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¿Por qué lo llaman democracia?

Por: José Manuel Castellano Gil

Los sueños nacidos al calor de la toma de la Bastilla de Saint-Antoine y la rebelión de las Trece colonias británicas en las últimas décadas del siglo XVIII, después de poco más de dos centurias,  simples sueños son.

Es verdad que se ha logrado una serie de mejoras sociales pero a ritmo “caracoliano” y con un alto costo humano, a través de las luchas reivindicativas emprendidas desde las bases y los sectores sociales, que han sido reprimidas sistemáticamente con una crueldad sangrienta desde la estructura del poder público, que aparentemente, desde su propia concepción teórica constitucionalista, se ha erigido en un supuesto órgano de legitimidad y representatividad soberana bajo una entelequia de equilibrio de poderes.

No obstante, he de confesar que me siento más aliviado y esperanzador tras conocer la existencia de un foro decisivo y definitivo en defensa de la democracia, que se celebrará en estos días en el Hotel Biltmore (Miami), donde intervendrán Lenín Moreno, Iván Duque, Luis Almagro, Mauricio Macri y otros grandes prohombres de la región, junto a “académicos” y “analistas políticos” (del Régimen, claro está) , con la finalidad de lanzar un grito unísono a la humanidad y a las galaxias adyacentes en favor de la democracia  en América Latina, con las notables ausencia de Nayib Bukele, Mario Abdo Benítez y Carlos Alvarado Quesada, entre otros. Una agenda que contempla abordar la segunda vuelta en Perú, la situación electoral en Nicaragua, los peligros que representa México y Argentina para la democracia, la protesta social chilena y colombiana y los presos políticos en Bolivia.

En ese contexto se enmarca unas declaraciones recientes del boliviano Carlos Sánchez Berzaín -exministro de Defensa durante el Gobierno presidido por el empresario Gonzalo Sánchez de Lozada y que reside en los EE.UU. desde 2003, tras abandonar su país en medio de una ola de protesta social- ha resaltado la gran lección impartida por Moreno en defender el sistema democrático en Ecuador, además, de criticar la destitución de los magistrados de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y del fiscal General en El Salvador.

Y de comparsa carnavalera aparece la ministra de Asuntos Exteriores de la madre patria, Arancha González Laya, quien solicita respeto al Estado de derecho, a la independencia judicial y a la separación de poderes en referencia directa al país salvadoreño. Una señora que intenta barrer en casa ajena cuando en su hogar-patrio el hedor es más que asfixiante. Y vaya casualidad, en idéntica línea se posiciona Antony Blinken, un Secretario de Estado de uno de los países más intervencionista en la descomposición democrática mundial.

Y uno se pregunta: ¿Cuál es la concepción democrática de estas insignes lumbreras? Pues, callar cuando, en estos días y en otros pasados, las balas matan las voces libres de un pueblo como el colombiano, es decir, validan las acciones represivas a toda manifestación social. Sin duda, un sistema democrático que es una farsa, una estafa, un engaño social, que está plenamente controlado y que se encuentra en estos momentos en una encrucijada de reajuste interno del bloque dominante y, por tanto, en los albores de una nueva etapa histórica que afectará a todos sus componentes (productivo, relaciones sociales, ideológico e institucional) y que parece ir encaminado hacia una nueva modalidad de dictadura líquida global.

¿Por qué lo llaman democracia? Cuando en realidad no es más que una apropiación del poder en unas pocas manos, sustentado en un sistema electoral mediatizado y alienado. Pues, resulta obvio que los avances sociales, según nos ha enseñado la Historia, nunca han venido desde el poder, sino a través de la intervención movilizadora y reivindicativa de la ciudadanía, que ha asumido en sus propias carnes las acciones represivas. Mientras tanto, podemos permanecer quietos, inmóviles e insolidarios hasta que llegue el día en que vendrán a por usted.

 

Entrevista al Editor-Jefe de la Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina

«… La Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina constituida en noviembre de 2018, ha desplegado un trabajo permanente para el debate, la creación, la difusión de propuestas y para la publicación de obras de distintas disciplinas, las que al ser de libre acceso se contraponen a cualquier interés mercantilista.

Resulta indudable que todo proyecto enlazado a un compromiso social requiere una mente visionaria; este es el caso de su editor-jefe, el doctor José Manuel Castellano quien lidera un trabajo comprometido con la comunicación académica y científica ha logrado que las obras de investigadores y escritores, tanto nóveles como consolidados publiquen sus obras, luego del cumplimiento de parámetros y criterios sustentados en el rigor científico, artístico y profesional…

Gracias a su Consejo Editorial conformado por investigadores, docentes, gestores y especialistas en lengua y literatura han propuesto una filosofía marcada por políticas editoriales serias, coherentes y éticas, las que han consolidado múltiples proyectos.

La editorial CES-AL no se trata de una empresa más, es la primera editorial digital ecuatoriana de acceso abierto en Ecuador, cuyas muníficas acciones dieron paso a nuevas prácticas educativas, sociales y comunitarias, cuyos resultados corroboran la esencia de su lema: “Compartimos y democratizamos el conocimiento”. Dra. Genoveva Ponce- gponce@unach.edu.ec -Riobamba

 

Día de luto para la creatividad y el compromiso

Por: José Manuel Castellano Gil

Hoy recibimos la triste noticia del fallecimiento del padre de Mafalda, Joaquín Salvador Lavado, conocido mundialmente como “Quino”, quien nos abrió los ojos ante una sociedad opresora, quien nos introdujo en el arte de la  reflexión, del pensamiento, de la crítica social y que nos tendió la mano para llevarnos mucho más allá, hacia el compromiso constructivo por un mundo mejor.

Gracias MAESTRO por tus enseñanzas, descansa en paz.

Foto www.eldiario.es

Usted debe responder, Señor Pedro Sánchez

Por: José Manuel Castellano GIl

La parálisis mortecina del mundo político, institucional y social de esa invertebrada o ficticia España actual, se refleja en el adagio manuscrito de uno de los grandes pensadores universales, que contribuyó al tránsito de las ideas hacia la contemporaneidad: “La política es el camino para que los hombres sin principios puedan dirigir a los hombres sin memoria” (François Marie Arouet, “Voltaire”).

Ese gobierno actual está integrado por comparsas desafinadas con partituras diversas, ilegibles que entonan exclusivamente para círculos e intereses cerrados. En esa dirección podríamos enunciar un cúmulo de despropósitos interminables en sus acciones de (des)gobierno pero para muestra un botón: la programada vuelta al cole.

Resulta, cuanto menos alarmante por no utilizar palabras mayores, dado el actual incremento de contagios, 46.000 en una semana, que se está produciendo en estos momentos en esa piel de toro ibérica, que la Sra. Ministra Isabel Celaá -según recogen diversos medios de comunicación- no sólo no tiene sobre su mesa una propuesta alternativa, con respecto al inicio del nuevo curso escolar programado para principios de septiembre, sino que, además, descarta totalmente cualquier retraso en el calendario previsto, que fue elaborado y acordado en meses anteriores, cuando la afectación del Covid-19 había disminuido considerablemente.

En síntesis, la Ministra apostaba, tan sólo hace dos días, por una vuelta a la modalidad presencial. Sin embargo, anunciaba posteriormente que dejaba en manos de las Comunidades Autónomas esa decisión. Y el Sr. Sánchez, tras el Consejo de Ministros de ayer martes 25 de agosto, informaba que las puertas de los colegios deben abrirse, basado en “la certeza de que se han gestionado bien los recursos para ello y ha garantizado a toda la comunidad educativa que los centros educativos van a ser seguros frente a la Covid-19”. Ante esa declaración uno se pone a temblar, porque si lo gestiona con tanta efectividad como lo ha realizado ante el conjunto de la sociedad española, estamos apañados, estamos muertos.

Otro aspecto que llama poderosamente la atención es la defensa que el Sr. Sánchez hace de la gestión de la Ministra. Mire Sr. Presidente, usted lo que debe hacer es trabajar por defender, proteger y ajustar los desequilibrios sociales de la ciudadanía y no defender a su ministra.

Desconozco, no soy jurista, si el Código Penal contempla responsabilidad derivada por inadecuadas o temerarias instrucciones o disposiciones por parte de un cargo público, o en este caso concreto, de un Presidente de gobierno y su Ministra de Educación. Si la hubiera aplíquese con la máxima dureza, por los daños que pudiera ocasionar, y si no existiera incorpórese a la normativa actual vigente.

Usted. Sr. Presidente, está garantizando que esa exposición de estudiantes, docentes y familias no conllevará situación de riesgo alguno, por tanto, espero que no suceda nada, no por su gestión sino por el bien de mis conciudadanos. En caso contrario, si su decisión provocara alguna afectación o un terrible genocidio social, que no limpien sus manos toda la lluvia del Norte.

Luis Pérez Serichol

Por: José Manuel Castellano Gil

Mil imágenes, mil recuerdos e infinitos sentimientos me llevan a ti, amigo Luis del alma.

Durante años compartimos un sinfín de vivencias que custodio como mi gran tesoro. Compañeros en esas memorables batallas, que una tras otras perdíamos, pero que no nos robaban el aliento por enfrentarnos con más convencimiento a la siguiente, como si fuera la primera o la última.

Durante años recorrimos con nuestra amistad todas las calles y callejones del viejo Aguere, disfrutamos de aquellas tertulias quincenales, cada jueves, en casa desde las 19:horas hasta la madrugada; aquellas inolvidables sesiones de trabajos conspirativos, aquellas reflexiones y análisis sobre la realidad social de nuestra maltratada Canarias, nuestras frecuentes llamadas y los diversos e imborrables espacios vividos.

Conocí directamente Nuestra América a través de los relatos de tus viajes y que más tarde intenté seguir tus pasos, recuerdo tu pasión por la lectura, rememoro tu lealtad y compromiso por la lucha social siempre presente, una constante en tu vida. Eras, eres y serás un referente modélico e integral para mí.

Hace ya varios años que no hemos tenido la posibilidad de reencontrarnos pero, afortunadamente, esos 7.352 km. que nos separan no nos alejó de cultivar ese afecto inquebrantable que nos profesábamos.

Gracias Luis, llevo con gran orgullo tu amistad, tu ejemplo de solidaridad, tu sencillez que habla de tu grandeza, tu gigantesco carácter humanista, tu esencia de luchador y tu espíritu libertario.

Tú, Luis Pérez Serichol, un hombre bueno, seguirá viviendo entre nosotros por siempre.

Cuenca, junio 30 de 2020

 

 

Breve reflexión sobre un posible nuevo orden internacional

Por: José Manuel Castellano Gil

Resulta obvio que la actual afectación pandémica ha generado una crisis integral. Se percibe, y se constata, una intensa inestabilidad y una profunda transformación. El golpe recibido en su estructura económica ha hecho tambalear la hegemonía mundial y está abriendo una brecha muy sugerente en el mundo de las mentalidades. Se comienza a reflexionar sobre los pilares forjados por ese modelo occidental, imperante hasta el presente pero hoy herido de muerte, y se cuestiona más abierta y lúcidamente sobre sus valores, modos de vida, relaciones productivas, sociales y medioambientales. Igual es un leve susurro efímero o, por el contrario, puede que sea el germen de una nueva sociedad futura, quien sabe.

En cualquier caso, independientemente del desenlace, es muy probable que nos encontremos en los albores de una nueva etapa histórica, a la que le tocará definir su nueva estructura social, económica y política, bajo el sello de una nueva hegemonía internacional.

Al calor de los acontecimientos actuales parece que pierde fuelle a paso agigantado EE.UU., superada ampliamente por China, con una agresiva actividad comercial, financiera y tecnológica. Un ejemplo, aunque esperpéntico, de lo que decimos se desprende de una declaración, hace apenas unas horas, del Vicegobernador de Texas, quien insta a los adultos mayores a “sacrificarse y dejarse morir” para “salvar la economía”.

En esa misma hoja de ruta, debacle y quiebra económica, parece encaminarse la Unión Europea, amenazada bajo la alargada sombra de un brexit generalizado: una acción para refugiarse en políticas estrictamente nacionalistas en un intento desesperado por la supervivencia territorial, ante la misión imposible de contribuir mancomunadamente a los países de la Unión, dada la inviabilidad de asumir el pesado lastre de Italia, España y la degradación socioeconómica, que pronto surgirán, en Francia y Alemania, junto al ya decidido insularismo británico. Esa hipotética realidad sepultaría definitivamente esa tercera vía, que el Viejo continente ansiaba representar en el concierto mundial.

Fuera de escenario quedarían nuevamente África y América Latina. Mientras que China parece adquirir un papel protagonista, con una Rusia, todavía, aún entre bambalinas.

Acerca del libro EPISTEMOLOGÍA ANDINA (*)

Por: José Manuel Castellano Gil

Esta obra, “Epistemología Andina”, publicada bajo el sello de la Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina y coordinada por Pedro Carretero Poblete y Jennifer Loaiza Peñafiel, cuenta con la participación de destacados investigadores que indagan sobre siete aspectos de especial interés que vienen a enriquecer la construcción del conocimiento de las sociedades indígenas desde una concepción epistemológica del Sur.

El primer capítulo está encargado de estudiar el ritual de enterramiento Puruhá, a partir de las referencias proporcionadas por los cronistas para, posteriormente, centrarse en las escasas intervenciones arqueológicas realizadas por Jijón y Caamaño en 1927 en los alrededores de Riobamba y en las más recientes prospecciones superficiales llevadas a cabo, en Flores, Collay y Rumicruz, por el Grupo de Investigación Puruhá de la Universidad Nacional del Chimborazo.

El segundo capítulo constituye una imprescindible y necesaria intervención dirigida al rescate y preservación de la tradición textil de la nacionalidad Kichwa Puruhá. Esta aportación, que se sustenta en el amplio repertorio normativo ecuatoriano en materia de preservación documental, registro fotográfico y defensa de las culturas andinas, presenta una doble propuesta con la finalidad de ordenar, clasificar, documentar, custodiar y difundir esa memoria tradicional, a través de la elaboración de un registro fotográfico y el diseño de un repositorio digital.

El tercer capítulo aborda la construcción del conocimiento en las comunidades indígenas del Chimborazo, a través de la propia experiencia profesional de su autor, por dos décadas de convivencia con las comunidades de Colta y Guamote, junto a la revisión y análisis de los diccionarios quichuas de finales de siglo XIX, especialmente de Luis Cordero y del Padre Juan Grimm. Este es un trabajo orientado a la recuperación y visibilización de los saberes ancestrales de los pueblos indígenas y afrodescendientes, que permitirá, sin duda, superar la visión de colonialidad del saber y está conectado a las luchas emancipatorias de los movimientos sociales en la región; una justa reivindicación de derechos y saberes que deben incorporarse al proceso educativo, como fuente del conocimiento, soporte didáctico y como enseñanzas sobre la vida.

El cuarto capítulo es un minucioso y detallado estudio sobre el uso y aplicación de la hoja de coca en la Historia del Ecuador fundamentado en la información y noticias proporcionadas por cronistas, administradores, viajeros, científicos e investigadores desde una visión cultural e histórica.

El quinto capítulo se encarga de analizar los rituales en las ciudades andinas y la experiencia de sacralización de lugares del espacio público, desde el Yumbu Wañuchiy Aknanay y Kuchi Japiy Aknanay, en las parroquias de La Magdalena y San Isidro del Inca del cantón Quito (provincia de Pichincha). Espacios caracterizados por una conformación urbana, prácticas sociales y culturales propias entre sus habitantes como resultado histórico de las incidencias sociales, étnicas, políticas y económicas.
El sexto capítulo se centra en un análisis comparativo de los datos obtenidos en diversas excavaciones realizadas -tanto en las ex haciendas Tajamar y La Tola en el sector de Cayambe por Villalba (1997) como en la ex hacienda La Vega en 1997 y 2016- sobre los montículos en campos de camellones con la finalidad de establecer posibles vínculos entre estos espacios con determinadas ceremonias. Para ello, se estudia sus contextos y ocupaciones (estratos, rasgos y cultura material); la interpretación aportada por otros investigadores y se ofrece una reinterpretación sobre los mismos.

Y por último, el séptimo capítulo se adentra en el conocimiento y uso de las tecnologías sobre observación astronómica desarrolladas en los Andes septentrionales.

En definitiva, este libro constituye un aporte relevante, serio y riguroso en el conocimiento y saberes de las sociedades originarias.

(*) Este texto corresponde al prólogo del libro «Epistemología Andina», publicado recientemente por la Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina. Cuenca, 2020.

A propósito del libro “Gestión cultural alterativa” de Ramiro Caiza (*)

Por: José Manuel Castellano Gil

Este ensayo, Gestión cultural alterativa, propuesto por Ramiro Caiza, un activista cultural que cuenta con una amplia y dilatada trayectoria en este campo -tanto desde una acción de compromiso individual (poeta, ensayista y gestor cultural) como en su ejercicio institucional, (miembro fundador y presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana del cantón Mejía, provincia de Pichincha; de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Barcelona en España; y gestor cultural en la Casa Matriz de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión)- pone sobre la mesa del debate social una serie de elementos claves.

Debemos resaltar, en primer lugar, que la acuñación de esa licencia literaria recogida en su título, “alterativa”, no sólo busca atrapar la atención del lector a partir de un posicionamiento claro y directo para estimular una confrontación dialéctica sino que encierra fundamentalmente un re-planteamiento, re-consideración y re-conceptualización de un término, como es la cultura, desde la acción comunitaria y local.

La cultura es, sin duda alguna, un concepto complejo y, desde luego, nada neutral que está en constante transformación epistemológica, con procesos de adaptación y readaptación a lo largo del tiempo y con dinámicas propias en cada territorio. Cada período histórico, cada sociedad, cada área de conocimiento, cada investigador, cada gestor, cada individuo, etc., tiene su modo de ver, entender y hacer cultura. Sus múltiples acepciones, por tanto, condicionan los análisis e interpretaciones, la forma de ver el mundo, de sentirlo, de entenderlo, de definirlo y de proyectarlo.

La cultura dominante es un reflejo del sistema productivo y sus relaciones sociales derivadas, traducidas en determinados comportamientos, hábitos, expresiones y manifestaciones. Pero la cultura, al mismo tiempo, puede ser interpretada como un instrumento de transformación social colectiva liberadora frente a la oficialidad, al institucionalismo y como una herramienta de contrapeso a los comportamientos estáticos y replicantes, es decir, un acto de rebeldía frente a los grupos de poder, que pretenden imponer una cultura única y uniformada.

La cultura hegemónica -visiones y miradas generacionales e intergeneracionales, pasadas y presente- es un movimiento dinámico, construida y de-construida por los sectores dominantes y oficialistas en cada momento junto a la diversidad de acciones surgidas desde otros segmentos sociales, populares, étnicos y territoriales, que en su acción defensiva identitaria intentan recuperar y reconstruir una serie de signos y símbolos que se encuentran, como siempre ha sucedido, en pugna constante y que en el presente histórico obedecen a los procesos globalizadores, dibujados por espacios centrales y periféricos, es decir, por áreas geográficas dominadoras y por territorios dependientes y dominados.

A ese cuadro sociocultural general hay que añadir otros aspectos singulares en nuestra región latinoamericana, donde intervienen y entran en juego cosmovisiones entre el mundo originario (indígena) con las resultantes de las diversas variables del proceso colonizador y sus incidencias aculturativas (pervivencia y sincretismo), la recomposición de una sociedad mestiza diversa, integrada por otras culturas y etnias (como es el caso de los afroecuatorianos o sociedades orientales), junto a la actual presión globalizadora en su más amplia concepción: desde los trasvases migratorios, a la revolución tecnológica y a la configuración hegemónica internacional, plasmadas en un sistema económico-financiero y su engranaje en el escenario ideológico mundial.

En fin, no podemos concebir, ni entender a la cultura desde una perspectiva aislada, independiente o unidireccional sino que juega un rol dinámico, redefinido en cada momento y en cada territorio entre dominadores y dominados, que conviven de forma permanente en confrontación, con mayor o menor intensidad, en sus manifestaciones y cosmovisiones.

En definitiva, el tratamiento que se aborda en las páginas que siguen a estas líneas no tiene como intención cerrar el círculo conceptual y el propio accionar de los movimientos culturales sino que esta visión que se presenta tiene como propósito invitar a una profunda reflexión, análisis y debate sobre la configuración social e ideológica que, en suma, define y re-diseña el marco cultural entre la mayoría minoritaria y las minorías mayoritarias.

(*) Este texto corresponde al prólogo del libro «Gestión cultural alterativa» de Ramiro Caiza, coeditado recientemente por la Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina y el colectivo Mejía Cultura Siglo XXI (Machachi-Pichincha).

Cuenca, 2020.

La inmensidad de Jorge Dávila y la humildad de un poeta

Por: José Manuel Castellano Gil

No vamos a descubrir ahora al gran poeta, tampoco vamos a disertar sobre su magna obra, ni siquiera pretendemos redibujar sus imborrables huellas impregnadas en las aulas universitarias. Tan sólo aportar un fugaz destello sobre un gesto que alumbra grandeza, sensibilidad y bondad.

Desde luego no es nada frecuente -en una sociedad de tanta arrogancia individualista y egocéntrica- que un “grande” en cualquier actividad, creativa o no, rebose sencillez y humildad hacia el “otro”, hacia los demás, hacia el que se inicia -rebosante de ilusión, sin más ambición que una ligera maleta llena a reventar de ganas y sueños por crecer en una constante búsqueda de un espacio de letras, cargado de vivencias, sentimientos, ideas y utopías- para extenderle su mano franca, limpia y maestra que le impulse a seguir deambulando por los senderos de la vida.

Esa ha sido la inconmensurable muestra y lección humanística ofrecida por Jorge Dávila Vázquez, uno de los más grandes literatos cuencanos y ecuatorianos contemporáneo, que retrata por sí solo a un hombre modélico e integral, que es más que un poeta, que es más que un docente, es un espejo donde mirarnos para modelar hombres y mujeres nuevos que tanto necesitamos.

Conocía al poeta, al maestro pero no a ese “ser gigante”. No dispongo de suficientes elogios para mostrar mi inmensa gratitud por ese magnánimo y significativo agasajo, concretado en un profundo y hermoso prólogo que abre el primer poemario de Francisco Carrasco Ávila, un elegante y muy oportuno pretexto para lanzar un mensaje al joven poeta cuencano y también a la juventud universal.

La educación en tiempos de cambios

Por: José Manuel Castellano Gil
Profesor Titular de la Universidad Nacional de Educación
Miembro de la Academia Nacional de Historia de Ecuador

La complejidad social consolidada en estas últimas décadas y los diferenciados ritmos históricos territoriales a nivel global han dado paso a profundas transformaciones en la estructura y en el sistema educativo internacional. Las páginas que siguen no son más que una pequeña muestra del planteamiento enunciado, donde la Educación se encuentra en estos momentos, más que nunca, en una encrucijada permanente de tiempos de cambios, donde el influjo del proceso globalizador y la revolución de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han abierto distintas respuestas y reacciones a los viejos y nuevos problemas que afectan al ámbito educativo y social.

Desde diversas miradas, ángulos, realidades y enfoques este libro intenta abordar algunos de los aspectos claves del campo educativo, a partir de experiencias territoriales amplias, comunes e incluso divergentes, en función de sus propios entornos y contextos socioeducativos, pero desde una inquietud compartida bajo una firme creencia de acción y creación innovadora de propuestas, planteamientos, modelos e intervenciones que van dirigidas a un intento por mejorar la labor docente y los procesos de enseñanza-aprendizaje, bajo un decidido anhelo por una transformación social de fondo. Sin duda, esta visión constituye la principal riqueza y aportación de esta miscelánea de textos, que desde la diversidad viene compactada de forma natural, sin una pretensión prefijada, y caracterizada por un clima de incertidumbre socioeducativo. Tiempo, espacio y contextos son sus tres ejes definidores.

¿Qué podemos encontrar en este libro? Pues, un conjunto de estudios, reflexiones y sugerencias abiertas al diálogo y a la discusión sobre diversos aspectos agrupados en siete módulos: la educación para la ciudadanía; la educación y nuevas tecnologías; la educación y la cultura; la formación educativa; la educación y la didáctica; la evaluación de proyectos educativos; y la educación inclusiva.

Por tanto, esta aportación tiene el valor de ser un punto de partida, en unos casos, o una simple estación de tránsito, en otros, a través de la incursión por esas veredas desconocidas, caminos en ejecución o en procesos de rehabilitación, inherentes a este recorrido angosto por la reflexión educativa en nuevos y distintos escenarios en tiempos de cambios, que nos debe obligar a una reorientación continua de los procesos formativos, sin olvidar su esencia y finalidad para fraccionar esa arraigada tendencia de la Educación como un mero instrumento estético y, esencialmente, como una maquinaria reproductora del sistema dominante, que intenta homogenizar al individuo y a la colectividad.

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