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Prevenir enfermedades genéticas

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Durante un debate surgió la discusión sobre el papel de la prevención de enfermedades en general y de las genéticas en particular, así como de las acciones de salud que deben tomarse para evitarlas o bajar su incidencia, sus impactos económicos, laborales, familiares, sociales y psicológicos.

La primera acción que se debe considerar para prevenir enfermedades genéticas es realizar diagnósticos precisos y contar con datos reales del número de casos. Aquí el primer problema. Las tecnologías de análisis de genes están altamente desarrolladas en países de economías fuertes y en algunos en desarrollo que han tomado la actividad médica con gran responsabilidad y consideran el diagnóstico certero como un derecho del paciente.

Existen unas 10 mil enfermedades genéticas; el 60% de estas tiene posibilidades de ser estudiado a profundidad hasta que se llegue a determinar la mutación del gen que las causa. La tecnología de diagnóstico es cara en nuestros países, y por ende los pacientes no han podido acceder a ella de manera regular.

Estudiar, por ejemplo, un paciente con sordera aislada contempla evaluar 52 genes asociados a esta dolencia, a un precio de 1.500 dólares, lo que resulta privativo para muchas personas. Aún no existe en el sector público un servicio de genética que cuente con esta tecnología, por lo que la única opción es comprar el servicio de diagnóstico en el exterior.

Otro problema complejo es que mientras otros países desarrollados estrenan nuevas maneras de diagnóstico temprano, como el diagnóstico prenatal (DP) no invasivo, que se lo hace en suero de la embarazada, Ecuador no cuenta con estas metodologías a gran escala; ni siquiera hemos logrado implementar el diagnóstico prenatal rutinario, peor aún el diagnóstico preimplantación de embriones posfertilización in vitro.

Países que cuentan con diagnóstico prenatal como método preventivo de padecimiento de enfermedades genéticas tienen asumido como política social que, una vez hecho el diagnóstico, la embarazada puede optar por su derecho a interrumpir terapéuticamente el embarazo. Esto, en nuestro país, simplemente es imposible. Al no haber la posibilidad de aborto terapéutico, cualquier mujer está condenada a llevar su embarazo con el problema que fuere hasta el final y enfrentarse al nacimiento de un niño polimalformado o con una enfermedad genética grave y diagnosticable antes del nacimiento y prevenible mediante el aborto eugenésico. En el país, 20 de cada mil personas nacen con algún tipo de discapacidad, debemos hacer algo para evitarlas.

La enfermedad del olvido

Por: Dr.César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

La memoria es una de las capacidades intelectuales más complejas que tenemos los humanos. Sin ella no podríamos vestirnos, llegar a nuestra casa, querer a una persona, hablar de un viaje, prescribir un tratamiento, etc. La memoria nos ubica en el tiempo y el espacio. Existe una enfermedad humana por la que progresivamente se olvidan las cosas, las personas cambian de comportamiento e incluso de carácter, y terminan afectadas en su pensamiento. Curiosamente no es producto exclusivamente del envejecimiento, es una dolencia por alteración de los genes denominada enfermedad de Alzheimer (EA).

El 21 de septiembre la OMS designó el Día de la EA, dolencia que afecta a entre 8 y 10 personas por cada mil. Su causa no se conoce con precisión. Se ha determinado que existen unos 600 genes, de los 23 mil que tiene el ser humano, que estarían involucrados en su origen y desarrollo. La alteración de estos genes determina un deterioro y muerte de las células nerviosas y de algunas regiones del cerebro, fallo en sustancias neurotransmisoras y acumulación de proteínas (amiloide) en la corteza cerebral. Solo un 10% de la EA es por herencia directa, mientras que en el resto de pacientes se origina de manera espontánea.

Conocemos mejor la EA, pero las dudas que no se resuelven hacen de esta enfermedad una patología devastadora para las personas, las familias y las sociedades. Sabemos que los cambios se inician a los 30 años cuando el cerebro terminó de madurar, aunque su instauración total es alrededor de los 60 años.

Las investigaciones apuntan a descubrir genes de predisposición a desarrollar la enfermedad o que predigan la época de aparición de los síntomas. En el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UDLA, encontramos que 5 genes (CST3, MnSOD, CTSD, Apo E y GPX-1) asociados muy comúnmente a la EA, mostraron un buen poder discriminatorio de riesgo, entre 5 a 8 veces más, en los portadores. El dato sugiere que estos genes deberían evaluarse siempre en población ecuatoriana.
El problema mayor de la EA es que no existe diagnóstico genético estandarizado para los pacientes, lo que determina que el tratamiento sea aún complejo. Los logros en tratamiento son diversos y dependen de la carga genética de las personas. Un 80% de pacientes responde mal a los tratamientos existentes. De 600 fármacos que se han probado, 300 se originan en moléculas biológicas, lo que abre al país una oportunidad única para investigar en biofármacos. Como dice el presidente Correa, “prohibido olvidar” que allí está el futuro de nuestra investigación.

Quito, septiembre 27 de 2015

Introducción a la ciencia

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Al inicio del curso de Genética Médica, un estudiante, incentivado en el planteamiento de la materia, preguntó qué lecturas se recomiendan para iniciarse y adentrarse en la ciencia de manera amena y al mismo tiempo profunda. La respuesta hay que pensarla desde las necesidades y desafíos modernos de la ciencia y la tecnología.

Al ser la genética una rama de las ciencias naturales y la biología, y al estudiar a los humanos, es indiscutible que los libros de Carl Sagan son claves para ubicarse en dónde estamos y quiénes somos: Cosmos, El mundo y sus demonios, Los dragones del Edén, se tornan obligatorios para indagar en las incógnitas existenciales. “Somos polvo de estrellas”, resume en ellos el científico.

Al trabajar con la esencia de las personas, hay que leer al astrofísico Stephen Hawking, quien fundamenta el universo en su Historia del tiempo. Es aún más profundo en El gran diseño, donde asevera que Dios es prescindible para entender al universo. En la misma línea está el biólogo Richard Dawkins, quien propone una sui géneris visión de la evolución en El gen egoísta. Es más contundente en su libro El espejismo de Dios, en el que argumenta a profundidad el ateísmo. Stephen Jay Gould, paleontólogo, es un excelente tratadista de la evolución e historia natural y ha divulgado estos conocimientos en obras como La falsa medida del hombre o La vida maravillosa.

La carrera hacia el desciframiento del lenguaje de la vida, el ADN, y algunas historias interesantes sobre el descubrimiento de genes se recogen de forma apasionante en Genoma, de Jerry E. Bishop.

Leer la vida de las personas dedicadas a la ciencia también es una buena forma de entender el sacrificio, disciplina y humanismo que envuelve esta carrera. La biografía de Madame Curie, escrita por su hija Eva Curie, es refrescante e incentiva a abrazar y ser parte del mundo de la ciencia.

Si hay interés en profundizar en las ideas de la ciencia por sí misma, Mario Bunge en Epistemología, ciencia de la ciencia, repasa esta problemática, así como en Filosofía para médicos, escrita desde la ética científica y médica, y que además propone los caminos para hacer buena ciencia.

Seleccionados algunos autores y esbozada esta ruta a seguir, hay que añadir que la mejor manera de aproximarse a la ciencia dura es leer los trabajos originales de los investigadores y estar actualizado en la producción mundial científica de la mejor calidad, incluidas las revistas especializadas en el área de interés. La ciencia es el mejor camino y el más apasionante para llegar a la verdad.

Quito, septiembre 20 de 2015

Experimentos con personas

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico Investigador de la UDLA

Por más de un siglo se ha experimentado con humanos. La norma ha sido el secretismo, tanto para el público general como para los participantes que pocas veces han sabido a qué se sometieron. No se manejaba el consentimiento informado y habitualmente las investigaciones se hicieron en poblaciones vulnerables: Nigeria, Bahamas, Malasia, Centroamérica, poblaciones indígenas bolivianas, presos y minorías étnicas.

El experimentar con humanos se justificó por un supuesto desarrollo científico, por un aparente beneficio a otras personas, o porque los grupos de individuos experimentales eran considerados menos válidos e incluso prescindibles. Experimentar con humanos en las condiciones descritas va en contra de los derechos humanos. Las normas de información y consentimiento solo se hicieron obligatorias y su violación punible, luego de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), concluido el juicio de Núremberg que reveló los macabros experimentos que los nazis realizaron en los campos de concentración.

Pero no solo los nazis han investigado secretamente en personas. Estados Unidos realizó pruebas con una enfermedad infecciosa llamada pelagra y llevó adelante el famoso experimento Manhattan con radiación y otros con cadmio. Otros experimentos secretos se hicieron en Corea del Norte, Japón, la antigua Unión Soviética, el Reino Unido, Sudáfrica, entre otros.

Se involucró en ellos a grupos poblacionales grandes, ensayando radiaciones, anticonceptivos, gases letales como el mostaza o el sarín, bacterias mortales, ántrax, sífilis, ácido lisérgico, mescalina, cirugías dirigidas y más. Aunque parezca increíble, hay estudios secuenciales a largo plazo desde 1945 y hasta muy recientemente (2005), en que se comprobó que se probaron drogas contra el sida en niños pobres y afros. El interés por desarrollar armas o fármacos para el negocio, con inversiones gigantescas, es atrevido contra toda la humanidad. Una doble moral cubre los experimentos con humanos que hacen países poderosos que paralelamente dicen defender los derechos humanos. Y existen médicos y científicos inescrupulosos que se han prestado para estas investigaciones.

Al actual desarrollo de armas de precisión extrema o de guerra bacteriológica, se unen hoy el estrangulamiento de las economías, las hambrunas preconcebidas, la inaccesibilidad a medicamentos, el saqueo de recursos, los exilios masivos, bloqueos, como nuevas formas de experimentar con las personas, pero que reflejan los mismos intereses y el inmoral beneficio de pocos.

Genes e ideologías

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Secuenciado el genoma humano se han tratado de descubrir genes para todo tipo de conductas, aficiones, fidelidad, amor, religiosidad y más. ¿La ideología de una persona está determinada por los genes? La respuesta es compleja, ya que invade el campo de la genética del comportamiento y los datos de estudios son incompletos.

Para tener la capacidad de discernir sobre una ideología u otra, el individuo debe tener todos sus sistemas en perfecto funcionamiento, especialmente el cerebro y sus actividades. Para que esto ocurra, los genes deben dar las órdenes para que el organismo se conforme de manera adecuada.

Un estudio reciente apunta a que el gen DRD4 tendría que ver con la tendencia conservadora o liberal de las personas. Este gen controla la mayor o menor producción de dopamina. En una de las variantes del gen, se produce menos dopamina, por lo cual la sensación de lo tradicional sería más aceptada por el organismo, mientras que otra variante del mismo gen haría que las sensaciones de placer sean progresivamente mayores cuando existen posiciones más liberales. A este gen se lo llama el ‘gen aventurero’ y se reparte en las sociedades de manera diversa. Se asocia este gen también al riesgo, a lo extremo, y hay quienes plantean que tienen que ver con el éxito y las finanzas.

Los estudios que tratan de encontrar esta asociación de genes liberales o conservadores compilan información sobre posturas frente a temas como aborto, inmigración, xenofobia, pena de muerte, pacifismo, equidad, cooperativismo, entre otros. Analizando posiciones, tratan de encontrar variantes genéticas y correlacionarlas estadísticamente entre gen y postura, concluyendo en una u otra tendencia. Este postulado es absurdo, incluso metodológicamente. Muchos investigadores sostenemos que reducir la ideología y el comportamiento a un gen o grupo de genes no tiene sustento, ya que se estarían negando un sinnúmero de factores foráneos al gen que determinan las ideologías; se desconocería la historia y los procesos sociales como fenómenos grupales y de necesidades y desafíos concretos.

Las mayores degeneraciones de las teorías genetistas y biologistas puras han sido el nazismo y el socialdarwinismo. Por tanto, argumentar sobre ideología y componente genético de manera reduccionista y simplista corre el riesgo de desacreditar a la propia ciencia y justificar crímenes contra la humanidad. Cientistas que justifiquen la inequidad o la discriminación en los genes y sostengan la herencia del poder, defienden sus intereses y falacias.

Quito, agosto 6 de 2015

Una enfermedad de mujeres

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador dela UDLA

El 28 de agosto se celebró el día mundial del Síndrome de Turner (ST), alteración del material genético exclusivamente de las mujeres, que afecta a 1 de cada 2.500 nacidas vivas y que explica casi el 50% de abortos en el primer trimestre de gestación. En 1939 se lo describió en 7 mujeres, pero solo hasta 1959 se lo logró identificar y caracterizar genéticamente. Fue Henry H. Turner (1892-1970) quien lo tipificó, de ahí su nombre y la efemérides.

Esta afección tiene interés médico e investigativo porque en sus bases genéticas se pueden explicar cuatro de sus características principales: talla corta, falta de caracteres sexuales femeninos, infertilidad y retardo mental moderado. Esta dolencia se produce por ausencia de uno de los cromosomas X, del par de cromosomas que normalmente tiene una mujer (XX). Recuérdese que los hombres son XY. Muchos de los genes que tiene el cromosoma X necesitan su coteja del otro cromosoma X, pero los varones, al tener solo un X, manifiestan características físicas diferentes.

Con técnicas de genética molecular avanzada se logró descifrar por completo el cromosoma X humano; evaluando 25 mil personas se realizó una priorización de datos, de características físicas y genes. La ausencia de un X se asocia a una serie de variantes físicas, alrededor de 40, que presentan las mujeres con ST, entre esas, riesgo de cáncer, problemas renales, falla de la visión, cardiopatías, etc. Curiosamente, solo el 40% de afectadas de ST tiene todas las características físicas; el otro 60% puede tener solamente una de las cuatro anotadas, lo que además coincide con el motivo de consulta médica de las pacientes que acuden solo por talla baja, o por infertilidad, o por retardo mental o físico no similar a una mujer estándar.

Según el Registro de Alteraciones Cromosómicas que llevamos en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de las Américas (UDLA), en el Ecuador el ST es la primera causa de consulta genética y representa el 9% de todas las alteraciones de cromosomas.

El tratamiento es hormona de crecimiento y hormonas femeninas, lo que logra aumentar la talla en unos 15 cm y adquirir un cuerpo más femenino. No se logra corregir la infertilidad ni el retardo mental, si lo hay.

El ST trae discusiones éticas, ya que se lo puede diagnosticar prenatalmente y, según las estadísticas, solo un 15% de madres que llevan en su vientre una hija con esta afección deciden continuar el embarazo. En Ecuador, lastimosamente, no tenemos oficialmente diagnóstico prenatal y menos interrupción terapéutica del embarazo, el moralismo nos ata de manos.

Quito, agosto 30 de 2015

La nano nos rodea

Por: Dr César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Lo nano irrumpe en nuestras vidas. En la actualidad hablamos cotidianamente de nanopartículas, nanotecnología, nanomoléculas, nanorrobots, etc., lo que refleja que la nanociencia es una disciplina que nos rodea y que abarca muchas áreas, posibilitando el desarrollo de productos en la química, nuevos materiales, ingeniería genética, física atómica, electrónica, la biología y más.

Lo nano, según las nuevas definiciones, involucra toda actividad de manipulación de la materia que se haga entre 1 a 100 nanómetros (nm); 1 nm es igual a 0,000000001 de centímetro, esto significa una porción miles de veces más pequeña que, por ejemplo, un virus que mide entre 20 a 100 nm, un chip que tiene un ancho de 50 nm, un componente de un nanotubo de carbono de 2 nm, o el propio átomo que mide 0,32 nm; comparativamente, el grosor de un cabello es de 500 mil átomos. A estos tamaños, la materia se comporta de manera especial e invade el área de la cuántica.

Aunque el mundo nano se percibió desde 1959, recién en 1986 aparece el término nanotecnología. De ahí en adelante, el desciframiento de materiales basados en microscopia electrónica que llega a ver átomos, comprende el ADN y su estructura, visualiza nanoseres, la síntesis y descubrimiento de nuevos materiales, nos coloca en un momento interesante de diseño programado de la materia.

Una cuestión llamativa de la materia a nivel nano es el cambio de sus propiedades; por ejemplo, el cobre que es opaco, a nivel nano puede ser transparente; o el aluminio que es estable, puede convertirse en combustible. Hoy se ha logrado descifrar las nanomoléculas de la vida; se conoce el número exacto de genes del ser más pequeño y, copiándolo de forma artificial, se pretende obtener vida.

Esta, como toda tecnología, plantea discusiones éticas, podría ser beneficiosa o peligrosa para la humanidad. Se habla de nanorrobots para la guerra, o la producción de materiales resistentes para soldados, de armas con nanoespecies modificadas, etc. Pero de otro lado, la nanotecnología ha logrado tejidos resistentes al fuego o las balas y se anuncian tejidos inteligentes que se adapten a las exigencias de calor o frío del usuario. Nos sorprende al crear nanorrobots para diagnóstico médico y para transportar fármacos, aunque también aplicables en espionaje. Con nanotecnología podría atacarse la contaminación de agua o de suelos y, de hecho, la nanociencia ha puesto a disposición de la medicina los biochips que conjugan la electrónica con el ADN o los biosensores para la detección de sustancias peligrosas.

Agosto 23 de 2015

Un siglo de la Teoría de la Relatividad

Por:Dr.César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Luego de años de trabajo, Albert Einstein postuló en 1915 lo que se llamaría la Teoría de la Relatividad General, sustentada en muchos de los estudios que él mismo hizo en 1905 sobre la Relatividad Especial. El postulado de la Relatividad generó lo que se denominó el fenómeno Einstein, un júbilo mundial a favor de un científico que auguraba mejores días en una sociedad acongojada por la posguerra.

Los titulares de los periódicos de la época calificaron a la premisa de Einstein como La Revolución Científica y Nueva Teoría del Universo. Justamente esto es la teoría de la relatividad, una compleja explicación del espacio, el tiempo y la gravedad en torno a la luz.

Su proposición trajo mucha discusión y posicionamientos ideológicos e incluso políticos. En lo fundamental, la teoría aseguraba que en el universo todo es relativo, excepto la velocidad de la luz; por lo tanto, el movimiento, la masa, el tiempo y el propio espacio, son relativos y dependientes de un observador y de la velocidad con que se desplaza un móvil.

En su famosa ecuación E=mc2, explica una profunda interrogante filosófica, es decir la transformación y flujo entre la materia y la energía; afirma que materia y energía son momentos de la misma cosa, por tanto, sustenta la infinitud de la materia y cuestiona el absolutismo creacionista del universo al reafirmar que la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma.

Por esta teoría, científicos antisemitas y, por supuesto, los nazis, trataron de descalificar a Einstein y hasta bloquearon con intrigas políticas su nominación y adjudicación del Premio Nobel (1921), que por cierto no le fue otorgado por la Relatividad sino por el efecto fotoeléctrico. A Einstein también lo criticaron dogmáticamente los científicos rusos. A 100 críticos a su teoría, les respondió que “por qué 100, con uno solo sería suficiente si no tendría la razón”.

Fue investigado por el FBI por posible afinidad con el comunismo. Lo desaprobaron religiosos porque su teoría “escondía el ateísmo”. Por su visión pacifista llegó a criticar posiciones de Israel en temas de las minorías árabes. Muchos de sus escritos fueron sacados al público apenas en el 2008.

Su fórmula sirvió para desarrollar la bomba atómica y él mismo se dolió de su uso. Científico poco entendido, murió en 1955 en Estados Unidos y, según su disposición, no hubo ceremonia alguna; entendió que él era una unidad de materia que se transformaría en energía.

A partir de Einstein la Física ha avanzado mucho, así como la interpretación científica del mundo. La Teoría de la Relatividad, luego de 100 años, nos sigue dando luz.

Salud del planeta

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Una de las revistas científicas de alto prestigio, The Lancet, publica en su último número una serie de artículos que hacen referencia al informe de la Comisión Fundación Rockefeller-Lancet sobre salud planetaria. Agrupa a expertos mundiales en salud ambiental, medicina, biodiversidad, ecología y, según lo anotan, “la salud del planeta es la salud de la civilización humana y del estado de los sistemas naturales de los que depende”. Entre los problemas que afectan a la salud están el efecto del cambio climático en el ambiente, la acidificación de los océanos, la pérdida de la biodiversidad, la contaminación de alimentos y del agua, así como una alta inequidad, ineficientes patrones de consumo y reparto, pobre tecnología y crecimiento poblacional exagerado.

El largo documento contempla cosas interesantes. Aborda un tema complejo sobre la salud humana y asevera que no solo se trata de prevenir el calentamiento global y medirlo, sino que la responsabilidad de los problemas de salud que este conlleva está en “lograr el más alto nivel posible de salud, el bienestar y equidad en todo el mundo a través del manejo juicioso de los sistemas políticos, económicos humanos y sociales que conforman el futuro de la humanidad y de los sistemas naturales de la Tierra”.

La salud humana es ahora mejor que en cualquier otro momento de la historia. La esperanza de vida ha aumentado de 47 años en los 50, a 69 años en 2010, y las tasas de mortalidad en niños menores de 5 años han disminuido sustancialmente, de 214 por cada mil nacidos vivos a 59 en los mismos períodos. Sin embargo, estas mejoras conllevan un alto precio: degradación enorme de los sistemas ecológicos.
Las evidencias demuestran que la salud de la humanidad está intrínsecamente ligada a la salud del medio ambiente y deben tomarse acciones inmediatas para frenar una desestabilización de los sistemas de soporte de la vida en la Tierra.

La Comisión encuentra que entendemos mejor el cambio climático, pero que los efectos reales sobre la salud no se han investigado profundamente. Anota que entre las dificultades para llegar a acuerdos sobre la salud del planeta están el nacionalismo, el egoísmo humano, la competencia y el poco deseo de cooperación de los países.

Concluye ue la continua degradación de los sistemas naturales amenaza con revertir los logros de salud observados en el último siglo. Hemos hipotecado la salud de las generaciones futuras para obtener ganancias económicas y de desarrollo en el presente, pero toca pasar de la retórica a la acción para salvar el planeta.

Dogmatismos contra la Genética

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Los avances en Genética Humana y Médica crean controversias éticas. Hace 20 años las necesidades genéticas y la tecnología disponible nos enfrentaba a discusiones puntuales sobre la aplicación de herramientas genéticas y sus peligros. Se podía estudiar los cromosomas, secuenciar un solo gen, hacer diagnóstico pre y neo natal, y era un sueño lejano la terapia genética.

En la actualidad, la genética cuenta con herramientas poderosas para diagnóstico y manipulación de genes. Tenemos la posibilidad de leer todos los 23 mil genes humanos en menos de 8 días y descubrir en ellos cambios, enfermedades, e incluso obtener datos insólitos o “hallazgos inesperados”. Contamos con la capacidad de manipular el gen de manera directa con una técnica que se denomina CRISPR (corte del ADN problema y reemplazo con una sección nueva) que, inspirada en procesos bacterianos normales de defensa, se aplica en ADN humano para modificar y editar la lectura o expresión de un gen.

Utilizando la técnica CRISPR, un grupo de investigadores chinos consiguió corregir la lectura genética alterada en embriones humanos, logrando por primera vez influir en el futuro en potencia de un individuo; así corrigieron un tipo de anemia persistente. Aunque de 86 embriones utilizados solo 28 lograron captar el gen bueno en reemplazo del malo, el procedimiento despierta controversia ética por estar contrapuesto a visiones tradicionales y con carga de religiosidad.

Luego de las investigaciones chinas, los sectores más conservadores y religiosos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos arremeten contra este tipo de investigaciones, y en sus nuevas normativas, aparte de limitar los fondos públicos para tales estudios, incluyen una solapada prohibición a la técnica CRISPR.

La historia evidencia que las iglesias se han opuesto a los avances científicos; por ejemplo, se han manifestado en contra del uso del condón como protección del SIDA, cuestionan sistemáticamente la investigación con embriones, la fertilización in vitro, la anticoncepción, el diagnóstico prenatal, la eugenesia, la evolución, incluso se han opuesto a las vacunas, las transfusiones y los trasplantes de órganos.

Pese a los esfuerzos de científicos que han solicitado el uso de embriones no viables para investigar y entender qué ocurre con enfermedades humanas, la oposición ética es fuerte y pocos países en el mundo permiten investigar en embriones.

Las sociedades demandan mejores herramientas para curar, pero su implementación se ve obstaculizada por visiones dogmáticas que no aceptan razones científicas ni discusión.