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Diez años más

Por: Dr. César Hermida

El odio e incluso la furia, más de ataque personal que de contenido ideológico, y las falsedades con los que la oposición enfrenta el proceso electoral, junto con los mecanismos mediáticos que utiliza para tratar de desprestigiar a candidatos de las listas de la Revolución Ciudadana (que con diversos partidos y grupos une esfuerzos en torno a las transformaciones parciales y radicales), lo que hacen es que más personas honestas se decidan a favor de apoyar que continúen dichas transformaciones. Estas, cualitativas y cuantitativas, requieren tiempo para cimentarse. Por lo menos diez años más. Para que la educación y la salud sigan con su cobertura universal y gratuita y no se pague nunca más por matrículas en escuelas y colegios, ni por consultas y medicamentos en centros de salud y hospitales. Para que sigan los programas viales y exista electricidad suficiente y permanente.

Diez años más para redistribuir la riqueza. Para que los niños del medio rural vayan con sus uniformes y sus libros a las nuevas escuelas del milenio, y tengan allí su refrigerio. Para que los niños indígenas no esperen apostados en las carreteras en las navidades, como hace diez años, pidiendo limosna a los viajeros entre Quito y Cuenca, que la lanzaban desde sus elegantes vehículos.

Diez años más para rehabilitar a los privados de libertad, que hoy aprenden oficios y estudian en lugares dignos para graduarse. Para que los medios públicos de comunicación, y las instituciones que los nutren con programas de identidad intercultural y de promoción turística, para que se conozca el Ecuador, continúen contribuyendo al mejor conocimiento, autoestima y orgullo identitario de la realidad nacional. Para que las sabatinas continúen informando con la verdad sobre las obras que hace el Estado y la sociedad civil, sus logros, su optimismo, su explicación sobre los procesos políticos.

Diez años más para que el IESS, que estaba por privatizarse, continúe incrementando las jubilaciones y proveyendo dinero para préstamos quirografarios e hipotecarios para vivienda. Para que continúen los cambios en el personal y la infraestructura de la justicia y la Asamblea siga trabajando en paz, sin escándalos. Para que los trabajadores agrícolas, del mar, obreros, empleados, amas de casa, sigan disfrutando el incremento de sus salarios y los programas de protección social de sus derechos. Para que el pueblo se sienta orgulloso de la realidad y nueva imagen del Ecuador.

Cafelibro, 24 años

Por: Dr. César Hermida

En el acogedor local de la calle Plaza, media cuadra al norte de la Veintimilla, se halla la cafetería que tiene el apellido de otro sabroso componente de la vida cultural quiteña, el Cafelibro. El conocido local, que da cabida a diversas artes, cumple ya 24 años de existencia. Por el invalorable aporte de esta tradicional institución, sus promotores, Gonzalo Proaño y Sylvia Garrido, merecen un especial reconocimiento.

Haciendo honor al nombre, allí se organizan presentaciones de obras escritas, tanto científicas como literarias, y en este campo, tanto narrativas como de poesía. Y se dan recitales poéticos y musicales con intérpretes destacados de las composiciones nacionales e internacionales, clásicas y modernas. Y es lugar de otras actividades peculiares, como la lectura de las cartas del tarot, para quienes anhelan conocer la realidad de su propio presente y su futuro; sobre este mundo misterioso de los afectos y las incertidumbres, muchas personas reciben las inefables informaciones de Lucrecia Maldonado, quien, sacando tiempo de sus actividades docentes y de sus horas dedicadas a la poesía y a la narrativa, cumple esta actividad los viernes por la tarde.

El ambiente del Cafelibro es amigable, tranquilo, para tomar dicha sabrosa bebida, picando variados potajes o degustando comidas formales de magnífica sazón. El servicio es eficiente, acorde con el ambiente de recreación y disfrute.

Siempre hay música selecta, para escucharla, para bailarla. Sobre todo los tangos y milongas, que hay quienes lo hacen con maestría y otros con simple afición, mostrando estéticas y rítmicas interpretaciones con dedicación y esmero.

La programación periódica es formal y estructurada, los martes sobre la esencia literaria con las mencionadas presentaciones de libros de narrativa o poesía, o historia, o deportivas (como en los grandes partidos de fútbol del campeonato mundial), los miércoles sobre la esencia tanguera ya señalada, los jueves sobre la esencia de la canción con intérpretes consagrados, o con música instrumental, o con presentaciones de cine. Los viernes la esencia del arte con diversas expresiones pictóricas o de otras manifestaciones. Los sábados sobre la esencia del ritmo o de la nostalgia.

Allí se viven los más variados estímulos para la salud del cuerpo y el alma, en compañía de la pareja o en grupos de compartidos afectos. Bien por sitios como el Cafelibro, que son parte de la identidad cultural citadina, de una capital ciertamente cosmopolita. Que continúe con la intensa vida cultural otros muchos 24 años.

Encuentro interuniversitario

Por: Dr. César Hermida

Diez universidades ecuatorianas con sede en Quito, acompañadas de otras catorce de diversas ciudades del país y ocho institutos superiores de educación, asistieron al Encuentro Interuniversitario ‘Universidad y Vinculación con la Sociedad’, organizado por la Sede en Quito de la Universidad Politécnica Salesiana, UPS. Con el subtítulo ‘Corresponsabilidad social: Estado, Academia y Sociedad’, el 29 y 30 de noviembre pasado se cumplió dicho encuentro.

El vicerrector de la UPS señaló que la entidad tiene 24.000 estudiantes en las tres sedes, la central de Cuenca y las de Quito y Guayaquil. Es una de las privadas más populosas. El director de Vinculación con la Sociedad de la Universidad Central destacó los tres componentes misionales: docencia, investigación y vinculación con la sociedad, destacando que esta área, articuladora de las otras dos y a cargo de la pertinencia con las necesidades de la población, aunque nueva, debía evaluarse con similares valores a las otras dos. Puntualizó sus componentes: prácticas preprofesionales (curriculares, como el internado rotativo y otras en instituciones públicas o privadas), proyectos comunitarios (de investigación, acción participativa), educación continua (avanzada para profesionales, general para grupos prioritarios -adultos mayores, discapacitados-, interculturales -indígenas, afroecuatorianos, mestizos-), con los cuales la universidad se abre a toda la población más allá de la formación de jóvenes profesionales, y otras -asesorías, servicios, movilidad, eventos académicos-.

En la conferencia inaugural el Dr. Enrique Santos, presidente del Consejo de Educación Superior, destacó el paso histórico de las universidades desde las disciplinas hacia el modelo actual inter y transdisciplinario de vinculación con la sociedad, no exclusivamente cognitivo. Puntualizó cómo el nuevo modelo universitario de redes y de base electrónica se correspondía con el cambio de matriz productiva y energética. Las redes como esencia de la virtualización de la educación superior. Señaló los ajustes que deberían efectuarse en los procesos de evaluación, como que una patente o una acción afirmativa para los grupos prioritarios debería valer más en la puntuación. Destacó la importancia del Sistema Nacional de Innovación, en el cual el código Orgánico de la Economía Social del Conocimiento, o Código de Ingenios, juega un papel trascendente.

En los dos días del encuentro intervinieron muchos docentes aportando de manera significativa a la construcción propia de la identidad universitaria ecuatoriana.

Afeme, 50 años

Por: Dr. César Hermida

La Asociación de Facultades Ecuatorianas de Ciencias Médicas y de la Salud cumplió en el presente año 50 de existencia. Nació en Cuenca en 1966 bajo la iniciativa de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Cuenca que, con sus similares de Quito y Guayaquil, firmaron la constitución que la oficializó el presidente Clemente Yerovi. En 1967 la Afeme se estrenó en Guayaquil con el Primer Seminario Nacional de Educación Médica, pasando a formar parte de la Federación Panamericana de Facultades de Medicina (Fepafem).

En acto significativo, realizado en el hotel Marriot, hace pocas semanas se recordó a sus fundadores, a los secretarios y directores ejecutivos que la han mantenido en un alto nivel.

Hace tres años la Afeme organizó en Quito la XIX Conferencia Panamericana de Educación Médica teniendo como tema central ‘El Profesionalismo, Acreditación y Calidad de la Educación Médica, Aportes a la Atención Primaria’. La Afeme, que ahora cuenta con 24 facultades asociadas, condecoró a Pablo Pulido, quien, desde la Fepafem colaboró con la Afeme durante toda su existencia. En el homenaje el Dr. Fernando Sempértegui, rector de la Universidad Central, recordó sus inicios desde los tiempos en que los actuales directivos eran estudiantes, y rindió un homenaje especial al Dr. Rodrigo Yépez, presente en el acto, quien la mantuvo en años difíciles continuando con la obra del Dr. Miguel Márquez, y constituyéndose en el promotor de que las especialidades médicas se iniciaran, de manera prestigiosa, en los hospitales de la ciudad de Quito.

Édgar Játiva, exsecretario ejecutivo, hizo una revisión histórica de la Afeme, concluyendo con la actual magnífica gestión de Leonardo Bravo. El Dr. Jaime Guevara, decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Cuenca, a nombre de la presidencia de Afeme, destacó la iniciativa del Dr. Leoncio Cordero que, como decano de su facultad, propusiera la creación de la Afeme hace medio siglo.

La Afeme ha coordinado a cabalidad las actividades académicas de las diversas facultades. Ha garantizado la calidad de la formación biomédica clínica en los claustros hospitalarios, para el ejercicio posterior público o privado. Desde 2007 se ha planteado para Ecuador la cobertura universal gratuita de los servicios, pero hace falta mejorar la promoción de la salud. En este campo aún queda mucho por hacer, pues la salud es, a la postre, la óptima calidad de vida sustentada en la satisfacción de las necesidades humanas, como un derecho, teniendo al Estado como su garante.

Navidad, ciencia y creencias

Por: Dr. César Hermida

En la Navidad se recuerda el nacimiento del niño Jesús y se respira un sentimiento de bondad y generosidad, de solidaridad con los demás. Ciertas creencias tienen magia, fantasía, ternura, por eso son útiles, bondadosas, como la poesía, pero no es posible olvidar las guerras que aniquilan barrios enteros matando adultos y niños en otras partes del mundo, y que se alimentan de la ciencia y la tecnología respaldadas por grandes negocios de venta de armas con fuerzas oscuras que las propician.

La relación entre ciencia y creencias tiene larga historia, desde los notables aportes de los griegos, y particularmente desde el apogeo de la demostración de evidencias científicas tanto del cosmos como del cuerpo humano y la naturaleza en el Renacimiento del siglo XVI. Fue la separación de las verdades religiosas de la fe, como creencias, de las verdades científicas demostrables de la razón, como ciencia. Los dogmas subjetivos fueron enfrentados con las evidencias objetivas. Pero, así como la religión cultivó los afectos y sentimientos, cualidades del alma, olvidando los valores y virtudes de la naturaleza y sus cuerpos, la ciencia estudió estas solo con la lógica de la razón, olvidando los valores y virtudes de los afectos y los sentimientos.

Además, la ciencia desarrolló la tecnología y con esta las más variadas mercancías para la acumulación económica, y en ese contexto apareció la fabricación de las armas, una de las industrias más productivas del capitalismo. Las guerras entre creencias, entre países y religiones, de católicos contra protestantes (Irlanda), islamistas contra judíos (Israel y países árabes), cristianos contra islamistas (países del este europeo), se alimentaron de ciencia y tecnología.

La ciencia busca explicar la naturaleza y la sociedad, las creencias se resisten a estudiarlas porque Dios lo explica todo. La religión no ha contribuido al bienestar de la humanidad, la ciencia tampoco. En nombre de dioses similares sus fieles pregonan las guerras y el odio. En nombre de la ciencia se fabrican las armas para esas guerras. Si antes la ciencia era ajena y diferente de las creencias, hoy le sirve mediante la tecnología. Hoy se hermanan.

El niño Jesús, y los profetas, originalmente del mismo Dios de judíos, cristianos y del islam, deberían renacer en estos tiempos de locura por el dinero, el petróleo, el oro, el poder económico para continuar con la dominación política respaldada por las creencias, la ciencia y la tecnología. Renacer para reiterar su mensaje de justicia y libertad.

Salud sexual

Por: Dr. César Hermida

Con el título de ‘Somos un cuerpo’ la poeta y novelista Lucrecia Maldonado aseguraba hace un par de años (EL TELÉGRAFO 10/12/14, en tiempos de críticas a las conservadoras ideas sobre la salud sexual y los enfoques de la educación de la misma, como expresiones y acciones gubernamentales) que las religiones descendientes de la tradición judía ortodoxa habían estigmatizado la sexualidad “reduciendo las bellas manifestaciones de amor y búsqueda de placer erótico a meros ‘vicios’ de todo tipo”. Aseguraba que casi ignoraron uno de los más bellos libros del Antiguo Testamento, El Cantar de los Cantares, y el milagro de la conversión del agua en vino para bautizar la inauguración de la vida sexual de una pareja.

Decía Lucrecia que las religiones monoteístas limitaron la sexualidad con la norma moral del matrimonio con mujer virgen, fidelidad absoluta, sexo solo para la reproducción. Fuera de ella, había deshonra, pecado, abominación escandalosa. Y en el contexto de esa moral, se dan, en estos tiempos, los embarazos adolescentes, los escándalos de la pederastia eclesiástica, y otros.

Lucrecia opinaba cuando desde la Presidencia de la República se tomaban decisiones conservadoras en esta materia. Parecía y parece ahora conveniente opinar para que en los próximos meses se aborde con mayor entereza la política pública sobre el tema. Reabrir la riqueza documental del antiguo programa Enipla, y propiciar una enseñanza sin tapujos sobre la salud sexual de los niños, los adolescentes, los adultos y los adultos mayores. Debatir sobre la legalización de la suspensión de los embarazos en casos específicos.

En un contexto de reciprocidad, solidaridad y complementariedad entre las parejas, no se puede negar la riqueza de los placeres de los cinco sentidos físicos del cuerpo y de aquellos infinitos de la mente para compartirlos hacia el logro de una vida afectiva plena que propicie la felicidad humana. Vida plena, tranquila, austera, del buen vivir, con la satisfacción de los requerimientos alimentarios, de la sexualidad, del trabajo, para la plena realización de la vida individual y colectiva, objetiva y subjetiva, que permita lograr la emoción de la felicidad.

La sociedad actual exige análisis y debates sobre los viejos y limitantes conceptos de pecado, culpa, estigmatización, castigo. Como se combate la corrupción debe combatirse el miedo y la amenaza inquisitorial. La salud sexual es diferente de la salud reproductiva, aunque esta se base en aquella. Las dos incumben a las indispensables nuevas políticas públicas.

Alba

Por: Dr. César Hermida

Alba, la película de Ana Cristina Barragán, tiene muchos méritos, aborda, con gran habilidad artística, el tema delicado de la adolescencia, desde el aspecto biológico de la menarquia, el contexto cultural colegial de la sexualidad y la determinación social referida a la segregación y exclusión básicamente económica. Luego de cinco años de trabajo desde la idea, el guion y la película concluida han obtenido premios internacionales. Con guion y dirección impecables, notable actuación de la protagonista y actores secundarios, y superando dificultades propias del medio, contribuye de manera consistente al nuevo cine ecuatoriano, en el cual, la directora, habiendo adquirido experiencia nacional e internacional, es una promesa.

Como dice Lucrecia Maldonado (EL TELÉGRAFO 09/11/16) “Alba es el encanto de lo no dicho… pocas palabras, muchas miradas. El delicado trabajo de relojería”. Es una película de abordaje psicológico de la intimidad, que busca, y logra, mostrar el sentimiento más que el pensamiento. Los cineastas la han esperado por varios meses, pues ya Juan Manuel Granja (Diners 10/16) destacaba el proceso de formación de la directora, la elaboración del guion y la bien lograda dirección.

El editorial ‘Manual de instrucciones para hacerse grande’, de la revista Cartón Piedra (EL TELÉGRAFO 30/10/16), ponderó la actuación de Macarena Arias como protagonista, y, en la misma revista, se publicó la magnífica entrevista de Óscar Molina a la directora con el título de ‘La feminidad no es ni tan perfecta ni tan tranquila’ (Cartón Piedra de EL TELÉGRAFO, 30/10/16). La revista Babieca de cine (11/16) también destaca la historia y los méritos de la película, recomendando verla.

Abordar la feminidad y subjetividad en el contexto cultural local, de la forma delicada como lo hace, es un logro notable. Los críticos de cine con oficio, y aquellos que opinamos como simples espectadores, debemos apoyar el largo y difícil trabajo de la creación artística que la cinematografía exige, con la contribución de múltiples competencias disciplinarias.

Ana Cristina Barragán, de 29 años, forma parte del grupo de distinguidas directoras ecuatorianas que muestran la gran capacidad con la que ellas están contribuyendo de modo trascendente al nuevo cine ecuatoriano. Directoras y directores, autores, actores y otros diversos profesionales ligados al cine lo están haciendo con calidad de manera loable. Falta la asistencia del público como participante activo. Y recomendar lo bueno después de disfrutar esas expresiones estéticas, reflexiones y emociones.

Religiones y restricciones

Por: Dr. César Hermida

Hasta hace más de dos mil años, como se observa en las ruinas romanas, mayas o incas, la infraestructura de los caminos, acueductos, baños, sitios de congregación, viviendas, estaba adecuada para las necesidades colectivas. Pero desde entonces, y sobre todo a partir del cristianismo en Occidente, con Constantino (siglo IV) se inició la construcción de iglesias y catedrales, de modo que hasta en el pueblo más remoto de nuestra América se hallan hasta hoy las capillas para que el cura predique la resignación y la obediencia y cumpla con sus ritos y con su sermón dedicado a la salvación del alma individual. No importa que no exista agua o alimentos para la población, o viviendas, o trabajo, o caminos o justicia.

También a partir de entonces se restringió el placer. Desde el mismo Concilio de Nicea, convocado por Constantino, se estableció la virginidad de María y se prohibió el placer, sobre todo el de la sexualidad. Como dice en su Tratado de Ateología Michel Onfray (Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 2006, P. 11), citando a Esther Díaz: “Los tres grandes monoteísmos vigentes atentan contra el placer y la vida”. Y continúa (P. 15, con la misma Esther Díaz): “El cristianismo, el judaísmo y el islamismo, como si se hubieran puesto de acuerdo, desestiman la condición femenina, desprecian el cuerpo y descalifican los goces mundanos”. El mundo, el demonio y la carne fueron los tres grandes enemigos o riesgos para la condenación eterna. Y, en dichas sociedades machistas, la carne se refería al disfrute del placer corporal, sobre todo con la mujer.

La religión planteó la salvación del alma considerando al cuerpo como la prisión de la misma, y fuente de pecado. El cuerpo, para evitar el estímulo de sus placeres, debía ser castigado, azotado (aunque dichos azotes llevaran a morbosas satisfacciones masoquistas). Onfray dice (P. 57) que Feuerbach no niega la existencia de Dios, sino que “hace la disección de la quimera”, de esa quimera subjetiva alejada de la realidad corporal. Y como el alma quedó en manos de la religión, el pobre cuerpo, vilipendiado, pasó a manos de la medicina. Por eso, continúa Onfray (P. 72): “En Occidente, los que curan abordan el cuerpo enfermo… ignorando que piensan, actúan, y diagnostican a partir de su formación, que incluye la episteme cristiana… el consumo de la fruta prohibida, la desobediencia, la falta cometida en el jardín de las delicias… por lo tanto, merecedor de reproches y castigo”.

La humanidad anhela abrirse hacia la libertad, hacia un cambio civilizatorio.

La salud en Vilcabamba y Malacatos

Por: Dr. César Hermida

Que en Vilcabamba sus pobladores vivían más de cien años fue un hallazgo respaldado por investigaciones científicas. Hace más de tres décadas el libro en inglés sobre dicha población se exponía en las librerías de Londres y los ingleses se afanaban en conocer sus causas. Se decía que podía deberse a la calidad del agua o de otros elementos de la naturaleza. Los médicos encontraban una disminución de la prevalencia de diversas enfermedades.

Cuando apareció el enfoque de la medicina social, hubo quienes fueron a conocer y plantear algún estudio pertinente, comprobando que el camino sobre la causalidad no iba por las características biológicas de los pobladores, sino por los aspectos sociales. Fue fácil comprobar, con el censo agrícola, que la población vecina de Malacatos, con similares características en todas las variables, salvo la edad de sus habitantes, era un valle dedicado al monocultivo de caña de azúcar, con obreros agrícolas que ya no disponían de tierras de cultivo, pero sí de empleo como jornaleros. La diferencia fundamental era el trabajo, con salarios limitados en Malacatos, restricción de viviendas adecuadas, dificultades para la consecución de alimentos suficientes.

En Vilcabamba, en cambio, valle parecido, los pobladores eran agricultores pequeños, propietarios de terrenos dedicados a policultivos de autoconsumo. Disponían de viviendas razonables y satisfacían sus necesidades alimentarias. Tenían fama de ser perezosos, holgazanes, pero claro, si su aspiración era una vida austera y solidaria, con buena calidad de vida, ¿para qué esforzarse y trabajar las 8 horas diarias como los obreros agrícolas de Malacatos?

Plantear las hipótesis de causalidad social incomodaba a los investigadores médicos que publicaban ‘papers’ en importantes revistas internacionales sobre Vilcabamba, mientras los artículos con diferente enfoque no tenían acogida. Como a nadie interesaba la comparación entre las dos poblaciones, los primeros análisis de hipótesis sobre la causalidad social se quedaron en borradores. No parecía justo fastidiar el apogeo del turismo hacia el Valle de la Longevidad estudiado por médicos y naturalistas, y visitado por gringos buscadores de paz y de naturaleza virgen.

Hoy, cuando la OMS ha publicado sobre los “determinantes sociales de la salud”, como múltiples factores, a diferencia de la concepción integral de una determinación social, se entiende con más claridad el concepto de salud como un buen vivir individual, cultural y social, de vida austera y sin consumismo.

Investigación vinculada con la sociedad

Por: Dr. César Hermida

Vinculación con la sociedad es el tercer pilar misional de la universidad. Es la relación de pertinencia entre la necesidad poblacional y el perfil curricular de las carreras. La docencia, preponderante por la carga cognoscitiva, y la investigación, antes de interés del investigador, constituyen los otros dos pilares.

Los proyectos comunitarios, que deben ser estructurados, curriculares, preparados con los esquemas de marco lógico, todos incluyendo los componentes de docencia e investigación, deben seguir el enfoque y metodología de la investigación y acción participativa (IAP). Es decir, contar con la participación de los actores locales, desde su diseño, recolección de información, análisis correspondientes y de resultados.

Para sistematizar los procesos y formatos de investigación se propone diferenciarlos en tres. Aquellos de la IAP, luego los más complejos de tesis de graduación de pre y posgrado (con fondos, procesos y caminos propios para su aprobación), y aquellos de inversión y preinversión (arquitectura, ingenierías), coordinados por otras direcciones y con los formatos de la Senplades.

Las IAP de cooperación (’intervención’ es palabra inapropiada) parten de una línea de base que permite el planteamiento de las hipótesis de trabajo, descriptivas o empíricas, sustentadas en información estadística disponible, censal, de encuestas de hogares o de otras fuentes (estructura poblacional, escolaridad, patologías prevalentes, etc.). A partir de la IAP se generan las tesis o trabajos más complejos, con hipótesis más avanzadas que proponen objetivos más profundos. Además, están los proyectos de inversión o preinversión que corresponden a la tercera área.

Todas las investigaciones, por lo tanto, parten de los proyectos de IAP y de los planes de desarrollo y ordenamiento territorial (PDOT) locales, y deben trabajarse en conjunto con los gobiernos autónomos descentralizados (GAD) provinciales, cantonales y parroquiales. El trabajo puede ser unidisciplinario, pluridisciplinario (con varias carreras participantes), interdisciplinarios, cuando las hipótesis y procesos exigen interacciones; y transdisciplinarios, cuando estas interacciones llevan a nuevas preguntas y concepciones metodológicas.

Los proyectos son parte de las prácticas preprofesionales (PPP), de las estructuradas o curriculares, como los internados rotativos de las carreras de la salud (pasantías); y de las que requieren proyectos y convenios específicos con las instituciones o empresas, públicas o privadas.