidad en este mundo devorado por la lógica del beneficio y de la ganancia fácil.

La esperanza de que tantos misioneros y misioneras continúen hoy a desafiar la adormecida conciencia de la humanidad arriesgando sus vidas para servirte en los pobres, en los descartados, en los inmigrantes, en los invisibles, en los explotados, en los hambrientos en los encarcelados.

La esperanza de que tu Iglesia santa, y constituida por pecadores, continúe, incluso hoy, a pesar de todos los intentos de desacreditarla, a ser una luz que ilumine, anime, alivie y testimonie tu amor ilimitado por la humanidad, un modelo de altruismo, un arca de salvación y una fuente de certeza y de verdad.

La esperanza de que, de tu cruz, fruto de la codicia y de la cobardía de tantos doctores de la Ley y de los hipócritas, surja la Resurrección transformando las tinieblas de la tumba en el resplandor del alba del Domingo sin atardecer, enseñándonos que tu amor es nuestra esperanza.

Señor Jesús, ¡danos siempre la gracia de la santa esperanza!

Ayúdanos, Hijo del Hombre, a despojarnos de la arrogancia del ladrón puesto a tu izquierda, y de los miopes y de los corruptos que han visto en ti una oportunidad de explotar, un condenado al que criticar, un derrotado del que burlarse, otra ocasión para atribuir a los demás, e incluso a Dios, las propias culpas.

Te pedimos, en cambio, Hijo de Dios, que nos identifiquemos con el buen ladrón que te miró con ojos llenos de vergüenza, de arrepentimiento y de esperanza; que con ojos de fe vio en tu aparente derrota la victoria divina, y así, arrodillados delante de tu misericordia, y con honestidad, ganó el paraíso. Amén.

Etiquetas: Viernes Santo, Vía Crucis, Semana Santa, Papa Francisco

 

Sábado Santo: Esta noche celebramos la Vigilia Pascual

Redacción ACI Prensa

Hoy se lleva  a cabo la celebración del Sábado Santo, la Iglesia Católica medita la pasión y muerte del Señor, así como su descenso a los infiernos, y espera en oración su resurrección, se realiza además la Vigilia Pascual que concluye con la Liturgia Eucarística.

[Puede ver: ¿Qué significa que Jesús descendió a los infiernos?]

Durante este día se le da especial atención a la Santísima Virgen María acompañandola en su soledad que vela junto a la tumba de su amado Hijo.

Durante la Vigilia Pascual se realiza tres actos importantes que inicia con la Celebración del fuego en donde el sacerdote bendice el fuego y enciende el cirio pascual. En este acto se entona el Pregón Pascual que es un poema escrito alrededor del año 300 que proclama que Jesús es el fuego nuevo.

Se da también la liturgia de la Palabra donde se leen siete lecturas, desde la Creación hasta la Resurrección, siendo la lectura del líbro del Éxodo la más importante que narra el paso de los israelitas por el Mar Rojo cuando huían de las tropas egipcias siendo así salvados por Dios, de la misma manera recuerda que Dios esta noche nos salva por su Hijo.

El tercer acto es cuando la Iglesia entera renueva sus promesas bautismales renunciando a Satanás a sus seducciones y a sus obras, se bendice la pila bautismal o un recipiente en representación y se recita la letanía de los Santos que nos une en oración con la Iglesia militante y triunfante.

Para más información ingrese AQUÍ

Hoy es Viernes Santo: Celebración de la Pasión del Señor

Redacción ACI Prensa

Hoy toda la Iglesia Católica se une en penitencia, abstinencia y ayuno para conmemorar la pasión del Señor. Entre las actividades de este día están el Vía Crucis, el Sermón de las Siete Palabras del Señor Jesús en la Cruz; las procesiones con la imagen de Cristo y de su Madre Dolorosa, entre otros.

Este día la Iglesia no celebra la Eucaristía y ningún sacramento, a excepción de la Reconciliación y de la Unción de los Enfermos.

La celebración litúrgica conmemora la Muerte del Señor, se realiza también la celebración de la Palabra que concluye con la adoración de la Cruz y con la Comunión Eucarística, consagradas el Jueves Santo.

Hoy se invita además a acompañar al final de la adoración de la cruz una pequeña conmemoración de la Virgen María, la Madre dolorosa, que estuvo a los pies de la Cruz.

¿Recordamos o celebramos?

En el Viernes Santo celebramos la Pasión y Muerte de Jesucristo.“Celebramos la muerte de Jesús, quien ha muerto por cada uno de nosotros y por toda la humanidad para reconciliarnos con el padre”, señala el P. Donato Jiménez. En este día se conmemora el amor extremo de Cristo para rescatarnos.

Es importante interiorizar el hecho de que Jesús se entregó en la Cruz por cada uno de nosotros. Y hay que comprender que la Cruz es un signo de victoria sobre la muerte, especialmente que es una victoria sobre el pecado.

Con su sacrificio, Cristo pagó el precio que la humanidad debía pagar por sus pecados. Por eso, en este día necesitamos meditar, pensar y sentir sobre el significado de la Pasión y Muerte de Jesucristo.

Una de las actitudes que el cristiano debe tener durante el Viernes Santo es la reflexión porque comprenderemos y profundizaremos en el sentido de la muerte de Cristo.

Por otro lado, hay que unirnos al duelo por la muerte de Jesucristo con la Iglesia.”Debemos hacer propios los sentimientos de la Iglesia”, expresa en el video el párroco.

Más información:

Este es el significado del Vía Crucis

Redacción ACI Prensa

El Vía Crucis consiste en recorrer espiritualmente el camino que hizo Jesús hasta el monte Calvario mientras cargaba la Cruz, así como la oportunidad de interiorizar en su sufrimiento.

“Vía Crucis” significa en latín “El camino de la Cruz”. Este trayecto está compuesto por 14 estaciones que representan ciertas escenas de la Pasión, correspondientes a un incidente en particular o la forma especial de devoción relacionada con tales representaciones.

El P. Donato Jiménez indicó a ACI Prensa que los primeros cristianos realizaban peregrinaciones a Jerusalén para recorrer los lugares de la Pasión y Muerte de Cristo con los evangelios en la mano. Este camino terminaba en el Monte Calvario.

Explicó que esta práctica es un repaso de “los pasos por donde anduvo Jesús, recordando las escenas del Evangelio y algunas otras tradicionales, como son las caídas y alguna otra del encuentro de María con Jesús, que aunque no están en el Evangelio fueron muy probablemente hechos históricos”.

Antiguamente, el número de estaciones variaba considerablemente en diferentes lugares, pero ahora el Magisterio de la Iglesia Católica prescribe 14:

  1. Cristo es condenado a muerte
    2. Jesús es cargado con la Cruz
    3. Su primera caída
    4. Se encuentra con su Santísima Madre
    5. Simón de Cirene es obligado a cargar la cruz
    6. La Verónica limpia el rostro de Cristo
    7. Su segunda caída
    8. Su encuentro con las mujeres de Jerusalén
    9. Su tercera caída
    10. Jesús es despojado de sus vestiduras
    11. Su crucifixión
    12. Su muerte en la cruz
    13. Su cuerpo es bajado de la cruz
    14. Es colocado en el sepulcro

“Es una devoción muy rica y muy ventajosa para el cristiano porque le ayuda a representarse en la imaginación y en la memoria los pasos sucesivos de Jesús, sus sufrimientos y sus sentimientos”, comentó el P. Jiménez.

El Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia –elaborado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede y publicado en el año 2002– señaló que el Vía Crucis es “un camino trazado por el Espíritu Santo, fuego divino que ardía en el pecho de Cristo (cfr. Lc 12,49-50) y lo impulsó hasta el Calvario; es un camino amado por la Iglesia, que ha conservado la memoria viva de las palabras y de los acontecimientos de los último días de su Esposo y Señor”.

También precisaron que en este ejercicio de piedad confluyen varias características de la espiritualidad católica: “la comprensión de la vida como camino o peregrinación; como paso, a través del misterio de la Cruz, del exilio terreno a la patria celeste; el deseo de conformarse profundamente con la Pasión de Cristo; las exigencias de la sequela Christi, según la cual el discípulo debe caminar detrás del Maestro, llevando cada día su propia cruz (cfr. Lc 9,23)”.

Más información:

Esto es todo lo que debe saber sobre el Sermón de las 7 palabras

Redacción ACI PRENSA.

El Sermón de las 7 palabras es una reflexión sobre las últimas palabras que Jesucristo pronunció en la Cruz.

Esta práctica se inició con el sacerdote jesuita peruano Francisco del Castillo, que en 1660, realizó una prédica de tres horas durante el Viernes Santo en la que comparó el sufrimiento de Cristo con los padecimientos de los esclavos e indígenas.

Desde entonces, el «Sermón de las 7 palabras» se realiza cada Viernes Santo en el Perú. Luego, esta práctica se extendió al resto de América y a Europa.

Esta tradición es importante porque cada palabra tiene un significado y un sentido. Por ejemplo, la frase “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen” destaca la actitud piadosa de Jesús, quien ora por sus verdugos.

Otras palabras que se consideran como una promesa son las que Cristo dirigió al buen ladrón: “Tú estarás conmigo en el paraíso”. También las frases dichas a Juan representan la entrega de su madre a la humanidad.

En entrevista concedida a ACI Prensa, el P. Donato Jiménez explicó que las palabras de Cristo representan la culminación de toda su obra redentora: Cristo se entrega al Padre sabiendo que su misión ha concluido y con la plena confianza de que resucitará al tercer día.

Más información:

Agenda del Congreso Internacional sobre la colaboración universitaria para la Educación Superior de Calidad.

La Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) junto con la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE), ianugura este jueves  8  de marzo de  2018, a las 08:30 horas en la Capilla del Hombre de la Fundación Guayasamín,  el Congreso Internacional sobre la colaboración universitaria para la Educación Superior de Calidad.

El evento cuenta con la participación de autoridades de Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Educación Superior (CEEACES), la Secretaría Nacional de Educación Superior (SENESCYT), del Consejo Educación Superior (CES) y de la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE).

Los  objetivos del congreso  son: establecer un foro de discusión para líderes de la educación superior en el Espacio Latinoamericano del Conocimiento; explorar las nuevas vías de colaboración universitaria basadas en las experiencias sobre estrategias y herramientas (incluyendo las tecnológicas) para la enseñanza de calidad.

El evento se dividirá en dos jornadas. A lo largo de las mismas tendrán lugar diversas mesas redondas sobre temas de gran interés, como el desarrollo de la carrera académica e investigadora, ejemplos de buenas prácticas en la enseñanza de calidad, la acreditación del profesorado, la creación de consorcios y redes universitarias y las políticas de futuro de la universidad en Ecuador.

Programa del Congreso

Jueves, 8 de marzo

8:30h Registro de participantes
9:00h Inauguración

  • José María Vázquez García- Peñuela, Rector de UNIR
  • Ramiro Pazmiño, Rector de la Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE
9:15h Conferencia inaugural

Conferencia sobre las tendencias y los desafíos actuales de la colaboración universitaria y sus implicaciones para las instituciones latinoamericanas

  • Jaume Pagès, Consejero de UNIVERSIA, ex-Rector de la U. Politécnica de Cataluña
Sesión 1. Retos de la Colaboración Universitaria en el Espacio Latinoamericano
10:00h Presentación Sesión

  • Manuel Herrera, Director Académico de Relaciones Internacionales de UNIR
10:15h Mesa redonda

Sobre los consorcios y redes universitarias entre España y América Latina. Desarrollo de la carrera académica, el postgrado, el doctorado y la investigación, atendiendo a las necesidades de la comunidad universitaria y la sociedad

  • Manuel Herrera, Director Académico de Relaciones Internacionales de UNIR (moderador)
  • Claudia Segovia, Coordinadora de Fondos Internacionales para Investigación de la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE)
  • Roberto Escalante, Secretario General de UDUAL (Unión de Universidades de América Latina y el Caribe)
  • Juan Ramón Velasco, Vicerrector Postgrado y Educación Permanente de la Universidad de Alcalá (UAH)
  • Juan Antonio Melero, Vicerrector Innovación y Transferencia de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC)
  • Ximena Ponce, Subsecretaria General de Ciencia, Tecnología e Innovación de SENESCYT (Secretaría Nacional de Educación Superior)
11:00h Debate

  • Moderador: Manuel Herrera, Director Académico de Relaciones Internacionales de UNIR
11:30h Pausa – café
12:00h Presentación institucional

  • José María Vázquez García- Peñuela, Rector de UNIR
  • Ramiro Pazmiño, Rector de la Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE
  • José Serrano, Presidente de la Asamblea Nacional
  • Secretaria General de SENESCYT (Secretaría Nacional de Educación Superior)
  • Presidencia del CES (Consejo Educación Superior)
  • Gabriel Galarza, Presidente del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Educación Superior (CEAACES)
13:00h Almuerzo
Sesión 2. Nuevas estrategias y herramientas tecnológicas para la enseñanza de calidad
14:30h Presentación Sesión

  • Carlos Montenegro, Director del Centro de Supercomputación de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (UDFJC)
14:45h Ponencia Plenaria

Sobre la promoción de la excelencia en el aula utilizando nuevas estrategias y herramientas

  • Javier Tourón, Vicerrector Innovación y Desarrollo Educativo de UNIR
15:30h Mesa redonda

Sobre las buenas prácticas en la enseñanza de calidad. Herramientas tecnológicas y metodologías

  • Carlos Montenegro, Director del Centro Supercomputación de UDFJC (moderador)
  • Federico Morán, Catedrático de Bioquímica de la Universidad Complutense de Madrid
  • María Dolores Idrovo, Coordinadora de Diseño Instruccional de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ)
  • Rosa Navarrete, Profesora Titular Escuela Politécnica Nacional de Quito
  • Rafael García Parajua, Experto en Contenidos y Educación Online de UNIR
16:30h Debate

  • Moderador: Carlos Montenegro, Director del Centro Supercomputación de UDFJC
16:45h Fin de la Jornada

Viernes, 9 de marzo

Sesión 3. La mejora de la calidad para lograr la excelencia académica y científica
8:45h Presentación Sesión

  • Tarquino Sánchez Almeida, Vicerrector de la Escuela Politécnica Nacional (EPN)
9:00h Ponencia Plenaria

Sobre el proceso de acreditación del profesorado como garantía de calidad académica. La acreditación en Ecuador

  • Mauro Cerbino, Consejero del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Educación Superior (CEAACES)
9:45h Mesa Redonda – taller

Sobre las políticas de futuro de la universidad

  • Tarquino Sánchez Almeida, Vicerrector de la Escuela Politécnica Nacional (EPN)
  • Galo Naranjo-López, Rector de la Universidad Técnica de Ambato (UTA)
  • Gonzalo Olmedo, Director Gestión de la Investigación, de la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE)
  • Nelson Federico Mora, Responsable del Programa BECA, Paraguay.
  • Federico Morán, Catedrático de Bioquímica de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
  • Miguel Ángel Sastre, División de Evaluación de Enseñanzas e Instituciones, de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA)
10:30h Debate

  • Moderador: Tarquino Sánchez Almeida, Vicerrector de la Escuela Politécnica Nacional (EPN)
11:00h Pausa-Café. Votación de los mejores pósteres
11:30h Ponencia Plenaria

Sobre la carrera académica e investigadora de los profesores: retos y soluciones

  • Daniel Burgos, Vicerrector de Transferencia y Tecnología de UNIR
Sesión 4. El doctorado. Difusión de la investigación y transferencia de resultados como motor del desarrollo
12:15h Taller-mesa redonda: Programas de doctorado

  • Guillermo Calleja, Catedrático, ex rector y fundador de la Universidad Rey Juan Carlos (moderador)
  • Manuel Herrera, Director Académico de Relaciones Internacionales de UNIR
  • Juan Ramón Velasco, Vicerrector de Postgrado y Educación Permanente de la Universidad de Alcalá
  • Juan Antonio Melero, Vicerrector de Innovación y Transferencia de la Universidad Rey Juan Carlos
  • Jesús Andreu, Director de la Fundación Carolina
  • Enrique Santos, Consejero Educación Superior (CES)
Conclusiones y clausura
13:15h Conclusiones del Congreso

  • José María Vázquez García- Peñuela, Rector de UNIR
13:30h Entrega de premios y clausura del Congreso
13:45h Almuerzo

 

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USFQ anuncia primer simposio de suelos y nutrición de cultivos

Los días 22 y 23 de Marzo se realizará el primer simposio de suelos y nutrición de cultivos en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), Cumbayá, Ecuador. Este evento contará con la participación de ponentes nacionales e internacionales con destacada trayectoria.

Mayores detalles sobre las áreas temáticas, los ponentes invitados, el programa del evento, el proceso e instrucciones para presentar trabajos (posters) científicos y el registro de participación se pueden encontrar en el siguiente link: https://www.usfq.edu.ec/eventos/suelos_nutricion/Paginas/default.aspx

Se indica además que hay descuentos de inscripción hasta el 8 de Marzo y por registros grupales. Si tiene consultas puede dirigirlas a dgangotena@usfq.edu.ec, galban@usfq.edu.ec o a joseluispantoja@outlook.com

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