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El populismo en el 2021

Por: Dr. Fernando López Parra PhD.
Rector del Instituto de Altos Estudios Nacionales -IAEN- la Universidad de Posgrado del Estado

 

Para quienes somos curiosos de la política, el populismo constituye un fenómeno de difícil comprensión y explicación. A diferencia de otras ideologías de la modernidad, como el liberalismo, el comunismo y el anarquismo, el populismo no se asocia con una de ellas de forma clara y definitiva. Revisando algunos trabajos relevantes sobre el tema, encontramos que el populismo consiste en enfrentar un “pueblo entero” con una “élite corrupta” por medio de discursos difusos e inmediatistas, en los que prima la idea de oponerse a la política tradicional a cualquier costo, con un mensaje que impresiona de forma sorprendente a la mayoría de la sociedad.

América Latina, desde hace cerca de ocho décadas, ha experimentado diferentes tipos de populismo, en tanto que en Ecuador dicho movimiento se lo vivió durante los Gobiernos de quien fuera cinco veces presidente del país, aun cuando solo logró concluir un único período presidencial, el doctor José María Velasco Ibarra, quien, por cierto, también por dos oportunidades se declaró dictador. En tiempos recientes se incluye a Abdalá Bucaram y Lucio Gutiérrez, quienes tampoco terminaron sus períodos presidenciales. Está en duda, y de forma argumentada, la saga del Gobierno de Rafael Correa, debido a que no hay una definición clara de su propuesta, puesto que sabemos que eso del socialismo del siglo XXI no tiene argumentos ideológicos que sustenten el quehacer político, y esto inclusive, en su momento, lo alertó el destacado filosofo ecuatoriano Bolívar Echeverría.

Ernesto Laclau señala que siempre aparecen estos movimientos populistas en el contexto de una crisis del modelo hegemónico y coloca en tensión a los dominantes y dominados de la sociedad. En esta época de elecciones observamos que dicho discurso, sin ideología clara, carente de un contenido programático específico, ausente de claridad en sus posiciones ideológicas, está presente en gran parte de los candidatos presidenciales que nos ha tocado en las elecciones que estamos experimentando. Lo que la experiencia nos dice es que nunca los gobiernos populistas nos han dejado bien parados, ya sea por el abuso y debilitamiento que hicieron de las instituciones del Estado o por el manejo poco claro de las finanzas públicas.

Ojalá, por bien del país, no salgamos con un “domingo siete” este próximo 7 de febrero, eligiendo a algún candidato populista que nos ofrecen de todo, hasta plata en mano, otros dicen bajar los impuestos, también traer vacunas nos han prometido a cambio de nuestro voto, todo esto por encima de un mínimo de principios ideológicos y políticos. No hay que olvidarse que la política es la expresión de la razón, de la ética y de la inteligencia en beneficio de la sociedad. Votemos pensando en mejorar la educación, la salud, el empleo, la economía y otros elementos que están ligados al bienestar de toda la sociedad; para esto, es la política y las elecciones.

El virus de la desigualdad

Por: Dr. Fernando López Parra PhD.
Rector del Instituto de Altos Estudios Nacionales -IAEN- la Universidad de Posgrado del Estado

 Varios informes y comunicados de prensa en este último tiempo colocan que la pandemia de coronavirus no solo que nos afectó de forma directa a la salud de la humanidad, sino que este virus vino con el potencial de agravar la desigualdad en prácticamente todos los países al mismo tiempo en que empeora la situación sanitaria. El lunes pasado se presentó información contundente sobre la desigualdad de la pandemia, mediante la prestigiosa ONG internacional Oxfan, que trabaja con más de 3500 organizaciones en todo el mundo y que precisamente mide la desigualdad social del planeta.

Hasta la fecha, según Oxfan, han perdido la vida más de dos millones de seres humanos, cientos de millones de personas están siendo empujadas a niveles de pobreza y pobreza extrema de forma directa. Por otro lado, en tan solo nueve meses las mil mayores fortunas del mundo han recuperado su nivel de riqueza que poseían justo antes de la pandemia, mientras que para las personas en mayor situación de pobreza esta recuperación podría tardar más de una década en llegar.  Se evidencia que el incremento de la fortuna de los 10 mil millonarios más ricos del mundo bastaría para evitar que nadie cayese en la pobreza a causa de la pandemia y además serviría para financiar una vacuna universal contra la covid-19.  También, ciento  doce (112)  millones de mujeres dejarían de tener un riesgo elevado de perder sus ingresos y empleos si la presencia de hombres y mujeres en los sectores económicos más afectados por la pandemia fuese equitativa. El 87 % economistas consultados en la muestra prevé que la desigualdad de ingresos aumente o aumente mucho en sus respectivos países a consecuencia de la pandemia.

Sin duda, la crisis de la pandemia ha puesto en evidencia todas las políticas públicas, a las instituciones del Estado, a la fragilidad de la sociedad, a la ausencia de acuerdos de mediano y largo plazo. Nuestros Estados, si quieren revertir esta realidad no pueden seguir con políticas que benefician las cuentas de pocos en desmedro de muchos.

Es absolutamente necesario y queda demostrado que hay la necesidad de implementar políticas públicas transformadoras muy diferentes a las tradicionales, y peor pretender implementar limosnas en el corto plazo como se nos ofrece en estas épocas por nuestro voto. Ya no es posible retornar a donde estábamos y esto es una realidad incontrastable. Nuestro Ecuador, tiene una oportunidad de pocos con las elecciones que se avecinan. El nuevo gobierno, que esperemos sea serio y responsable, pueda, junto con la sociedad proteger lo poco que tenemos en verdad y que es la vida. Los gobernantes deben implementar políticas para que los hijos de nuestros hijos vivan en un mundo más justo, sostenible y equitativo. No podemos ser irresponsables en elegir a candidatos que piensen en el presente como única fórmula propositiva, ojalá podamos elegir a alguien que tenga un perfil estadista para que nos gobierne pensando en ese futuro deseado y que al final les entregue felicidad a los que vienen después de nosotros.

 

Votar

Por: Dr. Fernando López Parra PhD.
Rector del Instituto de Altos Estudios Nacionales -IAEN- la Universidad de Posgrado del Estado

La gran crisis planetaria de la salud y de sus efectos en todas las dimensiones de la vida humana es notoria e incontrastable y en estos tiempos de electorales corremos el riesgo de desdeñar y de colocar que nada sirve y de no encontrar ningún recambio viable, dejando el terreno despejado para los populistas, oportunistas y autoritarios de todos los tonos.

Se siente en el ambiente además del virus un cierto sentimiento de frustración de la sociedad actual, no hay gobernante que no se vea doblegado ante una realidad imprevisible que pone en ciernes todas las formas de organización y de representación que la humanidad ha conseguido en su devenir histórico. Hay en el fondo una crítica silenciosa al sistema de representación democrática. Se considera que los que están en el poder no nos representan y los que se presentan como candidatos también no son los que reúnen los requisitos para darles la confianza del voto.

Como se ha diseñado el escenario tiene una perspectiva pesimista, pero no deja de ser realista al final de cuentas. La pregunta es ¿Qué hacer ante esta crisis de representatividad? Lo que hay que hacer es, sin duda, votar de forma consciente y decidida para profundizar la democracia que hemos construido, hay que valorar lo político y sus discursos y contraponer con los políticos y sus ofertas que nos presentan en campaña. Hay que valorar a los que nos ofrecen recomponer la idea de un proyecto de país que sea común y sin fragmentación, no se puede votar por aquellos que buscan auto privilegiarse y usar las instituciones para descomponerlas y sirvan exclusivamente para ellos y no para la sociedad para las cuales fueron creadas.

La preocupación inminente es remediar la política sanitaria y económica de nuestro país, necesitamos respuesta de qué vamos hacer con el desempleo, la educación, la seguridad, las relaciones internacionales y otras políticas. Nos encantaría invitar a los niños y jóvenes, por ejemplo, a que escuchen los debates en la Asamblea que hoy suena una pérdida de tiempo la invitación.

También nos gustaría mucho acompañar a nuestro futuro presidente en sus discursos, pero parece, que la anti política sobrepaso a las ideas inteligentes para el progreso y la vida. Los discursos se han convertido en una caja de ideas sin sustento y coyunturales.

La salida que tenemos para una democracia más fuerte y legitima es, sin duda, mejorar la educación para decidir con idoneidad, porque hoy lo que tenemos es un electorado con déficit, ya que somos, en gran parte, el resultado de políticas de educación que buscaron de forma ignorante despreciar la historia, la cívica, la moral, la solidaridad, el bien común. Hay que elevar a la clase política y al electorado a niveles en donde el debate de las ideas supere a los intereses de individuos que ofrecen el oro y el moro por nuestro voto.

 

¡Qué nos vaya bien!

Por: Dr. Fernando López Parra PhD.
Rector del Instituto de Altos Estudios Nacionales -IAEN- la Universidad de Posgrado del Estado

Cuando el derecho al voto se puede ejercer en las urnas, hay un momento, a la hora de votar, en el que se siente uno solo con la conciencia para poder actuar. Al pararme en el cubículo y buscar la casilla en la que voy a marcar mi decisión de votar, para decidir y escoger el candidato de mi elección, la pregunta que salta a la mente es: ¿Por qué estoy votando por ese candidato? Las respuestas en términos reales o subjetivos pueden ser simples o innúmeras, pero la complejidad de la decisión por quién votar es difícil y muy importante.  Se vota no solo de forma individual sino para todos los que conforman la sociedad.

Una de las vías es la reflexión si lo que voto está respaldado en el mito o en la verdad. El mito es una explicación irracional o un exceso de figuración o de discursos, no hace una explicación de la verdad y esto se puede resolver con las siguientes peguntas para aproximarnos a la verdad: ¿Me ofrecieron algo a cambio? ¿Me están presionando para que lo haga? ¿Estoy haciéndole un favor a un amigo? ¿Estoy votando por rencores? ¿La ideología que tiene ese candidato es cuestionada? ¿Los principios que yo profeso están en relación con mi decisión? Y, principalmente. ¿Mi voto por ese candidato garantiza el futuro de nuestra sociedad? Éstas son algunas de las preguntas complejas que tenemos que hacernos antes de ejercer el derecho al voto.

El voto es un deber también, la responsabilidad con nuestra familia, con nuestro país y con nosotros mismos. Votar por quien verdaderamente creamos que es la mejor opción y no por las razones equivocadas es el reto. Sabemos que cuando votemos y estemos solos nadie va a estar allí para decirte por quién debes votar. Solo estás tú, con tu conciencia y con lo que sabes.

Otra dimensión importante en juego es fortalecer la democracia con el voto consciente. No es posible votar por propuestas que vayan en contra de los valores supremos del Estado, no podemos darnos el lujo de votar por candidatos que piensen que las instituciones del Estado son de propiedad de ellos y que den paso a que sus colaboradores hagan uso alegre de los recursos del Estado en beneficio de ellos y de sus familias. Cuidado con votar por gente que no tenga la preparación en conocimiento y en valores éticos para que represente a nosotros mismos.

Sabemos que hay limitaciones con los partidos políticos desde hace mucho tiempo y que se han convertido en meros instrumentos electorales, hay una clara ausencia de ideas y de propuestas, pero esto es lo que tenemos en las manos para decidir. La conciencia y el conocimiento es clave para poder votar en las próximas elecciones del 7 de febrero, se juega el futuro de nuestra sociedad y también de la vida de nuestros hijos. ¡Qué nos vaya bien!

 

Hipercomplejidad

Por: Dr. Fernando López Parra PhD.

Rector del Instituto de Altos Estudios Nacionales -IAEN- la Universidad  de Posgrado del Estado

La pandemia mundial del covid-19 ha acentuado los modelos y transformaciones del Estado y sus administraciones, que muchas de ellas, ya estaban en curso en la agenda de transformaciones del Estado.

Se reclama con fuerza un Estado presente en todos los ámbitos, las administraciones tendrán que enfrentarse a condiciones muy inestables: cambios rápidos en la economía, reformulación rápida de métodos y procesos, atención masiva en tiempos muy limitados, en un contexto de hipercomplejidad. A ello, hay que añadir las medidas que los gobiernos de todo el mundo tuvieron que tomar decisiones referentes a las restricciones de la libertad constitucional: confinamiento de la población, restricción de movimientos, vigilancia y control, medidas coactivas, gran dificultad de implementación de las políticas sociales en salud, educación, empleo, la violencia de género, vivienda y otras que son vitales para la vida en sociedad.

Los cambios y transformaciones en sus vertientes económica, política, administrativa y de control, no surgen exclusivamente en esta situación excepcional, sino que ya vienen gestándose desde hace unos años como se ha percibido, por ejemplo, en lo que sucedió a finales del 2019 en esta parte del mundo. Se alcanza a percibir la necesidad de cambios estructurales y hay que resolver preguntas como: ¿Se está configurando definitivamente un nuevo tipo de Estado y de su administración?

Ante preguntas tan difíciles y trascendentes lo que se propone es un diálogo para construcción de nuevos discursos, en donde prime la inteligencia y la ética como principios. Por otro lado, se requiere un diálogo entre campos del conocimiento que tradicionalmente se encuentran aislados y por eso limitados; como la política con la tecnología, la economía con la sociología, la administración pública con la geografía y otros.  No se puede seguir tratando problemas de tanta complejidad y urgencia con las mismas formas de pensamiento que han construido islas que solo sirven para ciertas elites académicas y nada más.

El reto es resolver problemas humanos, requerimos de líderes que sepan leer las dificultades, no es el momento para ensayos. Hay que elegir a gente – entre los candidatos- que maneje un compromiso con la humanidad y con el país. No podemos ensayar con legos ante tanta hipercomplejidad de los problemas que nos ahogan.

Así será el 2021

Por: Dr. Fernando López Parra PhD.
Rector del Instituto de Altos Estudios Nacionales -IAEN- la Universidad de Posgrado del Estado

 Sin duda el 2021 será tan diferente, complejo, novedoso y lleno de sueños e ilusiones.

Haciendo un ejercicio de prospectiva se anticipan ciertos hechos que sucederán en esta nueva traslación de nuestro planeta y que iniciamos mañana:

  1. Los esfuerzos para una recuperación económica con índices positivos será el gran desafío para todos, la necesidad de diversificar el mercado interno y externo se vuelve una necesidad. También en el ámbito financiero se prevé la inclusión de sistemas de intercambio monetario virtual y también el denominado open bankingcon grandes innovaciones tecnológicas. Los bancos deberán entrar en una carrera tenaz por conseguir y mantener a sus clientes.
  2. La llegada de la vacuna contra el Covid-19 trae una esperanza. Con ella se puede reducir el número de víctimas y sus infecciones. Sin embargo, la logística de la distribución y la duración de la inmunidad hay que enfrentar ya en las próximas semanas.
  3. La necesidad de un liderazgo legítimo en el mundo y en nuestra región seguirá siendo urgente. Este vacío continuará y se espera que haya nuevos discursos que valoricen la ética y garanticen el futuro de la humanidad.
  4. En el 2021, se buscarán nuevas formas de sustentabilidad para reducir el impacto ambiental, la ropa será más duradera y se estima será más barata. El uso de energías limpias estará como una exigencia en la agenda de los países.
  5. La amenaza mayor, probablemente, sea el cambio climático y la conflictividad, como se avizora en los medios internacionales. El agotamiento de los recursos y la desigualdad social son un reto para todos.
  6. Seguramente los sistemas de salud también van a optimizar el uso de tecnologías que se pusieron a prueba en el 2020 y el salto al uso de nuevas tecnologías estarán ya presentes en el mundo de la atención médica. La educación probablemente seguirá hibrida en todos los niveles, es decir, habrá un mixentre lo presencial y lo virtual.
  7. La gestión de las organizaciones públicas y privadas por el teletrabajo y el nivel de exigencia que se ha presentado en este año deberán ser más colaborativas y horizontales en sus jerarquías. La salud mental de los funcionarios será un factor que se deberá cuidar en casi todo el mundo laboral. La posibilidad de un trabajo 100% remoto ya es factible en gran parte de las organizaciones.
  8. El dominio político sobre las tecnologías será una variable constante en la economías, seguridad y defensa de los países. Las telecomunicaciones del 5G entrarán en casi todo el mundo, lo que se espera que el uso del internet de calidad sea un derecho universal.
  9. El arte está cada vez más accesible a través de los medios virtuales, los espectáculos artísticos que antes parecían lejanos ya se abrieron para el mundo.
  10. Los Juegos Olímpicos que iniciarán el viernes 23 de julio estará presente la generación Z con nuevas plasticidades y deportes novedosos como el skate, surf y BMX que enriquecerán las competencias deportivas del ser humano.

Esperemos con ilusión que lo positivo se concrete y lo negativo se pueda minimizar en el 2021. Todos tenemos un rol solidario para desempeñar y seguro que nos irá mejor para la vida y su futuro. Queridos lectores reciban mis mejores deseos para este Nuevo Año que comenzamos en pocas horas. Amén.

¡Llegó la vacuna!

Por: Dr. Fernando López Parra PhD.
Rector del Instituto de Altos Estudios Nacionales -IAEN- la Universidad de Posgrado del Estado

Edward Jenner es considerado el fundador de la vacuna en occidente en 1796, después de que inoculó a un niño de 13 años con el virus de la viruela, lo que le hizo desarrollar inmunidad contra la viruela humana. En esa época, ya existía como hoy algunos de los primeros oponentes a la vacunación porque creían que la vacuna era «anticristiana» por el hecho que esta innovadora cura provenía de un animal. También había desconfianza en Inglaterra de las ideas de Jenner sobre la propagación de la enfermedad. Ahora es reconocido como “el padre de la inmunología”.

La vacuna es uno de los mayores inventos de la historia de la medicina como se constata en varias publicaciones. Con más de dos siglos de historia y millones de vidas salvadas cada año, las campañas de vacunación han cambiado para mejor la trayectoria de la especie humana y han aumentado considerablemente nuestra calidad de vida, otros de los inventos importantes para tener la calidad de vida que hoy disponemos son los llamados antibióticos.

La obtención de la vacuna contra la covid-19 en un tiempo récord, es el resultado de estudios pasados y presentes y que engloba a más de 200000 científicos de este campo en su desarrollo. La humanidad debe sentirse feliz por la obtención de este gran logro del conocimiento.  En calidad de investigador y los que nos dedicamos a la academia sabemos que el conocimiento, por su propia naturaleza, es limitado y compartirlo es lo mejor. En el caso del desarrollo de la actual vacuna se han seguido todos los protocolos científicos y técnicos, por lo que se considera, que, en verdad, la llegada de la vacuna es el “mejor regalo” para la humanidad en época de Navidad. Claro está que ahora el desafío es que llegue a todos los que se requiere para sentirnos seguros y continuar con la vida de forma productiva y solidaria.

También se observa, como se constató en el pasado que todo lo que es vanguardista en la ciencia, trae reacciones contrarias de estratos de la sociedad y de la academia que son regidos por el escepticismo, el oscurantismo y el fundamentalismo infundados. Los críticos han tomado varias posiciones a lo largo del tiempo, que van desde argumentos teológicos hasta fraudes científicos.  Ahora la métrica del tiempo se pone en discusión de forma infundada, cuando todos sabemos que nunca en la historia del conocimiento ha existido un movimiento científico como el que estamos viviendo de tanto volumen y urgencia. Los resultados son en verdad para la ciencia maravillosos.

En el caso ecuatoriano hemos visto que nos adherimos rápidamente a la aceptación de la inclusión de una de las vacunas que quizá más vanguardista de las ya producidas, esperemos que la logística que se ha planteado tenga resultados eficaces. Es una campaña en la que  todos debemos colaborar y ser solidarios como sociedad.

Control social

Por: Dr. Fernando Lòpez Parra PhD.
Rector del Instituto de Altos Estudios Nacionales -IAEN- la Universidad de Posgrado del Estado

La existencia de una memoria para la discusión de una teoría administrativa en el Ecuador todavía está en proceso. Razón por la cual, se presenta precisamente como un desafío a ser enfrentado con seriedad por la academia ecuatoriana, hipótesis que ayuda en el sustento sobre la necesidad de disponer de un trazado histórico que nos sirva de sustento adicional para reconocernos como sociedad y principalmente para disponer de un respeto por las instituciones que construyen el Estado nacional.

Se considera que, en el ámbito de la administración pública en el Ecuador, más que en la administración privada, aparecen algunas pistas sobre la formación del quehacer administrativo a nivel nacional y que, gran parte de los modelos de gestión se han desarrollado en lo público antes que en el ámbito privado.

A lo largo de nuestra historia republicana, la administración y sus manifestaciones específicas no pueden ser analizadas desde otra perspectiva que no sea su comprensión como nexo regulador entre el Estado y la sociedad, como instrumento del ejercicio del poder real. De ahí que la institucionalidad administrativa en términos generales sea concordante con las exigencias y necesidades planteadas por las clases o fracciones de clase dominantes en los distintos momentos históricos.

Esta situación se repite en la historia de nuestro país con matices diferentes en la contemporaneidad y observamos el poco cuidado que se tiene con las instituciones del Estado, y en la anterior gestión de gobierno se observó con mucha claridad la utilización del aparato público con fines patrimonialistas. Los organismos de control pasaron a mano de los intereses políticos y la ausencia de moralidad, hasta el punto que el ex contralor está prófugo de nuestra justicia. Este es un pequeño caso que fragiliza al quehacer del Estado y su institucionalidad. También se utilizó, entre otros organismos estatales, a los organismos de poder electoral y muy probablemente lo que observamos en estos días son rezagos de un déficit institucional construido desde hace algún tiempo atrás.

Nos queda apostar en un control social fuerte que vaya más allá de las normas y de las instituciones, requerimos organizarnos como sociedad para ser los veedores de nuestras instituciones y los mandantes del futuro de nuestros hijos y del país.  El control social es el conjunto de prácticas, actitudes y valores destinados a mantener el orden establecido en las sociedades, por esto, el control social es el derecho y un deber que tienen todos los ciudadanos, individual o colectivamente, a vigilar y fiscalizar la gestión pública con el fin de acompañar el cumplimiento de los fines del Estado, promover y alcanzar la realización de los derechos y consolidación de la democracia y la institucionalidad del Estado.

El empleo en la pandemia

Por: Dr. Fernando López Parra PhD.
Rector del IAEN la Universidad de Posgrado del Estado

 

El mundo del trabajo se ve profundamente afectado por la pandemia del virus. Además de ser una amenaza para la salud pública, las perturbaciones a nivel económico y social ponen en peligro los medios de vida a largo plazo y el bienestar de millones de personas. La OIT y sus mandantes –gobiernos, trabajadores y empleadores– ahora tienen un papel decisivo en la lucha contra la pandemia y los efectos en el empleo, pues han de velar por la seguridad de las personas y la sostenibilidad de las empresas y los puestos de trabajo.

Un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de hace pocos días, encontró que los salarios mensuales cayeron o crecieron más lentamente en los primeros seis meses de 2020, como resultado de la pandemia del covid-19, en dos tercios de los países para los que se disponía de datos oficiales y que es probable que la crisis ejerza una enorme presión sobre los recortes salariales en un futuro próximo.

Los salarios de las mujeres y los trabajadores con salarios más bajos se han visto afectados de manera desproporcionada por la crisis. Se observó también en el informe de la Organización Internacional de Trabajo en los países donde se han tomado medidas enérgicas para preservar el empleo, empero los efectos de la crisis se han sentido principalmente a través de recortes salariales, en lugar de pérdidas masivas de empleo.

El World Wage Report 2020-2021 indica que la crisis no afectó a todos los trabajadores de la misma manera. Las mujeres sufrieron más daños que los hombres. Estimaciones basadas en una muestra de 28 países europeos muestran que, sin subsidios, en el segundo trimestre de 2020, la pérdida salarial de las mujeres habría sido del 8,1% frente al 5,4% de los hombres.

La crisis también ha afectado gravemente a los trabajadores con salarios más bajos. Las personas con una ocupación poco calificada perdieron más horas de trabajo que las que tenían una posición gerencial o profesional mejor remunerada. Utilizando datos del grupo de 28 países europeos, el informe explica que, sin los subsidios temporales, el 50% de las personas que ganan menos habrían perdido aproximadamente el 17,3% de su salario.

Esta situación en países de nuestra región tiene indicadores más alarmantes, por lo que ya se observa los efectos en las protestas sociales y en el aumento de la delincuencia en nuestras ciudades.  La tecnología no ayudó a mejorar los indicadores de empleo, todo lo contrario, con la robotización, el trabajo en casa por la pandemia motivó la reducción del empleo y del número de horas de trabajo.

La clave de las políticas públicas vinculadas con el trabajo en los países deben estar encaminadas en resolver esta situación compleja, en el sentido de que el capital generado por la utilidad necesariamente, ahora más que nunca, no solo debe generar más capital -utilidad, sino debe generar empleo y más empleo.

 

Cambios en la educación

Por: Dr. Fernando López Parra PhD.
Rector del IAEN la Universidad de Posgrado del Estado

En este tiempo de pandemia resulta estratégico e innegable repensar el papel de la educación, sus objetivos, sus formas, sus políticas y sus resultados. La educación en los diferentes niveles es el espacio de transmisión de conocimiento y de valores compartidos para el desarrollo de la sociedad. La educación transmite saberes teóricos y prácticos para  que el sujeto sea un actor transformador para el desarrollo.

La educación superior en todo el mundo se encuentra repensando toda la estructura porque ha colocado a los métodos, contenidos, procesos, lógicas, organización en el debate de la sociedad y de los gobiernos. Los cambios, incidirán en la estructura del posgrado, en los cuales se evidencia, como coloca el profesor del Instituto de Altos Estudios Nacionales, Patricio Rivas, en por lo menos dos urgencias: pensar en una política pública del financiamiento de los postgrados que asegure la calidad e igualdad de oportunidades en el acceso y; alinear sus contenidos con las demandas nacionales de desarrollo, es decir fortalecer su pertinencia de sus propuestas.

La literatura que se basa en las premisas de desarrollo humano, como las de Amartya Sen o Martha Nussbaum, así como Z. Bauman han ido configurando unos marcos conceptuales de política pública en educación superior y postgrados tan amplios como rigurosos para ser aplicados. Con la llegada del ciclo pandémico esos razonamientos, se han actualizado en tres planos. La investigación pertinente como base para enfrentar la complejidad de la crisis, para el periodo de recuperación, y para prevenir otras posibles tragedias sanitarias. La vinculación entre estrategias de desarrollo nacional y la diversidad, calidad, y accesos a postgrados, en instituciones públicas. La cooperación transversal, entre estas instituciones estatales para lograr configurar ciclos virtuosos de cooperación entre ellas y universidades públicas, regionales y mundiales por las vías de programas compartidos.

Hay una necesidad imprescindible que las universidades y el gobierno puedan discutir el futuro de la educación y la implementación de políticas públicas que garanticen el desarrollo de las nuevas formas de crecimiento resultado de estos grandes cambios que el mundo ha tenido en estos meses. Se constata que no solamente hay la necesidad del cumplimiento burocrático de las normas del sistema de educación; sino, de una estructura educacional que la sociedad sea testigo de resultados y soluciones concretas para problemas complejos que se presentan actualmente y en el futuro inmediato.