Francisco Carrión, embajador ecuatoriano en Washington, presentó en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Flacso Ecuador, su último trabajo académico titulado: ‘Ecuador: entre la inserción y el aislamiento”. El libro analiza la política exterior del país desde la firma de la Paz con Perú, en 1998 hasta el 2015.
El Dr. Fernando Sempértegui, Rector de la Universidad Central del Ecuador, realizó el prólogo y comentó la obra con varias perspectivas útiles para adentrarse en la lectura de esta investigación.
La Universidad Central auspició y apoyó esta investigación asumida por un académico respetable, menciona Sempértegui en el prólogo de la obra, y fue una decisión acertada ya que el libro es un documento histórico repleto de nuevos desafíos y preguntas. El objetivo principal es contribuir al debate de la política exterior ecuatoriana, teniendo presentes los cambios producidos al interior del país y en el escenario internacional.
Sempértegui sitúa que en los primeros capítulos del libro encontramos una exposición ordenada y sistemática de los enfoques actuales que orientan las relaciones exteriores de los Estados, y destaca que el aporte de Carrión está en asumir un enfoque teórico orientado en las relaciones de cooperación de comercio en condiciones apropiadas y en el avance de los derechos humanos. Además que incorpora en su análisis fenómenos globales como la migración y sus implicaciones y la preocupación por el entorno natural.
La política exterior del Ecuador es analizada de forma objetiva, sitúa a los actores en su contexto, y eso le da mayor valor al libro, pues su investigación aborda diversas perspectivas, destaca Sempértegui. Así se dice que desde el año 2000 al 2007 se verifica una ausencia de política exterior, con fluctuantes iniciativas comerciales.
En cambio desde 2007 al 2015, en un gobierno vertical e impositivo, la política exterior se reveló ideologizada, por ello las relaciones de Ecuador con sus vecinos no se dinamizaron. El investigador ofrece un examen de las relaciones con los acuerdos de integración como la CAN, MERCOSUR, ALBA y UNASUR.
Las relaciones con China y Europa son examinadas de manera certera, con objetividad y alejada de sesgos ideológicos. Carrión ofrece un análisis con razones afirmadas en sólidas evidencias como corresponde a un investigador, resalta Sempértegui. El libro cierra con dos capítulos dedicados a los organismos multilaterales y los problemas del cambio climático. Con relación al primero Carrión muestra desencanto frente al sistema de Naciones Unidas, por su débil eficacia al preservar la paz, avizora así que la democracia es el tejido inevitable que puede nutrir una política exterior coherente que articule Estado y sociedad civil.
En cuanto al cambio climático se comenta que el libro de Carrión reconoce el significado profundo de darle derechos a la naturaleza. Advierte además en el escenario global las formas de violencia como la corrupción, el narcotráfico, y terrorismo. Esta obra llena de evidencias verificables ofrece muchas conclusiones unilaterales, siendo así un documento que aborda la historia desde el discurso oficial y desde la historia a contrapelo del poder, la de los dominados.
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