Luego del terremoto del 16 de abril que afectó grvemente a las provincias de Manabí y Esmeraldas, varios actores sociales se unieron para aportar con sus conocimientos a la reconstrucción de las ciudades afectadas.
El martes 31 de mayo se desarrolló el foro “Diseño para la emergencia, código abierto para el pro-común” con el fin de dar soluciones locales con la colaboración interdisciplinaria de diseñadores, industrias y comunidades. El evento fue realizado por la Cámara de Diseño del Ecuador (CDEC), con la participación de expositores internacionales y el Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual (IEPI).
Ramiro Rodríguez, Director Nacional de Propiedad Industrial del IEPI, con el tema “Propiedad Intelectual – Invención Abierta” explicó a los asistentes la importancia de contar con el acceso al conocimiento. “El conocimiento debería compartirse libremente, debe ser cooperativo”, manifestó.
Además, puntualizó sobre las propuestas del Código INGENIOS para romper con el paradigma del capitalismo cognitivo. “Es el momento de pensar en la posibilidad de generar conocimiento que esté al alcance de todos”, agregó.
En cuanto al Derecho de Autor, el representante del IEPI manifestó que elaborar un diseño colaborativo de código abierto es muy importante y las iniciativas como “Factoría” van precisamente en esa línea de compartir conocimiento.
Desde el Gobierno Central se está impulsando el Código INGENIOS en donde se promueve un modelo económico que democratice la producción, transmisión y apropiación del conocimiento como bien de interés público. Además de incentivar la producción de conocimiento de manera colaborativa y solidaria.
Ante ello, William Ureña Téllez, diseñador industrial e integrante de CDEC, dijo que desde la sociedad civil se inició el trabajo para la creación de la Factoría: comunidad creativa para la emergencia. El proyecto busca la integración de los diseñadores, la empresa privada y el Estado para iniciar la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto.
“El diseño de código abierto es una herramienta que nos permite participar este momento para la emergencia y nos permite a empresarios y diseñadores generar las obras y evitar disputas de propiedad intelectual por su creación”, afirmó.
El foro es para continuar con la propuesta desde la Factoría con insumos, colaboración del diseño desde lo industrial, de interiores y de moda para generar Nodos de Trabajo Creativo (NTC). “La idea central es generar diseños, rediseños y adaptaciones para prototipar evaluando la necesidad como viviendas emergentes (…) lo importante es que participe el damnificado”, enfatizó Ureña.
Los actores de este proyecto crearán una plataforma en dónde se podrá introducir la necesidad, los costos y materiales que se requieren para la reconstrucción. Este programa estará abierto para subir la información desde los creadores hasta los contribuyentes a esta idea.
“Es la unión de intereses para generar iniciativas que apoyen a mitigar la emergencia. En eso consiste la Factoría creativa”, reiteró William Ureña Téllez. En este proyecto se establecerán períodos entre cinco y 90 días para cumplir con las necesidades propuestas.
Giovanna Buchelli, Coordinadora de Miembros de la Cámara y Vinculación con la Academia de la CDEC, manifestó que para los miembros de la Cámara es importante la presencia del IEPI para elaborar el proyecto, pues los derechos de autor para los creativos son fundamentales.
Expositores que aportaron en el proyecto
David Vila (España): “El diseñador tendría las ventajas de trabajar en código abierto para enfocarse en entorno de trabajo (…) tiene mucho que ver con la función social que se atribuya al diseñador, tendrían productos para resolver problemas”.
Jaime Diez Honrado (España): “El diseño abierto no tiene que ver con lo industrial, podemos pensar en las necesidades de nuestras economías; compartir ideas generan más ideas”.
Paulo Andrés Romero (Colombia): “Nuestra propuesta es crear nodos de trabajo creativo; empezamos pocos pero de seguro se hará una gran red de apoyo”.
Alejandro Ochoa (Venezuela): “El diseño abierto como un acto de solidaridad. Al reconstruir en las zonas afectadas, el diseño debe estar anclado a la sustentabilidad más que a las imposiciones del mercado”
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