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Retrato genético

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Desde la secuenciación del genoma humano en 2003 y dentro del Proyecto Estudio de Asociación de Genoma Completo, los genetistas hemos trabajado en la posibilidad de asociar cada gen, de los 23 mil existentes, con características individuales específicas como la talla, el color del pelo o de los ojos, el volumen corporal, el tamaño de órganos internos, el desarrollo de una enfermedad, etc.

Se han acumulado millones de datos. Tan solo en uno de los proyectos de identificación de genes en mil individuos, llamado Genoma 1000, hemos pasado de terabytes de información (1012 o mil gigabytes), a petabytes (un cuatrillón de bytes o 1015, o mil terabytes).

Actualmente se trabaja en la secuencia y correlación de genes de un millón de individuos en el ambicioso proyecto ‘Enciclopedia de los Elementos del ADN’ (Encode), para determinar la función de cada gen, y en otro proyecto asociado, el proyecto ‘Genoma Humano Escrito’. Se han descifrado ya miles de genes y su característica física, e incluso se quiere sintetizar (escribir) un genoma humano completo y traducirlo en datos visibles.

En los intentos por lograr esta visibilidad física según las órdenes de los genes y uniendo los datos existentes, se ha logrado transformar en imagen digital el rostro de una persona y de un perro. Así, se retrató a Craig Venter, líder del Proyecto ‘Genoma Humano’, y hoy se lo puede hacer de manera particular por 30 mil dólares.

Más allá del negocio del genoma y de las curiosidades en el funcionamiento de los genes, atrás del retrato genético consta la información que se tiene de cada gen. Hace unos años no se lograba correlacionar tan eficientemente datos genómicos con físicos, pero hoy se puede construir individuo por individuo; es decir, entramos a la medicina personalizada, como meta de la impresionante propuesta de escribir el genoma.

Con la información obtenida a través del genoma completo de los individuos, se podrán diseñar fármacos personalizados, vacunas individualizadas y hasta tratamientos personales. Los costos por ahora son altísimos, pero caminamos a esas metas.

Reivindicar a los ateos del mundo

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Estamos habituados a asumir que todas las personas tienen creencias religiosas o creen en Dios y les cuesta entender o aceptar que existan personas que no profesan religión alguna o no creen en dioses. A esta cualidad interesante de no tener dios ni religión se la conoce como ateísmo. Frente al ateísmo está el teísmo, esto es, las personas que sí creen en Dios. La palabra ateo fue utilizada desde su origen de manera peyorativa para referirse a personas que rechazan la existencia de una deidad. Por eso los ateos siempre fueron mal vistos, criticados o apartados de las normas sociales; por ende, se los consideró peligrosos y fueron perseguidos oficialmente hasta el siglo XVIII, cuando la Ilustración cuestionó el teísmo. Aunque actualmente hay remanentes de discriminación. El sustento del ateísmo está en el empirismo racional y en el conocimiento científico. Sus pilares parten de la crítica a la existencia de lo absoluto y su defensa se sostiene en el libre pensamiento. Desde el punto de vista de la acción, los ateos son de dos tipos: pasivos y militantes.

Se calcula que en la actualidad existe 13% de ateos en el mundo, con un crecimiento de esta postura hasta del 30%, dependiendo de las sociedades. Al parecer, mientras más culta e informada está una sociedad, más ateos tiene. Los Estados optan en general por ser neutros en relación a la religión y a Dios; se declaran en esencia laicos, es decir, ajenos a cualquier confesión religiosa, lo cual garantiza el respeto a todas las personas, sin importar la religión que profesen, pero hay matices.

Pese a la aparente libertad y desarrollo de las sociedades, los ateos son aún mal vistos y discriminados. Recientemente, el presidente de Estados Unidos, B. Obama, aprobó una ley que protege y da garantía a los ateos. La ley tiene carácter internacional, es decir, promueve la vigilancia hacia persecuciones que muchos grupos religiosos, como católicos, cristianos, judíos, musulmanes y más, han incurrido contra personas de otras religiones o ateas, en lo que denominan “abusos de la libertad religiosa”. Recuérdese que existen al menos 13 países que pueden condenar a las personas que no profesan religión alguna o son ateos.

Los derechos que otorga la nueva ley parecerían una manera de ganar terreno entre los ateos musulmanes. La ley abre nuevas posibilidades de coexistencia internacional, cultural y étnica, y es un llamado a la búsqueda de tolerancia ante creencias distintas. Parece que al fin se entiende que ninguna religión es la verdadera o tiene derecho a perseguir, y que el ateísmo sí puede ser una salida a las pugnas de fe y de poder.

Mascotas sí, pobres no

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Una vez terminadas las fiestas de la paz y del amor y la de feliz año nuevo, quiero llamar la atención de los fieles a los principios que profesan, sobre un hecho indignante, abrumador. Hace unos días, con los amigos del ‘Qué Te Importa Motoclub’, fuimos a desayunar en un restaurante de la plaza Foch, en Quito. Parqueamos nuestras ‘naves’ y, lo que es frecuente, las personas se acercaron a verlas y hasta a fotografiarse con esos magníficos aparatos de precisión mecánica y ergonómica, veloces y de diseño escrupuloso.

Entre los curiosos de las motos estaban los niños betuneros. Apegado a los sentimientos de solidaridad, humanidad y reciprocidad, los invité a desayunar. Escogieron sus desayunos, pagué y, al momento de ocupar la mesa, oh sorpresa, uno de los responsables del local prohibió a los niños sentarse y quedarse allí entre los clientes ‘respetables’ y ‘bien presentados’, de aquellos a quienes les molesta la pobreza y se sienten agraviados por tener que compartir con personas sin equitativas oportunidades sociales, económicas y culturales. Recordé a una famosa de la farándula que decía que le encantaban los niñitos de Biafra y Etiopía, pero que le molestaban los moscos revoloteándolos. Esta enfermiza experiencia que vivencié coincidió con las discusiones que tenían lugar en la Asamblea, acerca del Código Ambiental de Ecuador, el cual incluye normativas sobre el trato a los animales. El código expresamente prohíbe: provocarles maltrato, daño, muerte, abandono, hacinamiento, aislamiento, envenenamiento, publicación de material que promueva la violencia y la zoofilia. Aunque no estoy de acuerdo, el código contempla también la prohibición de su uso para experimentación (otra traba dogmática más que impedirá el desarrollo científico nacional).

Magnífico por los animales, pues en la historia de deshumanidad, discriminación e hipocresía teísta y religiosa que narro, en el momento que se prohibía sentarse a los niños empobrecidos por la injusticia social, se erguía intimidador un letrero de ‘Pet friendly’ (amigable para mascotas). El colmo llega cuando dicen: “Prefiero a las mascotas que a las personas”.

Mi irritación desencadenó un mal momento, repudio y desprecio a tal conducta. Nos marchamos de esa fonda y no he vuelto más a sus mesas degradantes e impías. Debería existir alguna ley que sancione a dueños y administradores de sitios públicos que se comportan de esta manera, sin embargo, lo que he visto como constante es ese comportamiento arribista y pequeño burgués en honor a los animales. Mascotas sí, pobres no. Un excelente año.

Lo mejor en ciencia 2016

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Los mejores avances científicos del año que termina fueron escogidos por afamadas revistas de investigación y por investigadores destacados. Veamos:

La aplicación de la técnica de edición de genes, es decir, borrar una información del ADN y volverla a escribir de manera correcta o cambiando su contenido, resultó el mejor trabajo de 2016. Se llama CRISPR-Cas9 y se detectó con un criomicroscopio electrónico. Tal herramienta ha generado una guerra de patentes que involucra unos 46 millones de dólares a más de una pelea para controlarla, por parte de las transnacionales de la biología molecular.

En el campo de la genética se descubrió el número mínimo de genes que permiten sobrevivir a los organismos, esto es, 473 genes mínimos para la vida. El descubrimiento permitió alinear todos esos genes y producir la primera bacteria artificial, lo que ha provocado interesantes discusiones entre creacionismo y evolucionismo.

Otro hallazgo científico relevante es la evidencia de las ondas gravitacionales emanadas del choque de 2 agujeros negros en el universo. El ‘susurro cósmico’ generado por esta colisión fue detectado en un observatorio astronómico tras 100 años de búsqueda. Se destaca, además, en el tema astronómico, la llegada de la sonda Hubble a Júpiter y el descubrimiento del planeta Próxima Centauri con características muy similares a la Tierra y con buenas posibilidades de generar vida, a solo 4,2 años luz de distancia. En el campo de la antropología y paleología se demostró la muerte de Lucy (nuestro antepasado antropomorfo de 3,5 millones de años), debido a una caída de 12 metros de altura. También llama la atención el hallazgo de huellas humanas de hace 19.000 años en Tanzania, así como evidencia de que las actividades cerebrales de percepción de errores se encuentran también entre los chimpancés.

La descripción del mecanismo molecular por el cual la célula se limpia de impurezas (autofagia) fue galardonada con el premio Nobel de Medicina. En Química se premió a quienes desarrollaron nanomáquinas moleculares o moléculas con movimientos controlables, en Física, al descubrimiento de las transiciones de fase de la materia y en Economía a la teoría de los contratos. Concluye el año en ciencia con promesas futuras, como la aplicación en medicina a gran escala de la edición genética y la secuenciación del ADN en equipos portátiles (nanopore) para la cura de enfermedades, o el descubrimiento de la vida extraterrestre y la síntesis de vida artificial. Quizá estos avances influyan en los países de economías pequeñas, de lo contrario, nos tocará utilizar ciencia caduca.

La ciencia y los sabores de las fiestas

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

La época de fiestas se caracteriza, entre otras cosas, por las comidas. Los alimentos y las formas de preparación tienen orígenes socioculturales, también relacionados con la imagen personal y con la salud. La selección de la comida y los sabores que preferimos tienen explicación científica y genética. Percibimos 5 tipos de sabores: amargo, ácido-agrio, dulce, salado y umami. En la lengua existen papilas gustativas y receptores del sabor, determinados genéticamente. Esta percepción la heredamos de padres y ancestros, y adquirimos tal característica en la evolución de las especies. Podemos diferenciar en mayor o menor grado los sabores, dependiendo de la sensación que causan, lo cual hace que nos guste más una comida que otra, pero además, aprendemos a comer y educar las papilas gustativas.

La percepción de lo amargo-agrio proporciona alerta frente a alimentos peligrosos; lo muy salado o dulce puede poner en riesgo la salud. El exceso de sal se relaciona con trastornos cardíacos y el de azúcar, con obesidad. El sabor umami es más sutil y lo determina el glutamato. En una investigación que llevamos adelante en el Centro de Investigación Genética y Genómica de la UTE logramos determinar que los ecuatorianos necesitamos hasta 90 veces más concentración de sustancias amargas para poder percibirlas, 8 veces más en el caso de las ácidas, 10 veces más para sentir el umami, mientras que para la sal necesitamos el doble y para el azúcar la respuesta es equivalente a la de otras poblaciones del mundo.

Estos hallazgos explican por qué nos gusta el ceviche, ovos, tamarindo, tomate de árbol, los mariscos, la carne roja, aves, aguacate, ají, ishpingo, café, cacao, chocho, alcohol, las conchas, almejas, nabos, berros, chirimoyas, guanábana, entre otros. Justo alimentos que nos identifican como ecuatorianos. Los pueblos son lo que comen y comen lo que genéticamente perciben.

Los alimentos de mayor consumo pueden encaminarnos hacia ciertas enfermedades. Al necesitar más sal o alcohol, hay más riesgo de hipertensión o daño del hígado. Si comemos mucha azúcar, mayor riesgo de diabetes. Carnes rojas y mariscos (umami) riesgo de gota.

A disfrutar las exóticas comidas y sabores del país, pero pendientes de la salud individual, familiar, social. Las campañas de salud pública deberían educar sobre los alimentos que consumimos y entender las preferencias poblacionales. La relación entre genética y alimentación es tan estrecha que hoy hablamos de nutrigenómica, es decir cómo el individuo responde a los alimentos.

Mujeres resistentes

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

No me referiré en este artículo al tema de la violencia contra la mujer y el rechazo que esta tiene en las sociedades, aparte de que estamos invadidos de violencia en muchos estamentos de la sociedad y hasta estamos casi habituados a ella. Trataré, en cambio, la resistencia de las mujeres a ciertas enfermedades y al cáncer en particular, fenómeno explicado desde la genética. En la evolución de las especies, muchas características ventajosas fueron centrándose en las hembras. Así, genes específicos de maternidad, genes de mitocondrias que solo se transmiten por vía materna, y acumulación de genes en dosis doble en los cromosomas sexuales, los X. Recuérdese que las mujeres tienen dos X (son XX) y los hombres solo uno (XY). Al tener dos cromosomas X, las mujeres tienen un ‘respaldo de genes’.

Las mujeres son el sexo favorecido en muchos aspectos, evolutivamente hablando, y los estudios recientes en cáncer apoyan esta formulación. También el cáncer tiene que ver con la geografía, el hábitat de las personas, su trabajo, o con la exposición a sustancias tóxicas; y normalmente con ello se ha explicado el porqué las mujeres tienen menos cáncer; pero esto no parece ser del todo real. Estudios recientes muestran que las mujeres, por tener dos cromosomas X, tienen doble dosis funcionante de genes. Por eso, estos dos genes similares en doble dosis determinarían mayor resistencia al cáncer. En tal fenómeno, genes llamados EXITS actuarían bloqueando los genes que provocan el cáncer.

Los hombres, en contraste, al contar con un solo gen X, tienen solo un funcionante y son más propensos a las mutaciones genéticas y, por tanto, a los cánceres. Así, es más probable que se mute un solo representante del gen en los varones, a que se muten los dos de las mujeres. Para entender esta teoría del riesgo diferente de enfermedades de acuerdo al sexo y del cáncer específicamente, se analizaron 4.000 pacientes con cánceres, con 21 tipos diversos de cáncer, encontrándose que 6 genes son clave para el desarrollo de esta enfermedad y que los varones lo tienen mutado más veces que las mujeres. Otros 18.000 genes son analizados con el fin de hallar más genes involucrados en estas diferencias entre hombres y mujeres para las enfermedades.

Este análisis muestra la importancia del desarrollo de la medicina genómica. Solo entendiendo al conjunto de genes y su intervención en las enfermedades se puede hacer mejores diagnósticos, más efectivos tratamientos e incluso incentivar el asesoramiento genético, con la finalidad de prevenir enfermedades dramáticas.

El aborto y la posición del Papa

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

El tema del aborto causa discusiones éticas importantes en diversas sociedades, más aún en aquellas que profesan la religión católica, aunque hay religiones donde no despierta mayor polémica. En Ecuador se discutió al respecto y en su momento hubo asambleístas que defendieron el aborto, pero luego claudicaron frente a la posición del Presidente, quien incluso amenazó con renunciar si se aceptaba la legalización del aborto por cualquier causa.

El resultado fue un cuerpo de ley punitiva que involucra a distintos individuos. Así, la mujer que aborta y el personal de salud que lo realice o lo encubra son culpables del delito de aborto, por tanto, tienen sanciones penales. Además, desde un enfoque basado en el catolicismo, la ley condena a las mujeres y las limita en sus derechos reproductivos. No obtuvieron resonancia los argumentos de salud pública ni los de índole psíquica, ni se consideraron aspectos socioeconómicos. Ecuador se aferró a la tradición.

En el país, el aborto ocupa el quinto puesto en la mortalidad general y representa el 15,6%. Los abortos en menores de edad ocurren tras una violación, según la definición legal, y representan el 4%. Las cifras indican que más de 3.800 mujeres violadas tuvieron un embarazo y que en el año se cuentan 122.301 embarazos de adolescentes entre 12 a 19 años. Estas cifras reflejan un sustancial problema de salud pública que no ha sido enfrentado con franqueza en Ecuador, y peor aún: no ha sido mitigado ni con el Plan Familia ni con las campañas dirigidas a adolescentes.

El aborto es una realidad y hay que enfrentarla. Como genetista sigo la línea de la Guía de Práctica Clínica ‘Atención del aborto terapéutico’, jamás publicada por el Ministerio de Salud, y con el Colectivo Salud Mujeres 2.0, que reivindica el aborto como un derecho, al menos en mujeres violadas o con diagnóstico de problemas graves en el embrión o feto (aborto eugenésico). No se debería criminalizar el aborto, sino legalizarlo por al menos estas dos causales más.

El Papa, dentro de sus políticas más sociales y con una nueva visión, ha otorgado la posibilidad del perdón del “pecado del aborto”. Cualquier sacerdote, y de manera indefinida, podrá absolver tal pecado, porque la religión es misericordiosa, como ha mencionado el Pontífice. Desde esta perspectiva, el Derecho Romano debería cambiar y las leyes humanas volverse más adecuadas frente al problema. Lastimosamente, en Ecuador no se ve un cambio real en este punto, y las leyes al respecto siguen influenciadas por la religiosidad y el tradicionalismo oficial.

Los candidatos y la ciencia (II)

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Es muy pertinente preguntar a los candidatos presidenciales de Ecuador acerca del lugar que ocuparía el desarrollo científico y tecnológico en el país, si llegan a ganar las elecciones, pues lo usual, frente a las crisis económicas –reales o forjadas–, es postergar, relegar a la ciencia nacional, así como a la cultura y al arte. Cuando los candidatos hablan de reducir el tamaño del Estado, optimizar la burocracia, reducir el gasto público, bajar impuestos, promocionar tratados de libre comercio, impulsar el sector mercantil, controlar el gasto público, concesionar sectores estratégicos o desmantelar cuanto se haya adelantado, la ciencia y la tecnología (C&T) se ven afectadas, ya que no son prioritarias para los políticos.

Al parecer, la ciencia no importa en la contienda electoral ni se la ofrece, como en el caso del empleo y la vivienda. No existe una ruta definida en las ofertas electorales para mejorar C&T, y dar paso a un país soberano en conocimiento, autónomo en desarrollo y libre en investigaciones de interés nacional. Seguramente, esto se relaciona con los pocos investigadores registrados en Ecuador (11.410), que representan pocos votos. Sin embargo, la propuesta de desarrollar la C&T es trascendental, dado que esto se relaciona con el bienestar social. Salud, vivienda, soberanía alimentaria, desarrollo hidroeléctrico, reemplazo de combustibles fósiles, mejoramiento del agro y de sus productos, energía eólica, etc., se fundamentan en la ciencia; por tanto, ningún programa de gobierno debería dejar de lado una propuesta coherente para el desarrollo de C&T.

De otra parte, como el desarrollo científico de un país está vinculado a las ideologías de sus gobernantes, las posiciones religiosas, sociales, laborales y económicas que tengan influirán para que el aparataje estatal avance de forma autónoma o siga un rumbo impuesto. Para tener claro este aspecto, cabe conocer: ¿Qué acciones se tomarán con respecto a la carencia de medicamentos modernos? ¿Cómo se introducirá al país en la era de la medicina personalizada y genómica? ¿Qué nuevas alternativas agrarias se tendrá frente a las deficiencias productivas? ¿Cuál será la política de desarrollo nacional en ciencia? ¿Cuánto invertirán?

Una minuciosa evaluación de los programas presidenciales muestra menciones tangenciales sobre C&T, y se puede decir que no existen propuestas concretas de desarrollo de C&T. En algunos programas se alude a la importancia de la ciencia y de la investigación, mas no se manifiesta cómo será el apoyo para su adelanto.

Los candidatos y la ciencia (I)

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Los países que más invierten en ciencia y tecnología (C&T), más adelanto y desarrollo logran. Esto se relaciona con programas de gobierno y, por lo mismo, es crucial identificar las propuestas de los candidatos presidenciales ecuatorianos, con respecto al desarrollo científico y tecnológico, lo cual, para que no quede en plano de retórica utópica, deberá necesariamente vincularse a la producción científica, que en Ecuador puede evaluarse como baja.

Nuestro país pasó de $ 84 millones de inversión en C&T en 2006, a $ 1.923 millones anuales en 2014, que representa un cambio del 0,2% del PIB a más del 0,44%. Durante los mismos años pasamos de 1.550 investigadores registrados, a 11.410. En cuanto a patentes, de 2 a 30 (datos: Organización de Estados Iberoamericanos acápite Ciencia, INEC-Senescyt). En producción científica mundial, Ecuador pasó de 313 trabajos de investigación con presencia internacional en 2006, a 1.601 en 2016, aunque aún representa el 0,03% de la producción científica mundial.

Encuestas sobre la problemática de C&T identifican como obstáculos: falta de apoyo gubernamental, debilidad en política pública con respecto a ciencia, desfinanciamiento, ausencia de políticas de desarrollo científico, limitado personal de investigación, ausencia de institutos de C&T, costos altos, criterios cerrados para el desarrollo, poco cambio tecnológico e intercambio científico, pobre infraestructura de investigación.

Por tanto, cabría preguntar a los candidatos presidenciales qué plantean para el avance del país, considerando que todo está ligado a la ciencia: salud, vivienda, servicios, telecomunicaciones, industria; la producción misma, el bienestar humano, son producto de la ciencia y de su desarrollo. ¿Qué entonces plantean al respecto?

El candidato Lasso, aunque no habla de C&T, ha manifestado que eliminaría la Secretaría de Educación Superior Ciencia y Tecnología (Senescyt); promete continuar con el programa de becas, pero sin referirse a costos ni al cómo. ¿El resto de candidatos la mantendrán o definirán otras funciones?

Si bien se apoyan los cambios y se evidencia que ha habido adelanto desde 2006 hasta la actualidad, hay críticas significativas, por ejemplo, hacia algunas transformaciones del trabajo de investigadores y de universidades. Sin embargo, se coincide en que es imperioso el apoyo a la ciencia y que, sin un programa claro, es posible que solo se haga lo urgente, mas no lo necesario. Este es, pues, el momento en que los científicos debemos liderar la exigencia de pronunciamientos claros sobre este tema, tradicionalmente relegado.

La ciencia y Donald Trump

Por: Dr. César Paz y Miño
Científico e Investigador de la UDLA

Tras la victoria de Donald Trump, junto a las protestas en el país ‘más democrático del mundo’, al pedido de independencia de California y a la estampida de quienes no aceptan tal presidente, también investigadores científicos han anunciado sus preocupaciones.

No es para menos. Las declaraciones de Trump durante la campaña inquietan. Además, su vicepresidente Mike Pence, un evangelista creacionista, se opone a los estudios en células madre y al aborto, por ejemplo, lo cual hace temer en torno a un posible retroceso en las investigaciones, y en una arremetida de las tendencias antievolucionista y antidarwiniana, ya presentes en varios estados.

Trump habló sobre los viajes espaciales y la política de unir esfuerzos privados y públicos con finalidades más empresariales. Asimismo, manifestó su opinión favorable sobre la defensa de las patentes estadounidenses. Planteó controlar visas a los científicos extranjeros, como parte de su visión hosca sobre los inmigrantes. En cuanto a la ciberseguridad en internet, Trump, aparte de promoverla, quiere fortalecerla y aspira a que Estados Unidos obtenga el cibercomando. Adicionalmente, sugirió el bloqueo de internet para grupos asociados al terrorismo.

Igualmente, lo contradictorio del planteamiento de Trump es su visión del calentamiento global. Aseveró que este tema “es un invento de China para que la industria estadounidense sea menos competitiva”, y aunque luego se retractó, aseguró que existen problemas más graves en su país. Por tanto, el reducir la producción de CO2 no es su prioridad, al punto de que plantea cancelar el Acuerdo de París, firmado por más de 100 países; desmantelar la Agencia de Protección Ambiental e incluso el compromiso de disminuir el 25% de emisiones de gases invernadero. En un comunicado que le enviaron en octubre pasado 400 científicos (30 premios Nobel entre ellos), sumado al pronunciamiento reciente de la Asociación Americana para Avance de la Ciencia (AAAS), se le pide a Trump que “abra los ojos y acepte las evidencias científicas del cambio climático” y que acepte la ciencia.

La preocupación de los científicos es significativa. Tantos desatinos desconciertan y desalientan a quienes luchamos porque la ciencia progrese para beneficio de la humanidad. La ciencia debería ser el sustento para certificar la equidad humana, para cuestionar la colocación de muros de cualquier índole. Los científicos anhelamos un mundo sin guerras, que en el contexto contemporáneo no deberían ser justificadas en nuevas cruzadas contra quienes no comparten la misma religión.