Archivo de la etiqueta: Noticias Universitarias

La revolución tecnológica en la universidad

© Shutterstock
© Shutterstock

La revolución tecnológica afecta a la investigación y a la transferencia del conocimiento y tiene uno de sus ejes en la figura del profesor.

Desde hace ya unas cuantas décadas el término revolución asociado al término tecnología genera una expectante ilusión, gracias a la cual, todos los que trabajan en diferentes sectores donde la tecnología puede ayudar a revolucionar algún aspecto, se apoyan para retar a las posibilidades de esta y así conseguir los impulsos necesarios para avanzar, a veces despacio, pero otras veces suficientemente rápido.

El término revolución, según la Real Academia, adquiere dos acepciones muy interesantes. La primera, «cambio profundo, generalmente violento, en las estructuras políticas y socioeconómicas de una comunidad nacional». 

La segunda, «cambio rápido y profundo en cualquier cosa». A su vez, el término tecnológica se define como «perteneciente o relativo a la tecnología» y, por lo tanto, esta última se define como «el conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico».

La revolución tecnológica tiene que venir asociada de la disrupción que propician los «0» y los «1», o mejor aún, la que propiciará la computación cuántica cuando sea accesible a la sociedad

Por consiguiente, ¿qué deberíamos esperar ante la revolución tecnológica? Probablemente un cambio rápido y profundo aprovechando el conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico, concretamente, del mundo digital. Y es que, inevitablemente, la revolución tecnológica tiene que venir asociada de la disrupción que propician los «0» y los «1», o mejor aún, la que propiciará la computación cuántica cuando esta sea accesible a la sociedad. Esto nos lleva a la primera acepción de la palabra revolución y su conexión con la política y las estructuras socioeconómicas.
A lo largo de este artículo trataremos diferentes aspectos de la revolución tecnológica, desde un análisis de la situación actual hasta su aterrizaje en la universidad, pasando por planes de estudio, docentes, tendencias, necesidades y algunas estadísticas, con el ánimo de generar en el lector uno de esos impulsos que ayuden a seguir avanzando con velocidad de crucero.

DIAGNÓSTICO ACTUAL: LA REVOLUCIÓN EN MARCHA 

La mejor manera de reflejar el estado de la situación actual es aquel que está basado en cifras, pero que además las argumenta. Para ello es bueno exponer algunas estadísticas que orienten el trasfondo de la situación: estudiantes e investigación, profesión y academia, para constituir la universidad y sus necesidades de revolución tecnológica.

Todas las cifras y datos se apoyan en los estudios más recientes que hay disponibles, específicamente el informe de La Universidad Española en Cifras (2017/2018) (1), de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), y el informe Datos y Cifras del Sistema Universitario Español (2018/2019), del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Vamos a observar cuatro gráficas que nos tienen que ayudar a diagnosticar tendencias para poder dar los siguientes pasos.

1. Porcentaje de personas de 25 a 34 años con un nivel de Educación Superior (2008 y 2018) del conjunto de países en el Top 200 del Índice de Shanghái 2019, más Polonia y Grecia.
2. Porcentaje de personas de 25 a 34 años con un nivel de Educación Superior (2008 y 2018) por área de conocimiento del conjunto de países en el Top 200 del Índice de Shanghái 2019, más Polonia y Grecia.
3. Distribución de las ofertas de trabajo y de los estudiantes de nuevo ingreso en las universidades por ramas de enseñanza. Año 2018 y curso 2018/2019.
4. Gasto en I+D por sectores de gasto: empresas y administraciones públicas y universidades, porcentaje del PIB. Media del período 2011 a 2017.

Los resultados de la revolución y su empuje tienen que servir para conseguir que la universidad, sin olvidar su cualidad de universal –donde tienen que darse todas las posibilidades necesarias para cubrir las expectativas de cualquiera de sus miembros–, se alinee con los objetivos de la sociedad donde se desenvuelve, y permitir de esta manera que tanto el desarrollo, como la productividad, sean más eficaces y eficientes para poder seguir avanzando y construyendo la evolución del ser humano, desde una perspectiva integral y social.

Figura 1. Porcentaje de personas de 25 a 34 años con un nivel de Educación Superior (2008 y 2018) del conjunto de países en el Top 200 del Índice de Shanghái 2019, más Polonia y Grecia.

La tendencia natural de los países cuya producción científica y, por tanto, cuyo impulso a la revolución es mayor, es alcista. Se puede observar cómo, en términos generales, el número de egresados de las universidades aumenta tras una década, por consiguiente, la oferta de planes de estudio en la universidad unida a una cultura de estudio arraigada en el seno de la sociedad, devuelven una población con mayor conocimiento y mayor capacidad de acción.

Figura 2. Porcentaje de personas de 25 a 34 años con un nivel de Educación Superior (2008 y 2018) por área de conocimiento de una selección del conjunto de países en el Top 200 del Índice de Shanghái 2019, más Polonia y Grecia.

La gráfica del apartado anterior, tal como ya hemos comentado, devuelve una población más cualificada y con mayores competencias para afrontar diversos tipos de retos. Ahora bien, si observamos esta segunda gráfica podemos identificar que los egresados en tecnologías de la información y comunicación, en comparación con las otras ramas de STEM (acrónimo de Science, Technology, Engineering y Mathematics), es notablemente inferior en todos los países analizados y en la media de la Unión Europea. Profesionales cualificados tanto en STEM como STEAM (acrónimo de Science, Technology, Engineering, Arts y Mathematics) juegan y jugarán un papel fundamental, a nivel social y laboral, en la revolución tecnológica. La necesidad de impulsar este modo de pensar es ya evidente y su omisión podría generar una falta de alineamiento entre necesidades profesionales y ofertas universitarias.

Figura 3. Distribución de las ofertas de trabajo y de los estudiantes de nuevo ingreso en las universidades por ramas de enseñanza. Año 2018 y curso 2018/2019.

Hasta este punto tenemos una visión de la evolución de la universidad a lo largo de una década y, además, tenemos la visión de la tipología de egresados, en términos competenciales, ligados a los elementos fundamentales y necesarios para desarrollar la tecnología. Estos egresados deberían estar asociados, a su vez, con las necesidades de empleabilidad de la sociedad y, sin embargo, las ofertas

Figura 4. Gasto en I+D por sectores de gasto: empresas

y administraciones públicas y universidades, porcentaje del PIB.

Media del período 2011 a 2017

de trabajo en el ámbito de la ingeniería y arquitectura en España, junto con las de ciencias, suman solamente el 24% del total. Si les sumamos las ofertas en artes y humanidades apenas llegaríamos al 35% de la oferta laboral. Un dato probablemente bajo, si deseamos tener protagonismo en el avance que se va a producir con nuestra participación o sin ella.

Figura 5. Titulaciones, Estudiantes y Egresados del Sistema

Universitario Español. (2)


Finalmente, para alcanzar ese protagonismo, es necesario la orquestación de los recursos, así como su focalización en los lugares donde se puede conseguir impulsar la tecnología y todos los elementos que la tienen que rodear para conseguir avanzar. El gasto en I+D, tanto en el ámbito público como en el ámbito privado, necesita de mucho recorrido en España para poder estar al nivel de los que actualmente son considerados motores del empuje de la revolución tecnológica.

Un ejemplo que explicita claramente los beneficios que trae la tecnología es la difusión de los resultados de la investigación

Toda esta información se puede cruzar con la expuesta en la figura anterior que recoge un resumen de la distribución del sistema universitario español. Estos datos ratifican la tendencia de la figura 1, y a su vez manifiestan la necesidad de seguir impulsado el sistema para poder escalar en el desarrollo del país.
Ya en 1942, Robert M. Hutchins, en su conferencia Los fines de la educación (3), criticaba los cuatro problemas en la educación universitaria de su tiempo: escepticismo, presentismo, cientificismo y antiintelectualismo; argumentando que la universidad debía formar al hombre para enseñarle a pensar, dado que esta forma filosófica de actuar le preparaba para enfrentarse a los retos donde aplicar sus conocimientos.

Las estadísticas que hemos visto hasta ahora no ayudan, por sí mismas, a resolver cómo debe ser el futuro de la universidad, y si Hutchins tiene actualmente razón, pero sí nos ayudan a posicionar sobre qué hacemos y qué no hacemos. A pesar de que estos datos podrían ser mejores, no podemos poner en duda que la revolución tecnológica en la universidad está en marcha.

Son muchos los elementos que nos ayudan a poder aseverar esto, como el elevado número de estudiantes que están matriculados en estudios en línea en universidades españolas –sin la ayuda de la tecnología, estos estudiantes no podrían adquirir conocimiento alguno–; o el número creciente de estudios que se ofertan en línea, práctica- mente por parte de las 85 universidades del territorio español.

Siempre ha habido pioneros, visionarios de lo que tiene que venir, sherpas que han ayudado a enseñarnos el camino que otros tienen que seguir

La revolución está en marcha. Siempre ha habido pioneros, visionarios de lo que tiene que venir, sherpas que han ayudado a enseñarnos el camino que otros tienen que seguir. La Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), en España; Minerva y Singularity University, ambas en Estados Unidos; o Kaospilot en Dinamarca, son ejemplos de ello. Cada una tiene un modelo pedagógico diferente y cada una se dirige a un público objetivo concreto, pero todas ellas han sabido afrontar el reto tecnológico y ambicionar una universidad adaptada a las expectativas de sus alumnos, y no solamente a las de estos, sino también a las necesidades de las empresas empleadoras que posteriormente les brindarán una oferta laboral.

De esta manera han conseguido la alineación suficiente para egresar lo que la empresa necesita ingresar como la creatividad, la flexibilidad y el trabajo en equipo, y eliminar así brechas; competencias blandas fundamentales en las relaciones laborales y sociales actuales. Además, todas ellas viven en una constante evolución y disrupción para avanzar al vertiginoso ritmo que hoy en día nos permite el mundo digital.

PLANES DE ESTUDIO DE LA SOCIEDAD DIGITAL

No cabe duda de que conseguiremos profesionales de la revolución tecnológica si los alumnos cursan planes de estudio en los que desarrollen competencias habilitantes para cubrir las necesidades de la universidad. Solo así se convertirán en participantes capacitados y altamente estimulados para bajar de las musas al teatro y hacer realidad la revolución tecnológica.
Siguiendo la misma dinámica que al principio de este artículo, definiremos los términos plan de estudio, sociedad y digital:

– Plan de EstudiosEsquema estructurado de las áreas obligatorias y fundamentales y de áreas optativas con sus respectivas asignaturas que forman parte del currículo de los establecimientos educativos. Ministerio de Educación de Colombia, 2020.

– SociedadConjunto de personas que se relacionan entre sí, de acuerdo con unas determinadas reglas de organización jurídicas y consuetudinarias, y que comparten una misma cultura o civilización en un espacio o un tiempo determinados. Oxford University Press, 2020.

– DigitalLo digital es lo contrario de lo analógico. Son sistemas que representan, almacenan o usan la información. Casi todos los dispositivos electrónicos e informáticos que nos rodean y que transmiten la información por medios de números (dígitos), son digitales.

¿Los planes de estudio existentes nos preparan para la sociedad digital? La respuesta, ineludiblemente, tiene que ser, depende. ¿Cómo podemos entonces afrontar las necesidades de la sociedad digital?, mediante una formación que prepare al estudiante a desenvolverse en un nuevo ecosistema, que es digital:

– Este nuevo ecosistema digital está suponiendo un desafío importante. Se están redefiniendo las bases de la innovación, de la productividad, pero también va a ser trascendental para los modelos educativos y el empleo.
– Las tecnologías digitales incrementarán la competitividad en la economía, la productividad y la innovación, contribuyendo al crecimiento del PIB de los países, tal y como vimos previamente.
– La velocidad con la que avanzan las nuevas tecnologías y los diferentes modelos de negocio digitales ha hecho que los perfiles profesionales más demandados el año pasado, ni siquiera existiesen hace menos de diez.

La educación STEAM se ha convertido en un gran aliado para ello. Digna Couso, directora de CRECIM (Centro de Investigación para la Educación Científica y Matemática), la define así: «Es la capacidad de identificar, aplicar e integrar las formas de pensar y hacer en el desarrollo de la ciencia, la tecnología, matemática y arte entendidas en global para comprender, decidir y actuar ante problemas complejos y para construir soluciones creativas e in- novadoras utilizando las tecnologías disponibles» (5). Es una nueva forma de pensar para lograr soluciones innovadoras para los retos de hoy y los de mañana8.

STEAM favorece la diversificación para aumentar la capacidad del estudiante, permitiendo la personalización a través de la tecnología y consiguiendo la identificación de nuevos segmentos con el fin de incrementar posteriormente su despliegue según las necesidades futuras. Esto posibilitaría tener que afrontar una demanda de perfiles con estas características que se estima que en 2021 crecerá en España un 10% y en Europa un 14%, tal y como se puede leer en el informe de 2020 de las empresas que forman DigitalES (6).

En dicho informe se recoge que un 47% de los empleos actuales desaparecerán en 10-20 años; y que es necesario enfrentarse a la reducción del 40% en España (y 25% en Europa) que han sufrido las matriculaciones en ingenierías y carreras relacionadas con el ámbito de las ciencias.

Figura 6. Incremento de la demanda de Trabajos STEAM en EE.UU. (4)

Grandes universidades, como Harvard University, Stanford University, MIT, Georgia Institute of Technology o California Institute of Technology, llevan apostando por esta manera de pensar y enseñar. Esto ha permitido afrontar el incremento de la oferta de trabajos STEAM en Estados Unidos los últimos diez años, tal y como se puede ver en la siguiente gráfica de la Fundación Telefónica, 2020.

Tratando de ejemplificar la información aportada hasta este momento podríamos tratar de responder algunas cuestiones:

¿Por qué es tan importante la educación STEAM? (7,8,9)

– Porque promueve una cultura de pensamiento científico para la toma de decisiones del alumnado, lo que resulta muy útil tanto dentro como, sobre todo, fuera del aula.
– Porque permite la adquisición de una serie de conocimientos tecnológicos y científicos, aplicables a cualquier posible situación que pueda aparecer en el futuro, desde una perspectiva integrada.
– Porque gracias al factor creativo, el alumnado no solo puede desarrollar las competencias para la resolución de problemas, o el análisis, sino también la innovación y el pensamiento creativo y crítico.

¿Qué competencias podría cubrir? (10)

– Conocer, comprender y evaluar las tendencias en el mercado de la economía digital, así como estimar su impacto en el desarrollo social, económico y cultural.
– Conocer y comprender los fundamentos de las técnicas
para la secuenciación del genoma.
– Desarrollar y aplicar técnicas y sistemas de visualización virtual para entornos industriales.
– Definir, hacer la identificación de alcance y de impactos, estructurar, gestionar y dirigir proyectos de cualquier ámbito de las redes digitales.
– Conocer y aplicar las técnicas de visualización y experiencia de usuario avanzada para el diseño de interfaces eficientes.
– Ser capaz de realizar imágenes con un alto nivel de acabado, utilizando las herramientas más adecuadas en cada proyecto.

¿Qué planes de estudio podríamos generar?

– Máster en Experiencia de Aprendizaje del Usuario.
– Máster en Computación Gráfica y Simulación.
– Máster en Digital Twins.
– Máster en Hogar Digital y Robótica de Servicios.
– Máster en Scalable Architectures.
– Máster en Serious Games.
– Máster en Science Visualization Specialist.
– Máster en Cross-media Developer.
Tenemos que ser capaces de formar a estudiantes para ejercer profesiones que no existen, donde usarán herramientas que todavía no hemos inventado, para resolver problemas que todavía no sabemos que son problemas.

EL DOCENTE DEL SIGLO XXI

Hasta este momento hemos hablado de diversos elementos que son necesarios para alcanzar un cambio de paradigma, pero estos no son suficientes. La universidad, a lo largo de una historia de más siete siglos, ha sido siempre capaz de transmitir el conocimiento a través del claustro; ha compartido el conocimiento tácito y lo ha convertido en explícito y, a su vez, el explícito lo ha hecho tácito. En definitiva, como dirían Nonaka y Takeuchi en su modelo de creación de conocimiento de 1995, el claustro siempre ha conseguido socializar el conocimiento (12).

Por lo tanto, sigue siendo misión de este claustro perseguir la transmisión de lo que con tanto esfuerzo y tesón ha adquirido, de lo que lee, de lo que constantemente aprende e investiga, pero es hora de hacerlo de forma diferente. Términos como flexibilidad, diversidad, cocreación, colaboración, participación, horizontalidad, transparencia y autogestión, tienen que formar parte de su vocabulario común y de unas habilidades a desarrollar a lo largo de todo el ciclo académico (11).

El concepto de geometría variable, usado en diversos ámbitos, más allá de las matemáticas y de la ingeniería, se debe adherir ahora al docente del siglo XXI

El concepto de geometría variable, usado en diversos ámbitos, más allá de las matemáticas y de la ingeniería, se debe adherir ahora al docente del siglo XXI. Un profesor universitario se ha caracterizado, además de impartir docencia e investigar, por realizar funciones de gestión académica según sus habilidades o según la imposición de la jerarquía; ahora con geometría variable.

Todas las funciones clásicas que se han venido haciendo a lo largo de la historia deberían venir impregnadas de efluvios tecnológicos. La tecnología ya nos habilita para ello. Por consiguiente, si clasificamos las actividades más habituales que se realizan en cualquiera de sus pilares, podremos observar si existe algún elemento que impide que lo digital se aproxime:
– Docencia: basada en impartir clases presenciales, corregir actividades, realizar exámenes, dirigir trabajos de fin de titulación, desarrollar contenidos, realizar tutorías académicas o atender foros.
– Investigación y transferencia: centrada en el desarrollo de proyectos de investigación o innovación, la publicación de documentos científicos como exposición de los resultados obtenidos previamente y la transferencia entre la universidad y la empresa, para materializar de manera productiva los esfuerzos realizados en las etapas anteriores.
– Gestión académica: fundamental para la dirección de los centros universitarios, las áreas de conocimiento, los departamentos, los títulos oficiales o propios, y un sinfín de funciones transversales sin las cuales el sistema colapsaría, tales como mejora continua, calidad, prácticas, laboratorios, planificación docente, entre otras.

Este listado de funciones o tareas que un profesor universitario tiene que realizar, incompleto por defecto, no evidencia ninguna en la que la tecnología sea un estorbo, más bien todo lo contrario. Un ejemplo que explicita claramente los beneficios que trae la tecnología es la difusión de los resultados de la investigación; donde antiguamente era necesaria una correspondencia física, de una biblioteca a otra, de un país a otro, para solicitar un documento que ayudase a desatascar una incertidumbre, se ha reducido a un conjunto de clicks de ratón o de toques en una pantalla táctil. La deslocalización de la investigación es una realidad y la deslocalización de la docencia y, en muchos casos, de la gestión de la academia, es también otra.

Los modelos pedagógicos que sirven de base y fundamento para alcanzar un sistema educativo en línea de calidad son cada vez mayores. Geometría variable como base, flexibilidad y adaptación como fin, tal y como se puede ver en el modelo pedagógico expuesto a continuación, donde lo realmente importante es que el estudiante esté en el centro, independiente de cómo se llegue a él.

Figura 7. Modelo pedagógico centrado en el estudiante.

Los profesores del siglo XXI son docentes con conocimiento de didáctica presencial y en línea, que llevan la tecnología implícita en su forma de hacer, con conocimiento del término ubicuidad para actuar como profesores o para comportarse como estudiantes y centrados en mejorar constantemente la experiencia del aprendizaje para elevar la calidad real de los estudios en los que colaboran. Son profesores preparados, con destrezas y capacidades para afrontar retos como (13):

– Utilizar marcadores sociales para compartir los recursos con/entre los estudiantes.
– Utilizar infografías para estimular visualmente a los estudiantes.
– Usar y proporcionar a los estudiantes las herramientas de gestión de tareas, necesarias para organizar su traba- jo y planificar su aprendizaje de forma óptima.
– Ser capaz de detectar el plagio en los trabajos de sus estudiantes.
– Tener conocimiento sobre seguridad online.
– Uso de herramientas de colaboración para la construcción y edición de textos.
– Utilizar las herramientas digitales para gestionar el tiempo adecuadamente.
– Aprovechar las herramientas de trabajo online en grupo/en equipo.
– Llevar a cabo un trabajo de investigación utilizando herramientas digitales.

Vocación y profesión al servicio de la nueva realidad, gracias a la adaptación y a la evolución, que permitirán que la unión de la nueva forma de hacer docencia, de crear y
compartir la investigación, y de colaborar y organizar telemáticamente el mundo de la universidad, incrementen la excelencia académica universal.

PAPEL ESENCIAL DE LA INNOVACIÓN Y LA TECNOLOGÍA

Parece una evidencia, pero para que la revolución digital pueda darse necesita de un uso intensivo de la innovación y de la tecnología. Además, parece imposible comprender hoy en día el término innovación sin que lleve implícito el término tecnología.

La definición clásica de innovación que J. A. Schumpeter nos dejó es esta: «La innovación es la introducción de nuevos productos y servicios, nuevos procesos, nuevas fuentes de abastecimiento y cambios en la organización in- dustrial, de manera continua, y orientados al cliente, consumidor o usuario».

No introducía ni el término digital ni el término tecnología. Pero sí introducía un elemento clave para anexar el elemento tecnológico, «orientados al cliente, consumidor o usuario», algo que hoy en día, de manera notable, se consigue mediante el vehículo conductor de los sistemas de información. Y es que la innovación tecnológica es el proceso de idear y desarrollar una nueva solución desde el conocimiento previo y con la ayuda de la tecnología y el uso de datos, provenientes de sistemas de información, para dar respuesta a una necesidad a través de la invención y la creación para satisfacer dicha necesidad.

La profundidad del cambio que se está produciendo en las TIC puede caracterizarse por el impacto de algunos ámbitos que se intuye serán clave: la generación de datos y las capacidades para su análisis profundo; la proliferación de redes cada vez con mayor capilaridad, que contribuyen al intercambio de datos y a la distribución de contenidos; la interconexión de todo tipo de dispositivos inteligentes cada vez más móviles; el desarrollo de servicios con capacidad creciente de aportación de valor desde múltiples perspectivas, y la seguridad digital, así como la inteligencia artificial, como soporte a la toma de decisiones.
¿Qué penetración tienen algunas de las tecnologías punteras en la universidad? Según el informe FOLTE (Formación OnLine y Tecnologías Educativas) de 2018 podemos divisar las siguientes (14):

Figura 8. Penetración de tecnologías en la universidad.

Las representadas en la figura anterior, evidencian las enormes diferencias que se dan entre unas y otras según aumenta el nivel de complejidad o especificidad. Blockchain y Learning Analytics, que ya pertenecen a un futuro inmediato, requieren aún de un esfuerzo profundo por parte de la universidad, así como también ocurre en el ámbito de competencias digitales o la realidad aumentada. Sin embargo, el uso de las herramientas colaborativas o aquellas destinadas a garantizar la igualdad para todos, a través de la usabilidad y la accesibilidad, forman parte de los deberes bien hechos.

Actualmente las tendencias que están activas en el ámbito tecnológico son las siguientes (15,16):
– CiberseguridadInfluye de manera trasversal en cualquier sector. La ciberseguridad es el conjunto de elementos, medidas y equipos destinados a controlar la seguridad informática de una entidad o espacio virtual. Es uno de los temas más relevantes en el escenario tecnológico actual y seguirá siendo fundamental en los próximos años, dada la importancia del crecimiento de las TIC.
– Inteligencia artificial. El término inteligencia artificial (IA), «la inteligencia de las máquinas», unifica dos palabras que, a priori, no podrían asociarse, dado que el término inteligencia se atribuye a la facultad de la mente de aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad. Se convertirá en la herramienta base para mejorar la experiencia del estudiante, optimizar servicios, facilitar la búsqueda y gestión de información y reinventar una amplia variedad de modelos de negocio, ya que comprende una serie de tecnologías capaces de aprender a realizar tareas muy específicas de forma eficaz, como entender y procesar el lenguaje humano o manejar amplísimos volúmenes de datos.

Profesionales cualificados tanto en STEM como en STEAM (acrónimo de Science, Technology, Engineering, Arts y Mathematics) jugarán un papel fundamental en la revolución tecnológica

– Internet de las Cosas. Cosas conectadas entre sí, de manera autónoma, sin necesidad de intervención humana y con el fin de facilitar la vida a las personas. Forma la base de la próxima revolución industrial y está considerada como la próxima gran novedad en la tecnología de automatización de la sociedad. Supone la ubicuidad en tiempo real eliminando la distancia entre la universidad y el destinatario del conocimiento.
– Redes 5G. Autopista de alta velocidad por la que viajarán todos los datos en el futuro más inmediato. Tecnología móvil que aumentará la velocidad de conexión, reducirá al mínimo la latencia (el tiempo de respuesta) y multiplicará exponencialmente el número de dispositivos conectados. Estaremos conectados a todo, todo el día, y en el menor tiempo posible. Información completa y a tiempo real.
– Impresoras 3D. Impresoras capaces de crear piezas
volumétricas a partir de diseños hechos por ordenador. La impresora 3D ha sido fuertemente adoptada en los últimos años y tiene capacidad de reducir los costes de fabricación de diferentes elementos de aplicación en el aula.
– Blockchain o cadena de bloques, que permite a las empresas y universidades rastrear una transacción con la seguridad de que la información almacenada no ha sido modificada. En el ámbito académico persigue la posibilidad de certificar competencias adquiridas por los estudiantes, asegurando que cada certificado está asociado única y exclusivamente a quién adquirió el conocimiento, sin olvidarnos de la actual tendencia de certificar títulos universitarios.
– Edge y Fog Computing. Conseguirán que otras tecnologías como la nube o internet de las cosas sean aún mejores de lo que son ahora. La computación perimetral es un elemento de computación en el que todo se encuentra cerca de la fuente de información, desde la recopilación de contenido, el procesamiento de la información, y su entrega, reduciendo la latencia existente. La mezcla entre edge computing cloud computing se denomina fog computing, donde solamente se mantendrá en cada extremo aquello que sea necesario, según las circunstancias del consumidor final.
– Datos. Inmersos en una galaxia de información, la integridad de esta se ha convertido en una necesidad para garantizar que se puedan tomar las decisiones haciendo uso de esos datos almacenados a través de diversas tecnologías que sean válidas.

Estas tendencias o realidades están ya insertadas en parte del sistema universitario, bien dentro de la estructura de funcionamiento, bien dentro de los currículos de los planes de estudios más avanzados.

La universidad tiene el reto de incorporar las tecnologías, evolucionando hacia un modelo ágil y eficiente para adoptar los repentinos cambios que se irán sucediendo en pequeños espacios de tiempo

La universidad y su revolución digital particular está en marcha, ¿con qué fin?, con el de usar la tecnología en la selección de itinerarios de formación; con el de mejorar en la enseñanza personalizada para tener flexibilidad en el tiempo (seis meses, doce meses, cinco años); con el de avanzar en el aprendizaje just-in-time; con el de focalizarnos en competencias, de verdad, para formar profesionales capacitados para liderar la revolución digital; con el fin de enfrentarnos a los retos que tendrán que venir y que aún no sabemos cuáles son; con el fin de avanzar.

¿DÓNDE PIENSA USTED QUE ESTAMOS?

A lo largo de esta exposición se han comentado varios elementos relativos al estado del arte de la revolución tecnológica en la universidad. Hemos podido pasar de un análisis centrado en diversos tipos de datos, vinculados todos ellos entre sí, a una ejemplificación de aquellos tópicos más relevantes en el ámbito de la digitalización. La universidad tiene el reto de seguir avanzando en la conversión de esos datos, con el ánimo de que sean más favorables en la reducción de la brecha existente; y tiene también el reto de incorporar en su núcleo de actuación las tecnologías expuestas y las que vendrán, evolucionando así hacia un modelo ágil y eficiente para adoptar los repentinos cambios que se irán sucediendo en pequeños espacios de tiempo.

Más allá de todo eso, la universidad tiene que seguir siendo lo que es, independientemente del medio, el canal, la infraestructura o el modelo pedagógico; una institución académica que aporta conocimiento a la sociedad en general, en todas las disciplinas, clásicas y modernas, para ayudar en la construcción del futuro que tiene que venir y que cada vez se acerca más vertiginosamente.

Hutchins, tal y como comentamos previamente, nos habló de escepticismo, presentismo, cientificismo y antiintelectualismo, hace ya casi un siglo. Actualmente, y en mi opinión, hemos pasado la barrera de muchas de sus afirmaciones pero, y con el ánimo de poder reflexionar tras la lectura de este escrito, me dirijo a los lectores: ¿qué opinión particular tendrían ustedes de la situación actual de la universidad? 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1) La Universidad Española en Cifras (2017/2018). CRUE Universidades Españolas, 2020.

2) Datos y Cifras del Sistema Universitario Español (2018/2019). Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, 2019.

3) Robert M. Hutchins, Los fines de la educación, Universidad del Estado de Louisiana, 1941.

4) Desafío STEAM. Fundación Telefónica, 2020.

5) Guía de Recomendaciones para impulsar y fortalecer los proyectos STEAM es las organizaciones de educación no formal. Espacio STEAM, Innobasque, 2019.

6) STEAM: la drástica brecha entre formación y demanda. DigitalES, 2019.

7) AulaPlaneta, Educación STEAM: la integración como clave del éxito, 2020.

8)  Peter Charles Taylor, Why is a STEAM curriculum perspective crucial to the 21st century. Murdoch University, Western Australia, 2020.

9) Mary Dell’Erba, Policy Considerations for STEAM Education, Education Comission of the States, 2019.

10)  Libro Blanco para el Diseño de Titulaciones Universitarias en el Marco de la Economía Digital, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, 2015.

11) Eudaldo Enrique Espinoza-Freire, et al., Características del Docente del Siglo XXI, OLIMPIA. Revista de la Facultad de Cultura Física de la Universidad de Granma, vol.14, nº.43, 2017.

12) Ruth Sabrina Rojas Dávila, Carlos Luis Torres Briones, La gestión del conocimiento basado en la Teoría de Nonaka y Takeuchi, INNOVA Research Journal, vol 2, nº. 4, 30-37, 2017.

13) Escuela 2.0. Las 33 competencias digitales que todo profesor(a) del siglo XXI debiera tener, 2013.

14) FOLTE, Informe de situación de las tecnologías educativas en las universidades, CRUE Universidades Españolas, 2018.

15) IBERDROLA, Las tendencias en innovación en 2020: ¿preparado para el ‘gran salto tecnológico’?, 2020.

16) J. M. Sánchez, R. Alonso, Estas son las tendencias tecnológicas a seguir en 2020, ABC, 2020.

FUENTE: https://www.nuevarevista.net/la-revolucion-tecnologica-en-la-universidad/

Vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de UNIR, y director de la Escuela de Ingeniería de esa universidad.

Nueva Revista

Universidad Central recibe esta semana Simuladores japoneses para la Educación Médica

Alternate Text

La Universidad Central del Ecuador (UCE) conjuntamente con la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y la Corporación Kyoto Kagaku Co. Ltd, promueven la educación médica a través de simuladores. Para ello, la agencia JICA entregará a la Clínica de Simulación Robótica de la UCE equipos para establecer un estudio en el que los docentes médicos involucrados diseñan escenarios de capacitación para entrenar en el diagnóstico de enfermedades y otras competencias profesionales a los estudiantes de la Facultad de Ciencias Médicas.

Este jueves 10 de junio la UCE recibirá el primer lote de simuladores enviados desde Japón y los exhibirá. La Universidad Central del Ecuador conjuntamente con la fabricante Kyoto-Kagaku harán una investigación para establecer evidencia cientí­fica que veri­fique la utilidad y competitividad de los equipos. El objetivo ­final de la investigación será mostrar sus resultados, de tal manera que la comunidad médica del Ecuador pueda tomar decisiones, para convertirla o no en una forma estándar de formación al personal médico.

Los simuladores serán donados al inventario de la clínica universitaria, una vez que se termine el estudio. En la enseñanza de las ciencias médicas, simular consiste en situar a un estudiante en un contexto que imite algún aspecto de la realidad clínica. Es una técnica, para sustituir o ampliar las experiencias reales de los estudiantes a través de escenarios adecuadamente guiados y controlados, que replican aspectos médicos sustanciales, de una forma totalmente interactiva.

Los simuladores son modelos diseñados para replicar una parte del organismo. Por ejemplo, un brazo para punción venosa, una cabeza para intubación traqueal o un torso humano que presenta ruidos respiratorios, ruidos cardíacos, así como pulsos carotideo y temporal sincronizados. Se obtiene respuestas ­psicológicas a las maniobras que se realizan, en tiempo real, mediante programas de computación. Las actividades de enseñanza que se diseñan deben ser predecibles, consistentes, estandarizadas, seguras y reproducibles. Esto crea una cultura de seguridad para el paciente y prepara a los estudiantes a brindar calidad en la atención. Estas ventajas han creado un desarrollo acelerado de la simulación en la educación médica a nivel mundial y en la Universidad Central del Ecuador, la Clínica de Simulación Robótica está a la vanguardia de América Latina, segúnh destacó el director de la Clínica, Dr. Ángel Alarcón Benítez.

www.EcuadorUniversitario.Com

“Educación superior libre y de nivel mundial”

“Educación superior libre y de nivel mundial” es lo que ofertó en su programa de gobierno el candidato presidencial Guillermo Lasso Mendoza.

Entre otras cosas, en su Plan de Gobierno precisó: La educación superior debe ser autónoma, libre y generadora de conocimiento, mas no una herramienta de adoctrinamiento político. Del mismo modo, la acreditación de universidades debe responder verdaderamente a la calidad y no a afinidades con el gobierno de turno.

Para conseguirlo presentaremos un proyecto de ley reformatorio a la Ley de Educación Superior. El objetivo será encaminar la universidad ecuatoriana hacia la educación del futuro y lograr una educación de altos estándares de calidad, para que nuestras universidades públicas y particulares compitan con las mejores de la región.

Además, mejoraremos el proceso de acceso a la universidad y garantizaremos la independencia académica de las universidades de sus entes reguladores. Nunca más los jóvenes verán truncados sus sueños de acceder a la universidad. Generaremos los incentivos adecuados para la creación de nuevos y mejores programas a nivel de grado y posgrado en modalidades presenciales y no presenciales.

Por otro lado, trabajaremos junto al sector de las telecomunicaciones para mejorar la conectividad de estudiantes tanto a nivel de educación básica, intermedia como superior y el acceso a plataformas tecnológicas para educación virtual y a distancia.

No escatimaremos esfuerzos para fortalecer la formación técnica y tecnológica que permita a los jóvenes capacitarse y estar listos para trabajar y emprender en 2 o 3 años y, si así lo desea, continuar su carrera retomando sus estudios. De esta manera, no sólo apoyaremos a mejorar la calidad de vida de los jóvenes ecuatorianos y de sus familias, sino también sus posibilidades de conseguir un empleo adecuado.

En educación diversidad es sinónimo de libertad. La educación del futuro demanda de diversidad en todos sus niveles. Desde la educación inicial hasta la superior realizaremos reformas normativas a fin de lograr un sistema educativo diverso y no centralizado. Que involucre a todos y no solo la visión del Estado.

Debemos facilitar la oferta de modalidades de educación superior. Debemos transitar a un modelo educativo moderno y que propicie la calidad.

Los Institutos de Educación Superior (IES) han perdido libertades fundamentales. La actual ley, no garantiza la autonomía de las universidades, escuelas politécnicas e institutos técnicos. Por el contrario, fomenta la politización de la educación. Así, se imposibilita el correcto crecimiento, desarrollo e innovación académica.

Muchos jóvenes deben interrumpir sus estudios para empezar a trabajar y ayudar económicamente a sus familias.

Esto causó que, en promedio, los ecuatorianos a duras penas completen diez años de educación en la zona urbana y siete en la zona rural. A nivel nacional la tasa de abandono en la educación básica es de 2,1% y en bachillerato de 5,3%. Únicamente, dos de cada diez avanzan hasta la universidad e institutos técnicos.

Y aunque no todos los jóvenes buscan acceder a la universidad, los cupos para postulación son insuficientes. Actualmente, las Instituciones de Educación Superior (IES) públicas tan solo ofrecen cupos a seis de cada diez estudiantes. En el primer semestre de 2020 fueron 173.000 jóvenes quienes postularon para obtener un cupo de los 113.000 ofertados por las IES públicas. En consecuencia, aproximadamente el 40% de los postulantes no podrán acceder a la universidad por la falta de cupos ofertados.

A esto se suma la insuficiencia de la educación dual. La falta de incentivos y apoyo para la educación técnica ha limitado la oferta de institutos técnicos en el país, que además sufre de desconfianza en la calidad como consecuencia del desprestigio que sufrió por parte de administraciones pasadas. Entre 2007 y 2018, por ejemplo, los graduados de las universidades ecuatorianas crecieron 30%, mientras que los graduados de la educación dual tan solo 4%. Por otra parte, entre 2018 y 2019, fueron 46 los institutos técnicos que desaparecieron.

«Sorprendentemente, la mayoría de estos obstáculos y retrasos en los estudios de tercer nivel se dieron a partir de la aprobación de la Ley Orgánica de Educación Superior que se ha vuelto en una traba para el desarrollo de las Instituciones de Educación Superior.»

www.EcuadorUniversitario.Com

 

 

Feria Virtual «La nueva era en la educación» analizará el futuro de la educación

Captura de pantalla 2021-05-18 a la(s) 0

 

EDU.com, evento virtual y gratuito, que se realizará el 9 y 10 de junio reunirá a referentes de la educación que han transformado este sector y buscará establecer una referencia para el sector educativo a través del análisis de las nuevas tendencias de la educación. Analizará hacia dónde se dirige la educación, compartiendo las tendencias de la vanguardia educativa enfocada en tecnología, humanidades y sostenibilidad.

Este espacio es promovido por Fundación Fidal, organización que busca fortalecer la educación y consolidar la democracia en Latinoamérica, y por Grupo Ekos.

Este espacio también tiene el objetivo de crear una red de aprendizaje, evolución y crecimiento en el sector y dotar de herramientas a todos los actores de la educación para poder enriquecerla con visión de futuro. El encuentro está dirigido a autoridades educativas, académicos, empresarios, profesionales de distintas disciplinas, estudiantes y padres de familia.

Rosalía Arteaga, que lidera la Fundación Fidal, sostiene que este encuentro será un espacio ideal para establecer un diálogo necesario para repensar el sector, y avanzar hacia una educación transformadora y adaptada a las nuevas demandas.

Este encuentro reunirá a referentes del sector como Cláudia Costin, Ex Directora Superior de Educación del Banco Mundial, Nuno Crato, Ex Ministro de Ciencia, Tecnología y Enseñanza Superior de Portugal, Juan Domingo Farnós Miró, Investigador considerado una de las 20 personas más influyentes en Learning and Technology, Javier Tourón, Vicerrector de Innovación y Desarrollo Educativo en la Universidad Internacional de La Rioja-UNIR, entre otros.

Estos expositores, que han aportado enormemente al sector y que pertenecen a distintas áreas y disciplinas, abordarán los temas de: La nueva era en la educación, Tendencias en la educación, Educación sostenible, Humanidades y educación y Transformación digital. Con su experiencia, se entenderá el universo del sector y se abordará temáticas que también aluden a universidades y formación de cuarto nivel.

Las personas interesadas en ser parte de este evento innovador y de alcance internacional pueden registrarse en: https://bit.ly/33bspdH o visitar la web https://feriavirtualedu.com/

www.EcuadorUniversitario.Com

La Universidad en el 2040

© Shutterstock

La Universidad en el 2040

Por: Victoria Galán Muros y Todd Davey

 

Si algo hemos aprendido en los últimos meses es que el futuro es incierto y todo puede cambiar de forma repentina e inesperada. Desde marzo 2020 todos nos hemos visto obligados a repensar el mundo en el que vivimos: Nuestros sistemas sanitarios y laborales, nuestras economías y patrones de movilidad y por supuesto también nuestra educación.

La educación superior no ha sido inmune a estos cambios. Una vez normalizado el apresurado cambio de clases presenciales a un modo online y hechos los ajustes operativos necesarios, es deber de las universidades tomar esta profunda crisis como un punto de inflexión y de reflexión en el cual repensar su papel en la sociedad futura.

Se comenzó una iniciativa en 2017 en la que se recopilaron las visiones de líderes de educación superior, de los gobiernos, del mundo empresarial y de la sociedad civil sobre la universidad en 2040

Con la idea de explorar las universidades del futuro, se comenzó una iniciativa en 2017 en la que se recopilaron las visiones de líderes de educación superior, de los gobiernos, del mundo empresarial y de la sociedad civil sobre la universidad en 2040. El resultado hasta ahora ha sido la publicación de The Futures of Universities Thoughtbook (www.futureuniversities.com) en cuatro versiones: edición Europa (2017), edición Australia (2018), edición EE.UU./ Canadá (2019) y edición Universidades en tiempos de crisis (2020); a las que hay añadir la versión de México actualmente en ejecución.

Este artículo ofrece las contribuciones que los más de 150 expertos y representantes de otros grupos de interés han realizado en las cuatro ediciones de The Futures of Universities Thoughtbook. Las características de las universidades del futuro más comúnmente mencionadas en las contribuciones se han extraído y clasificado para diseñar los cinco objetivos principales de las universidades en 2040.

Estas cinco funciones no son exclusivas ni independientes, de hecho, algunas de ellas están íntimamente relacionadas. Tampoco cubren todas las actividades que las universidades del futuro pueden llevar a cabo, pero dan una idea de las visiones actuales sobre la evolución de las universidades y pueden inspirar conversaciones estratégicas en un momento crítico como el actual. Estos cinco objetivos son:

– Talent-engine: Desarrollar y validar competencias relevantes de los estudiantes.

– Life partner: Incrementar y mejorar las habilidades de la sociedad a lo largo de la vida.

– Discovery: Desarrollar una investigación visionaria y colaborativa de vanguardia.

– Home Base: Crear un espacio abierto de intercambio para el trabajo colaborativo en la región.

– Launch-pad: Posicionarse como la base emprendedora para estudiantes, académicos, empresas y sociedad.

Los vamos a desarrollar, con detalle, a continuación.

LA REVOLUCIÓN DE LAS PEDAGOGÍAS TRADICIONALES

Talent-engine. Este primer rol se centra en el desarrollo y la validación de competencias relevantes en los estudiantes para prepararlos para toda su carrera profesional, bien como empleado, empleador o autoempleado, así como para ser mejores ciudadanos.

En Talent-engine los exámenes basados en memoria se convierten en proyectos y desafíos y muchos contenidos se gamifican para que el aprendizaje sea más lúdico

Esto comienza por cambios importantes en las pedagogías tradicionales. Las clases magistrales se convierten en seminarios, talleres, proyectos y mentorías centrados en el alumno, aplicando modalidades híbridas y de aula invertida con profesores convertidos en facilitadores y mentores. Los exámenes basados en memoria se convierten en proyectos y desafíos, y muchos contenidos se gamifican para que el aprendizaje sea más lúdico y apegado a la realidad. Los modelos de aprendizaje se expanden del autoaprendizaje al aprendizaje entre pares, guiado, aplicado y mixto. Así, cada estudiante utiliza aquel aprendizaje que mejor se adapta a sus necesidades y preferencias.

En cuanto al contenido, más allá del conocimiento técnico y disciplinar, la universidad se encarga del desarrollo de habilidades transversales o blandas (por ejemplo: colaboración, resolución de problemas complejos, creatividad, innovación, autoaprendizaje, etc.) que ya comenzaron a ser desarrolladas en niveles de educación inferiores. Entre ellas destacan la colaboración, la resiliencia, la capacidad de aprendizaje, la innovación, las habilidades emprendedoras y las digitales.

Al mismo tiempo, el currículo se flexibiliza y el alumno elige, con la guía de un tutor, entre una serie de cursos, distintas disciplinas para formar su propio perfil que le diferencia y prepara para el futuro. Es común mezclar, por ejemplo, módulos de derecho, ética y tecnologías de la información; o ingenierías con administración de empresas o medicina. La educación se hace más relevante formando talento que sepa combinar diferentes disciplinas y enfoques, por ejemplo, formar líderes de ingeniería capaces de desarrollar soluciones de movilidad sostenible equilibrando los aspectos medioambientales, sociales y económicos. No solo se pueden elegir asignaturas de la universidad, sino también otras preautorizadas de distintas universidades y organizaciones externas.

El currículo no lo diseñan los docentes de forma aislada, sino que lo codiseñan junto con un amplio grupo de empleadores y representantes de la sociedad civil para incrementar la relevancia del mismo. Este currículo debe incluir no solo conocimiento y habilidades necesarias para el mercado laboral actual, sino aquellas que van a ayudar a los graduados a adaptarse al mercado laboral futuro y, en términos generales, a ser mejores ciudadanos. Esta universidad defiende y hace un creciente uso de recursos educativos online abiertos de alta calidad.

Estos representantes de la industria y la sociedad civil también participan en la implementación del currículo. Es decir, se involucran para dar charlas extracurriculares, como ponentes invitados, como profesores de prácticas o de asignaturas completas. Complementan la formación teórica con la experiencia práctica, abren una ventana para que los estudiantes conozcan qué está sucediendo en el mundo laboral y los inspiran a continuar sus estudios. Las organizaciones también participan abriendo sus puertas a la realización de prácticas, proyectos o retos que permitan una transferencia de conocimiento hacia sus organizaciones. De esta forma, los estudiantes desarrollan valiosas relaciones con las organizaciones que pueden favorecer su acceso al empleo.

Otra actividad esencial para esta universidad es la validación del conocimiento y las habilidades que se han adquirido dentro o fuera de la universidad, antes, durante o después de sus estudios. Esta validación visibiliza las habilidades de los individuos más allá de su título académico, y les permite comunicar no solo lo que saben, sino lo que saben hacer con su formación, lo cual favorece un mejor funcionamiento del mercado laboral.

LA NOCIÓN DE ESTUDIANTES SE EXPANDE

El segundo rol de las universidades del futuro, Life partner, se concentra en el incremento y la mejora de las habilidades de los miembros de la sociedad a lo largo de sus vidas, con el fin de que puedan afrontar con éxito los retos de un mundo cambiante.

Más allá de los estudiantes tradicionales que comienzan sus estudios universitarios directamente después de la enseñanza secundaria y antes de tener experiencia laboral, la noción de estudiantes se expande para incluir individuos en todas las etapas de la vida.

Estas universidades interactúan con jóvenes en etapas anteriores de la educación (colegios, institutos) a través de cursos que fomentan, por ejemplo, ciertas vocaciones (como las STEM) o ayudan a costear la matrícula universitaria de estudiantes desfavorecidos. De la misma forma, la universidad abre sus puertas a los jubilados que quieren seguir formándose en cualquier disciplina, ejerciendo como mentores de estudiantes y emprendedores o contri- buyendo a la sociedad, por ejemplo, a través de programas de emprendimiento social.

Entre estos dos perfiles, están aquellos adultos que buscan mejorar su conocimiento, reforzar sus habilidades actuales o aprender nuevas habilidades que les permitan encontrar o mantenerse en un puesto de trabajo; promocionar; cambiar de sector; o reinventarse de cualquier otro modo en el mundo laboral, así como aquellos que simplemente tienen un interés intelectual en algún área o tema específico. El nuevo conocimiento regularmente actualizado, la inclusión de habilidades transversales en todos los programas, las nuevas pedagogías y la flexibilidad en el aprendizaje hacen de las universidades una opción atractiva para individuos en cualquier momento de sus vidas.

El concepto de graduado, egresado o antiguo alumno desaparece y las universidades adaptan su oferta educativa al estudiante permanente

El concepto de graduado, egresado o antiguo alumno desaparece y las universidades adaptan su oferta educativa al estudiante permanente.  Para ello, incrementan sus programas profesionales o ejecutivos y multidisciplinares.  Además, modulan su oferta con cursos cortos reconocidos con una credencial independiente (microcredenciales) que los estudiantes pueden elegir libremente según sus intereses y necesidades y que pueden ser acumulados para así obtener una credencial de mayor rango (licenciatura, maestría o doctorado).

En este contexto, y apoyadas en la tecnología, las universidades están abiertas permanentemente y se flexibilizan para facilitar que los estudiantes comiencen, dejen y retomen sus estudios en cualquier momento, organicen su aprendizaje de diferentes formas (por ejemplo, incluyendo conferencias online, participando en espacios de co-working), y decidan cuándo completan el trabajo de sus cursos (como clases nocturnas, cursos híbridos u online, cursos de diferente duración, a tiempo parcial o completo) y qué módulos del curso pueden seleccionar de otros programas (experiencias interdisciplinarias y extracurriculares). Estas universidades fomentan, en todo momento, la capacidad de autoaprendizaje para permitir que los individuos sigan aprendiendo a lo largo de la vida.

INVESTIGACIÓN VISIONARIA Y COLABORATIVA

El tercer rol, Discovery, se centra en el desarrollo de una investigación visionaria y colaborativa de vanguardia para incrementar su contribución al desarrollo económico y social.

El punto de partida es la existencia de un gran potencial desaprovechado por las universidades para contribuir a la sociedad a través de su conocimiento, tecnología y capital humano investigador. Por ello, estas universidades se centran en la creación, el intercambio y el desarrollo del conocimiento, y también actúan como agentes facilitadores y coordinadores de las redes de conocimiento involucrando estudiantes, investigadores, profesionales, empleadores, agencias gubernamentales y otros actores sociales.

Las universidades llevan a cabo tanto investigación básica como aplicada, que amplía los límites del conocimiento, a la vez que se enfrenta a los problemas o retos regionales o mundiales. Son comunes los centros de investigación o institutos interdisciplinares con equipos de vanguardia, que acogen a investigadores de diferentes materias y logran innovación colaborativa imposible de realizar individualmente. Con frecuencia, estos centros también incluyen investigadores de otras universidades, de la industria y del gobierno, cuyas organizaciones también participan en la financiación de la infraestructura y el equipamiento del centro.

La participación de grupos sociales en la investigación no es una excepción y es particularmente útil para la identificación de problemas. Estos investigadores también tienen contacto frecuente con emprendedores; y existen emprendedores residentes que trabajan temporalmente junto con los investigadores en temas de su interés y que pueden complementar su conocimiento y experiencia. Los modelos de colaboración para la investigación son muy diversos, pero la ubicación de diversos grupos de interés con experiencia y conocimiento complementarios que trabajan en unas mismas instalaciones crea una gran cantidad de sinergias y mejora exponencialmente los resultados de la investigación y su impacto.

Con el rol de Home-Base las universidades toman un papel proactivo en la creación y el desarrollo de redes de colaboración para la interacción regional

Las universidades apoyan profesionalmente a los investigadores en la potencial comercialización de los resultados, así como en su inserción en publicaciones científicas y su difusión en otros formatos que llegan a un público más amplio. Los campus universitarios se convierten en espacios inteligentes e interactivos donde se prueba y se muestra parte de la investigación que se realiza en la universidad. En ellos, son comunes las plataformas donde se muestra la investigación a la industria y la sociedad de una forma más ordenada, simple, tangible y atractiva.

INTERLOCUTOR COMPROMETIDO EN EL DESARROLLO REGIONAL

En el cuarto rol, Home-Base, la universidad del futuro se convierte en un espacio abierto de intercambio para el trabajo colaborativo en la región. Con esta perspectiva basada en el ámbito local, las universidades son un interlocutor y socio legítimo en su región, un actor respetado y apreciado que se posiciona como un punto de encuentro para la interacción formal e informal, así como el trabajo conjunto en educación, formación continua, mentoría, investigación o emprendimiento de los principales actores de la región: estudiantes, académicos, institutos de investigación, emprendedores, empresas, gobierno y otros grupos de interés.

La universidad abre sus puertas y se convierte en un lugar de experimentación colectiva y de cocreación entre los grupos de interés. Un laboratorio de innovación seguro para trabajos colaborativos y un punto de encuentro personal de cuyas interacciones se espera surjan nuevos proyectos. Por ejemplo, estudiantes conviven con startups y empresas, facilitando el acceso a mentores y prácticas; o investigadores conviven con miembros de la comunidad para orientar su investigación a la solución de problemas regionales. Los campus se diseñan cuidadosamente y con espacios flexibles para que se sientan en casa no solo los estudiantes y académicos, sino también el resto de los actores.

Estas universidades están muy comprometidas con el desarrollo regional y toman un papel proactivo en la creación y desarrollo de redes de colaboración para la interacción regional. Esta universidad es parte central de un ecosistema de innovación regional, que se puede traducir en una localización física conjunta, bien en un parque científico o tecnológico o bien en un distrito de innovación. En este caso, la universidad aprovecha la alta densidad de estos espacios para fomentar encuentros formales e informales de académicos y estudiantes con el resto de los actores regionales.

Está más que demostrado que una universidad tradicional que no se reinvente va a terminar por ser irrelevante para la sociedad actual

Este compromiso de las universidades con la sociedad donde operan se traduce en un alto impacto en sus regiones. Las universidades contribuyen al bienestar social económico, ambiental y cultural de las comunidades de varias formas:

-a través de la formación de capital humano cualificado;

-la aplicación de los resultados de la investigación;

-la atracción de talento;

-la creación de empleos;

-el pago de impuestos, etc.

Sin embargo, en 2040 muchos de los lugares de interacción ya no son físicos. Estas universidades están libres de la lógica del espacio físico y son capaces de conectar a individuos y organizaciones de todo el mundo para investigación y educación digitalmente de manera sincrónica o asincrónica, multiplicando exponencialmente su potencial impacto.

PUNTO DE PARTIDA PARA EL EMPRENDIMIENTO

En rol de Launch-Pad, la universidad se convierte en una base para el emprendimiento de estudiantes, académicos, empresas y la sociedad en general. La universidad es la principal fuente de nuevo conocimiento, investigación y tecnologías que pueden ser escalables y comercializables. Al mismo tiempo, se forma al talento que puede sacar el mayor partido de este conocimiento y tecnologías. En este rol, la universidad pretende aprovechar su capital humano y sus recursos para incrementar su impacto social, contribuyendo al desarrollo a través de la innovación y el empleo de calidad.

En este contexto, la universidad tiene un papel importante para lanzar nuevas empresas creando oportunidades para que todos conciban, prueben, lancen y escalen sus operaciones. La universidad apoya a spin-offs de académicos para llevar resultados de investigación al mercado, así como start-ups para que estudiantes exploten sus ideas innovadoras. Al mismo tiempo, abre sus puertas para dar apoyo a pequeñas y medianas empresas y scale-ups regionales.

Con ese fin, se invierte para crear un ambiente ideal de apoyo. Este se compone de lugares físicos y virtuales de emprendimiento e innovación, como centros de innovación, maker spaces, fablabs, incubadoras, aceleradoras y espacios de co-working. Estos centros, a su vez, también acogen a miembros de la comunidad, así como a emprendedores y empresas externas y ejercen como nodo para crear sinergias entre diversos actores de dentro y fuera de la universidad. Al mismo tiempo, son parte de redes de empresas innovadoras, inversores y otros actores interesados.

Estos lugares están liderados por profesionales con la experiencia, el conocimiento y las capacidades necesarias para guiar a los emprendedores en las distintas etapas de desarrollo de su negocio y conectarlo con inversores y con mentores de dentro y fuera de la universidad. Estos profesionales también coordinan formación de todos los emprendedores. Para incrementar las probabilidades de éxito, todos los emprendedores, y aquellos miembros de comunidad que lo soliciten, reciben una sólida formación en emprendimiento e innovación, que se extienden desde la creatividad y la mentalidad innovadora hasta los aspectos más técnicos y operativos de la creación y gestión de empresas.

Todos los estudiantes toman clases de habilidades emprendedoras e innovación, que le serán útiles en su carrera profesional, independientemente de si quieren ser emprendedores o no. Estas habilidades están integradas en el modelo de la universidad, junto con otras habilidades transversales.

REFLEXIONES FINALES

Tradicionalmente se conoce a las universidades como torres de marfil y se les acusa de apenas haber cambiado en los últimos siglos. Por tanto, los expertos son conscientes de que se necesitan reformas profundas que deben comenzar por simplificar las estructuras y agilizar la burocracia universitaria para proporcionar un servicio más rápido y eficaz. Posteriormente, los cambios reales necesitan de la creación de una cultura de innovación dentro de la universidad que incluya todas sus funciones y misiones. Este proceso de transformación no estará exento de resistencia por parte de algunos académicos y gestores, pero está más que demostrado que una universidad tradicional que no se reinvente va a terminar por ser irrelevante para la sociedad actual y futura y esa falta de relevancia le hará desaparecer. Por tanto, si no se arriesga, se arriesga mucho más.

El futuro es imposible de predecir, pero contar con la opiniones y visiones de un gran número de líderes de opinión y expertos ayuda a visualizar una universidad en 2040. La universidad del futuro está tocando a la puerta y está en nuestras manos moldearla. No se espera que las universidades adopten cada uno de estos cinco roles proactivamente, pero sí que comiencen un diálogo honesto sobre la universidad que quieren ser en el futuro y cuál puede ser el proceso para llegar hasta allí. Aunque existirán diferentes modelos, la que tendrá éxito en 2040 será la universidad innovadora y emprendedora, que de forma colaborativa ponga su conocimiento, tecnología y capital humano al servicio de un desarrollo sostenible que contribuya a un mejor futuro del planeta.

Victoria Galán Muros es CEO y confundadora de Innovatives Futures Institute

Todd Davey es cofundador de  Innovatives Futures Institute y profesor de Institut Mines-Telecom Bussines School

 

FUENTE: www.nuevarevista.net

 

Informe sobre los futuros de la Educación Superior prevé respuestas colectivas y holísticas a los retos mundiales

  • Valores tales como el respeto, la empatía, la igualdad y la solidaridad deben estar en el centro de las futuras instituciones de educación superior y de sus misiones
  • La educación superior puede configurarse como un bien público y como motor del desarrollo social y económico de los países y regiones
  • Para democratizar la digitalización, los actores de la educación superior deben abogar por el derecho a la conectividad, a un dispositivo y a la creación de redes,
    por ejemplo, a través de centros de aprendizaje
  • Las instituciones de educación superior deben estar a la vanguardia de la lucha contra la crisis climática y otros retos mundiales, mediante la producción de conocimientos y la incubación y transferencia de tecnología, e integrar la educación sobre el cambio climático al aprendizaje

El 25 de mayo de 2021, el informe “Thinking Higher and Beyond: Perspectives on the Futures of Higher Education to 2050″ (Pensando más allá de los límites: Perspectivas sobre el futuro de la educación superior para 2050” fue presentado en una reunión virtual en la que participaron más de 500 personas. El informe es el resultado de un proceso colectivo y creativo de debates en torno al papel de la educación superior a nivel mundial. Dos preguntas guían este trabajo: ¿cómo le gustaría que fuera la educación superior en 2050? Y ¿cómo podría contribuir la educación superior a un mejor futuro para todos en 2050?

El objetivo de este informe compilado por el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) ha sido recoger los muy variados puntos de vista de 25 expertos mundiales en educación superior que fueron invitados a participar en esta fase del proyecto Futuros de la Educación Superior. Mediante notas conceptuales escritas y la participación en talleres en línea, se movilizaron los conocimientos e ideas de los expertos para crear el informe, que expone las posibilidades de futuros diferentes y mejores para la educación superior. “En el Instituto nos ocupamos no solo de prever, interpretar y criticar los futuros de la educación superior, sino además de crear la posibilidad y la realidad de futuros alternativos para la educación superior y todos ellos, si son posibles, son optimistas por naturaleza”, explica Francesc Pedró, Director del IESALC, en el prólogo.

Enmarcado en la iniciativa Futuros de la Educación de la UNESCO, el informe destaca cuatro mensajes clave para la educación superior de cara al 2050: 1. Asumir una responsabilidad activa en el desarrollo del potencial de la humanidad; 2.Promover el bienestar y la sostenibilidad, orientados hacia la justicia, la solidaridad y los derechos humanos; 3. Nutrirse de la interculturalidad epistémica y la diversidad, respetando las culturas y las identidades, y creando espacios para el diálogo; 4. Por último, crear y mantener la interconexión, forjando colaboraciones entre comunidades locales y globales, y vinculando la educación superior con otros niveles de educación, incluido el aprendizaje no formal e informal.

Dar forma a los propósitos de la educación superior

Como parte del trabajo de curaduría realizado por el equipo de analistas de UNESCO IESALC, las citas o ideas atribuidas a un determinado experto se incluyen en el informe y se muestran más abajo con su nombre entre paréntesis.

Según una de las afirmaciones del informe, la enseñanza superior debe configurarse dentro de un modelo de bien público, que “haya demostrado decisivamente durante la pandemia de Covid-19 su capacidad para mejor sostener las instituciones” (Simon Marginson). “Las instituciones de educación superior pueden aprovechar su pensamiento disruptivo” (Sir Hilary Beckles) para apoyar un cambio en los paradigmas de desarrollo global y regional, incorporando así la educación superior como motor del desarrollo social y económico de países y regiones.

Dentro del modelo de bien público, un ejemplo de cómo los gobiernos podrían proporcionar educación superior gratuita para todos podría ser a través de un “Fondo de Aprendizaje Global” (Nagla Rizk) que obligaría a los países económicamente más ricos y a las empresas globales a contribuir con una parte de sus beneficios para subvencionar la educación superior en todas las regiones. Conceptualizar la educación superior como un ecosistema interconectado mejoraría la colaboración y la relacionaría más, externa e internamente, con los demás ecosistemas con los que está entrelazada (Ronald Barnett), como los conocimientos, otras instituciones sociales y la economía.

La pandemia de Covid-19 ha puesto de manifiesto la mayor necesidad de cooperación mundial en materia de investigación, innovación y mejora de las capacidades científicas. Las respuestas a retos globales como éste serán el centro de la futura cooperación internacional, sustentada en valores de integridad y acceso equitativo que también deberán reflejarse en la forma en las que las instituciones de educación superior son dirigidas y gobernadas.

Foto (de izquierda a derecha, de arriba hacia abajo): Profesor Dzulkifli (Dzul) Razak, Rector, Universidad Islámica Internacional Malasia; Sara Maneiro, UNESCO IESALC Moderadora; Patricia Mariella Ruiz Bravo Lopez, Cátedra UNESCO de Igualdad de Género en la Educación Superior, Pontificia Universidad Católica del Perú; Professor Ahmad Y. Majdoubeh, Vicepresidente de Humanidades, Universidad de Jordania; Profesora emérito Takyiwaa Manuh, Instituto de Estudios Africanos, Universidad de Ghana; Emma Sabzalieva, Analista principal de políticas de UNESCO IESALC y coordinadora de consultas; y la profesora Rajani Naidoo, directora del Centro Internacional de Gestión de la Enseñanza Superior y de la Cátedra UNESCO de Gestión de la Enseñanza Superior de la Universidad de Bath (Reino Unido). Foto tomada durante la sesión del webinar de lanzamiento

La respuesta colectiva: una educación con alma

En este camino hacia el fortalecimiento del papel de la educación superior, se necesita una educación superior más humana para todos, que incluya más a los grupos más vulnerables y tradicionalmente excluidos “como los no escolarizados, las mujeres, los jóvenes desempleados y las personas con discapacidad, las comunidades indígenas, de acuerdo con el objetivo más amplio de no dejar a nadie atrás” (Dorcas Beryl Otieno). La educación superior debe ser más receptiva a la diversidad, atrayendo a los alumnos indígenas, a las minorías étnicas, a los refugiados y/o a los grupos desatendidos, para crear espacios de diálogo. Después de Covid-19, las instituciones de enseñanza superior deben trabajar para reducir la brecha digital, “para garantizar que la integración de las tecnologías a la educación esté bien respaldada” (Mpine Makoe) mediante el acceso a Internet y a los dispositivos y el apoyo al personal.

También se recomienda la integración de disciplinas porque “de la hibridación pueden surgir nuevos conocimientos” (Ahmad Y. Majdoubeh). En este marco, se invita a entrelazar las artes y las ciencias con la innovación para lograr una “educación integral” (Ruiz Patricia Mariella Bravo López), alineada con la “educación para la paz y los derechos humanos” (Felisa Tibbits), y una educación que haga hincapié en la dimensión humana, incluyendo la resolución de problemas, el trabajo por proyectos, el espíritu empresarial, y el cambio climático (Pankaj Mittal).

Valores como el respeto, la empatía, la igualdad y la solidaridad estarán en el centro de las futuras instituciones de educación superior y sus misiones. En otras palabras, una “educación con alma” que “prepare a los alumnos no sólo para la subsistencia, sino para la vida” (Dzulkifli Razak), “apoyándolos para que sean mejores ciudadanos, más conscientes de sus responsabilidades cívicas y medioambientales” (Jocelyne Gacel-Ávila). Los alumnos deben ser tolerantes independientemente de las identidades de género, las preferencias sexuales, la clase, la lengua, la etnia, entre otros marcadores que suelen describir o definir a las personas y que son divisorios. Se necesitan pensadores críticos para contrarrestar los prejuicios y las noticias falsas.

Descargue el informe en inglés, en francés, en español.

La iniciativa del IESALC sigue explorando nuevas perspectivas sobre los caminos hacia 2050. El 25 de mayo se abrió una consulta pública sobre el futuro de la educación superior, en la que se invita a todo el mundo -de todas las edades, profesiones y lugares- a completar una breve encuesta en línea para dar su opinión. La consulta pública está disponible en inglésfrancés y español.

25 expertos del proyecto Futuros de la Educación Superior

FUENTE: IESALC-UNESCO

 

 

Manuel Medina presidirá la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional

Manuel Medina, asambleísta por Loja en representación de Pachakutik  y Rocío Guanoluisa fueron elegidos presidente y vicepresidenta, respectivamente, de la Comisión de Educación , Cultura, Ciencia, Tecnología, Innovación y Saberes Ancestrales de la Asamblea Nacional.

La Comisión de Educación será la encargada de tramitar el Proyecto de Reformas a la Ley Orgánica de Educación Superior, para concretar la transformación de la Senescyt, conforme a la oferta de campaña del actual Presidente Guillermo Lasso Mendoza.

Este 24 de mayo, el Presidente Guillermo Lasso  dispuso  que se organice de manera urgente el encuentro con los rectores de universidades públicas y privadas del Ecuador para dialogar sobre la base del primer borrador de la Reforma a la Ley Orgánica de Educación Superior: “Necesitamos universidades libres para que nuestros jóvenes no sigan sufriendo una violación a la libertad individual. Que ellos puedan estudiar lo que ellos quieran, no lo que les diga la Senescyt ni el Gobierno”, precisó  el presidente Guillermo Lasso.

OTRAS COMISIONES

La Comisión de Fiscalización y Control Político será dirigida por los legisladores Fernando Villavicencio y Ana Belén Cordero, como presidente y vicepresidenta.

Los miembros de la Comisión de Soberanía Alimentaria eligieron a los asambleístas Mariano Curicama, presidente; y Lucía Placencia, vicepresidenta. Las autoridades electas cumplirán funciones durante el período 2021 – 2023.

www.EcuadorUniversitario.Com

Ley de Creación de la Universidad Bolivariana del Ecuador fue publicada en el Registro Oficial

La Ley de Creación de la Universidad Bolivariana del Ecuador, fue publicada en el Registro Oficial, por tanto, ya está en total vigencia.Tendrá su sede matriz en el cantón Durán, provincia del Guayas. El Consejo de Educación Superior, en el marco de sus competencias establecida en la Ley Orgánica de Educación Superior, podrá aprobar la creación de sedes fuera de la provincia de la sede matriz, conforme el trámite respectivo.

Se crea la Universidad Bolivariana del Ecuador como una institución de educación superior de derecho privado, sin fines de lucro, con personería jurídica, autonomía académica, administrativa, financiera y orgánica, conforme con los principios establecidos en la Constitución y la Ley Orgánica de Educación Superior.

Sobre la base del informe de la Comisión de Educación, la Legislatura, aprobó en la sesión del Pleno 704,  con 117 votos afirmativos, el Proyecto de Ley de creación de la Universidad Bolivariana del Ecuador (UBE), cuyo proponente fue el titular de la Asamblea Nacional, César Litardo Caicedo.

La iniciativa de creación de esta nueva universidad tuvo  como promotores privados a los ciudadanos Manuel Roberto y Segunda Elena Tolozano Benites. Contó con los informes de pertinencia y conclusivo de parte del Consejo de Educación Superior (CES), del Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Caces) y de la Secretaría Técnica de Planificación, tal como lo dispone la Constitución y la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES).

La oferta de carreras contempla: licenciaturas en Enfermería; Terapia Física y Rehabilitación; Auditoría y Control de Gestión; en Seguridad y Salud Ocupacional; Odontología e ingeniería en Biomedicina.

www.EcuadorUniversitario.Com

 

 

 

China entregará 300 becas para estudios superiores en áreas de vanguardia

Flag of China.svg
El embajador del Ecuador en la República Popular China, Carlos Larrea, informó que  el Gobierno de China  prevé la entrega  de 300 becas en los siguientes cinco años, “como un estímulo a los estudiantes ecuatorianos de excelencia que deseen realizar estudios de educación superior en áreas de vanguardia”.Recordó que para el efecto la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) y el Ministerio de Educación de China suscribieron un memorando de entendimiento encaminado a fortalecer la cooperación y el intercambio académico. La negociación fue impulsada por la Embajada ecuatoriana en China,Además, informó que desde 2016, un total de 220 estudiantes se han beneficiado de becas en el país asiático.

Dentro del acuerdo, entre otras acciones, se establece el intercambio de estudiantes, docentes e investigadores; la participación de delegaciones académicas, personal calificado y de expertos, así como el establecimiento de redes nacionales e internacionales de comunicación directa y la realización de estudios conjuntos en áreas de interés, lo cual aportará al desarrollo de mayores capacidades académicas, científicas e investigativas de los establecimientos ecuatorianos de educación superior.

www.EcuadorUniversitario.Com

La universidad en el 2040

© ShutterstockPor.  Victoria Galán Muros y Todd Davey
Los autores pasan revista a los objetivos estratégicos necesarios para poner el conocimiento y la innovación universitarias al servicio de la sociedad.

Si algo hemos aprendido en los últimos meses es que el futuro es incierto y todo puede cambiar de forma repentina e inesperada. Desde marzo 2020 todos nos hemos visto obligados a repensar el mundo en el que vivimos: Nuestros sistemas sanitarios y laborales, nuestras economías y patrones de movilidad y por supuesto también nuestra educación.

La educación superior no ha sido inmune a estos cambios. Una vez normalizado el apresurado cambio de clases presenciales a un modo online y hechos los ajustes operativos necesarios, es deber de las universidades tomar esta profunda crisis como un punto de inflexión y de reflexión en el cual repensar su papel en la sociedad futura.

Se comenzó una iniciativa en 2017 en la que se recopilaron las visiones de líderes de educación superior, de los gobiernos, del mundo empresarial y de la sociedad civil sobre la universidad en 2040

Con la idea de explorar las universidades del futuro, se comenzó una iniciativa en 2017 en la que se recopilaron las visiones de líderes de educación superior, de los gobiernos, del mundo empresarial y de la sociedad civil sobre la universidad en 2040. El resultado hasta ahora ha sido la publicación de The Futures of Universities Thoughtbook (www.futureuniversities.com) en cuatro versiones: edición Europa (2017), edición Australia (2018), edición EE.UU./ Canadá (2019) y edición Universidades en tiempos de crisis (2020); a las que hay añadir la versión de México actualmente en ejecución.

Este artículo ofrece las contribuciones que los más de 150 expertos y representantes de otros grupos de interés han realizado en las cuatro ediciones de The Futures of Universities Thoughtbook. Las características de las universidades del futuro más comúnmente mencionadas en las contribuciones se han extraído y clasificado para diseñar los cinco objetivos principales de las universidades en 2040.

Estas cinco funciones no son exclusivas ni independientes, de hecho, algunas de ellas están íntimamente relacionadas. Tampoco cubren todas las actividades que las universidades del futuro pueden llevar a cabo, pero dan una idea de las visiones actuales sobre la evolución de las universidades y pueden inspirar conversaciones estratégicas en un momento crítico como el actual. Estos cinco objetivos son:

– Talent-engine: Desarrollar y validar competencias relevantes de los estudiantes.

– Life partner: Incrementar y mejorar las habilidades de la sociedad a lo largo de la vida.

– Discovery: Desarrollar una investigación visionaria y colaborativa de vanguardia.

– Home Base: Crear un espacio abierto de intercambio para el trabajo colaborativo en la región.

– Launch-pad: Posicionarse como la base emprendedora para estudiantes, académicos, empresas y sociedad.

Los vamos a desarrollar, con detalle, a continuación.

LA REVOLUCIÓN DE LAS PEDAGOGÍAS TRADICIONALES

Talent-engine. Este primer rol se centra en el desarrollo y la validación de competencias relevantes en los estudiantes para prepararlos para toda su carrera profesional, bien como empleado, empleador o autoempleado, así como para ser mejores ciudadanos.

En Talent-engine los exámenes basados en memoria se convierten en proyectos y desafíos y muchos contenidos se gamifican para que el aprendizaje sea más lúdico

Esto comienza por cambios importantes en las pedagogías tradicionales. Las clases magistrales se convierten en seminarios, talleres, proyectos y mentorías centrados en el alumno, aplicando modalidades híbridas y de aula invertida con profesores convertidos en facilitadores y mentores. Los exámenes basados en memoria se convierten en proyectos y desafíos, y muchos contenidos se gamifican para que el aprendizaje sea más lúdico y apegado a la realidad. Los modelos de aprendizaje se expanden del autoaprendizaje al aprendizaje entre pares, guiado, aplicado y mixto. Así, cada estudiante utiliza aquel aprendizaje que mejor se adapta a sus necesidades y preferencias.

En cuanto al contenido, más allá del conocimiento técnico y disciplinar, la universidad se encarga del desarrollo de habilidades transversales o blandas (por ejemplo: colaboración, resolución de problemas complejos, creatividad, innovación, autoaprendizaje, etc.) que ya comenzaron a ser desarrolladas en niveles de educación inferiores. Entre ellas destacan la colaboración, la resiliencia, la capacidad de aprendizaje, la innovación, las habilidades emprendedoras y las digitales.

Al mismo tiempo, el currículo se flexibiliza y el alumno elige, con la guía de un tutor, entre una serie de cursos, distintas disciplinas para formar su propio perfil que le diferencia y prepara para el futuro. Es común mezclar, por ejemplo, módulos de derecho, ética y tecnologías de la información; o ingenierías con administración de empresas o medicina. La educación se hace más relevante formando talento que sepa combinar diferentes disciplinas y enfoques, por ejemplo, formar líderes de ingeniería capaces de desarrollar soluciones de movilidad sostenible equilibrando los aspectos medioambientales, sociales y económicos. No solo se pueden elegir asignaturas de la universidad, sino también otras preautorizadas de distintas universidades y organizaciones externas.

El currículo no lo diseñan los docentes de forma aislada, sino que lo codiseñan junto con un amplio grupo de empleadores y representantes de la sociedad civil para incrementar la relevancia del mismo. Este currículo debe incluir no solo conocimiento y habilidades necesarias para el mercado laboral actual, sino aquellas que van a ayudar a los graduados a adaptarse al mercado laboral futuro y, en términos generales, a ser mejores ciudadanos. Esta universidad defiende y hace un creciente uso de recursos educativos online abiertos de alta calidad.

Estos representantes de la industria y la sociedad civil también participan en la implementación del currículo. Es decir, se involucran para dar charlas extracurriculares, como ponentes invitados, como profesores de prácticas o de asignaturas completas. Complementan la formación teórica con la experiencia práctica, abren una ventana para que los estudiantes conozcan qué está sucediendo en el mundo laboral y los inspiran a continuar sus estudios. Las organizaciones también participan abriendo sus puertas a la realización de prácticas, proyectos o retos que permitan una transferencia de conocimiento hacia sus organizaciones. De esta forma, los estudiantes desarrollan valiosas relaciones con las organizaciones que pueden favorecer su acceso al empleo.

Otra actividad esencial para esta universidad es la validación del conocimiento y las habilidades que se han adquirido dentro o fuera de la universidad, antes, durante o después de sus estudios. Esta validación visibiliza las habilidades de los individuos más allá de su título académico, y les permite comunicar no solo lo que saben, sino lo que saben hacer con su formación, lo cual favorece un mejor funcionamiento del mercado laboral.

LA NOCIÓN DE ESTUDIANTES SE EXPANDE

El segundo rol de las universidades del futuro, Life partner, se concentra en el incremento y la mejora de las habilidades de los miembros de la sociedad a lo largo de sus vidas, con el fin de que puedan afrontar con éxito los retos de un mundo cambiante.

Más allá de los estudiantes tradicionales que comienzan sus estudios universitarios directamente después de la enseñanza secundaria y antes de tener experiencia laboral, la noción de estudiantes se expande para incluir individuos en todas las etapas de la vida.

Estas universidades interactúan con jóvenes en etapas anteriores de la educación (colegios, institutos) a través de cursos que fomentan, por ejemplo, ciertas vocaciones (como las STEM) o ayudan a costear la matrícula universitaria de estudiantes desfavorecidos. De la misma forma, la universidad abre sus puertas a los jubilados que quieren seguir formándose en cualquier disciplina, ejerciendo como mentores de estudiantes y emprendedores o contri- buyendo a la sociedad, por ejemplo, a través de programas de emprendimiento social.

Entre estos dos perfiles, están aquellos adultos que buscan mejorar su conocimiento, reforzar sus habilidades actuales o aprender nuevas habilidades que les permitan encontrar o mantenerse en un puesto de trabajo; promocionar; cambiar de sector; o reinventarse de cualquier otro modo en el mundo laboral, así como aquellos que simplemente tienen un interés intelectual en algún área o tema específico. El nuevo conocimiento regularmente actualizado, la inclusión de habilidades transversales en todos los programas, las nuevas pedagogías y la flexibilidad en el aprendizaje hacen de las universidades una opción atractiva para individuos en cualquier momento de sus vidas.

El concepto de graduado, egresado o antiguo alumno desaparece y las universidades adaptan su oferta educativa al estudiante permanente

El concepto de graduado, egresado o antiguo alumno desaparece y las universidades adaptan su oferta educativa al estudiante permanente.  Para ello, incrementan sus programas profesionales o ejecutivos y multidisciplinares.  Además, modulan su oferta con cursos cortos reconocidos con una credencial independiente (microcredenciales) que los estudiantes pueden elegir libremente según sus intereses y necesidades y que pueden ser acumulados para así obtener una credencial de mayor rango (licenciatura, maestría o doctorado).

En este contexto, y apoyadas en la tecnología, las universidades están abiertas permanentemente y se flexibilizan para facilitar que los estudiantes comiencen, dejen y retomen sus estudios en cualquier momento, organicen su aprendizaje de diferentes formas (por ejemplo, incluyendo conferencias online, participando en espacios de co-working), y decidan cuándo completan el trabajo de sus cursos (como clases nocturnas, cursos híbridos u online, cursos de diferente duración, a tiempo parcial o completo) y qué módulos del curso pueden seleccionar de otros programas (experiencias interdisciplinarias y extracurriculares). Estas universidades fomentan, en todo momento, la capacidad de autoaprendizaje para permitir que los individuos sigan aprendiendo a lo largo de la vida.

INVESTIGACIÓN VISIONARIA Y COLABORATIVA

El tercer rol, Discovery, se centra en el desarrollo de una investigación visionaria y colaborativa de vanguardia para incrementar su contribución al desarrollo económico y social.

El punto de partida es la existencia de un gran potencial desaprovechado por las universidades para contribuir a la sociedad a través de su conocimiento, tecnología y capital humano investigador. Por ello, estas universidades se centran en la creación, el intercambio y el desarrollo del conocimiento, y también actúan como agentes facilitadores y coordinadores de las redes de conocimiento involucrando estudiantes, investigadores, profesionales, empleadores, agencias gubernamentales y otros actores sociales.

Las universidades llevan a cabo tanto investigación básica como aplicada, que amplía los límites del conocimiento, a la vez que se enfrenta a los problemas o retos regionales o mundiales. Son comunes los centros de investigación o institutos interdisciplinares con equipos de vanguardia, que acogen a investigadores de diferentes materias y logran innovación colaborativa imposible de realizar individualmente. Con frecuencia, estos centros también incluyen investigadores de otras universidades, de la industria y del gobierno, cuyas organizaciones también participan en la financiación de la infraestructura y el equipamiento del centro.

La participación de grupos sociales en la investigación no es una excepción y es particularmente útil para la identificación de problemas. Estos investigadores también tienen contacto frecuente con emprendedores; y existen emprendedores residentes que trabajan temporalmente junto con los investigadores en temas de su interés y que pueden complementar su conocimiento y experiencia. Los modelos de colaboración para la investigación son muy diversos, pero la ubicación de diversos grupos de interés con experiencia y conocimiento complementarios que trabajan en unas mismas instalaciones crea una gran cantidad de sinergias y mejora exponencialmente los resultados de la investigación y su impacto.

Con el rol de Home-Base las universidades toman un papel proactivo en la creación y el desarrollo de redes de colaboración para la interacción regional

Las universidades apoyan profesionalmente a los investigadores en la potencial comercialización de los resultados, así como en su inserción en publicaciones científicas y su difusión en otros formatos que llegan a un público más amplio. Los campus universitarios se convierten en espacios inteligentes e interactivos donde se prueba y se muestra parte de la investigación que se realiza en la universidad. En ellos, son comunes las plataformas donde se muestra la investigación a la industria y la sociedad de una forma más ordenada, simple, tangible y atractiva.

INTERLOCUTOR COMPROMETIDO EN EL DESARROLLO REGIONAL

En el cuarto rol, Home-Base, la universidad del futuro se convierte en un espacio abierto de intercambio para el trabajo colaborativo en la región. Con esta perspectiva basada en el ámbito local, las universidades son un interlocutor y socio legítimo en su región, un actor respetado y apreciado que se posiciona como un punto de encuentro para la interacción formal e informal, así como el trabajo conjunto en educación, formación continua, mentoría, investigación o emprendimiento de los principales actores de la región: estudiantes, académicos, institutos de investigación, emprendedores, empresas, gobierno y otros grupos de interés.

La universidad abre sus puertas y se convierte en un lugar de experimentación colectiva y de cocreación entre los grupos de interés. Un laboratorio de innovación seguro para trabajos colaborativos y un punto de encuentro personal de cuyas interacciones se espera surjan nuevos proyectos. Por ejemplo, estudiantes conviven con startups y empresas, facilitando el acceso a mentores y prácticas; o investigadores conviven con miembros de la comunidad para orientar su investigación a la solución de problemas regionales. Los campus se diseñan cuidadosamente y con espacios flexibles para que se sientan en casa no solo los estudiantes y académicos, sino también el resto de los actores.

Estas universidades están muy comprometidas con el desarrollo regional y toman un papel proactivo en la creación y desarrollo de redes de colaboración para la interacción regional. Esta universidad es parte central de un ecosistema de innovación regional, que se puede traducir en una localización física conjunta, bien en un parque científico o tecnológico o bien en un distrito de innovación. En este caso, la universidad aprovecha la alta densidad de estos espacios para fomentar encuentros formales e informales de académicos y estudiantes con el resto de los actores regionales.

Está más que demostrado que una universidad tradicional que no se reinvente va a terminar por ser irrelevante para la sociedad actual

Este compromiso de las universidades con la sociedad donde operan se traduce en un alto impacto en sus regiones. Las universidades contribuyen al bienestar social económico, ambiental y cultural de las comunidades de varias formas:

-a través de la formación de capital humano cualificado;

-la aplicación de los resultados de la investigación;

-la atracción de talento;

-la creación de empleos;

-el pago de impuestos, etc.

Sin embargo, en 2040 muchos de los lugares de interacción ya no son físicos. Estas universidades están libres de la lógica del espacio físico y son capaces de conectar a individuos y organizaciones de todo el mundo para investigación y educación digitalmente de manera sincrónica o asincrónica, multiplicando exponencialmente su potencial impacto.

PUNTO DE PARTIDA PARA EL EMPRENDIMIENTO

En rol de Launch-Pad, la universidad se convierte en una base para el emprendimiento de estudiantes, académicos, empresas y la sociedad en general. La universidad es la principal fuente de nuevo conocimiento, investigación y tecnologías que pueden ser escalables y comercializables. Al mismo tiempo, se forma al talento que puede sacar el mayor partido de este conocimiento y tecnologías. En este rol, la universidad pretende aprovechar su capital humano y sus recursos para incrementar su impacto social, contribuyendo al desarrollo a través de la innovación y el empleo de calidad.

En este contexto, la universidad tiene un papel importante para lanzar nuevas empresas creando oportunidades para que todos conciban, prueben, lancen y escalen sus operaciones. La universidad apoya a spin-offs de académicos para llevar resultados de investigación al mercado, así como start-ups para que estudiantes exploten sus ideas innovadoras. Al mismo tiempo, abre sus puertas para dar apoyo a pequeñas y medianas empresas y scale-ups regionales.

Con ese fin, se invierte para crear un ambiente ideal de apoyo. Este se compone de lugares físicos y virtuales de emprendimiento e innovación, como centros de innovación, maker spaces, fablabs, incubadoras, aceleradoras y espacios de co-working. Estos centros, a su vez, también acogen a miembros de la comunidad, así como a emprendedores y empresas externas y ejercen como nodo para crear sinergias entre diversos actores de dentro y fuera de la universidad. Al mismo tiempo, son parte de redes de empresas innovadoras, inversores y otros actores interesados.

Estos lugares están liderados por profesionales con la experiencia, el conocimiento y las capacidades necesarias para guiar a los emprendedores en las distintas etapas de desarrollo de su negocio y conectarlo con inversores y con mentores de dentro y fuera de la universidad. Estos profesionales también coordinan formación de todos los emprendedores. Para incrementar las probabilidades de éxito, todos los emprendedores, y aquellos miembros de comunidad que lo soliciten, reciben una sólida formación en emprendimiento e innovación, que se extienden desde la creatividad y la mentalidad innovadora hasta los aspectos más técnicos y operativos de la creación y gestión de empresas.

Todos los estudiantes toman clases de habilidades emprendedoras e innovación, que le serán útiles en su carrera profesional, independientemente de si quieren ser emprendedores o no. Estas habilidades están integradas en el modelo de la universidad, junto con otras habilidades transversales.

REFLEXIONES FINALES

Tradicionalmente se conoce a las universidades como torres de marfil y se les acusa de apenas haber cambiado en los últimos siglos. Por tanto, los expertos son conscientes de que se necesitan reformas profundas que deben comenzar por simplificar las estructuras y agilizar la burocracia universitaria para proporcionar un servicio más rápido y eficaz. Posteriormente, los cambios reales necesitan de la creación de una cultura de innovación dentro de la universidad que incluya todas sus funciones y misiones. Este proceso de transformación no estará exento de resistencia por parte de algunos académicos y gestores, pero está más que demostrado que una universidad tradicional que no se reinvente va a terminar por ser irrelevante para la sociedad actual y futura y esa falta de relevancia le hará desaparecer. Por tanto, si no se arriesga, se arriesga mucho más.

El futuro es imposible de predecir, pero contar con la opiniones y visiones de un gran número de líderes de opinión y expertos ayuda a visualizar una universidad en 2040. La universidad del futuro está tocando a la puerta y está en nuestras manos moldearla. No se espera que las universidades adopten cada uno de estos cinco roles proactivamente, pero sí que comiencen un diálogo honesto sobre la universidad que quieren ser en el futuro y cuál puede ser el proceso para llegar hasta allí. Aunque existirán diferentes modelos, la que tendrá éxito en 2040 será la universidad innovadora y emprendedora, que de forma colaborativa ponga su conocimiento, tecnología y capital humano al servicio de un desarrollo sostenible que contribuya a un mejor futuro del planeta.

Victoria Galán Muros es CEO y confundadora de Innovatives Futures Institute

Todd Davey es cofundador de  Innovatives Futures Institute y profesor de Institut Mines-Telecom Bussines School

FUENTE UNIVERSIDAD