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Proponen usar la ozonoterapia como tratamiento para combatir el COVID 19

Un doctor de la ciudad de Sangolqui (ECUADOR), Lance Evans, nos ha enviado un video sobre un posible tratamiento de la ozonoterapia para combatir el coronavirus. En ese video, el doctor Robert Rowen explica cómo funciona el Ozono al inactivar a varios virus en el sistema circulatorio (en la sangre) del paciente.

Según el doctor Rowen, el Ozono inactiva patógenos como: virus, bacterias, levaduras, hongos y protozoos. Estimula el sistema inmune, limpia las arterias y venas, mejora la circulación, regula la producción de enzimas y hormonas, reduce la inflamación y el dolor entre otras funciones en el cuerpo.

El link de ese video es: https://www.youtube.com/watch?v=g-jDbCuD8Zk&feature=youtu.be&t=199

En el video se explica que el Ozono es la sustancia oxidante más poderosa que la naturaleza es capaz de producir. El Ozono, bien aplicado, puede dañar la capa externa (la envoltura) del virus y al dañar esa envoltura el virus ya no tendrá capacidad de fijarse a las células del pulmón y se detendrá el avance del virus y por lo tanto también la enfermedad.

En el canal de YouTube del Dr. Rowen «RobertRowenMD» se puede encontrar información adicional y orientaciones del uso del ozono como terapia eficaz contra los microorganismos.

El doctor Lance Evans nos explica que el Dr. Rowen, de California, ha trabajado con el Ozono como medicamento desde hace más de tres décadas y es reconocido mundialmente.

La aplicación intravenosa del Ozono es simple, seguro y, bien aplicado no tiene efectos secundarios, asegura el doctor Robert Rowen y esto es ratificado por el médico de Sangolquí, Lance Evans.

El doctor Rowen explica en su video cómo Él utilizó Ozono en el brote del virus Ébola, en África en el 2016. En ese brote el doctor Rowen y sus colegas aplicaron ese tratamiento a cinco (5) personas infectas de Ébola y el resultado fue que los cinco pacientes se recuperaron en muy corto tiempo después de haberse aplicado el tratamiento, sin sufrir, además, las secuelas que este virus Ébola solía dejar en los otros pacientes que sobrevivieron a la infección.

Rowen explica en su video que el ozono es un agente bactericida y viricida muy bien conocido en los círculos científicos, es analgésico, antiinflamatorio, mejora la calidad de vida del usuario, es compatible con tratamiento convencional y natural. Es muy conocido los efectos que tiene sobre los virus, hongos y bacterias impidiendo su multiplicación y por supuesto causando la desaparición de estos.

Otro argumento para recomendar la ozonoterapia contra el coronavirus

Evans, anota: “En medio de la pandemia causada por el Covid 19, el Ozono está siendo utilizado con éxito como desinfectante de hospitales, casas, paredes, utensilios, etc. que estén contaminados por el coronavirus. Entonces nos preguntamos ¿si el Ozono es tan eficaz en desinfectar hospitales, y el mismo Ozono no es nocivo para el paciente, incluso administrándolo con protocolo a la sangre, por qué los médicos no podemos usar Ozono directamente en el paciente para eliminar el coronavirus?

La Federación Mundial de Ozonoterapia (WFOT) ya ha hecho una propuesta de ensayo clínico, y es público que varios ensayos se están llevando a cabo, o han sido propuestos y aceptados, en China e Italia.

¿Será posible utilizar la ozonoterapia en el Ecuador?

Consultemos a médicos, autoridades sanitarias y especialistas, PERO HAGAMOS ALGO PARA SALVAR VIDAS. Es momento de atacar el virus con tácticas agresivas y específicas, como bien lo anota el Director de la Organización Mundial de la Salud.

Si Ud. es un profesional de la salud y quiere unirse a un equipo médico y trabajar con Ozono para combatir el coronavirus puede contactar al doctor Lance Evans a bafc_conference2020@waldos.org.ec. Él afirma tener toda la técnica del uso del Ozono para combatir el Covid 19.

Antes, sugerimos ver el video del Dr. Rowen que está disponible en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=g-jDbCuD8Zk&feature=youtu.be&t=199

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El coronavirus COVID-19 es una pandemia

En las últimas dos semanas el número de casos de coronavirus ha aumentado trece veces. Ya hay más de 118.000 casos en 114 países y 4291 personas han perdido la vida. El máximo responsable de la agencia de la ONU encargada de velar por la salud de todos en el planeta está alarmado por la falta de actuación para frenar el virus y afirma que la consideración de pandemia «no puede ser una aceptación injustificada de que la lucha ha terminado», porque nos llevaría a muertes y a un sufrimiento innecesario.

El director de la Organización Mundial de la Salud ha caracterizado oficialmente al coronavirus COVID-19 como una pandemia.

Tedros Adhanom Gebreyesus aseguró que miles de personas están luchando por sus vidas en los hospitales, y que se espera que el número de muertes y casos aumente aún más en los próximos días.

“Hemos estado siguiendo la epidemia y estamos profundamente preocupados por los niveles alarmantes de contagio y de su severidad, pero también de los alarmantes niveles de inacción. Es por ello que hemos evaluado que el COVID-19 puede caracterizarse como una pandemia”, dijo.

En las últimas dos semanas el número de casos de coronavirus ha aumentado trece veces, y el número de países afectados se ha triplicado. Ya hay más de 118.000 casos en 114 países y 4291 personas han perdido la vida.

«Pandemia no es una palabra para usar a la ligera o descuidadamente. Es una palabra que, si se usa incorrectamente, puede causar un miedo irrazonable o una aceptación injustificada de que la lucha ha terminado, lo que lleva a sufrimiento y muerte innecesarios», dijo Tedros

¿Qué cambia la consideración de pandemia?

«Describir la situación como una pandemia no cambia la evaluación de la OMS sobre la amenaza que representa este coronavirus. No cambia lo que está haciendo la Organización Mundial de la Salud, y no cambia lo que los países deberían hacer», agregó.

El líder de la Organización Mundial de la Salud aseguró que nunca antes se había visto una pandemia provocada por un coronavirus. “Y nunca habíamos visto una pandemia que todavía pueda contenerse”.

La Organización Mundial de la Salud ha llamado diariamente a los países a actuar y ha hecho sonar la alarma del COVID-19.

Todos los países aún pueden cambiar el curso de esta pandemia

“Como lo he dicho antes, solo mirar el número de casos y el número de países afectados no nos cuenta la historia completa. En los 114 países, más del 90% de los casos están en solo cuatro naciones, y dos de ellos, China y Corea del Sur, tienen epidemias en declive significativo. 81 países no han reportado ningún caso de COVID-19, y 57 países han reportado 10 casos o menos”.

Todos los países aún pueden cambiar el curso de esta pandemia, afirmó Tedros.

“Si los países detectan, prueban, tratan, aíslan, rastrean y movilizan a su gente en la respuesta, aquellos con un puñado de casos pueden evitar que esos casos se conviertan en grupos, y esos grupos se conviertan en transmisión comunitaria. Incluso aquellos países con transmisión comunitaria o grandes grupos aún pueden cambiar el rumbo de este coronavirus», dijo.

No se pueden parar la lucha

«Nadie debe equivocarse y creer que una declaración de pandemia implica restar atención a la contención de virus y pasar a una fase de «mitigación», que consiste en preparar a los sistemas de salud para afrontar una avalancha de casos», subrayó Tedros.

El desafío para muchos países que ahora se enfrentan a grandes grupos transmisión comunitaria no es si pueden hacerlo, sino si lo harán, agregó.

“Algunos países están luchando con la falta de capacidad. Algunos países están luchando con la falta de recursos. Algunos países están luchando con una falta de resolución. Estamos agradecidos por las medidas que se están tomando en Irán, Italia y Corea del Sur para frenar el virus y controlar sus epidemias. Sabemos que estas medidas están afectando mucho a las sociedades y economías, tal como lo hicieron en China”, aseguró Tedros.

Según el médico, todos los países deben lograr un buen equilibrio entre la protección de la salud, la minimización de las perturbaciones económicas y sociales y el respeto de los derechos humanos.

“El mandato de la Organización Mundial de la Salud es la salud pública. Pero estamos trabajando con muchos socios en todos los sectores para mitigar las consecuencias sociales y económicas de esta pandemia. Esto no es solo una crisis de salud pública, es una crisis que afectará a todos los sectores, por lo que cada sector y cada individuo deben participar en la lucha», afirmó.

Tedros recordó la importancia de que los países adopten un enfoque en que todos los sectores del Gobierno participen, así como de la sociedad para prevenir infecciones, salvar vidas y minimizar el impacto en cuatro áreas clave: preparación; detección y tratamiento; reducción de la transmisión; e innovación.

PEDIDO A LOS PAÍSES

El director de la OMS les pidió a todos los países que:

•Activen y amplíen sus mecanismos de respuesta de emergencia
•Se comuniquen con sus ciudadanos sobre los riesgos y cómo pueden protegerse
•Encuentren, aíslen y diagnostiquen cada caso, y rastreen cada contacto
•Preparen sus hospitales
•Protejan y entrenen a sus trabajadores de salud
•Se cuiden los unos a los otros

Hay palabras más importantes que pandemia

«Ha habido tanta atención en una palabra”, dijo Tedros, afirmando que hay otras que importan mucho más: Prevención, preparación, salud pública, liderazgo político y personas.

“Estamos juntos en esto, para hacer lo correcto con calma y proteger a los ciudadanos del mundo. Es algo que se puede hacer», dijo Tedros Adhanom Gebreyesus.

España, Italia e Irán están sufriendo

Durante la conferencia de prensa, los expertos de la Organización Mundial de la Salud se refirieron al rápido aumento de casos en las últimas 48 horas en España.

“Los casos se han acelerado muy rápido en los últimos días, como en otros países europeos. Es muy importante que miren sus estrategias de control y vean si son lo suficientemente buenas para reducir la propagación. Todos los países tienen que revisar sus estrategias”, aseguró el director de emergencias, Mike Ryan.

Por su parte, Tedros tuvo la oportunidad de hablar con el presidente de España, Pedro Sánchez, y dijo estar impresionado por su compromiso.

“Ese nivel de compromiso político es clave. Es responsabilidad de todos y esperamos ver progresos en España. El primer ministro tuvo la iniciativa de llamar a la OMS y consultar, y es una indicación de liderazgo muy importante y me dijo que está dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para frenar el brote”.

Además, respecto a Irán e Italia, Ryan dijo que faltan ventiladores y oxígeno, así como otros recursos sanitarios.

“En Italia hay 900 en la Unidad de Cuidados Intensivos, eso requiere un enorme trabajo sanitario, 2 o 3 médicos por paciente vistiendo trajes de protección. Lo que preocupa es el gran número de casos en Italia e Irán y el cansancio de los médicos. Hay doctores que necesitan ayuda, hospitales que necesitan apoyo. Hay que enforcarse en enviarles las herramientas y la capacitación que necesitan”, aotó.

Agregó que es momento de movilizarse para ayudar a Italia e Irán, que “están sufriendo” y dijo que muchos otros países estarán en la misma situación muy pronto.

“Irán tiene falta de suministros. La Organización Mundial de la Salud está apoyando, pero tienen que hacer llegar más suministros”, enfatizó Tedros.

“Esperamos ver solidaridad en la Unión Europea para apoyar a Italia. China ha ofrecido apoyo para enviar equipo de protección personal y ventiladores. Están coordinando con la OMS qué hacer con el surplus de equipamiento que tienen (aunque no es mucho)”, explicó Ryan.

La gente en todo el mundo toma precauciones contra el coronavirus

¿Por qué es importante contener los casos?

Ryan aseguró que se asume que rastrear los casos es muy caro, pero es mucho más caro paralizar sociedades.

“Esto no es la gripe, es un virus nuevo y hay que tomar las lecciones de otros países que están teniendo éxito y tener una estrategia integral”, dijo.

“Conteniendo casos estás salvando vidas. Tener muchos casos en la UCI es increíblemente dañino y morirá más gente. Hay que hacer todo lo posible”, agregó la doctora Maria Van Kerkhove especialista de la Organización.

El doctor Ryan informó que se ha detectado el primer caso de coronavirus en la República Democrática del Congo, y que se están redirigiendo algunos esfuerzos que ya existían en respuesta al ébola.

Hay países que no hacen lo suficiente

Ryan aseguró que algunos países tienen criterios para hacer la prueba de coronavirus, como por ejemplo tener más de 65 años, haber viajado a China, o tener todos los síntomas.

“Ese no es el camino a seguir, tienen que actualizar sus criterios. Otros países han decidido no rastrear contactos. Otros países no se están comunicando bien con sus poblaciones”, agregó.

El jefe de emergencias dijo que las epidemias son una “prueba de estrés” para las sociedades.

“El asunto es cuál es la resiliencia que tiene la sociedad. Hay sistemas sanitarios que están diseñados para operar al 99% y no tienen capacidad de responder ahora”, afirmó.

Preocupación por los efectos secundarios del brote

Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia señaló que «caracterizar COVID-19 como una pandemia no es una indicación de que el brote se haya vuelto más mortal. Más bien, es un reconocimiento de la propagación geográfica de la enfermedad».

En un comunicado, los responsables de UNICEF dijeron estar muy preocupados por los efectos secundarios del brote y las medidas de control relacionadas con los niños, incluido el cierre de escuelas, la carga sobre los sistemas de salud locales para la prestación de atención primaria, los riesgos de protección y las presiones económicas que sienten algunas familias.

“El miedo al virus también está contribuyendo a la discriminación contra las personas de los grupos vulnerables, incluidos los refugiados y los migrantes. Esto es inaceptable», señala esta agencia de la ONU.

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Se confirma primer caso de COVID-19 en Ecuador

La ministra de Salud Pública (MSP), Catalina Andramuño, en rueda de prensa ofrecida este sábado 29 de febrero de 2020, confirmó que Ecuador registra el primer caso de COVID-19 importado.

La paciente llegó al país el 14 de febrero en un vuelo directo desde Madrid a Guayaquil. Según información brindada por la Ministra la infectada no presentó síntomas a su arribo, por lo que se trasladó hasta su domicilio. «Ingresa sin presentar ningún tipo de síntomas. Días más tarde presenta fiebre y malestar general. Tras las pruebas respiratorias virales, de descarte y de coronavirus resultó positiva», precisó la ministra Andramuño.

El caso se confirmó luego que los exámenes fueran revisados por el Insituto Nacional de Investigación en la Salud Pública (Inspi), en menos de seis horas. Andramuño recalcó que no se informará el domicilio de la paciente ni el centro hospitalario donde se encuentra, por motivos de seguridad.

Se indicó que la paciente, de 70 años de edad, se encuentra en terapia intensiva en uno de los hospitales habilitados para atender este tipo de enfermedades. Agregó que se está realizando el seguimiento, control y monitoreo a los contactos, alrededor de 80 personas, como parte de la vigilancia epidemiológica.

El viceministro Julio López señaló que la paciente fue trasladada con éxito hacia la casa de salud. Su estado es crítico y su diagnóstico reservado. El personal de salud cuenta con las medidas necesarias para su protección. Además, hay que controlar la fuente, es decir, está en aislamiento para evitar la propagación del virus. «Iniciamos el censo de los contactos y se les hace un seguimiento asistido, con los pacientes sintomáticos y asintomáticos».

Sobre el tema, el presidente del Consejo Directivo del Seguro Social, Paúl Granda, explicó que el sistema de salud está activado para atender este tipo de casos.

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COVID-19: hay que esperar lo mejor y estar preparados para lo peor

Este fin de semana el riesgo de que el coronavirus se haga pandémico ha aumentado drásticamente con los nuevos casos y muertes fuera de China. La situación de la vecina Italia lleva a replantearse la gravedad y las medidas necesarias ante una posible crisis en España.

Oriol Mitjá | Seguir a @oriolmitja | 24 febrero 2020

Más del 80 % de las personas que contraen la infección del COVID-19 experimentan síntomas leves. / Pixabay

El temor a una pandemia por COVID-19 ha aumentado con el incremento de nuevos casos fuera de China. Italia ha sufrido un brote durante el fin de semana que ha requerido el cierre de escuelas y comercios y que se espera que aumente significativamente.

Tampoco está controlado el brote de Corea del Sur, donde probablemente veremos una segunda China. Se han informado de casos en Oriente Medio, incluidas las primeras infecciones en Israel y Líbano, y 40 casos con siete muertes en Irán, lo que sugiere que se trata de la punta de un iceberg.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha advertido que la ventana de oportunidad para contener la propagación internacional del virus se está reduciendo a medida que surgen nuevos brotes.

Cada vez parece más claro que el virus será pandémico, es decir, que habrá transmisión sostenida entre humanos en múltiples regiones del mundo. La preparación para la potencial emergencia de salud es la respuesta más adecuada en este momento.

La experiencia muestra que una respuesta rápida y eficiente es posible si las decisiones operativas se toman antes del estallido de una crisis. Y después, pasada la primera ola de contagios, es posible que COVID-19 se convierta en un virus estacional que se transmita en los meses más fríos.

Más del 80 % de las personas que contraen la infección del COVID-19 experimentan síntomas leves. Pero a diferencia de los coronavirus humanos clásicos –que se conocen por las siglas OC43, HKU1 y NL63–, COVID-19 tiene la capacidad de causar una lesión en los alveolos pulmonares que provoca neumonía en el 14 % de pacientes, e insuficiencia respiratoria o fallo de otros órganos en el 5 %.

Al igual que cualquier infección respiratoria, las personas de edad avanzada son las más vulnerables a las formas graves de la enfermedad, y alrededor del 2 % de las personas infectadas con el virus mueren a causa de él.

Por qué preocupa tanto este virus

El principal factor de inquietud ante el nuevo coronavirus es el desconocimiento. A muchos les sorprenderá saber que las infecciones por coronavirus en humanos son corrientes, y que suceden todos los inviernos en forma de resfriados.

Más allá de su manifestación clínica, la preocupación para la salud global en relación con el COVID-19 se encuentra en su potencial de propagación. Los datos referentes a la transmisibilidad del virus indican que, si no se hiciera nada para frenarlo, podría llegar a infectar a entre el 40 y el 60 % de la población mundial.

Los países asiáticos afectados están combatiendo furiosamente esta posibilidad mediante el establecimiento de restricciones de viaje, cuarentenas y aislamientos. Estas medidas refuerzan el trabajo sin precedentes que China está realizando para crear un muro de contención alrededor de la provincia de Hubei.

Los gráficos comienzan a mostrar las primeras señales de que las medidas aplicadas tienen el potencial de disminuir la propagación en este territorio. Además, factores estacionales como la subida de las temperaturas podrían ser más poderosos de lo que pensamos para reducir la transmisión.

No obstante, si no se logran contener todos los focos en China y fuera del país, ¿está el resto del mundo listo para el coronavirus? La respuesta corta es “no”. El número de casos exportados es un goteo que los países ricos están preparados para afrontar, pero muchos países empobrecidos aún no tienen ni la capacidad de detectar el virus.

Medidas que debería tomar el Gobierno español

La OMS ha preparado un documento de orientación que describe las medidas que se deben tomar en cada país y que se resumen en tres pilares de acción. El primero es la vigilancia epidemiológica, para medir el estado de la epidemia y aplicar las medidas de salud pública apropiadas en cada situación.

El segundo pilar es la planificación sanitaria, con el objetivo de que los centros de atención primaria y hospitales estén listos para una oleada de casos sospechosos, y las UCI preparadas para atender a la parte de la población que sufra un episodio grave.

Los hospitales españoles tienen en funcionamiento la prueba de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), vital para identificar nuevos casos rápidamente y conseguir que los pacientes sean aislados para detener la transmisión. También han preparado instalaciones de aislamiento.

Pero encerrar a las personas infectadas en hospitales y rastrear sus contactos funcionará solamente si el número de casos a controlar sigue siendo bajo. Para ello, el Gobierno deberá declarar que el virus es una amenaza inminente, y tomar medidas extraordinarias como cancelación de reuniones, cierre de escuelas y limitación del tráfico aéreo.

El tercer pilar es la comunicación a la población. La información debe ser, obviamente, transparente y empática para fomentar y mantener la confianza. Sin embargo, por el momento las explicaciones oficiales han sido escasas.

Gravedad de la pandemia si se llegara a producir

En las últimas dos décadas han surgido diversas epidemias con altas tasas de letalidad como el SARS (2002), la gripe aviar H5N1 (2003-2006) o el MERS (2012) que no han llegado a materializar la amenaza superlativa que se intuía inicialmente porque la transmisión entre personas no era eficaz.

La situación actual es más parecida a la de la gripe porcina H1N1 (2009), un virus con baja letalidad (inferior al 0,1 %), pero alta transmisibilidad. Los esfuerzos para contener este brote, que comenzó en México, fracasaron y los casos se extendieron por todo el mundo, infectando hasta una cuarta parte de la población y acabando con la vida de hasta 300.000 personas (4.000 en España).

El virus de la gripe porcina H1N1-pdm09 sigue circulando hoy en día, y es uno de los causantes de la gripe estacional en nuestro país. Es probable que el COVID-19 evolucione de manera muy similar al H1N1, provocando una pandemia con una primera oleada de casos y pasando después a ser una cepa estacional que cause resfriados en invierno.

Pero si el virus al que ahora nos enfrentamos acaba siendo más agresivo, la potencial crisis será también más difícil de gestionar. Hay que esperar lo mejor, pero también estar preparados para el peor escenario.

Laia Bertrán es investigadora de los Determinantes Sociales de la Salud Global en el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona.

Zona geográfica: España
Fuente: SINC