Ofcialmente Ecuador se retiró de la Organización de Países Exportadores de Petróleo a partir del 1° de enero de 2020, con lo que recupera la libertad de incrementar su producción petrolera. Ecuador ingresó en la OPEP en 1973 y se retiró en 1992. Se reintegró en 2007 y en 2020 estará fuera nuevamente.
Obivamente la salida de Ecuador no afectará a la OPEP ni el incremento de su producción de crudo, generará mayor turbulencia en los precios dado los pequeños volúmenes que produce nuestro país, comparativamente con otros Estados miembros.
Para René Ortiz, analista petrolero y exsecretario de la OPEP, Ecuador sin la OPEP es una decisión sin sentido económico, tecnológico, de mercado y sin criterio de mundo y organizacional. Porque “Ecuador fuera de la OPEP no gana nada. No tiene capacidad financiera propia para aumentar la producción”.
El experto asegura que el país no tiene capacidad tecnológica para producir más y un mejor crudo.
Ortiz resaltó que la OPEP no es un impedimento para el éxito de una política petrolera. “Solo hay que ver el caso del IPO (Oferta Pública Internacional) de SaudiAramco que con vender el 5 % levantó billones de dólares y dentro de su propia nación”.
QUÉ ES LA OPEP
Según el experto Boris Santos Gómez, Uzqueda, la OPEP es un organismo internacional fundado en Bagdad, Irak, en 1960 por iniciativa y liderazgo del entonces presidente de Venezuela Rómulo Betancourt, para tratar de equilibrar el poder petrolero-económico de Estados Unidos. Obviamente, en pleno 2020 el poder petrolero global lo tiene, incuestionablemente, Estados Unidos, que es ya el primer productor de crudo gracias al capitalismo que impulsó y estableció la dinámica de producción vía fracking. La OPEP es, principalmente, producción vía perforación convencional de pozos. Estados Unidos, el “rival” de la OPEP, produce 15,3 millones de barriles al día.
Más de 43% de la producción mundial de petróleo y 81% de las reservas mundiales se encuentran en Estados miembros de la OPEP. El principal, Arabia Saudita, produce 10.000.000 bpd. Y Rusia –que no es miembro OPEP pero si key player de la industria– produce 11.500.000 bpd (datos de 2018).
Qatar, el poderoso Estado del golfo Pérsico, se fue de la OPEP en enero 2019 porque su vocación principal de producción energética es gas natural.
Ahora se marcha Ecuador para –según fuentes oficiales– “reducir el gasto público” y quizá porque, como la OPEP desde 2017 instruyó a que sus Estados miembros reduzcan sus cuotas de aporte de crudo al mercado para ayudar a la “estabilización” del precio y del mercado petrolero global, de alguna manera esa reducción le afecta porque produce 524.000 bdp, evitándole poner en el mercado casi 20.000 bpd adicionales, lo que, naturalmente, le significa menores ingresos fiscales.
El propio ministro de Energía y Recursos Naturales No Renovables de Ecuador, Carlos Pérez, informó que su país estaba avanzado a producir más crudo que el volumen y cuota impuestos por la OPEP.
Y esos números afectan especialmente si tomamos en cuenta los ataques de los que fueron objeto algunas plantas de procesamiento de crudo en Arabia Saudita hace unas semanas, ataques que encarecieron el precio del barril y tomando en cuenta que Ecuador necesita dinero para salir de la crisis fiscal que tiene.
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