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Estadísticas sobre la inquisición

Po: Dr. Pedro Reino Garcés

Historiador/Cronista Oficial de Ambato

“A comienzos del siglo XIX, Llorente, en su Historia Crítica de la Inquisición española, fue el primero que intentó responder con precisión.  Conocía bien los archivos del Santo Oficio por haber tenido cometidos en esa institución. Dio la siguientes cifras: 340.592 víctimas desde los orígenes (1480) hasta 1815 y aportó las siguientes precisiones: 31.913 personas fueron quemadas efectivamente, 17.659 fueron quemadas en efigie, 291.021 fueron reconciliadas o condenadas a penas menores. Llorente añade que la represión fue particularmente severa durante el período 1483-1498, durante el cual Torquemada ejerció el cargo de Inquisidor General; 8.800 víctimas perecieron, al parecer, en la hoguera y 9.654 fueron sometidas a diferentes castigos. A mediados del siglo XIX se impugnaron estas cifras. Lea, en particular, puso en entredicho el método de Llorente a falta de series continuas, este partía de los datos que proporcionaban los cronistas; calculó la media anual de víctimas que se desprendía de sus fuentes y extrapoló el caso de los años en que carecía de informaciones. Era suponer que la actividad del Santo Oficio había sido uniforme durante todos esos años, pero no fue así. Sin haberlo querido, deliberadamente, Llorente exageró en gran medida el número de víctimas.

A Jaime Contreras y a Gustav Henningsen debemos los esfuerzos más serios para calcular el número de víctimas de la Inquisición española. A partir de las relaciones de causas*, esos dos historiadores calculan que entre 1540 y 1700 el Santo Oficio persiguió a 49.092 personas. Mediante extrapolaciones prudentes correspondientes a la época anterior y posterior, calculan que en total se incoaron 125.000 procesos. Es tres veces menos de lo que indicaba Llorente. En los dichos procesos, las palabras malsonantes y las blasfemias representarían el 27%; a continuación vendría el ‘mahometanismo’ (24%), los judaizantes (10%), los luteranos (8%), y por último, las supersticiones diversas, entre ellas la brujería (8%).

Por lo que se refiere a las penas infligidas, Contreras y Henningsen calculan que se votó la pena de muerte en el 3,5% de los casos, pero solo el 1,8% de los condenados fueron efectivamente ejecutados; los otros fueron quemados, al parecer, en efigie. Dicho de otro modo, entre 1540 y 1700 fueron ejecutados, al parecer 810 personas. Sabemos que las condenas a muerte fueron muy numerosas antes de 1500 y que aún hubo algunas después de 1700. Así, pues, resulta razonable calcular en menos de 10.000 las condenas a muerte seguidas de ejecuciones pronunciadas por la Inquisición durante su historia. Estas cifras distan mucho de las que se Suelen ofrecer. A título de comparación, las guerras de religión en Europa causaron, al parecer, decenas de miles de víctimas. Por sí sola, la noche de San Bartolomé (24 de Agosto de 1572) causó, al parecer,  al menos 3.000 en París, más las que se pueden contar en otras ciudades de Francia”

*.- En la cita se explica: “Las relaciones de causas son los informes anuales que a partir de 1560 los tribunales del distrito debían enviar al Consejo Supremo de la Inquisición; en ellas figuraba la lista de los procesos que se habían celebrado, el nombre de los acusados, los motivos de la acusación y las penas pronunciadas. Solo se han conservado las relaciones de los años 1560-1700”. (Pérez Joseph, La Leyenda Negra, (Premio Príncipe de Asturias, cuarta edición 2017, Gadir Editorial,  España. P 101-102).

 

Vargas Llosa y “la cuestión de Guayaquil”. 2018

Por:  Dr Pedro Reino Garcés

Historiador/Cronista Oficial de Ambato

Si no entendemos “la cuestión de Guayaquil” como asunto histórico que tuvo sus cálculos y sus intereses en los políticos de 1820, en cuya época se acuñó el sintagma entrecomillado, mal podemos acercarnos a entender la visita del escritor peruano Mario Vargas Llosa, al puerto ecuatoriano en Noviembre de 2018, que estamos en época pre electoral enmarcada en el descrédito al ex presidente Rafael Correa. Para quien vive el día a día, consumiendo las notas de prensa y mirando algunas entrevistas por televisión, puede parecer como que la “visita” del  Premio Nobel haya tenido algún propósito intelectual, igual que se argumenta ingenuamente viendo el monumento a los “Padres de la libertad sudamericana”. Desde luego que vino a dejar cierta opinión para reforzar criterios del mismo bando de las oligarquías que habrán bien pagado su desplazamiento desde Europa  a “La Perla del Pacífico” para unos; y a las orillas del río de “Las Cruces Sobre el Agua”, para otros, cuyo calificativo no tiene la trascendencia internacional por “vergüenza nacional”.  Importante también el habernos dado cuenta que dicho ilustre visitante no llegó a Quito, a la capital histórica de este país en destrucción, sino al nervio plutocrático donde los banqueros, sin poder darse de intelectuales, demostraron que pueden ser anfitriones que tienen relaciones con  hombres de peso y que están en condiciones de hablar de “La cuestión del Ecuador” en un mundo de capitales y negociantes.

Vargas Llosa no es que viene o viaja con un imaginario ingenuo. Es un peruano que seguro ha sido formado con esa nostalgia de que, de algún modo, Guayaquil pudo haber sido peruano, desde cuando se forcejeaba por parte de Bolívar y San Martín, la anexión a uno de los dos países en gestación poslibertaria: Colombia y Perú, una vez que no sabían qué hacer con ese “Guayaquil Independiente” que no habría podido sobrevivir por sí solo, sin mayores recursos para exportación e importación, de no ser por lo que les llegaba desde la meseta andina, o se les podía remitir a ella para su consumo. Más argumentos tenemos si volvemos a leer a Pío Jaramillo Alvarado, en su libro El Gran Mariscal José de la Mar (1950).

Pasearse por La Rotonda y tomarse fotografías delante de los Padres de la Patria sudamericana, creyendo que llegaron a Guayaquil a conversar sobre la libertad de América y a darse la mano por los siglos que ha de durar el bronce, es una tomadura de pelo con intermediación artística. Bolívar y San Martín negociaron sobre “la cuestión de Guayaquil”, después de las batallas, sobre todo de la de Pichincha, cuyo protagonismo estuvo calculado por San Martin para que se dijera que el triunfo se debió “gracias a las tropas del Perú”. El caso es que terminamos rememorando que se dio “gracias a Sucre y a las tropas colombianas y venezolanas”.

San Martín envió a varios comisionados desde Lima a preparar los ánimos anexionistas, no por mera ilusión patriótica, sino por el cálculo económico que representaba disponer del puerto. Ahora se trató de hacer el calco de una ilusión intelectual enmascarada, puesto que el anexionismo ideológico quedó evidente. El papel de Olmedo, Jimena y Roca de atender a las dos tendencias y de ser la encarnación de la manzana de la discordia, todavía deja mucha tela que cortar; pero manejar el criterio de este encontrado difuso histórico en este pueblo, es lo que todavía ha venido a reforzar el ideólogo peruano. Pasará este episodio como esos encuentros de negocios que se dan a diario donde hay mucho de qué hablar.  Creer que Vargas Llosa vino en pos de similares “intelectuales” fue un fraude para la propia oligarquía ilustrada.

Izamba: Venden la plaza para que tengan escuela. 1888

Por: Dr. Pedro Reino Garcés

Historiador/ Cronista Oficial de Ambato

Algo así debió haber sido la reflexión de los acomodados al gobierno provincial de los “Plácido Caamañistas” y de sus beneplacientes colaboradores tungurahuenses que quedan marcados como ejecutores de mentalidades mediocres. Si realmente el gobierno hubiera querido demostrar interés por la educación, estaba, y está  en sus manos asignar el presupuesto correspondiente. Hacer que la única plaza del pueblo sea lotizada y enajenada como propiedad privada, como justificativo para reinvertir en lo que en política se llama “obra pública”, no pudo ni puede ser tenida como decisión acertada de quienes malinterpretaron el Decreto presidencial en nuestro medio.  Es como si  se hubiese resuelto lotizar el actual parque Cevallos (antigua plaza 10 de Agosto en Ambato) para comprar terreno para el Colegio Bolívar, que bien lo necesitaba en esa época. La contraparte está en analizar a dónde iba a parar el erario nacional. ¿Acaso en ese tiempo no valía más equipar los cuarteles y disponer de armas? ¿Acaso este propio gobierno del Plácido adoctrinante no repartió la amazonia nuestra a la iglesia y les pagó del erario nacional las subvenciones para las órdenes del clero? Refresquemos la memoria:

“Art. 1.- El Poder Ejecutivo suplicará a la Santa Sede se digne erigir cuatro Vicariatos Apostólicos en el territorio oriental de la República que serán: 1º.- el de Napo, 2º.- el de Macas y Canelos, 3º.- el de Méndez y Gualaquiza, y 4º.- el de Zamora; implorando que los dos primeros sigan a cargo de la Compañía de Jesús y de la Orden de Predicadores, respectivamente; que el tercero sea entregado a los sacerdotes de la Pía Sociedad Salesiana o a otro instituto religioso; y el cuarto a los Misioneros Franciscanos…Art. 4º.- Para la dotación de cada uno de los tres primeros Vicariatos se asigna la cantidad de  6.000 sucres anuales; y para el cuarto la de 3.000, igualmente anuales. ¿De estas sumas se sacará la renta de los vicarios, gastos de culto, etc…Art. 5º.- De la mitad del diezmo que corresponde al Estado se sacará dichas dotaciones, y lo necesario para completarlas, siempre que de la correspondiente a la iglesia no quede sobrante para cubrirlas…Palacio de Gobierno, Quito Agosto 11 de 1888.- Ejecútese.”(Ver Leyes y Decretos del Congreso Constitucional).

La  plaza de Izamba se dividió en 12 lotes. El documento subsiguiente a un plano dice “Primeramente en los cuadriláteros que preceden se hallan en su totalidad 54 áreas y 58 metros cuadrados, que deduciendo 600 metros cuadrados que tienen los locales, quedan de sobrante 4.858 metros cuadrados para tasarlos y separarlos en lotes como aparece en la figura que antecede… En el sitio de las escuelas  se incluyen 240 metros cuadrados pertenecientes a la antigua iglesia del pueblo, y el actual cura ha cedido en beneficio de las escuelas primarias. Queda sin tasación toda la parte que ocupa la calle nueva ZZ, por ser de urgente necesidad para el ornato público y el de los lotes. En el pequeño cuadro donde están dos casas de sigsi, han edificado en todo el sitio de la plaza y queda incerto en la tasación. En fin, el valor total de la plaza es de 388 sucres y 8 centavos (S. Y.); operación que la presenta a la gobernación para que de ella haga el uso que le convenga.- Ambato, marzo 13 de 1888.- Firma Basilio Pazmiño,  Agrimensor Público.- Derechos de arancel 6 sucres, entre viaje, mensura, plano, avalúo y división de lotes.”

En todo caso, Veamos quiénes son los ejecutores de esta resolución: “República del Ecuador.- Gobernación de la Provincia de Tungurahua.- # 70, Ambato a 13 de marzo de 1888.- Señor Procurador  Síndico Municipal: Atento al patriotismo de U. y al interés que manifiesta por la instrucción pública, de acuerdo con el Decreto Legislativo de 1 de septiembre de 1887 tengo a bien comisionar a U. para la subasta de los terrenos nacionales existentes en la parroquia de Izamba, conforme al plano que adjunto, reservando los lotes para los dos locales.- No dudo que U. aceptará este encargo, procurando la mayor ventaja posible en bien de la instrucción primaria de aquella parroquia.- Dios Guarde a U. f) Adriano Cobo.” Además intervienen el Alcalde Segundo Municipal Teodomiro Cobo y el Procurador Síndico Dr. Ricardo Martínez Holguín.

 

Sobre fundición del oro al margen del rescate de Atahualpa. 1533

Por: Dr. Pedro Reino Garcés

Historiador / Cronista Oficial de Ambato

La presente información tomada del Archivo de Indias revela una variedad de información casi desconocida en nuestra historiografía, sobre la cual voy a realizar algunas puntualizaciones, a saber, partiendo desde el principio diremos que Atahualpa fue hecho prisionero en tierra extraña para él, pues la región de Cajamarca más bien estaba ligada a los señoríos que no eran ni  de los incas, sino territorialidades culturalmente vinculadas a las zonas de Chiclayo, donde estaban los moches y las culturas del Señor del Zipán. Los Incas (incluido Atahualpa y sus ejércitos) y los españoles eran vistos como invasores por sus pobladores autóctonos.

Los saqueadores peninsulares de esa instancia histórica llegaron como “empresarios”, puesto que tenían un documento constitutivo que legalizaron en Panamá. Eran responsables Francisco Pizarro, que debía ser el gobernador; Hernando de Luque, un cura capitalista que puso la mayor parte de capital para la empresa, Diego de Almagro, y en principio Pedro Arias de Ávila. Se deduce que el grupo contrató los servicios de un fundidor de los metales preciosos, puesto que luego de realizar saqueos a templos aborígenes, y de robarles los objetos como vasos, ídolos, atuendos de oro y plata, todo lo fundían para convertirlo en lingotes. Realmente una barbarie  y el peor atentado a las culturas aborígenes que quedaron sin el esplendor de su memoria, incluido lo invaluable artístico y lo simbólico.

A parte de una fundición que realizaron con los objetos saqueados a las culturas de la actual costa ecuatoriana, incluida la isla Puná, en 1532, que sumaron 6’276.890 pesos de oro; veamos ahora, según el documento, que se iban haciendo estas fundiciones casi a día seguido, de lo que ha quedado testimoniado del año 1533 y que dan en  totales, 7’371.400 “pesos de buen oro”. No hay que olvidar que el monto de las fundiciones declaradas hechas con los objetos acarreados para satisfacer el rescate de Atahualpa,  llegaron a la astronómica cifra de 113’779.136, de cuyo monto se pagó como “quinto” al rey 22’400.290; y hasta hubo un diezmo para la iglesia que llegó a 412. 196 pesos de oro.

Estos datos corresponden a 1533. La cifra queda independiente de lo que se incluye como cálculo del quinto del rey. Veamos dos fechas: “13 de mayo para los siguientes  beneficiarios: Pedro de Oñate y Beltrán de Castro, tesorero y veedor, en nombre de la compañía y viaje de Diego de Almagro, valor total: 1’175.040.- Beneficiario Pedro de Torres, criado de Hernando de Soto, 190.700.-Crisóstomo de Hontiveros, criado de Hernando Pizarro,  346.295.-

De la fundición del día 14 de mayo: Antonio Navarro, contador, 117.610.- Sebastián de la Gama, 81.690.- Cristóbal Quintero, de lo que cogió cuando vino con Diego de Almagro, 26.730.- Juan Coto, mayordomo y criado del Gobernador (Francisco Pizarro), 461.560.- él mismo recibe además, en nombre de Francisco  Martín y de Rodrigo de Mazuelos. Les había dado el oro el cacique Motupe, 52.450.- Alonso de Collantes, en nombre de Luis Catalán, 27.940.- Juan Gil de Montenegro, que juró habérselos dado  una india suya de Cueva, 34.925.- El capitán Diego de Almagro, que juró se los rescató del cacique de Collique, 43.750.-” (Mira Caballos, Pizarro,2018)

Según la lista de beneficiarios que van apareciendo, se nota que los integrantes de la hueste, o sea de los seguidores de Pizarro, iban esclavizando y chantajeando a diversos caciques que iban cayendo en sus manos. Producto de estos chantajes u ofertas engañosas por parte de los peninsulares, hasta los peones o criados recibieron cantidades de objetos que los consideraron cosa de su propio “trabajo”, y por lo tanto, no pasaron a ser botín de su patrón.  Mirando estas vergonzosas páginas de la historia, tenemos razón de ser gobernados por los mismos y los mismos, de una estirpe que no le importa la destrucción de la cultura, y  de los pueblos, en procura del beneficio personal.

 

Noviembre

Por: Dr. Pedro Reino Garcés

Historiador/Cronista Oficial de Ambato

1 de noviembre de 1956.- Se inscribe oficialmente el nacimiento de Manrique Medardo Caizabanda Cholota, (su fecha de nacimiento es el 24 de Octubre). Maestro director de orquestas sinfónicas a nivel nacional e internacional. Nació en la parroquia Picaihua del cantón Ambato. Estudió en el Conservatorio en Quito, en Lyon en Francia, donde además en Corvas fue director del coro municipal ya como hablante de francés. Pasó al Conservatorio estatal de Kiev en Ucrania donde aprende ruso y  tomó el diploma de Director de Orquesta Sinfónica. Tiene un posgrado en música en Israel en la Academia Rubin. En Ecuador ha dirigido la Sinfónica de Cuenca, la de Guayaquil y la Sinfónica Nacional. Ha sido director invitado a varias sinfónicas de América Latina, y ha ofrecido conciertos meritorios en la Unesco en París, New Yok y Tel Aviv…

2 de noviembre de 1891.- Se abre el Colegio Mariana de Jesús en Ambato.

2 de noviembre de 1918.-  Nace en Cuenca, Ecuador, el poeta César Dávila Andrade, quien fallece en Caracas el 2 de mayo de 1967, poeta que en su Boletín y Elegía de las Mitas evidencia con investigación de archivos coloniales, el dolor del indio.

3 de Noviembre de 1924.- Nace en Ambato Reinaldo Miño Vaca, médico y político comunista, autor de sinnúmero de obras críticas y reivindicatorias de personajes populares postergados.

6 de Noviembre de 1831.- El cantón Ambato se anexa a la provincia de Pichincha.

11 de Noviembre de 1820.- Independencia de Latacunga

11 de noviembre de 1875.- Nace en Pelileo  Reinaldo Miño Altamirano,  gramático, latinista y educador, autor de varios libros. Fue Rector del Colegio Mariano Benítez de Pelileo y profesor del colegio Bolívar en Ambato.

11 de noviembre de 1914.- Nace en Ambato Mentor Mera Oviedo, abogado penalista y crítico de los procesos sociológicos ecuatorianos. Una de las mentalidades más lúcidas de la  provincia.

12 de noviembre de 1686.- Se da Real Provisión en Quito para que el cacique de Izamba Don Bentura Amaluisa haga prevalecer sus funciones de cacique “por ser nieto de don Domingo Amaluisa, padre de don Gerónimo Amaluisa, mi padre quien fue nieto de don Diego Chachibanda mi bisabuelo hijo de don Juan Muegna cacique que vino del Cusco, por haberle dado el Inga el señorío de cacique por ser quien era”.

12 de Noviembre de 1820.- Independencia de Ambato (No confundir celebrando tan solo en el actual cantón. La independencia debe ser provincial, por razonas históricas).

13 de noviembre de 1533.- Muerte de Calicuchima, escrito también Calcuchimac. Según el historiador español Esteban Mira Caballos (2018), Calcuchimac, que iba prisionero encadenado “sin juicio alguno, fue conducido a la pequeña plaza de Jaquijaguana y quemado vivo, al tiempo que rechazaba su conversión”. Había sido acusado por Pizarro de envenenar al inca Túpac Hualpa, también hijo de Huaina Cápac, que había sido puesto como heredero del incario. El nuevo inca murió en Jaquijaguana. Calcuchimac es tenido como dinástico puruhá.

14 de noviembre de 1665.- Los indígenas del obraje de San Ildefonso en Pelileo consiguen que salga de Pelileo don Antonio López de Galarza y su hijo el capitán Juan Ventura López de Galarza, para poder seguir la sumaria en su contra, por disposición del Rey que tuvo noticias de los abusos y crueldades con que los trataba su obraje.

19 de noviembre de 1.789.-  Don Pedro Fernández de Cevallos (abuelo de P.F. Cevallos) vende un negro a Don Joseph Sotomayor, vecino de Loja. Este lo compra a nombre de Don Bernardo Valdivieso “de quien tiene especial recomendación para esta compra…el referido negro costal de huesos y alma en boca, con todas sus tachas malas o buenas, excepto el mal de gota coral (epilepsia)…en 415 pesos.”

20 de noviembre de 1535.- Fray Tomás de Berlanga envía una carta al Rey de España solicitando la creación de la Gobernación de Quito, con límites que iban desde el Océano Pacífico al Atlántico, con margen a las dos riberas del Amazonas.

21 de noviembre de 1850.- Nace en Patate-Tungurahua, Benjamín Araujo, abogado y filántropo, donó todos sus bienes para la educación y las artes en su lugar natal.

22 de noviembre de 1820.- Batalla de Huachi en la que triunfan los realistas. Interviene entre otros Hilario Álvarez, conocido como “Cacique Álvarez”, nacido en el Cuzco a fines del siglo XVIII. Peleó por la causa independizadora, pero en la batalla de Huachi desertó junto a sus hombres y desniveló la batalla a favor de los realistas.

29 de noviembre de 1946.- Nace en Ambato el pintor Gonzalo Amancha. Se radicó en Guayaquil. Ha realizado exposiciones en América y Europa.

 

Caciques piden honores. 1725

Pr: Dr. Pedro Reino Garcés/ Cronista Oficial de Ambato

En el marco de una “importancia social” que busca el indígena, sobre todo para darse preponderancia, está el ser prioste. Digamos en síntesis que, al cacique o curaca de un pueblo ancestral, la iglesia cristiana le dio conformidad, como llamamos a la tranquilidad, y le reconoció un estatus dentro de su pueblo o grupo al que fue reducido, designándole  prioste mayor. Véase en este mismo tratado que las mujeres fueron designadas, por separado, priostas; claro está, siempre y cuando les correspondía algún vínculo elitista  o cacicazgo a falta de varones.

Una vez derrumbada la sociedad aborigen en el imperio inca, la sociedad colonial mestiza fue sometida a esa doble focalización de superioridades. El control y designación de los espacios de poder que mantuvieron los indígenas no es que continuó por libre designación de los descendientes sobrevivientes. Los peninsulares aprovecharon el esquema, pero iban dando “reconocimientos” a quienes decían que habían tenido derecho a los liderazgos, dentro de los cuales estaban los curacazgos o cacicazgos.

Estos curacas o mandones controlaban al pueblo sometido  convirtiéndoles en mitayos o en  yanaconas a sus propios hermanos de sangre. Y al margen de lo que se va leyendo en la bibliografía sobre  nuevas investigaciones, por cuenta propia he encontrado que, para nuestro caso llamado ecuatoriano, tenemos dos clases de caciques o curacas, en cuanto a etnicidad: unos son los mandones llactayos, vernáculos de los pueblos que fueron conquistados por el incario; y otros son los impuestos por el inca y que fueron traídos  de distintos lugares de su imperio, para ejercer control en pueblos sometidos. A estos curacas podemos decirles mitimaes. Esto, no solamente porque tenían derecho por pertenecer a la élite de una familia dinástica; sino porque fueron ubicados en tal dignidad como pago a servicios “militares” o a eso que se llama derechos de conquista, conforme lo implementaron los castellanos (Véase mi libro Izamba Ancestral, 2018). En todo caso, un cacique vernáculo o un cacique mitimae, en la colonia, termina de prioste, y hasta de danzante.

Al Archivo Nacional en Quito, he ido en pos de un documento que acaso no ha sido buscado por la historiografía de nuestro entorno. Se trata de un expediente mediante el cual los caciques de varias partes de lo que hoy es el Ecuador, tanto de la Costa como de la Sierra, solicitan que se les reconozca  honores y privilegios a sus condiciones heredadas del propio sistema previo a la conquista. Esta disposición la solicitaron a Lima, desde donde en cambio se disponía que actúen los funcionarios de la Real Audiencia de Quito. Los solicitantes son “don Justo Titusunta cacique y gobernador de los indios de Saquisilí y Angamarcas y todos caciques de la jurisdicción desta Real Audiencia…”. La respuesta de las autoridades quiteñas es obvia, puesto que solo son obedientes de una disposición real, razón por lo cual se ratifican en “que dichos caciques sean honrados y  admitidos administrándoles todas las honrras  y honores que se conceden a los hijos dalgos de las villas, rogando y encargando también a los reberendos arzobispos y obispos de los reinos  de todas las sagradas órdenes, a los hijos de los caciques para que se hallen los naturales deste reino con el consuelo por la real benignidad”.

Resulta una curiosa homologación debido al racismo imperante en la época. ¿Que un cacique termine visto como un hijodalgo igual que un español? No es cualquier cosa sino pura demagogia. ¿Dará lo mismo un cacique indio  que un hidalgo europeo? Hasta ahora el atavismo histórico no lo admite. ¿Qué intenciones están tras este Real  Acuerdo?  Pues que se les otorguen privilegios a cuatro mandones, pero que ayuden a mantener a la gran masa esclavizada. La propia prueba está en la secuencia de fechas con las que se van dando las mismas disposiciones: “la real cédula expedida por Su Majestad el año pasado de 725 en que remitido lo mandado por cédula de 1697 y que otra más antigua de 1691 a instancia de don Vicente Mora Chimo? Cacique de varios pueblos de indios y procurador general de ellos deste reino del Perú… a Su Majestad… a las reales justicias, virreyes y gobernadores destos reinos den puntual  y efectivamente su debido cumplimiento a lo contenido en las dichas cédulas” Esto, para el caso de Quito, nótese la fecha, 1728, quiere decir que desde 1691 , ya estaban 37 años  dándose las vueltas y “burlándose” de semejante ocurrencia: “Suplico a Vuestra Alteza se sirva  mandar se guarde, cumpla y ejecute  y se publique con bando en esta ciudad dejando la real cédula en los lugares públicos para que su contenido venga a noticia de todos jueces reales que pide, Quito y Agosto 8 de 1728”.

En este lapso, indudablemente que debieron aparecer varios indígenas mandones como interesados en acceder a privilegios, tomando como  argumento su “gentilidad”, concepto que es respetuoso y tolerante, según el contexto en que aparece este documento. Veamos una definición que nos relacione mejor y que la he tomado de las páginas virtuales: “En este sentido, la gentilidad era sobre todo un título de nobleza que daba fe de la antigüedad e ingenuidad.  Ingenuidad: En el sentido de pureza del grupo, algo en principio exclusivo de las familias patricias.”. Esto quiere decir que no fue su culpa no ser cristianos, pero para asumir los privilegios, necesitaban del cristianismo.

Llegan a Sevilla más de 3 toneladas de oro y 11 de plata. 1534

Por: Dr. Pedro Reino Garcés

Historiador/Cronista Oficial de Ambato

Estas cifras son solo una parte de lo que significó el saqueo del llamado “descubrimiento” de América. Estas cantidades fueron desde el Perú luego de haber ejecutado a Atahualpa. Esto no justifica  a quienes se oponen a la “Leyenda Negra” que España no puede ocultar. Por el contrario, las investigaciones más frescas aportan más datos, como lo ha publicado en el libro: Francisco  Pizarro, Una nueva visión de la Conquista del Perú,  el historiador Esteban Mira Caballos, en este 2018.

Una vez repartido el botín, Francisco decidió que su hermano Hernando debía viajar a España a congraciarse con el Rey, llevándole “un enjundioso quinto real y aprovechar la oportunidad para solicitarle mercedes”; esto es, favores burocráticos y demás privilegios. Hernando “llegó a Sevilla el 9 de enero de 1534, con una verdadera fortuna.  Una parte del peculio había sido una donación forzosa de los (que se convirtieron en) acaudalados del Cusco, para el servicio de Su Majestad (cepillos)”. La nota al texto principal aclara que el tesorero Alonso de Riquelme recaudó 34.512 pesos de oro y 47 marcos de plata que donaron forzosamente 74 vecinos, (por lo cual se desataron juicios posteriores que han permitido saber estas cifras). Esta donación debía aparecer ante el Rey como una “generosidad” de  los saqueadores.

Volviendo a lo del quinto real, es decir a la quinta parte que le correspondía al Rey, se sabe que “se valoró en más de 100.000 pesos de oro, y en 12.000 o 13.000 marcos de plata”, esto según una carta del Hernando Pizarro, dirigida a la Audiencia de Santo domingo. El historiador Antonio de Herrera dice en cambio que fueron 155.300 pesos de oro y 5.400 marcos de plata. En todo caso, Hernando Pizarro llegó ante el Rey con “varios cientos de miles de pesos además de numerosas piezas sin fundir, como vasijas, cántaros, ollas, atambores e ídolos de oro y plata. En total llegaron a Sevilla más de tres toneladas de oro y once de plata, que totalizaban más de 700.000 pesos de oro y 49.000 marcos de plata. Una cantidad muy superior a la que había llevado pocos años antes Hernán Cortés, deslumbrando a toda Castilla”. De igual manera en la nota al texto principal se hace constar que lo de Cortés ascendió a 200.000 pesos de oro y 1.500 marcos de plata, además de algún metal sin tasar. “En cambio, el monto total de lo traído por Hernando Pizarro se valoró en más de 427 millones de maravedíes, sin contar las piezas sin fundir. Y entre estas últimas figuraban grandes ollas de metal, planchas, arrancadas de los templos cusqueños, así como una enorme águila de plata que causó la admiración de cuantos la contemplaron”.

“El tesoro de los incas se utilizó en parte para financiar la guerra contra el imperio Otomano…El emperador… confiscó el oro y la plata de los particulares, obteniendo liquidez para continuar su lucha contra berberiscos y turcos en el norte de África. Los perjudicados no solo fueron los hermanos Pizarro, sino un buen número de particulares que no tardaron en ponerse de acuerdo para reclamar su desembargo ante el Rey.”

 

La desmembración de Guayaquil del virreinato de Nueva Granada

 Por: Dr. Pedro Reino Garcés

Historiador/ Cronista Oficial de Ambato

Dejamos dicho que pudo haber un sentimiento de guayaquileñismo (gran) colombiano, pero ¿en quiénes?, ¿en los obedientes hacedores del poder o en el pueblo que siente el patriotismo o hereda los nacionalismos? Creo que siempre hay que aclararse que los nacionalismos son parte de una manipulación consumista, propagandística, como conquista mental de cualquier producto de mercado, orientada básicamente a las clases sometidas. Los de las clases que detentan dicha manipulación, son menos nacionalistas que sus víctimas.

Hay una serie de argumentos y documentos que nos sirven para reflexionar sobre el tema que estamos tratando. Veamos el documento colonial previo a la integración que nos haga decir a todos que somos colombianos, o gran colombianos, y posteriormente, ecuatorianos.

Guayaquil se desmembró del gobierno de Bogotá y  pasó a depender del de Lima (1803) por las razones que van a ser explicadas. Luego, esta equivocación será reconsiderada años más adelante en 1819. Mientras tanto, en momentos previos a la independencia, el sentimiento nacionalista surgió fragmentado, tanto en las élites, como en las clases populares; y esto es lo que todavía pesa en el proceso identitario ecuatoriano que aparece como una marca del regionalismo, cosa que más bien no es tan cierta, porque no ocurre con la gente de las provincias litorales costeñas de Manabí, Esmeraldas o el Oro. Siempre aparece la marca de un “guayaquileñismo” como ente rival del centralismo quiteño. Esto, salvando el caso de los regionalismos provincianos evidenciados por Espejo y por Juan Bautista Aguirre.

Debido a una orden el Rey fechada en el “Palacio, 7 de julio de 1803”, el gobierno de Guayaquil se segrega del de Santa Fe. El documento dice: “Exmo Señor: Entre otras cosas que ha consultado a Su Majestad la Junta de Fortificaciones de América, sobre la defensa de la ciudad  y puerto de Guayaquil, ha propuesto que a fin de que ésta tenga con ahorro del Real Erario  toda la solidez que conviene, debe depender el Gobierno de Guayaquil del Virrey de Lima, y no del de Santa Fe, pues este no puede darle como aquel en los casos necesarios los precisos auxilios, siendo el de Lima, por la facilidad y brevedad con que puede ejecutarlo, quien le ha de enviar los socorros de tropas, dinero, pertrechos de armas y demás efectos, de que carece aquel territorio, y por consiguiente se halla en el caso de vigilar mejor y con más motivo que el de Santa Fe, la justa inversión de los caudales que remita y gastos que se hagan, a que se agrega que el Virrey de Lima puede según las ocurrencias, servirse con oportunidad para la defensa del Perú, especialmente de su capital, de las maderas y demás producciones de Guayaquil, lo que no puede verificar el Virrey de Santa Fé.

Y habiéndose conformado Su Majestad con el dictamen de dicha Junta, lo aviso a Vuestra Excelencia de Real Orden para su inteligencia, y a fin de que por el Ministerio de su cargo se expidan las que corresponden a su cumplimiento

Dios Guarde a V.E. muchos años

Palacio, 7 de julio  de 1803

José Antonio caballero

Señor don Miguel Cayetano Soler.”

Partamos en primer lugar de la interrogante ¿quién y por qué hizo aparecer esta resolución? Un rey lejano dictaminaba lo que le solicitaban interesados. Desde luego que se desprende que el asunto militar, o mejor dicho, de militares, es el que hace desprender a Guayaquil de Santa Fe, para pasar a Lima. En lo de fondo, creo que estaban interesados “en las maderas y demás producciones”, a más del valor estratégico.

¿Con qué sentimiento habrá quedado la gente luego de esta desmembración? Desde luego que con el producto de las anexiones surgen y se facilitan los enlaces comerciales, burocráticos, familiares, sociales, etc. Guayaquil se peruaniza en desmedro de un supuesto quiteñismo y subsecuente colombianismo. Creo que más bien impera lo que al principio decía Bolívar, un americanismo. Producto de estas ambivalencias y de las consecuencias que repercutieron como producto de las guerras de la Independencia, los guayaquileños soñaron con ser, como muchos manifiestan hasta ahora, “independientes” en su orgullo estratégico que ofrece el puerto, y en su autosuficiencia comercial y plutocrática. Sin embargo, tienen un problema: es el de soledad. Su narcisismo necesitaba un apoyo, sea de Colombia o del Perú.

Las familias de las élites y las vinculantes por el comercio, desde luego que han simpatizado más con Lima, hasta bien entrada la República. Mírese por ejemplo, José Joaquín de Olmedo (1780 – 1849) nacido en Guayaquil, de padre español y madre guayaquileña,  primer vicepresidente de Ecuador, en la presidencia de Flores. “En 1794 fue enviado a Lima, a cargo de su pariente Dr. José de Silva y Olave, quien lo matriculó en el colegio de San Carlos. En 1799 fue alumno de la universidad de San Marcos…”en 1800 fue profesor de Filosofía del colegio de San Carlos. En 1805 se doctoró en Jurisprudencia en el mismo Colegio y pasó a dictar Derecho Civil, luego y ahí mismo se graduó en Derecho Civil y Canónigo. En 1808 se incorporó al Colegio de Lima y dictó la cátedra de Digesto en San Marcos. Solo para 1809 “fue llamado a Guayaquil porque su padre estaba grave. Arribó el 20 de Agosto” Desde entonces se incorpora como abogado de la Real Audiencia de Quito. Estando en las Cortes de Cádiz, “consiguió que su protector y pariente José de Silva y Olave fuera designado como Obispo de Huamanga” (77)(Wikipedia). No estamos hablando de un personaje cualquiera, sino de uno de los ejes políticos que tomó decisiones en la estructuración de la República.

Ser leal por tres horas

Por: Dr. Pedro Reino Garcés

Historiador / Cronista Oficial de Ambato

Debe estar en los genes de nuestros políticos, sobre todo de los mismos supuestos aristócratas que nos gobiernan, el descalabro de la lealtad. El padre del Inca Garcilaso de la Vega, llamado Sebastián Garcilaso de la Vega y Vargas ha pasado a la historia “por sus dudosas y cambiantes lealtades. Fue apodado de Leal por Tres Horas”. Leyendo el libro de José María González Ochoa, titulado  Protagonistas desconocidos de la conquista de América, (Nowtilus, Madrid, 2015, p. 228-229), se advierte la siguiente reflexión sobre este soldado que dio al Perú y a Hispanoamérica a su hijo historiador autor de los Comentarios Reales.

Se dice de Sebastián Garcilaso: “Hombre de lealtades veleta, se posicionó siempre con el bando ganador según dictaban los acontecimientos. Estuvo con la familia Pizarro durante su guerra con los Almagro. Después marchó a Charcas con Gonzalo Pizarro  para la dominación definitiva del Altoperú y fue el artífice de la victoria contra los reductos incas en Pocona. Abandonó a Pizarro y se convirtió en capitán de las tropas realistas durante la batalla de Chupas (1542), donde fue herido. Pero meses después volvió a cambiar de bando, apoyó a los encomenderos sublevados y se puso al lado de Gonzalo Pizarro, aunque no le siguió a Lima en su marcha contra el Virrey Blasco Núñez de Vela. Tomó parte en la batalla de Huarina, donde salvó la vida de Gonzalo, cediéndole un caballo. Pero antes del enfrentamiento definitivo en Xaquixaguana (1548), viendo que la posición militar de su bando era muy débil, abandonó a Pizarro cobardemente y se unió a los batallones del Oidor Pedro de la Gasca. Su deserción fue premiada con una encomienda en Apurimac, aunque por sus dudosas y cambiantes lealtades fue apodado de Leal por Tres Horas. Nombrado corregidor de Cuzco entre 1554 y 1556, murió en 1559”. Digamos anticipadamente que esta conducta incidió duramente cuando su hijo, el Inca Garcilaso, hizo reclamaciones en la Corte en España, puesto que lo enrostraron.

Valga este ejemplo para argumentar que no es el único caso de deslealtades desde esa época. En las subsiguientes, hasta en los armisticios de la época independentista, tenemos ejemplos nutridos que bien valen para realizar un compendio de estas conductas sin ética, y ofertar como manual a nuestros políticos contemporáneos,  para que se sientan más seguros, y no sufran por el rubor que puede aparecer en la  palidez de su atrofiada dignidad.

Similar comportamiento he encontrado en don Sebastián de Benalcázar, el de las fidelidades mutables, sobre quien vengo rastreando una investigación sobre su conducta, para poder ofrecer datos sobre ese orgullo raro que tienen ciertos ciudadanos que se vanaglorian con prosapias y con los íconos de nuestra conquista, de los que nos duela o no, son nuestros propios ancestros para el mestizaje.

Creo que algo hemos mejorado, cuando en  días insólitos de Noviembre de 2017, en la parroquia Río Negro, del cantón Baños de Agua Santa, en Tungurahua, llegaron ciertos asambleístas, juntamente con funcionarios del Ministerio del Ambiente, y entre cosas de hablar sobre la ley llamada 0-10, entregaron sendos diplomas a tres parroquianos con la designación de “Asambleísta por un día”, en medio de aplausos y admiración de los habitantes salidos del lodo de la montaña al pueblo, que tiene la única calle que es a la vez la carretera Baños-Puyo. ¿Estaban pidiendo lealtad por 24 horas? ¿Es una burla a la ingenuidad? ¿Ya les entregarían el sueldo que ellos perciben por un día? ¿Solicitarían que realicen alguna ley en beneficio del sector? Creo que deben regresar a ofertar a que sean asambleístas por una semana por lo menos, para que se alargue un tanto la lealtad provisional, puesto que muchas cosas pasan en Macondo.

Quince días para que  blancos y negros abandonen Tisaleo. 1693

Por: Dr. Pedro Reino Garcés

Historiador/ Cronista oficial de Ambato

“En el pueblo de San Miguel de Tisaleo sus términos y jurisdicción del asiento de Hambato en primero día del mes de Abril de 1693 años, ante el capitán don Pedro de Cueto Theniente General de Corregidor y Justicia Mayor de este asiento de Hambato y sus términos y jurisdicción  por Su Mejestad se presentó esta petición por el contenido en esta Real Orden de los naturales de Hambato y su partido en nombre y voz de Agustín Cujana, Cacique principal y gobernador de Mocha Santa Lucía en compañía del General don Joseph Antonio López de Galarza, y el común de los indios de dicho aillo,..” también lo hace el cacique don Polinario Agualongo del mismo Tisaleo. Los dos caciques firman el documento, por lo cual debemos intuir su injerencia ante el poder colonial.

Haber obtenido una Real Provisión, que es una variante de decreto judicial, es un triunfo para la justicia lírica que se practica desde la colonia, puesto que nadie hacía caso, como consta de este mismo expediente que lo he tomado del Archivo Nacional en Quito (Serie Indígenas). Dice: “la Real Cédula de Su Majestad, para que los españoles, mestizos,  negros y mulatos no vivan ni habiten en los pueblos de  indios ni entre ellos, por los justos, santos y católicos motivos que Su Majestad, que Dios guarde muchos años, da y tiene en dicha cédula esperimentados en dicho pueblo con los indios del, en que dichos españoles y mestizos, les hacen agraviándoles en quitarles como les quitan y han quitado sus tierras, granos, casas, sementeras y ganados, no embargante de haber publicado dicha real cédula,..”

Los burócratas tomaban todas las formalidades que, vistas a la distancia del tiempo, nos parecen hasta ridículas: “Y vista la real provisión y cédula incerta en él, su merced el Theniente General…(Pedro Cueto) la tomó con sus manos besó y puso sobre su cabeza, y la obedeció en toda forma de derecho, como a carta y cédula de nuestro Rey  y Señor Natural que Dios guarde con acrecentamiento de mayores reynos  y señoríos. Dijo, guarde cumpla y ejecute según y cómo en dicho real provisión y cedula contiene”.

En la plaza de Tisaleo un Domingo 21 de Abril de 1693, por voz del indio pregonero Juan Caiza, se gritaba a los cuatro vientos: “para que los españoles, mestizos, negros y mulatos que vivieren y residieren dentro de dicho pueblo, y avisados de indios salgan y dejen libremente el pueblo y tierras de los dichos indios, como se manda, dentro de quince días que ha de correr y contarse desde el día de la publicación  en adelante, para que llegue a noticia de todos y ninguno pretenda ignorancia, que pasados y no lo habiendo, Su Merced con sus Ministros vendrán a costa de los inobedientes y contumaces, a sacarlos y lanzarlos de dicho pueblo anejo y tierras de que las poseyeren y se executará la pena dispuesta dicha por la Real Cédula y para que así lo cumplan y guarden se publique  como está mandado, lo firmo.- f) Don Pedro de Cueto, ante mí…f) …Thomás de Alvarado.”

En otra parte del documento, se alude a Capote, actual cantón Cevallos, que como se sabe, fue jurisdicción de Tisaleo. Se presume que para esa época estas zonas fueron tierras del común de indígenas a donde se han asentado los “usurpadores”, como se ve en esta parte del documento: “pues aún nos impiden el hacer leña, paja para nuestros menesteres por algunas personas que son de mal hacer que son los tres hermanos Villacises que están en términos del sitio de Capote, y un mozo llamado Félix de Santana, Miguel Rrodríguez y los demás que están introducidos en nuestras tierras, quienes como dueños de ellas las venden, arriendan y quitan de sus autoridades sin saber con qué derecho los hagan por cuya causa y los muchos agravios suplicamos por nos y en nombre del común de indios del dicho pueblo y anejo de Santa Lucía, Real Provisión, que es la que presentamos ante Vuestra Merced juntamente  con la publicación de ella”. Queda para comentar ¿Qué propósito tuvo Joseph Antonio López de Galarza, el extorsionador del obraje de San Ildefonso, en este trámite?