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Declaración de principios sobre la Educación Superior en tiempos modernos

Por: Dr. Gustavo Vega Delgado PhD.
Rector de la Universidad Internacional del Ecuador
Declaración de principios sobre la Educación Superior en tiempos modernos
Creo en una universidad humana en donde cohabiten el humanismo y la tecnología
  • Una universidad en donde se honre la vida por encima de la ideología.
  • Una universidad lúdica en donde el humor sea parte de la esencia institucional.
  • Una universidad en donde la ética sea la linterna de minero que ponga luz en lo baladí, el snob, el acertijo, la novelería, la mojigatería y el “curuchupismo” moralista.
  • Una universidad laica en donde no se ame a Dios y se odie al prójimo.
  • Una universidad en donde mujeres y hombres humanicemos la institución fría y burocrática en favor de equidades igualitarias en la práctica y no solo en la doctrina.
  • Una universidad con rostro humano en donde se honre a los docentes y no solo a la docencia. En donde se inspire a los investigadores y no solo a la investigación. Que se eduque a los estudiantes sin prejuicios, sin consignas, sin corsés, sin grilletes, en donde la imaginación valga más que el conocimiento siguiendo a Einstein.
  • Una institución desinstitucionalizada que aprenda que institución que no sirva a la vida, es una institución perversa.
  • Una universidad que decrete que la cultura y las culturas existen. Una universidad sin ellas es un coloso con pies de barro.
  • Una universidad intercultural y transcultural. No apuesto ya por una universidad nacionalista (universidad nacional, sí).
  • Una universidad insatisfecha con la tradición y la longevidad institucional si no apuesta por la innovación.
  • Una universidad regulada por el Estado. No por el gobierno. Jamás hiperregulada.
  • No creo en una universidad que se nutra del libre mercado.
  • Tampoco en una universidad que crezca en cantidad sin calidad.
  • No en una universidad en la que se ofrezca comida rápida. La universidad debe ofrecer comida espiritual sibarita y altamente sofisticada, sin perder la sencillez de la sabiduría.
  • No creo en el marketing universitario sin rostro humano.
  • Una universidad libre pensadora en donde la autonomía alimente su permanente transformación.
  • “Las batallas de la vida se ganan con los demás. La guerra solo con uno mismo”. Siguiendo a los pensadores.
  • Lo que es válido para el individuo lo es para la universidad como en ente colectivo.
  • “Si quieres hacer rico a Pitocles, no acrecientes sus riquezas. Sino limita sus deseos” (Epicuro). Hay también una forma de consumismo universitario: la pedantería de los títulos es una forma de consumismo y vanidad de vanidades. Hay PhD con sobra de méritos y otros de difícil digestión. El hilo conductor para su valor debe ser la producción científica o artística.
  • Creo en las crisis universitarias como el motor de las transformaciones. Que no nos asusten los conflictos de la casa grande, en la medida en la que demos un salto con pértiga a nuevas oportunidades que lo fractal genera. En la mitad del caos debemos descubrir el orden. Muchas huelgas universitarias han dado salto con garrocha a nuevos mundos posibles. ¡Cuidado! Sin embargo, no siempre atrás de todo conflicto, duerme la luz.
  • Creo en las admisiones sin maquillaje ni cirugía estética. Parecer sin ser es perverso. Ser sin parecer podría ser ingenuo.
  • No creo a pie juntillas en los rankings universitarios; son timos internacionales con modelos sensacionalistas destinados a etiquetar, exaltar, propagandear o asustar a los ingenuos.
  • No creo -sino a regañadientes- en las publicaciones de las indexaciones; son transnacionales de la imprenta física o virtual, que a través de vender el producto investigativo -a veces muy alto- concentran monopolios del conocimiento. Sin embargo, siempre hay revistas científicas nacionales e internacionales que recogen el up to date de la ciencia y la tecnología mundial.
  • Creo en los libros con calidad, físicos, virtuales e-books como el modelo más trascendente para visibilizar el conocimiento. Atrás de las ediciones, no obstante, cabe vacunarse del timo, el plagio, la vanidad, la corrupción; la propiedad intelectual suele ser traicionada y usada.
  • Creo en la diferencia entre Conocimiento y Sabiduría, sin embargo, como etapas evolutivas de la búsqueda de la verdad. Siguiendo la filosofía del budismo Zen conocimiento es lo que uno aprende todos los días. Sabiduría es lo que uno desecha por superfluo o negativo todos los días.
  • Creo en una universidad construida con ladrillos físicos que favorecen la vida compartida. A pesar de que hay carreras presenciales obligatorias, también creo en la insurgente universidad virtual, en línea,  que construida con ladrillos a distancia ofrece programas de pre y posgrados a la luz de plataformas rigurosas y de alta tecnología.
  • Creo en una vinculación con la comunidad en la cual el universitario aprenda de la sociedad, en donde se trabaja y que enseñe a su vez su conocimiento, en base a un diálogo de saberes efectivo y bidireccional.
  • En la educación continua como un ariete de permanente actualización para beneficio de la sociedad.
  • En la consultoría universitaria como fuente científica de asesoramiento a distintos sectores de la sociedad, sin afán de lucro.
  • En las redes, como un valor agregado de un joint venture inter institucional, a condición de que no enreden la misión universal de la universidad. Es menester cuidar la ética acrisolada en las redes sociales, hoy particularmente afectada por trolls y fake news. Siguiendo a Umberto Eco, “las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que antes hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Entonces eran rápidamente silenciados, pero ahora tienen el mismo derecho a hablar que un Premio Nobel. Es la invasión de los imbéciles”.
  • No creo en la réplica servil y sumisa de un gabinete presidencial exportada a los consejos universitarios o superiores.
  • Creo en la democracia de las facultades y en la defensa de la descentralización de las unidades universitarias.
  • Creo en los antecedentes históricos. La universidad de Fes, 200 años antes de Bolonia fue fundada por una mujer venida de Argelia a Marruecos. En honor a esta primera universidad del mundo, así reconocida por la UNESCO y fundada por una mujer, la oficina del rector en la UIDE la hemos denominado, poniendo el énfasis en género femenino, rectoría. ¡El poder de los símbolos!
  • Creo en la memoria y en la historia, como resortes del futuro. La pandemia provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 nos ha enseñado la necesidad de recurrir a la tecnología para la teleeducación con más ahínco. Además, nos ha vuelto más preocupados por lo transcendental que por lo superfluo. Más solidarios que individualistas. La educación universitaria pospandemia tendrá que cosechar los nuevos vientos que una crisis mundial nos ha puesto de rodillas(*).
  • Creo en algunos  modelos  previos que deben ser tomados en cuenta(**).
  • En la UIDE se aspira a enseñar la más difícil de las carreras: la Vida

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(*) Pensamiento incorporado luego de la cuarentena y la pandemia que azota a la humanidad.

(**) Los aportes de la Reforma de Córdoba, de las cuales la autonomía, el cogobierno y la libertad de catedra son perfectamente actuales. Sin embargo, creo también en la necesidad imperativa de innovar y poner al día a Córdoba, superando su obsolescencia.

“Sinfonía de la ciudad amada”

Por: Dr. Gustavo Vega Delgado PhD.
Rector de la Universidad Internacional del Ecuador -UIDE-

Este domingo 27 de septiembre  a las 17: h., dentro del programa de la Feria Internacional del Libro de Guayaquil tendrá lugar la  presentación del libro “Sinfonía de la ciudad amada”, editado por la  Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina, una apuesta por el acceso abierto del conocimiento, encabezada por el Dr. José Manuel Castellano (PhD), Editor-Jefe la CES-AL.

La Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina, ha querido rendir un homenaje artístico a  Cuenca , publicando en muy correcta y atractiva edición, este poema del laureado poeta y escritor Jorge Dávila Vázquez, “Sinfonía de la ciudad amada”, ilustrado con bellas fotografías del Grupo Fotográfico FELUDI y de Juan Carlos Dávila Moreno

Respecto a esta publicación, el doctor Gustavo Vega Delgado, actual rector de la Universidad Internacional del Ecuador -UIDE- expresa:

Cuenca, la ciudad de los cuatro ríos, la cuna de ilustres escritores y artistas; la villa incluida por la UNESCO en el inventario del Patrimonio Cultural de la Humanidad, es también un lugar mágico, vital, lleno de impresionantes panoramas y gloriosos edificios, así como de discretos rincones, que guardan, de consuno, parte de la existencia secreta de sus gentes, su historia, sus creencias y costumbres.

El escritor cuencano Jorge Dávila Vázquez, con una larga trayectoria de más de cuarenta años en las letras  del país, evoca muchos de estos aspectos de la Cuenca inmortal en su composición poética, así como también la pasión de la luz por su sitio natal, y lo transforma todo en melodía. El lector percibe ese enamoramiento de la naturaleza por la urbe, y, al  ismo tiempo, el intenso amor del poeta y narrador por los distintos aspectos de ese lugar de privilegio, rodeado de  montañas, inmerso en la tradición, proyectado hacia el futuro y lleno de  bellas construcciones, que expresan tanto el espíritu religioso, cuanto la proverbial inclinación por lo estético de las gentes de esta parte de la patria.

En tiempos de crisis y griteríos, es  bueno encontrar un texto atractivo y lleno de evocaciones de la belleza de una ciudad, que parece un oasis en medio del tumulto.

Allí están pintadas, clon un lenguaje simple y terso, pero lleno del cuidado que pone el autor en la palabra lírica, las viejas edificaciones; los  monumentos o lo retazos del pasado, que han escapado al arrollador e incontenible paso del progreso; las calles, las piedras, los templos, las fuentes, los tejados, y las texturas de los materiales humildes o soberbios, con los que se ha levantado el patrimonio arquitectónico de un armonioso paraje que, como decía el Padre Juan de Velasco, bien pudo haber albergado el paraíso terrenal.

Y allí están también las gentes, las de antaño y las de hoy, desde los poetas románticos   fantasmales y los pobladores de los viejos sitios artesanales, hasta los fieles que concurren  con su plegaria a grandes templos dueños de torres y de cúpulas; allí el recogimiento de la oración, el esplendor del agua  o del maíz; la vida vigorosa, dinámica de los habitantes  más jóvenes; los detalles de la escondida belleza; allí, en suma, la ciudad-mujer, que espera como novia  o como madre la llegada de su amado o de su hijo, para acunarlo en su seno  y entregarle su amor apasionado.

Cada página de este libro contiene unas palabras buenas  y bellas para Cuenca  o una imagen  inolvidable de alguno de sus multifacéticos aspectos; creo que al ojearlo, el lector sentirá la inmutable energía  telúrica y existencial de una ciudad , construida por fuertes manos indias y mestizas, para ayer, para hoy, para la eternidad.

 

 

 

¡Sí se puede!

Por: Dr. Gustavo Vega Delgado PhD.
Rector de la Universidad Internacional del Ecuador -UIDE-

Rastreando la patente de la frase, el doctor Gustavo Vega Delgado, uno de los intelectuales más lúcidos y cultos del Ecuador y actual rector de la Universidad Internacional del Ecuador -UIDE-, escribió, en el momento oportuno, en su libro “Cultura, Política y Globalidad”:

El Ecuador pareció descubrir la pólvora cuando anhelaba clasificar al mundial de fútbol Korea-Japón. Sin embargo, si se consulta al mexicano promedio, está convencido de que esa frase cargada de adrenalina -y un poco de bilirrubina- la patentó México, con ocasión del  mismísimo proceso deportivo. Más aún, han aparecido crónicas deportivas consignando en los periódicos del país azteca  que el Ecuador copió la muletilla para las barras -porras se dice en México-. Sin embargo, la verdad no la tienen ni unos ni otros. Más atrás en la historia reciente, cuando se colapsaba la Unión Soviética y dejaba a Cuba en la berlina -como se dice en juego de cartas- la isla padeció miseria y hambre; el pico de la crisis tuvo lugar entre 1991 y el 93. Allí en el fondo del socavón financiero, el alegre y tenaz pueblo cubano, lanzó al aire la muletilla de marras: “Sí se puede”.

Como toda frase nacida del hondo del alma popular, esta admonición  energizante -como las coplas, los dichos- son anónimos, pertenecen a la patente universal. Sí se puede se dirá en Argentina hoy, puede decirlo Bolivia -esquilmado ya su fabuloso Potosí-, pudo decirla Dresde la bombardeada o la ocupada Polonia. Son frases que exorcizan la mala racha, la pesadumbre y el pesimismo, son inyecciones -directas a la vena de la autoestima colectiva y buscan re-castar culturas; son psicoterapias de masa para despegar de nuevo, para saborear fortalezas a partir de debilidades. Hay innumerables frases que no tienen dueño; por ejemplo, en términos de política, la trillada y verídica  frase : “En política se ve granizo tostado”, para los de reciente memoria, la pronunció Andrés F. Córdova. Quienes más atrás han rastreado la historia saben que  Remigio Crespo Toral lo había difundido. Más seguro es que ese pensamiento agudo  y perspicaz, el mismo pueblo lo patentó sin poner su firma, pues siendo el maíz  el pan de América -y el maíz tostado  muy ávido para los paladares de la tierra- solo puede ser comparado con las frecuentes granizadas que los calientes días de octubre y  noviembre se precipitan sobre las víctimas; a los contrastes de lluvia  y sol compara el pueblo a que el diablo se casa con la diabla, de la misma forma en que en política  tradicional, el granizo tostado confirma que lo absurdo se vuelve norma.

Seguirá re-editándose la frasecita, pues tiene mucho de magia y seguirá siendo apropiada para el ego social general  y copiada para el ego político partidista: sobre los tapiales de las casitas de adobe y ladrillo, pintado en azul añil  y rosa pálido , se lee aún, al paso de ciudades y campos, cómo  el MNR  boliviano y su dirigente, Gonzalo Sánchez de Lozada -Goni para los íntimos y para el  marketing electoral- se propagandeó para las elecciones  ya consumadas a su favor, con las caefinadas letras de “Sí se puede”.

Nota del Director: «CULTURA,POLÍTICA Y GLOBALIDAD», editada  en el 2009 por la Universidad Alfredo Pérez Guerrero, constituye «UNA ENCICLOPEDIA DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO», según palabras del prologuista, el doctor Juan Cordero Íñiguez.