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Las cartas

Por: Juana Neira

Hoy por hoy las cartas resultan anacrónicas, anticuadas y pasadas de moda. Los mensajes de texto (chats) y los correos electrónicos las han fulminado de una manera irreversible. Escribir una carta fue siempre un hábito intenso, las palabras eran enlaces que nos acercaban a los seres queridos, nos dejaban tocar su corazón y la nostalgia de sus recuerdos. Una carta contenía historias, aventuras, viajes, risas, lágrimas y abrazos que se guardaban en un sobre que viajaba a lugares lejanos. Tomaba semanas o meses en llegar a su destino.

Escribir una carta era una necesidad imperiosa de detener el tiempo e inaugurar los secretos. Escribir una carta era encontrar un refugio para el miedo y para salvar la alegría…

También se escribían y se recibían cartas telúricas y oscuras que mordían la paz y se convertían en dagas inquisidoras que cambiaban para siempre el destino, a esas las quemábamos para que el fuego las libere. Pero los jóvenes de hoy en día no han experimentado el sabor de la espera de noticias que llegan de lejos, no han sentido la necesidad de recorrer cada palabra, cada párrafo, cada momento escritos con la fuerza de la distancia y el dolor de la ausencia. Ellos han perdido la esencia de la dilación, de la demora, son esclavos de la inmediatez…

Hoy las noticias y los grandes acontecimientos se conocen en segundos, el misterio de las sorpresas se ha diluido en teclas y pantallas. Las palabras se han transformado en sílabas entrecortadas, inconclusas que reducen el universo de los significados y el vocabulario se ha escondido detrás de unos símbolos vacíos.

Las cartas abrían puertas y cerraban círculos, guardaban enigmas y revelaban grandes verdades ocultas. Celebraban la vida y anunciaban las tempestades…

Las cartas de amor susurraban caricias, insinuaban deseos, suscitaban pasiones y refrescaban los sueños… eran las más esperadas y las más escondidas…

Hoy escribiré una carta para mi abuela, le contaré que ya aprendí a conversar con las violetas, le diré también que el aroma del dulce de guayaba se quedó guardado en mi memoria y que sus ojos me enseñaron a descifrar la savia nueva de los arupos… (O)

FUENTE: EL TELÉGRAFO
23 de agosto de 2019 –

Sozapato

Por: Juana Neira

La ilustradora, diseñadora y actriz ecuatoriana Sofía Zapata Ochoa se encuentra entre los mejores ilustradores del mundo. La editorial china Posts and Telecom Press realizó una publicación llamada “Los 500 mejores ilustradores jóvenes del mundo”, Sozapato se encuentra en dicha nominación, un reconocimiento muy importante e inmenso orgullo para nuestro país.

Su trabajo creativo ha vencido las fronteras y ha sido galardonado con importantes premios nacionales e internacionales: Sofía ha obtenido menciones de honor en IBBY (International Board Books for Young People) en 2014 con el primer libro álbum de su autoría (texto e ilustración) Colorín Colorado (Zonacuario 2012), al igual que con el libro Invisibiliflú, del autor ecuatoriano Francisco Delgado Santos con sus ilustraciones, entre otros importantes reconocimientos.

Su relación con los colores y los trazos, las texturas y las imágenes, es apasionada y profunda. El lenguaje de sus formas es conmovedor, un tributo a la ternura.

Colorín, un personaje que llegaba tarde al inicio de los cuentos y atrapaba palabras, inventaba figuras que rimaran con ellas. Los colores de esta historia nos envuelven desde la fantasía. Cuando llegó a mis manos Matilde (Kalandraka, España 2017) quedé deslumbrada y atrapada por esa pequeña niña traviesa que con unos pinceles puso colores a una ciudad triste y gris, una historia contada sin palabras, sus figuras nos emocionan sin tregua. Debajo de hoy (Ommani Ediciones 2018) un libro-objeto, colores y palabras que crean un universo sobre el tiempo y sus enigmas.

Distinta (Kalandraka 2019), libro álbum con textos de Beto Valencia, finalista del X Premio Internacional Compostela de Álbum Ilustrado. Sozapato también dibuja con su cuerpo y sus rostros, incursiona en el Teatro Clown con Fuga en la zona roja y La anacoreta. Gran actriz. Les comparto un fragmento de su obra Debajo de hoy:

“Al cruzar una esquina
del tiempo descubrí que
el silencio tiene forma de espera,
detrás encontré
su esqueleto y, más allá, a
los habitantes del aire.
Esos… los que solo se pueden ver
con los ojos cerrados.
A sus pies nacían los colores
junto a la nada…”. (O)

FUENTE: EL TELÉGRAFO
12 de julio de 2019

‘Rayuela’

Por: Juana Neira

La Real Academia Española (RAE), la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale) y la Academia Argentina de Letras (AAL) han decidido rendir un homenaje a uno de los autores en español más importantes de todos los tiempos, Julio Cortázar, y a su obra emblemática, Rayuela (1963).

Esta edición conmemorativa es parte de una colección de obras que también han sido publicadas por la RAE, como El Quijote o Cien años de soledad. Este pasado miércoles 19 de junio de 2019, fue presentada en Quito, en el escenario de Librería Rayuela, un espacio cálido y con olor a libros, Mónica y Susana Varea han hecho de esta librería un lugar de encuentros y de tertulias inolvidables.

Susana Cordero de Espinosa, presidenta de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, dio su primer salto en Rayuela, su propia lectura, sus sensaciones frente a Cortázar. Luego le tocó el turno a Diego Araujo, quien se refirió a los estudios introductorios: “El argentino que se hizo querer de todos”, de Gabriel García Márquez, y Semblanza de Adolfo Bioy Casares. “El que nunca deja de crecer”, de Sergio Ramírez.

Carlos Arcos Cabrera fue el tercero en saltar y se refirió al artículo de Mario Vargas Llosa, “La trompeta de Deyá” y al de Carlos Fuentes, “Julio Cortázar y la sombra de Erasmo”; que son la puerta de entrada a esta bellísima edición de Rayuela. Se incluye en esta publicación el Cuaderno de Bitácora y transcripción en el que aparecen manuscritos, apuntes, dibujos, que nos dejan ver el proceso de escritura de la obra.

Rayuela desafía al lector a ser parte de un juego provocador: brincos en el tiempo y en el espacio, saltos aleatorios de los capítulos, un ir y venir en el laberinto de su trama, una búsqueda apasionada de interrogantes…

Abro el capítulo 7 y me cuelgo de él: “Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera… Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua”.

Volver a Cortázar es siempre un deleite.

FUENTE: EL COMERCIO
21 de junio de 2019

Libros vs. Pantallas

Por: Juana Neira

Hoy en día estamos viviendo la invasión de pantallas y pantallitas, que han reemplazado al diálogo, al juego, a las miradas, a las palabras…

He aquí la voz de alerta, especialmente para los padres, maestros y abuelos. Los niños pequeñitos están sobreexpuestos al uso de la tecnología sin límites, y esto tiene varias aristas que debemos observar.

Álvaro Bilbao, experto neuropsicólogo y psicoterapeuta, sostiene: “Los niños deben pasar los seis primeros años de su vida sin tecnología porque primero se le debe enseñar a su cerebro a pensar, a estar atento, a imaginar”.

Algunos de los efectos adversos provocados por el uso ilimitado de tecnología a temprana edad son: Pérdida de la capacidad de autocontrol: los niños se relacionan con los videojuegos, que se mueven vertiginosamente, cuando vuelven al mundo real no pueden controlar sus emociones y sus impulsos, les cuesta mucho interactuar armónicamente con su entorno. Se vuelven agresivos.

Los videojuegos estimulan intensamente el cerebro de los niños, por lo que pierden interés por las actividades un poco más lentas: la maestra, un libro, jugar en el jardín, dialogar, escuchar un cuento. Se produce así el síndrome de déficit de atención; los niños son medicados para controlar sus actitudes.

Los pequeños se aburren fácilmente y los padres, por comodidad, les ofrecen los celulares y las tabletas para que dejen de “molestar”. El aburrimiento es la madre de la imaginación, si un niño está constantemente entretenido, no tiene tiempo de aburrirse ni de imaginar y crear sus propios universos donde desarrollar sus juegos.

Cuando un niño juega con un dispositivo permanentemente, no activa las zonas cerebrales que desarrollan el lenguaje. Es por esto que los libros son el mejor instrumento para lograr que ellos desarrollen su creatividad, su empatía con el medio que les rodea y, sobre todo, afianzan el vínculo afectivo con sus padres. La lectura en voz alta es un acto de amor, es un abrazo.

Hemos perdido la capacidad de asombro frente a la palabra.

FUENTE: EL TELÉGRAFO
16 de Mayo de 2019