Ecuador asumió este viernes 13 de enero de 2017 la presidencia del Grupo de los 77 + China en una ceremonia de traspaso que contó con la presencia del Secretario General de la ONU, António Guterres; el canciller de Tailandia, Don Pramudwinai; y el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
Esta es la primera ocasión en que el país sudamericano ocupa el liderazgo de ese grupo intergubernamental integrado en la actualidad por más de 130 países en desarrollo.
Al recibir el mandato, el presidente Correa afirmó que Ecuador continuará el trabajo positivo de sus predecesores en la promoción de la igualdad económica y social en el mundo que, en su opinión, sólo podrá lograrse si se erradica el flagelo de la pobreza, la inequidad y la exclusión, y si todos los pueblos alcanzan el derecho de vivir con soberanía, dignidad y paz.
“Para ello debemos entender que paz no es solamente la ausencia de guerra… Paz sin justicia es sencillamente pacificación. La insultante opulencia de unos pocos, al lado de la más intolerable pobreza, son también balas cotidianas en contra de la dignidad humana”, apuntó el presidente ecuatoriano.
Correa subrayó que la superación de la pobreza es el mayor imperativo moral que tiene el planeta y recordó que ésta no es producto de escasez de recursos o factores naturales, sino consecuencia de sistemas injustos y excluyentes.
Citando una investigación del año pasado del Credit Swiss Research Institute, el mandatario ecuatoriano ilustró los niveles sin precedentes de desigualdad en el que está sumido el mundo.
Afirmó que la pesquisa establece que el 0,7 % de la población mundial concentra el 45,6% de la riqueza, mientras que el 73,2% de la población tiene apenas el 2,4% de ella.
“Mientras no se logre una justa distribución de la riqueza, no se resolverán los problemas sociales y mundiales”, dijo.
El líder ecuatoriano consideró que el G-77 ha avanzado mucho en la búsqueda de respuestas para lograr el financiamiento para el desarrollo, pero estimó que muchos países desarrollados se oponen con vehemencia al tratamiento de este tema en foros multilaterales.
En ese sentido, estimó que tratar de arreglar a las Instituciones de Bretton Woods no tiene sentido para los países del Sur y sugirió la construcción de capacidades financieras propias, regionales e internacionales, para que los ahorros se queden en sus países y no financien a los más ricos.
Correa pidió a los integrantes del G-77 un compromiso radical con la democracia, entendida como “el gobierno del pueblo para el pueblo” y rechazó las percepciones de Estados industrializados y conglomerados de medios de prensa que describen a las democracias en desarrollo con adjetivos peyorativos por el apoyo popular que reciben sus gobiernos.
El G77 es un socio clave para el trabajo de la ONU
El Grupo de los 77 (G77) es un socio fundamental para implementar la visión que tengo de las Naciones Unidas, afirmó el Secretario General de la Organización durante la ceremonia de traspaso de la presidencia de esa agrupación de Tailandia a Ecuador.
António Guterres señaló que para implementar la Agenda de Desarrollo hace falta el liderazgo de los Estados miembros, con la ONU apoyándolos para crear las condiciones que permitan alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en beneficio de todos los ciudadanos del mundo.
“Es sumamente importante que ese liderazgo sea claramente traducido en los objetivos internos de la acción de cada Estado miembro, en la integración de la Agenda a los planes de desarrollo, a los presupuestos, a las opciones centrales de los gobiernos y de las sociedades. Naciones Unidas estarán a totalmente a vuestro servicio para garantizar que los Estados tengan toda la solidaridad de la comunidad internacional”, dijo.
Guterres subrayó que si bien la Agenda es universal, es importante, sobre todo, que los países menos desarrollados, sin acceso al mar y las islas puedan garantizar también el logro de los objetivos a sus ciudadanos.
Para ello, agregó, es fundamental la alianza de la ONU con el G77 para llevar a cabo la reforma del sistema de Naciones Unidas, que tiene muchos problemas de coordinación y rendición de cuentas.
“Y aquí el Grupo de los 77 tiene un interés vital en que esta reforma sea una reforma exitosa y sea una reforma al servicio de la igualdad y de la justicia”, enfatizó.
Tras insistir en su intención de trabajar muy de cerca con el G77, Guterres expresó beneplácito de que sea precisamente Ecuador el país que ocupa la presidencia.
Ecuador, aseveró el Secretario General, es una referencia de valores, de solidaridad, de preocupación para que el desarrollo sea inclusivo y sostenible, de democracia y de derechos humanos.
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