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La decadencia del Estado ecuatoriano

Por: Inty Gronneberg

Hace 190 años, la autodenominada Corte de Notables del entonces llamado Departamento del Sur de la Gran Colombia, decide separarse del aún joven proyecto, conformando así la República del Ecuador. Este año, la conmemoración del acontecimiento en cuestión pasó tristemente desapercibida por nuestra nación, marcando claramente ese peligroso declive en el sentido de identidad, o de pertenencia al país, el cual sigue aumentando con el transcurrir del tiempo.

Probablemente la población, en lugar de sentirse libre, se encuentra sumida en la preocupación de la pandemia y sus consecuencias. Sin embargo, el ahogo social no se queda ahí; se podría ver alimentado por factores recurrentes que se mantienen presentes a lo largo de nuestra compleja historia, y que recrudecen en las peores circunstancias. Entre ellos se puede mencionar a la corrupción latente, el pobre desempeño económico y la desconfianza hacia el sistema. Todo esto desemboca en aquella percepción de un pueblo sin rumbo o identidad propia, que muchas veces ha desencadenado la ira social y la lucha de clases.

Con estos antecedentes, el aniversario de la secesión encuentra a una patria en decadencia, inmersa en una profunda crisis social, económica y política, que posiblemente tendrá en los próximos meses un lúgubre entorno, en el cual solo tres de cada diez ecuatorianos, en capacidad de trabajar y aportar a la economía, tendrían un empleo pleno. Así está crisis, mucha más que otras, podría poner el punto final a la historia ecuatoriana producto del potencial caos resultante, sino encontramos soluciones.

En aras de indagar alternativas, si pensamos que muchos de los problemas del país no son nuevos, sino más bien recurrentes desde su origen, se comprendería que probablemente se necesita evaluar los inicios con una visión más crítica. El país empezó con un modelo impuesto, en el cuál una gran parte su élite económica y política se concebía por conveniencia de la colonia apartada de la mayoría, percibiéndose mucho más cercana a sus opresores. Quienes pensaban distinto fueron masacrados. Lo colonizado, la localidad y sus costumbres eran clasificadas como como algo inferior, creando dos mundos muy alejados.

Quizás esos dos entornos nunca han terminado de encontrarse para crear una noción nueva. Tal vez si no logran hacerlo, el estado ecuatoriano está condenado de la decadencia actual al fracaso.

FUENTE: EL TELÉGRAFO

15 de mayo de 2020

Ichthion Limited, seleccionado como miembro de la alianza global para terminar con los desechos plásticos

La Alianza para Terminar con los Desechos Plásticos, en asociación con la Aceleradora de nuevas empresas Plug and Play, anunciaron a través de sus medios digitales y redes sociales, que el emprendimiento británico ecuatoriano -Ichthion Limited-, liderado por nuestro compatriota  Inty Grønneberg, elegido inventor del año 2018 en América Latina por la MIT Technology Review por el desarrollo de la tecnología Azure,  ha sido seleccionado como miembro de esta iniciativa mundial, junto con otros 10 emprendimientos de Europa.

La Alianza para Terminar con los Desechos Plásticos en asociación con Plugand Play, una de las plataformas de aceleración más grandes a nivel mundial, anunciaron la selección de11 emprendimientos europeos, considerados de mayor innovación y visión de futuro, que combatirán la polución plástica apalancados principalmente en nuevas tecnologías.

Esta alianza intenta reunir las mejores soluciones para responder a un problema global que está impactando al mundo, para ello invertirá 1.5 billones de dólares en los próximos cinco años.

Ichthion Limited es una startup británico-ecuatoriana, galardonada por desarrollar soluciones escalables para reducir el flujo de plásticos que ingresan a los océanos. Inició sus actividadesen 2017 en Reino Unido y en 2019 abrió sus oficinas en Ecuador. En ese mismo año con el propósito de vincular y trabajar de la mano con la comunidad se crea Fundación Circular by Ichthion.

Inty Grønneberg, CEO de Ichthion Limited, afirma que la innovación y los emprendimientos tecnológicos son fuentes para crear soluciones a problemas en el entorno social y medio ambiental, además van ganando espacio por su capacidad de generar datos que permiten la incidencia en política pública por la toma de decisiones basada en evidencia.

Ichthion busca a través de su participación, atraer inversión extranjera al país y realizar alianzas con socios estratégicos que quieran implementar sus iniciativas innovadoras enfocadas en combatir la polución plástica en el Ecuador, generando empleo y producción sostenible.

Combatir los desechos plásticos es una misión para la empresa sin dejar de lado la mirada hacia una sociedad más justa y económicamente más equitativa. Además, esta participación significa un paso más para continuar con la cruzada de proteger las Islas Galápagos de este inminente peligro.

www.EcuadorUniversitario.Com

La sociedad y el miedo

Por: Inty Gronneberg

Ecuador vive tiempos de incertidumbre; factores como la inseguridad, falta de empleo, inequidad han logrado que los ecuatorianos vivamos con miedo.

Para muchos, aceptar que sentimos temor puede ser considerado una debilidad, por lo que es algo que solemos ocultar, olvidándonos de que reprimir emociones deriva en estrés y trastornos de ánimo.

Una sociedad con miedo está paralizada por su represión emocional y es altamente susceptible a brotes de violencia colectiva, lo cual nos convierte en una nación desconfiada, nos dificulta colaborar y reduce oportunidades de desarrollo.

Frente a este escenario, la única cura social es la generación de acciones que desarrollen una esperanza verdadera, lo cual no es sencillo, puesto que requiere de sacrificios, sobre todo de los sectores más privilegiados de nuestra patria.

Hacer que toda una sociedad sienta esperanza, demanda acciones con resultados tangibles relacionados a los males que nos aquejan. Alegrías momentáneas, como las deportivas, nos dan mucha satisfacción, pero no una solución real.

Las acciones deben empezar por alianzas que sacrifiquen intereses personales o grupales por el bien colectivo. En ese sentido, quienes tienen el honor de tomar decisiones en el sector público deben hacer a un lado sus cálculos políticos pensando en el bienestar social. Por otra parte, los sectores más pudientes del país deben arrimar el hombro e invertir más en Ecuador, brindando así más oportunidades para quienes menos tienen, no solo desde la caridad.

Finalmente, los futuros candidatos deben demostrar con el ejemplo que son capaces de hacer a un lado sus deseos de liderar y buscar alianzas con sectores de pensamiento afín, puesto que sus separaciones no harán más que daño a sí mismos e incrementará el pesimismo.

El futuro de Ecuador depende de las acciones de quienes tienen una mejor calidad de vida. Este es un momento crucial para la nación. Sin esperanza, el miedo consumirá la sociedad y, con ella, su estructura social y política. (O)

FUENTE: EL TELÉGRAFO
30 de noviembre de 2019 – 00:00

Ecuador, en peligro de involucionar

Por: Inty Gronneberg

El término involución, cuyas raíces se remontan al vocablo latín involutio, es usado para aludir a algún tipo de retroceso, o para señalar opuestos a la evolución y el desarrollo. Usar esta palabra entonces se vuelve necesario para hacer mención a cualquier ámbito o decisión que busque, con o sin conocimiento de causa, frenar el progreso de un país, como por ejemplo cuando en Ecuador se pretende imponer, una vez más, el cambio de los indicadores para calificar a las universidades públicas, desmereciendo una de las pocas actividades que pueden sacar a un país del subdesarrollo: la investigación y la innovación.

Y es que mientras el mundo debate el acceso abierto a los artículos de investigación desde hace varias décadas para promover el crecimiento de países en desarrollo, o procura la creación de nuevas métricas del impacto académico hacia la sociedad, como el indicador de implementación de nuevas empresas tecnológicas, la Secretaria de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación busca hacer que el número de estudiantes matriculados determine primordialmente la distribución de recursos.

Ya no es parte de los indicadores el número de investigadores con doctorado, tampoco la producción de artículos científicos, puesto que su valor es inferior al 3% del total medido. Los reportes anuales de excelencia académica, en los cuales finalmente veíamos por primera vez universidades públicas ecuatorianas, serían menospreciados.

En lugar de debatir cómo traducir la creciente investigación científica en conocimiento aplicado por la sociedad, o la generación de patentes comercializables en las universidades para la creación de nuevas empresas tecnológicas, tenemos estudiantes -una vez más- en las calles, indignados por una falta de visión sobre la importancia de promover la tecnología e innovación.

Las universidades no pueden ser concebidas como fábricas de mano de obra calificada en un país con mayor desempleo. Sino más bien debemos entender que juegan un rol fundamental en la creación de conocimiento a través de sus publicaciones científicas y el desarrollo de inventos que debe traducirse en nuevas empresas. Toda reforma que vaya en contra de estas premisas no es más que simplemente involucionar a Ecuador. (O)

FUENTE: EL TELÉGRAFO
16 de noviembre de 2019

La quinta revolución

Por: Inty Gronneberg

Hace 200 años, nuestro planeta fue la casa estelar de un billón de personas que vivían alrededor de 8 lustros. Junto a aquella coyuntura, la primera revolución industrial generó cambios en el estilo de vida europeo, haciendo que el tiempo de existencia de sus habitantes se alargue en comparación con sus colonias.
La primera era de industrialización cambió las manos de los agricultores y obreros por máquinas, además del reemplazo del animal por sistemas de vapor para la generación energética. La resultante brecha de desarrollo entre Europa versus el resto continuó en aumento hasta las crisis económicas del siglo pasado.

Pese a la debacle, las semillas de la industrialización emergieron desde el Viejo Continente, produciendo una segunda revolución conocida como “sinergia”; término acuñado para describir a la siderurgia y la energía eléctrica como los pilares del desarrollo. Durante esta era, el planeta percibió la triplicación de nuestra especie.

Entendimos que no había vuelta atrás; los sistemas económicos se enfocaron en la producción, logrando crear sistemas de energía mucho más diminutos: electrónicos. Mediante estos inventos se dio paso a la tercera revolución, la cual transformó nuestras comunicaciones, optimizó máquinas y masificó el conocimiento. En este período se septuplicó la población y su tiempo de vida se duplicó.

Hoy escuchamos sobre la inminencia de la cuarta revolución, caracterizada por el manejo de grandes cantidades de información, mediante sistemas de procesamiento complejos y el uso ubicuo de sensores-captadores de datos. Pero las generaciones presentes enfrentan un problema: la destrucción de la especie humana y el planeta, fruto de los efectos negativos de nuestro progreso.

Noticias sobre hecatombes ambientales hacen pensar si estamos en el camino correcto. Quizás este raciocinio debería retumbar aún más fuerte en las poblaciones del continente más biodiverso del mundo, como lo es la América grande. Tal vez aún más entre los países megadiversos.

Es acaso el tiempo para escuchar a sabios, como aquel que dijo que estaremos locos si queremos resultados distintos haciendo lo mismo; o que la imaginación es más poderosa que el conocimiento. Es tiempo de sacudir cadenas mentales, pensar distinto e imaginar una nueva revolución: la revolución por la prosperidad en armonía con la naturaleza, una quinta revolución, la natura. (O)

FUENTE: EL TELÉGRAFO
20 de septiembre de 2019

Me llamo Inty Grønneberg

Por: Inty Grønneberg

Soy ecuatoriano, ingeniero, residente en Londres y actualmente termino mi Ph.D. en Innovación y Emprendimiento Tecnológico, en una de las universidades más prestigiosas de esa ciudad, el Imperial College. Hace algunas semanas, en una entrevista a BBC, dije que “es un derecho del ser humano el poder innovar, el poder aportar a la sociedad nuevas ideas que se transformen en negocios, y en trabajo”. Y bajo esa premisa busqué desarrollar una innovadora tecnología para impedir que el plástico flotante en los ríos llegue al océano.

Fui elegido el “Inventor del Año de Latinoamérica”, en 2018, por la publicación MIT Technology Review del Instituto de Tecnología de Massachussetts. También estuve en la lista de los 35 innovadores menores de 35 años del MIT.

Al ver que en Reino Unido las personas tienen más esa capacidad de traducir su imaginación hacia procesos creativos, decidí crear Ichthion. ¿Por qué? Las sociedades desarrolladas crean las condiciones bajo las cuales se puede crear mucho valor, traducir ese proceso creativo hacia productos nuevos, lo cual genera empleo. En Latinoamérica el emprendimiento no es un efecto de motivación, es un efecto de necesidad. Por ello en este lado del continente (Latinoamérica), la gente emprende porque no tiene trabajo o lo perdió, esa es una gran diferencia entre las dos situaciones.

Ichthion nació luego de hacer un caso de estudio y derivó en lo que es ahora la empresa. Tuve un apoyo de la universidad porque hay competencias, y si uno gana o es aceptado en programas, recibe fondos no reembolsables. Esto te da la oportunidad para experimentar e invertir en crear prototipos. Robert Rouse es el cofundador, y ambos buscamos ese espacio donde haga falta tecnología. Cuando fui reconocido por el MIT, la noticia llegó a Ecuador y al presidente Lenín Moreno. Él me invitó a reunirme en el Palacio de Carondelet y le propuse que Ecuador sea el primer país con esta tecnología. Firmamos un acuerdo de mutuo entendimiento entre el Gobierno ecuatoriano y nuestra empresa.

Esperamos que Ecuador se convierta en el primer país en combatir la polución plástica con tecnología. (I)

FUENTE: EL TELÉGRAFO
19 de julio de 2019

Inty Gronneberg, investigador ecuatoriano galardonado por el MIT como el inventor del año

Inty Gronneberg, investigador ecuatoriano recientemente galardonado por MIT Technology Review como el inventor del año, recibió este reconocimiento gracias a Ichthion, un emprendimiento de su autoría creado con el propósito de retirar desechos plásticos de ríos y océanos, y que ahora espera implementarlo en las Islas Galápagos.

Actualmente, Ichthion se encuentra en fase de implementación y fue desarrollado como parte del doctorado que Gronneberg estudia en Reino Unido, enfocado en la generación de ecosistemas de innovación.

Gronneberg desarrolló sus estudios secundarios en el Instituto Tecnológico Superior Central Técnico, en la ciudad de Quito, posteriormente cursó la carrera de Ingeniería Mecánica en la Universidad de las Fuerzas Armadas–ESPE.

En el 2013 obtuvo una beca de la Senescyt para estudiar una Maestría en Mecánica y Manufactura, luego de lo cual aplicó al Imperial College London, en donde fue aceptado y extendió su beca.

Hoy está de visita en el Ecuador luego de varios años de estudio. Aquí, ha dictado charlas magistrales en universidades como la ESPE y la Técnica del Norte. Esta semana  Gronneberg fue parte de BiheLa Científica, un espacio pensado para, de manera recreativa, abordar temáticas relacionadas con el desarrollo del país. En su ponencia, incitó a los asistentes a ser perseverantes, a entender necesidades y buscar problemas que puedan ser solucionables. “Necesitamos experimentar, debemos pensar como sociedad qué hacer. El Ecuador no debe quedarse atrás”, afirmó.

A decir de Gronneberg, el Ecuador es el país más emprendedor de la región, lo que hace que se lo mire como un Estado innovador. También invitó a los jóvenes a decidirse por carreras técnicas y tecnológicas que les permita desarrollar sus ideas y convertirlas en proyectos que transformen a la sociedad.

Adrián Bonilla, titular de la Senescyt, agradeció en nombre del Gobierno ecuatoriano su esfuerzo. “Estoy convencido de que todo el país está orgulloso de tu empeño. Tu trabajo servirá de inspiración para que más jóvenes emprendan y para que nuestros becarios en el extranjero sigan tu ejemplo”,manifestó.

Inty Gronneberg  regresará al país a finales de enero y dictará charlas en Quito, Guayaquil y Loja.

EcuadorUniversitario.Com