Archivo de la etiqueta: Hernán Crespo Toral

La cultura cuenta

Por: Hernán Crespo Toral

Nota del Director: Este artículo fue publicado en el Diario HOY, miércoles 6 de mayo de 2001 y reproducido en el libro COMPROMISO CULTURAL asamblea por la cultura mayo 2001.

Con este título ambiguo, el Banco Mundial, en colaboración con la UNESCO, realizó el año de 1999 una conferencia internacional sobre el papel de la Cultura en el Desarrollo. El mayor organismo financiero que genera y dirige la política económica mundial, patrocinaba una reflexión sobre el destino de la humanidad, en los albores del siglo XXI, cuando no se han cumplido las metas esenciales para las cuales fueron creados ese organismo y las instituciones de Bretón Woods, es decir, la consecución de un desarrollo armónico de los pueblos, la difusión del bienestar entre la mayoría de los seres humanos, en fin, la garantía de paz permanente entre las naciones a través de la equidad.

Se constató el fracaso de los paradigmas del desarrollo que buscaban únicamente aumentar el Producto Interno Bruto y el robustecimiento de los mercados, aunque para ello se quebrantaran principios fundamentales en los que se asienta el bien común como el de la conservación de la naturaleza y el de la explotación racional de sus recursos.

La abismal diferencia entre ricos y pobres, acrecentada en las últimas décadas con la aplicación de los modelos neoliberales que han hecho que haya más neos riquísimos y muchísimos más pobres pobrísimos, implicaba que algo esencial faltaba en el Desarrollo. De allí el título de la Conferencia. De allí sus conclusiones.

La evidencia de que se había prescindido de lo fundamental en el Desarrollo, es decir, de su dimensión humana, llevaba a tratar de enmendar los procedimientos. Había que dotar a la teoría y a la praxis del Desarrollo de una dimensión cultural. La Cultura cuenta no sólo como la esencia del ser humano, puesto que constituye su expresión más auténtica, numen de su identidad y de los pueblos si no que es imprescindible para acertar en los procesos y en la incorporación real de los ciudadanos en la búsqueda colectiva del bien común. La Cultura cuenta, además, como generadora de ingentes recursos económicos que en el mundo actual se obtienen con el turismo, las industrias culturales, las artesanías.

Al parecer, en el momento actual en el Ecuador todas estas consideraciones están ausentes de la planificación del Desarrollo, si es que existe tal. El Gobierno no tiene como prioridad a la Cultura; esta no es el nutriente de su tarea que debería implicar el robustecimiento de la identidad nacional, la restitución de la autoestima, el diseño de la futura nación a la que todos aspiramos.

Tampoco tiene preocupación por la conservación del patrimonio nacional, de las expresiones tangibles de nuestra cosmovisión, muchas de ellas sujetas a la vorágine de los intereses -como es el caso de Ingapirca, el mayor monumento prehispánico del Ecuador-, por la conservación y rehabilitación de los pueblos y ciudades, cuya memoria y autenticidad está siendo arrasada por la ignorancia de los administradores y de los políticos. Peor aún, existe un total olvido de patrimonio intangible, de este nutriente maravilloso y frágil de nuestra esencia, sujeto a vertiginosas pérdidas por el arrollador proceso de globalización.

Por eso, resulta laudable la iniciativa del Prefecto Provincial del Pichincha que, auténtico adelantado, convoca, dentro de las Jornadas Culturales de Mayo, a la Asamblea Provincial por la Cultura para discutir temas fundamentales que iluminarán el Desarrollo de Pichincha. Una visión y una revisión de lo que somos, de los aciertos y de las carencias. Una mirada al pasado para fundar el futuro.