Archivo de la etiqueta: Dr. César Paz y Miño

Resiliencia genética

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Resiliencia es un término utilizado de la metalurgia y adaptado a muchas ciencias, y hace referencia a la capacidad que tienen algunos materiales de volver a su estado natural luego de ser moldeados o manipulados. Aplicado en medicina se utiliza para explicar la capacidad de recuperación física, o psíquica, o de salud de una persona, frente a la influencia de un factor externo. Sigue leyendo

Bancos de cordón umbilical

Por: Dr.César Paz y Miño
Científico e Investigdor de la UDLA

“El Ministerio de Salud Pública, a través del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (Indot), informó que ninguno de los bancos de células de sangre de cordón umbilical (para extracción de células madre) que se encuentran en funcionamiento en el país, cumple los criterios técnicos para obtener su acreditación, razón por la cual queda prohibido su funcionamiento; a saber: Cryocell Ecuador Cía. Ltda., Cordón de Vida Coviec S.A., Biocells Discoveries Internacional S.A. y CelAlcívar S.A.”. Sigue leyendo

Imágenes del sistema nervioso

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

El médico ecuatoriano Reinaldo Páez Z., junto con el colega mexicano Bernardo Boleaga D., son los editores-autores del magnífico libro Neurorradiología Diagnóstica y Terapéutica que en 16 capítulos recoge el aporte de 42 profesionales en la apasionante área de la imagen del Sistema Nervioso Central (SNC), sistema que ha sido el gran desconocido por lo complejo de su organización y funciones. Sigue leyendo

Genética y neorracismo

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Una de las dificultades en la genética humana actual es la definición de raza. Desde el punto de vista de los genes, existe una sola raza: la humana. Toda la humanidad cuenta con la misma esencia genética, es decir 23 mil genes que le proporcionan características únicas como especie. Sigue leyendo

La ciencia asusta

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

El filósofo Mario Bunge dice en una de sus más recientes entrevistas que la ciencia asusta tanto a la derecha como a la izquierda, y precisa que la derecha tradicionalmente ha obstaculizado el desarrollo científico, pero que la izquierda, al asociar la técnica y su avance con los intereses de las transnacionales, piensa que la ciencia es una herramienta de esos intereses y la cuestiona. En el Ecuador, esto es evidente en el caso de la tecnología transgénica. El conocimiento sobre transgénesis no es inadecuado sino su uso en función del capital y no de los beneficios para las personas.

Bunge plantea que hacer filosofía pura, alejada de la ciencia, retrasa el pensamiento filosófico, ya que hay cuestiones de la filosofía que ya han sido resueltas por la ciencia, como el origen de la vida o la psiquis. Siguiendo su pensamiento, se podría decir que hacer ciencia fuera de la interpretación filosófica retrasa a la propia ciencia. La Teoría de la Evolución, por ejemplo, se debe entender en su verdadera dimensión dentro del problema fundamental de la filosofía: el origen del universo y del ser humano.

El pensador se refiere también a la moda determinista genética, según la cual todo está definido en los genes y dice, con verdad, que no se puede despreciar el papel de los fenómenos epigenéticos, como el ambiente o señales genéticas modificadas por condiciones externas al propio gen. Era un dogma para la genética clásica que el gen estaba blindado contra el ambiente, pero hoy sabemos que su vínculo es innegable. Somos genes y ambiente.

Vuelve al ataque contra las pseudociencias y las supersticiones y asevera que estas tienen cabida en la actualidad por la influencia de los que Bunge llama “ineducados”. Contra este mal, se debe ilustrar en ciencia y en conocimiento crítico. No es suficiente impartir conocimientos; se debe enseñar a discutirlos.

Estas ideas planteadas son un buen preámbulo para discutir sobre el papel de la ciencia y de los científicos en las sociedades actuales y la problemática que enfrentan. La ciencia no es neutra en su práctica, los conocimientos se los usa de acuerdo a determinados provechos. Así, no se descubre el medicamento ideal, o el combustible sano, porque no es conveniente a la organización económica actual. Por eso la función de los intelectuales en general, y de los científicos en particular, es develar la verdad y diseminarla.

La verdad crea conciencia, derechos, evidencia problemas y busca soluciones racionales equitativas y justas. Siempre será mejor hacer ciencia de denuncia.

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Día del ADN

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

El 25 de abril se celebró el Día del ADN que conmemora la finalización, tanto de su descripción en 1953, como el final del Proyecto Genoma Humano, que decodificó las 3 mil millones de letras químicas del ADN humano. Supimos que tenemos 23 mil genes distribuidos en 46 cromosomas y que nos parecemos a todas las especies conocidas porque esencialmente tenemos el mismo ADN, aunque con mayor o menor complejidad.

Las aplicaciones del conocimiento del genoma invaden en la actualidad todos los campos de la vida. Enfermedades, tendencias, miedos, respuestas al tratamiento, y más, se explican en los genes. La tecnología del análisis genético se ha incrementado vertiginosamente y ahora podemos acceder a nuestro genoma en pocas horas.

El Ecuador evidencia interés en la genética desde hace cientos de años, aunque más como actividad personal que como especialidad médica. Hasta donde hemos podido investigar, culturas como la Valdivia, Chorrera, Jama-Coaque, entre otras, tienen piezas arqueológicas que representan problemas genéticos. Las primeras referencias bibliográficas sobre genética humana datan de 1839 (Solano) y el primer libro de 1954 (R. Hoffstetter). Varios trabajos esporádicos sobre cromosomas y herencia se evidencian hasta 1987 cuando se crea la Sociedad Ecuatoriana de Genética y se desarrolla esta rama como especialidad médica.

Esta historia fue recogida de forma gráfica en la exposición Día del ADN, coordinada por la Dra. Paola E. Leone y que organizó el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UDLA, la semana pasada. Durante las conferencias de los 24 genetistas ecuatorianos y 2 extranjeros (USA), se mostraron los logros de esta ciencia extraordinaria. Complace ver que de 5 genetistas que comenzamos en 1987, ahora hay muchos jóvenes y profesionales interesados en los apasionantes descubrimientos. Tecnológicamente también hemos avanzado, y de los iniciales estudios cromosómicos simples ahora contamos en el país con técnicas moleculares, secuenciación de genes, biochips, pruebas de metabolismo, forense, tamizaje neonatal y prenatal; en suma, hemos ido hacia adelante.
Falta mucho por hacer. Los genetistas humanos debemos plantear caminos y soluciones nacionales al 30% de discapacidades de origen genético, a los tóxicos de los genes, las enfermedades raras y huérfanas, las necesidades de fármacos para estos problemas, a la investigación de punta, a servir con acciones concretas a la salud pública genética, aún poco atendida desde el sector oficial, desafíos que se presentan para ir hacia el nuevo Día del ADN.

La Tierra en desgracia

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

El 22 de abril, Día de la Tierra, plantea cuestiones impactantes. Al hablar de la Tierra, los grandes propietarios y grandes contaminadores hacen todos los esfuerzos por trasladar la responsabilidad de la contaminación del planeta, a los individuos. Esto quiere decir: tú contaminas. Por lo tanto, parece lógico que la tarea de descontaminar es una cuestión personal. Pero la realidad es otra cosa.

Las sustancias más contaminantes de la Tierra son producto de los países más industrializados que exponen al planeta a la quema de hidrocarburos, a monóxido y dióxido de carbono, óxido de azufre (lluvias ácidas), óxido de nitrógeno, gases halogenados (degradación de pesticidas), metales pesados (industrias y minería), partículas y aerosoles (carbón y metales), y otros de una larga lista. Los efectos en la salud humana y animal, en las plantas, en agua, suelos y aire, son trágicos. Hay sobre todo un aumento de enfermedades crónico degenerativas, cánceres, pulmonares, renales, hepáticas, oculares y dérmicas.

Lo curioso es que los efectos de la contaminación son mayores según la situación de desventaja económica de las personas y los países. A mayores zonas de pobreza, se aprecia mayor efecto del daño a la Tierra. La situación de desabastecimiento de agua, alcantarilla, electricidad y basura, se concentra alrededor de las zonas más pobres del planeta. Esta acumulación de ambientes destrozados contrasta con la opulencia de un minoritario grupo humano, el 1% que son los verdaderos dueños de la Tierra.

Los dueños de la Tierra además son los responsables de la contaminación. No somos los individuos, son las grandes corporaciones, las industrias y los países hegemónicos. Gobiernos que a través de la compra o alquiler de tierras en otros países, imponen la producción agrícola y las ganancias privadas, o petroleras, mineras, y más. Así, la mitad de la tierra de Madagascar está arrendada a Corea del Sur. Un tercio de las tierras de Mozambique las tienen corporaciones de Singapur. El 70% de la tierra del mundo pertenece al 3% de la población. Lo que refleja que los inversionistas privados no se interesan por la producción de alimentos para salvar a la humanidad del hambre. Algo similar ocurre en el Ecuador, donde el 95% de la propiedad agrícola es privada, 4% comunal y 1% estatal.

La inequidad es el origen de la contaminación de la Tierra. Si se redujera un 4% de la ganancia de los ricos del mundo, se solucionaría el hambre y los problemas de salud del planeta, pero lastimosamente la codicia no tiene conciencia ni límite.

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Ranking de ciencia

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

SCImago Journal and Country Rank, es un portal de internet dedicado al análisis mundial de la producción científica desde 1996; fundamenta sus análisis en la base de datos Scopus, que es una recopilación de bibliografía y citas científicas conocida hoy en el país, porque sus resultados son utilizados para el ranking de publicaciones de los científicos ecuatorianos y en la acreditación universitaria.

Aunque este sistema de clasificación de la ciencia es criticado por un sector de científicos de prestigio, los datos que arroja son interesantes. En el ranking mundial de producción científica por países en su último reporte (www.scimago.com), a la cabeza de 225 países está Estados Unidos con 537.308 artículos científicos publicados que le proporcionan un índice de impacto de sus publicaciones de (índice h – Ih) de 1.380. Le sigue China con 392.164 publicaciones y un índice de impacto de 385. El puesto 13 es de Brasil con 55.803 publicaciones e Ih de 305, México está en el lugar 31 con Ih de 232, Argentina ocupa el puesto 40 e Ih 222, Chile está en el 46 con Ih 194, Colombia en el 49 e Ih 133 con 5.776 publicaciones, Perú puesto 74 e Ih 109 con 1.203 publicaciones, Ecuador ocupa el puesto 97 con Ih de 83 con 564 publicaciones científicas en un año.

Las cifras reflejan una problemática compleja del trabajo científico ecuatoriano cuando analizamos por áreas críticas. En Ciencias Ambientales, Ecuador sube al puesto 77; en Agricultura y Ciencias Biológicas, puesto 81; Genética sola, puesto 84; en Bioquímica-Biología Molecular-Genética, ocupamos el puesto 95; en Medicina, puesto 96; en Inmunología-Microbiología, bajamos al puesto 101; en Veterinaria, bajamos al 103; en Ciencias Sociales, bajamos al 104; Biotecnología, bajamos al puesto 114; y así se puede hacer un sinnúmero de comparaciones.

Si a este análisis agregamos la posición de las universidades ecuatorianas en el entorno mundial, en que la mejor ‘ranqueada’ ocupa el lugar 1.501 entre 11.992 consideradas en el análisis (www.webometrics.info), se refleja el duro camino que debemos seguir para posicionarnos, tanto en educación superior como en producción científica ecuatoriana.

Formar profesionales es solo un primer paso, es trascendente y urgente fortalecer grupos con trayectoria investigativa y con producción científica de presencia mundial, aprovisionarlos de tecnología moderna y competitiva, insumos, facilidades de investigación, incentivos y buenos sueldos, caso contrario, esperaremos aún más para mejorar nuestro ranking científico, que no ha variado mucho en los últimos 25 años.

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Investigación y componente nacional (II)

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Según los importadores de insumos para laboratorios, sector del comercio que en promedio tiene como componente nacional un 29%, la Resolución 116 emitida por el COMEX deja en el limbo a la investigación científica, muchos de los productos imprescindibles para ejecutarla no se fabrican localmente y empezar a hacerlo en este momento sería difícil, considerando la limitada cantidad de la demanda nacional de estos ítems; sin embargo, es imperativo contar con ellos para avanzar con el desarrollo de la investigación, pilar clave para la transformación del país propuesta por el Gobierno.

Buscar la sustitución de importaciones es absolutamente positivo para el desarrollo de la industria nacional y del país, pero necesita una revisión minuciosa, ya que no podemos poner todos los productos por “similares” que parezcan en una misma canasta; esto ha causado desabastecimiento de insumos necesarios para los laboratorios, impidiendo la ejecución de pruebas clínicas para determinar enfermedades y por otro obstruyendo la investigación científica.

Los insumos de laboratorio como plásticos especiales no tóxicos para células vivas (microtubos, frascos de cultivos, pipetas, etc.), medios de cultivo celular, productos biológicos para adicionar a las reacciones de investigación, no se han contemplado dentro de categorías especiales.

Lamentablemente aún no es posible que en el país se produzca todo y menos productos para investigación con estándares mundiales, nivel que se demanda a los investigadores. Traer reactivos y hacer ciencia nos cuesta cuatro veces más; nos vemos enfrentados a no tenerlos y no hacerla. Hay que buscar una salida, puesto que esta medida afectará a universidades, institutos públicos y centros dedicados a producir conocimiento propio.

Investigadores sin insumos no pondrán sus descubrimientos al servicio del país. Sería un error que como consecuencia se prioricen alianzas con investigadores extranjeros, convirtiendo a los nacionales en simples proveedores de muestras y datos, permitiendo que los logros se los lleven investigadores foráneos, a sabiendas de que el Ecuador cuenta con recursos singulares debido a su biodiversidad.

Desde 1985 se han publicado sobre el Ecuador 3.700 artículos; en el mismo período solo un 10% es producto nacional real, el resto es prácticamente biopirateo. Es necesario incentivar la producción científica nacional, potenciar nuestras capacidades y recursos, coadyuvar al cambio de la matriz mediante un esfuerzo compartido entre el Estado y el sector científico privado ecuatoriano…

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Los desafíos de Yachay

Por Dr: César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Con el lema «Hoy es el comienzo de grandes historias», en un ambiente arquitectónico prometedor, la ciudad del conocimiento Yachay inauguró, el pasado 31 de marzo de 2014, el curso de nivelación para 174 estudiantes de varias ciudades del país y 40 profesores con título de cuarto nivel PhD.

De los discursos inaugurales, hay que destacar algunas cuestiones: se habló de una realidad sin precedentes en el país, fruto de un cambio en la visión de la educación superior.

El presidente Correa dijo que Yachay representa “Un Ecuador que se proyecta hacia el futuro como un país soberano que ha decidido fundamentar su desarrollo en la única fuente inagotable de riqueza: el talento humano, el conocimiento…, hoy empieza otro boom, el del conocimiento, que durará para siempre porque es un recurso ilimitado”.

Yachay será el eje al que se vincularán los institutos de investigación públicos y privados, se recalcó, lo cual abre la puerta a alianzas estratégicas para la consecución de un viejo anhelo de muchos investigadores ecuatorianos que con limitados recursos financieros realizamos investigación seria.

Se dijo que con Yachay se quiere pasar a la economía de las ideas, de la innovación, como pilares del cambio de la matriz productiva nacional, lo que ayudará a Ecuador a retener su gente más brillante, así como crear los mejores talentos para ciencia y tecnología.

Aún en construcción, los desafíos de Yachay son enormes. Armar fuerte e igualitariamente su cuerpo de profesores, tener instalaciones modernas y funcionales, equiparse con tecnología moderna y competitiva, apuntar a las reformas legales que permitan facilitar la investigación nacional, fomentar las cooperaciones interinstitucionales nacionales y, sobre todo, internacionales equitativas; encontrar el camino más idóneo para obtener los materiales de investigación. Estas son solo algunas de las aristas que hasta hoy han impedido a los investigadores ecuatorianos hacer más ciencia y de mejor calidad.

Hacer ciencia de alto nivel desde Ecuador es muy difícil. Deseamos que Yachay, unida a todo el sistema nacional de investigación y de investigadores, que sí los hay, resuelva este asunto adecuadamente. La meta es común y el Presidente la resumió al afirmar que debemos hacer ciencia nacional, liberarnos de la dependencia del conocimiento que tradicionalmente hemos mantenido, confiar en el talento ecuatoriano, producir conocimientos de interés social y de libre acceso.
La ciencia, la tecnología y la innovación también son fundamentales para la paz y representan una esperanza para la nación.

cpazymino@telegrafo.com.ec