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Decisiones difíciles en situaciones extremas: la pandemia pone a clínicos contra las cuerdas

La situación actual de la epidemia causada por la COVID-19 supone una prueba para todo el sistema de salud. Ricardo Martino Alba, experto en cuidados paliativos del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid, analiza cómo influye en los profesionales, pacientes y familias esta situación y afirma cómo la fragilidad del ser humano debe ser el eje central de la atención sanitaria.

Ricardo Martino Alba
16/4/2020 13:15 CEST

Según Ricardo Martino, esta pandemia está sometiendo a examen nuestra humanización. / Pixabay

La velocidad de instauración de la pandemia por COVID-19, la aparición constante de nuevos casos, la gravedad de muchos de ellos y la mortalidad que origina hacen que adquiera dimensiones de catástrofe, es decir, de una gran desproporción entre las necesidades de atención sanitaria y los recursos disponibles.

Así, algunas sociedades científicas plantearon la posibilidad de realizar un triaje entre los pacientes para acceder a determinados recursos de cuidados intensivos, especialmente la ventilación mecánica invasiva. En algunos documentos se incluían factores como la edad, la capacidad cognitiva y la autonomía funcional como criterios para incluir o excluir el ingreso en cuidados intensivos.

Con la evolución de la pandemia, se redactaron protocolos de actuación para la organización y estratificación de la asistencia, llegando a extrapolar estos criterios de edad o discapacidad para decidir si el paciente era subsidiario de atención en el hospital o debía permanecer en su hogar o en su residencia.

Además, los requisitos de atención y aislamiento en los hospitales plantearon que el paciente fuera autónomo funcionalmente para poder ser ingresado. Con todo esto, en muchos medios de comunicación el mensaje ha sido “los mayores de 80 años no ingresarán en cuidados intensivos”.

Esto ha despertado miedos en los mayores, reacciones entre los familiares y reflexiones entre los profesionales. Recientemente, las autoridades sanitarias han tenido que abordar esta cuestión en un informe del Ministerio de Sanidad sobre los aspectos éticos en situaciones de pandemia:

“Excluir a pacientes del acceso a determinados recursos asistenciales o a determinados tratamientos, por ejemplo, por razón únicamente de una edad avanzada, resulta contrario, por discriminatorio, a los fundamentos mismos de nuestro estado de derecho (art.14 de la Constitución española).

En este sentido, los pacientes de mayor edad en caso de escasez extrema de recursos asistenciales deberán ser tratados en las mismas condiciones que el resto de la población, es decir, atendiendo a criterios clínicos de cada caso en particular. Argumentos semejantes son aplicables con el fin de proscribir cualquier discriminación por motivos tales como la discapacidad en cualquiera de sus manifestaciones, o la que pueden sufrir determinados colectivos de menores de edad.”

El debate del triaje continúa

Parecería, entonces, que el tema está zanjado. Sin embargo, muchas personas de diferentes ámbitos sufren a diario por esta cuestión. En primer lugar, los profesionales. Al final, el peso de la decisión recae en los clínicos, obligados a veces a tomar decisiones en situaciones extremas: en soledad y bajo presión asistencial.

No obstante, la responsabilidad es de todo el sistema sanitario, que debe poner los medios y recursos para que cada paciente reciba lo que necesite. Si la atención y el tratamiento se inician en el propio domicilio o en el centro residencial es menos probable que se den situaciones de sobrecarga extrema a la puerta de una UCI.

Las decisiones difíciles han de ser colegiadas para evitar la unilateralidad y el peso moral y emocional sobre los profesionales.

Por eso, se recomienda la participación de varios profesionales, la constitución de Comités de Apoyo a la toma de decisiones o la participación de los Comités de Ética Asistencial o de consultores en estos procesos.

En segundo lugar, los pacientes. Los niños infectados por COVID-19 que requieren hospitalización son ingresados con un acompañante, sometiendo a ambos a las condiciones de aislamiento pertinentes. Pero, ¿es necesaria la soledad a la que se somete a los pacientes adultos en esta situación?

En tercer lugar, las familias. La separación, la incertidumbre, la dificultad de despedirse en los casos de fallecimiento, la alteración en los procedimientos y en los ritos funerarios, etc. Los tres colectivos (profesionales, pacientes y familias) están haciendo esfuerzos sobrehumanos para afrontar esta situación y compensar las carencias.

Hacer más humana la atención

En los últimos años, la palabra ‘humanización’ se ha ido extendiendo por los sistemas sanitarios como un mantra, casi como un eslogan publicitario; ha impregnado desde las comunicaciones públicas hasta los contratos de gestión, desglosándose en medidas concretas y evaluables.

¿Dónde queda todo eso en un momento en el que el bien colectivo está por encima del individual? Humanizar significa hacer más humana la atención, y eso requiere poner a la persona en el centro y subordinar los modelos organizativos a su interés. Y claro, el bien del individuo es más amplio y, sobre todo, más profundo que el buen tratamiento de la enfermedad.

Significa volver a poner en el centro la fragilidad del ser humano; consiste en darle a cada persona lo que necesita, especialmente a los más vulnerables. Por eso, esta pandemia está sometiendo a examen dicha humanización.

Fuente:
SINC

Derechos: Creative Commons.

La información accesible y veraz es esencial durante la pandemia del coronavirus

Las noticias falsas pueden causar caos y problemas de salud, han advertido varias organizaciones internacionales de las Naciones Unidas que protegen los derechos humanos. Las entidades piden que se proteja además la libertad de los periodistas, así como la privacidad de los datos de los pacientes hospitalizados por el COVID-19.

Los Gobiernos deben promover y proteger el acceso y el flujo libre de información durante la pandemia del coronavirus, han asegurado un grupo de expertos internacionales en derechos humanos.

“El derecho a la vida fundamental y no derogable está en juego, y los Gobiernos están obligados a garantizar su protección. La salud humana depende no solo de una atención médica fácilmente accesible. También depende del acceso a información precisa sobre la naturaleza de las amenazas y los medios para protegerse a uno mismo, a su familia y a su comunidad”, afirmaron en un comunicado conjunto.

El derecho a la libertad de expresión, que incluye el derecho a buscar, recibir e impartir información e ideas de todo tipo, independientemente de las fronteras, a través de cualquier medio, se aplica a todos, en todas partes, y solo puede estar sujeto a restricciones limitadas.

Información accesible

Según los defensores de los derechos humanos de la ONU y otras organizaciones, los países están obligados a proporcionar información confiable en formatos accesibles para todos, especialmente aquellos con acceso limitado a internet o con alguna discapacidad.

“El acceso a internet es crítico en tiempos de crisis. Es esencial que los Gobiernos se abstengan de bloquear el acceso a internet. En aquellas situaciones en las que Internet ha sido bloqueado, los Gobiernos deberían, con carácter prioritario, garantizar el acceso inmediato al servicio más rápido y amplio posible”

Especialmente en un momento de emergencia, cuando el acceso a la información es de importancia crítica, las restricciones amplias sobre el acceso a Internet no pueden justificarse por orden público o por razones de seguridad nacional, explicaron los expertos.

Proteger a los periodistas

Agregaron que además los Gobiernos deben hacer esfuerzos excepcionales para proteger el trabajo de los periodistas.

“El periodismo cumple una función crucial en un momento de emergencia de salud pública, particularmente cuando su objetivo es informar al público sobre información crítica y supervisar las acciones gubernamentales. Instamos a todos los Gobiernos a implementar de manera sólida sus leyes de libertad de información para garantizar que todas las personas, especialmente los periodistas, tengan acceso a la información”, se lee en el comunicado.

Disipar la información falsa

Los expertos expresaron su preocupación porque la información falsa sobre la pandemia pueda generar problemas de salud, pánico y desorden, y pidieron a los Gobiernos y empresas de internet que aborden esta desinformación.

“Eso puede venir en forma de mensajes públicos robustos, soporte para anuncios de servicio público y soporte de emergencia para la difusión pública y el periodismo local (por ejemplo, a través de anuncios de salud del gobierno)”, afirmaron.

De acuerdo con las organizaciones, entre las que se encuentra la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, recurrir a otras medidas, como la eliminación de contenido y la censura, puede limitar el acceso a información importante para la salud pública y solo debe llevarse a cabo cuando cumplan con los estándares de necesidad y proporcionalidad. Cualquier intento de criminalizar la información relacionada con la pandemia puede generar desconfianza en la información institucional, retrasar el acceso a información confiable y tener un efecto negativo en la libertad de expresión.

Proteger la privacidad

Existe un uso creciente de herramientas de tecnología de vigilancia para rastrear la propagación del coronavirus.

“Si bien entendemos y apoyamos la necesidad de esfuerzos activos para enfrentar la pandemia, también es crucial que tales herramientas tengan un uso limitado, tanto en términos de propósito como de tiempo, y que los derechos individuales a la privacidad, la no discriminación y la protección de los periodistas”, afirmaron.

Los expertos añadieron que las fuentes periodísticas y otras libertades deben protegerse rigurosamente. Asimismo, los estados también deben proteger la información personal de los pacientes.

“Recomendamos encarecidamente que cualquier uso de dicha tecnología cumpla con las protecciones más estrictas y solo esté disponible de acuerdo con la legislación nacional que sea coherente con las normas internacionales de derechos humanos”, concluyeron.

FUENTE: ONU

Día Internacional de la Mujer: la igualdad beneficia a todos

Naciones Unidas celebró el Día Internacional de la Mujer con un evento en la Asamblea General centrado en la igualdad de género. El Secretario General de la ONU, António Guterres, alabó la iniciativa y acción de las mujeres jóvenes y destacó que se necesita su pasión y convicción ante los grandes desafíos mundiales como los conflictos y el cambio climático.

“La desigualdad de género es la injusticia más abrumadora de nuestra época y el mayor desafío a los derechos humanos al que nos enfrentamos”, enfatizó el Secretario General de las Naciones Unidas en ocasión del Día Internacional de la Mujer.

Durante un evento en conmemoración de la efeméride en la sede de la ONU en Nueva York, António Guterres recordó una vez más que la igualdad de género es una cuestión de poder.

“El patriarcado y la misoginia, arraigados profundamente, han creado una enorme brecha de poder entre los géneros en nuestras economías, nuestros sistemas políticos, nuestras empresas, nuestras sociedades y nuestra cultura”, indicó.

Como claro ejemplo de esta situación destacó que durante los últimos meses se han firmado acuerdos de paz sin ninguna mujer en la mesa de negociación o la escasa representación femenina durante las reuniones de emergencia sobre el coronavirus.

“No hay justificación para la continua exclusión de las mujeres”, continuó Guterres para luego reconocer que esta situación ha ido cambiando durante los últimos años con la protesta masiva de las mujeres contra el feminicidio, las huelgas por la igualdad de salarios y condiciones laborales y las denuncias de hombres poderosos que cometen actos violentos y abusos.

“Las mujeres jóvenes están redefiniendo lo que representa el poder. Crean nuevas e inclusivas formas de liderazgo que unen a las personas a través de fronteras y en torno a objetivos comunes”, señaló el Secretario General subrayando que es necesaria su pasión y convicción ante los grandes retos mundiales, como los conflictos y el cambio climático.

“Sin el liderazgo y la plena participación de las mujeres, nunca alcanzaremos la Agenda para el Desarrollo Sostenible de 2030 ni venceremos el cambio climático”, sostuvo el titular de la ONU.

Igualdad de género y desarrollo sostenible

Tras el Secretario General, la primera ministra más joven del mundo, la finlandesa de 34 años Sanna Marin tomó el turno al podio, desde donde aplaudió la presión de Guterres a los países urgiéndolos a redoblar los esfuerzos para conseguir la Agenda de Desarrollo de la ONU.

“Se nos acaba el tiempo. Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluida la igualdad de género, no ocurrirá espontáneamente, sino que requiere decisiones políticas para conseguirlos. Todavía más importante: no podemos lograr los otros Objetivos de la Agenda 2030 sin lograr el número 5, que se refiere a la igualdad de género”, aseveró.

Indicó que los líderes mundiales poseen todas las herramientas para realizar los cambios futuros necesarios y que su Gobierno está comprometido a llevarlos a cabo.

“Tenemos que elevar el listón. Tenemos que exigirnos más a nosotros mismos, y tenemos que escuchar a los jóvenes que nos piden que actuemos ahora”, dijo.

Por su parte, la activista y premio Nobel de la paz, Leymah Gbowee, recordó que hace 25 años las mujeres celebraron la victoria que representó la Declaración de Beijing cuando, por fin, el mundo reconoció los derechos de las mujeres como derechos humanos.

“La Declaración debería asegurarnos el control sobre nuestras vidas, nuestros destinos, nuestros cuerpos, nuestros periodos e incluso nuestro futuro. Veinticinco años más tarde vemos como continúan todos esos desafíos: la creciente amenaza sobre las mujeres y las niñas, sobre los derechos de las mujeres”, denunció.

Finalmente, Alexandria Villaseñor, una joven activista de 14 años que inició una huelga climática semanal todos los viernes frente a la sede de las Naciones Unidas desde el pasado 14 de diciembre de 2018 hasta la actualidad se dirigió la concurrencia.

Villaseñor destacó que las mujeres son el factor clave para resolver la crisis climática. “Para crear el cambio que debemos ver en el mundo, tenemos que abordar las convenciones sociales que sustentan la desigualdad de género y la destrucción de la Tierra. Necesitamos un cambio sistemático para desafiar el patriarcado, la colonización y los desastres naturales. Las mujeres somos las constructoras de la paz del mundo y las madres del planeta. Podemos unirnos a través de fronteras para resistir todos los sistemas de opresión, de modo que podamos crear un planeta saludable y un futuro habitable para toda la humanidad.”

Las mujeres, a favor de cambios

En su mensaje para la jornada, la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngucka, destacó que las mujeres “están enojadas y preocupadas” por su futuro y que “también están radicalmente impacientes por lograr un cambio. Es una impaciencia que tiene raíces profundas y que se ha estado gestando por años”.

Pese a ello, celebró avances como la disminución de un 38 % del índice de mortalidad materna desde el año 2000 o las reformas legales que realizaron 131 países en favor de la igualdad de género y la discriminación.
Añadió que la situación que le genera más impaciencia es la desigualdad económica y que tanto las mujeres como las niñas empleen mucho más tiempo que los hombres y los niños a ocuparse de las tareas del hogar
“Esto no les permite tener las mismas oportunidades en la educación, el mercado laboral y el poder adquisitivo. Es un motor generador de pobreza. Las mujeres jóvenes que mantienen una familia tienen un 25 % más de probabilidades que los hombres de vivir en la pobreza extrema, lo que afecta a millones de niños y niñas pequeños, con consecuencias que repercuten a lo largo de la vida de la madre y el niño y la niña”, destacó.

FUENTE: ONU

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Reflexiones sobre el papel del periodismo y de la verdad en 2019

Mensaje de fin de año del presidente de la SIP, Christopher Barnes, director general de The Gleaner, Kingston, Jamaica.

Miami (23 de diciembre de 2019) – Ante la cercanía de un nuevo decenio comparto con ustedes algunas de las reflexiones y retos sobre el periodismo, los medios de comunicación y la conducta de nuestras sociedades ante la información durante este año que está por concluir.

Comienzo por reconocer el gran impacto que en los últimos años de esta década tuvo la diseminación de noticias falsas a través de las redes sociales y otros medios de comunicación en los procesos políticos, sociales y electorales. Aunque esto ha venido ocurriendo en forma inadvertida, en tiempos recientes se ha hecho con la intención de causar daño y moldear sin sustento la opinión pública en apoyo de agendas a menudo siniestras. Esto tiene el efecto de eclipsar y socavar el importante papel del periodismo en informar la verdad.

Prefiero ver este problema no solo desde la perspectiva de la copa medio vacía, ya que el fenómeno de las noticias falsas también ha contribuido a mostrar la relevancia del periodismo y los medios de comunicación confiables, pilares fundamentales para quienes la verdad es importante.

Vivimos una revalorización de la verdad en todos los frentes. Los medios de comunicación junto a instituciones de la sociedad civil están dedicadas a crear mecanismos de verificación de datos para denunciar mentiras, falsedades y omisiones. Estas acciones han adquirido mayor importancia. En esta guerra necesaria entre la verdad y la mentira, se potencia y amplifica el papel fundamental del periodismo y los medios.

La era digital con sus extraordinarios avances en la comunicación continúa desafiando los modelos de negocio tradicionales. Este año seguimos viendo una debilidad de la industria con mucho de sus actores padeciendo, pero nos alientan aquellos medios que han sido capaces de encontrar alternativas de ingresos y sostenibilidad en un ambiente de reducción de publicidad tradicional y de ingresos por suscripciones.

Aunque lamentablemente algunos medios, tradicionales y nativos digitales, tuvieron que cerrar, otros siguen barajando distintos modelos de negocio para competir por las audiencias sin tener que rebajar la calidad de sus contenidos ni la cantidad de periodistas. Ya estamos viendo buenos ejemplos.

La prensa continuó bajo asedio en 2019 durante protestas ciudadanas en Chile, Bolivia y Ecuador, desatando violencia contra periodistas y medios. Las instalaciones de los periódicos El Líder de San Antonio, El Mercurio y La Estrella de Valparaíso en Chile, así como de Teleamazonas y el diario El Comercio en Ecuador, fueron incendiadas. En Bolivia, entre otras violaciones, fueron atacadas Radio Ichilo en Santa Cruz y el canal universitario en Cochabamba; incendiada la planta de transmisión del canal Unitel en La Paz y el estudio de radio y televisión Mega en Oruro. También fueron bloqueadas las sedes de Boliviatv y la emisora Patria Nueva.

Esa violencia también se registró en países sin democracia como Nicaragua y Venezuela. Este año dejó de publicarse el periódico nicaragüense El Nuevo Diario y otros medios están en peligro de desaparecer ante el autoritarismo galopante del presidente Daniel Ortega que muestra entre «sus logros» más de 70 periodistas en el exilio. En Venezuela el gobierno de Nicolás Maduro ha cerrado más de 70 medios en los últimos años y continúan las prácticas de bloqueo sistemático a páginas web y portales digitales.

En la continuidad de más de 75 años de trabajo, la SIP mantuvo este año su estandarte en alto, particularmente en Nicaragua con el envío de misiones internacionales de socios a Managua y Washington, DC para presionar por cambios a favor de las libertades de prensa y expresión. También apoyamos casos legales y judiciales de medios, periodistas y organizaciones mediante la presentación de amicus curiae.

Lo más lamentable en 2019 fue que nuevamente nos embargó una lucha que nos llena de impotencia. Perdimos a 22 periodistas. La mayoría asesinados en México, y otros en Honduras, Colombia, Brasil y Haití, debido al silencio que procuran el crimen organizado y la corrupción pública, a menudo en connivencia.

Dentro de la tragedia por la violencia contra periodistas, lo más reconfortante para nosotros fue y será nuestro apoyo a los familiares de las víctimas. Este año trabajamos con el gobierno de Colombia a través de la Corte y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en favor de las familias de Nelson Carvajal Carvajal y de Gerardo Bedoya Borrero y esperamos en 2020 trabajar con los gobiernos de Brasil, Colombia y México para proveer un apoyo similar a las familias de otros periodistas cuyos asesinatos permanecen impunes.

Así, con esa meta por delante y en honor a la memoria de los periodistas caídos, desde la SIP hacemos votos para que en el 2020 los ciudadanos americanos vivamos y gocemos de mayor libertad de expresión y que los medios de comunicación y periodistas puedan desarrollar su relevante labor sin ataduras ni represalias.

Los esfuerzos de la SIP se manifiestan a través del apoyo de sus leales miembros y de las muchas organizaciones a las que estamos afiliados. Les agradecemos a todos y nos sentimos alentados y motivados por la visión común de un mundo donde la libertad de expresión sea protegida y venerada.

NOTA DEL DIRECTOR

La SIP es una entidad sin fines de lucro dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa y de expresión en las Américas. Está compuesta por más de 1.300 publicaciones del hemisferio occidental; y tiene sede en Miami, Florida, Estados Unidos.

Si no te preocupa la crisis climática es porque no han sabido contártela

Aunque seamos conscientes de que el planeta tiene unos límites, nos cuesta vivir de una forma sostenible. Nuestros sesgos cognitivos tienen parte de culpa. Hasta ahora, los profesionales de la comunicación no han hecho más que reforzarlos al crear un relato sobre el cambio climático que nos deja fríos.

Lucas Sánchez | Seguir a sonicando | 16 diciembre 2019

Si metemos unas pocas bacterias en un matraz lleno de medio de cultivo, sabemos con seguridad que se dividirán de forma imparable, duplicando su población cada veinte minutos. Este ritmo de crecimiento para ellas es insostenible, pero son seres unicelulares que no pueden hacer otra cosa que agotar todos sus recursos mientras su población aumenta exponencialmente.

Que nosotros sepamos, las bacterias no ven el cristal, ni piensan bien en el futuro y, por lo tanto, no pueden imaginarse una vida sostenible.

Si dibujamos un gráfico de su crecimiento, sería muy parecido al del ser humano desde la revolución industrial, salvo por su escala: minutos equivaldrían a años. Y, por mucho que nosotros sí podamos ver que nuestro planeta tiene unos límites y sepamos que no podemos huir mucho más allá, nos cuesta vivir de una forma sostenible. Una incapacidad marcada por taras presentes en nuestros sobrevalorados cerebros: nuestro órgano más distintivo es prácticamente ciego al cambio climático.

No le importa aquello que percibimos como algo lejano en el tiempo o en el espacio. De hecho, solamente nos permite tenerlo realmente presente en días de eventos climáticos extremos.

No le gusta lidiar con la incertidumbre, y la huele cada vez que los científicos actualizan los impactos conforme avanza su conocimiento. Además, no entiende como peligroso algo que no es personal, ni abrupto, ni inmoral.

Nos hace seres muy sociales y, si nuestros compañeros no hacen nada, nosotros tampoco. De ser todo cierto, es una tragedia común.

Por no decir que nos gusta pensar que todo irá bien y que el futuro no será muy distinto del pasado. Con todos estos sesgos, identificados durante años por científicos de distintas disciplinas, estamos lejos de estar bien equipados para lo que se nos viene encima.

Palabras que no nos dicen nada

Además, históricamente, la comunicación del cambio climático no ha hecho más que alimentar estos sesgos y ayudar, en cierta medida, a conducirnos a la situación actual.

Empezando por el oso polar en un trozo de hielo a la deriva, una imagen recurrente e impactante que lanza un mensaje dramático. Y funciona estupendamente para que lo recordemos y lo compartamos. Lamentablemente, funciona fatal a la hora de ayudarnos a hacer algo. Diversos estudios indican que mensajes negativos y atemorizantes solo nos paralizan. Además, el oso polar, para una inmensa mayoría, está lejos, reforzando la distancia psicológica.

Durante años ha primado la terminología más aséptica posible para hablar sobre este complejo proceso: cambio climático. ¿Se acuerdan del calentamiento global? Pues esa expresión no la querían ni los republicanos en campaña, ni los científicos. Unos porque les convenía, y otros, por purismo: calentamiento global no definía todas sus causas y consecuencias.

Ahora estamos intentando llamarlo emergencia climática, pero puede generar problemas llamar “emergencia” a algo que no sentimos como tal. Es sobrealimentar el efecto de “Pedro y el lobo” que llevamos a hombros desde hace años. “Emergencia” no es una palabra que funcione bien el día que vuelve a salir el sol después de una inundación. “Emergencia” no es a lo que huele el nuevo césped que crece donde hubo un incendio.

Por otro lado, la equidistancia periodística mal entendida ha enfrentado en numerosas ocasiones a los negacionistas y a los científicos como iguales, inflando su marginal representación de un 3 % a un 50 %. Esto incrementa subliminalmente la sensación de incertidumbre, en lugar de mostrar el amplísimo consenso existente entre la comunidad científica.

Ni de derechas ni de izquierdas

En comunicación importa muchísimo la figura del portavoz, la cara pública del problema, la persona que abandera el cambio. Aquí, de nuevo, gran fracaso. Nos hemos conformado históricamente con personajes con mucha popularidad que podían amplificar el mensaje, pero no pensamos si esa persona lo contaminaba ideológicamente. Al Gore es el mejor ejemplo, pero hay otros muchos. Y todos tienen algo en común: ninguno es conservador.

Que la causa quede politizada es grave, porque nuestro cerebro procesa lo que nos creemos en bloque. Los seres humanos entendemos mejor el mundo en grupos de cosas y rechazamos las ideas que pertenecen al grupo contrario. Por eso, a pesar de que la lucha contra el cambio climático tiene todos los elementos necesarios para convencer y preocupar a un electorado de derechas (es una lucha conservadora) hemos perdido de golpe un 50 % de los apoyos.

Pero no todo ha sido malo en estos años. Estamos empezando a entender lo importante que es el relato para cambiar nuestros modelos mentales o apuntalar nuestros sesgos. La literatura, por ejemplo, puede ayudar a combatir la distancia psicológica.
Por ello, hay un género literario entero dedicado a traernos el cambio climático al presente. Se llama cli-fi: climate fiction. Y es el Black Mirror o el Years and Years del cambio climático. Libros como Solar de Ian McEwan, Far North de Marce Theroux o Year of the Flood de Margaret Atwood nos ayudan a atraer un poco a nuestro cerebro y nos acercan, poco a poco, a la acción.

También estamos aprendiendo a moldear el mensaje para que resuene en el electorado más conservador. Porque hay ángulos como “el planeta que le dejas a tus nietos”, la “independencia económica que otorgan las renovables” o “mantener la buena vida”. Por no decir lo orgullosos que estamos de nuestra patria y lo poco que queremos que cambie nuestro patrimonio natural, perspectivas que rara vez se han tratado en campañas lanzadas desde la izquierda, dirigidas generalmente a concienciar culpabilizando.

Acción política, solución científica

Incluso el IPCC, el consenso científico hecho documento, entendió que su manera de comunicar, en muchas ocasiones, era demasiado ambigua. Decidieron añadir entre paréntesis una etiqueta a sus afirmaciones, para indicar la certidumbre científica (baja, media o alta). Para incluso desambiguar más el discurso, un estudio señaló que añadir un porcentaje numérico de certidumbre ayudaría: es menos ambiguo que utilizar palabras para las que cada uno podemos pensar un peso. Estos pequeños detalles son los que pueden determinar enormes diferencias de comportamiento.

Pero no podemos pensar que la comunicación va a salvarnos, porque, como mucho, va a ayudar a que los individuos modifiquemos ligeramente nuestra conducta a título personal. Y el ciudadano medio tiene demasiado sesgo de serie para conseguir un objetivo de cero emisiones. Como mucho, podemos desacelerar ligeramente el proceso y vivir unas generaciones más en nuestro único planeta. Que no es poco.

Desde la comunicación, lo más alto que se puede llegar es a convencer al cerebro de quienes nos dirigen, para que tomen medidas drásticas que sí puedan ponerle freno. A fin de cuentas, el cambio climático es un problema político: afecta gravemente a la economía, a la salud pública y a la seguridad nacional. Y mencionarlo como tal puede permitir, de nuevo, dar un empujoncito para que los políticos apuesten por invertir en el desarrollo de soluciones científico-tecnológicas.

Porque quizás la única manera de salir de esta crisis climática es encontrar una fórmula científica que equilibre la balanza. Y los mejor preparados para sacar ese remedio fantástico de una chistera son los mismos que han estudiado cómo el efecto invernadero produce un calentamiento global, cómo nos engaña nuestro cerebro, o cada cuánto duplican su población un puñado de bacterias agitándose en un matraz de cristal.

Quizás así corramos mejor suerte que ellas.

Zona geográfica: España
Fuente: SINC
Lucas Sánchez es cofundador y director de la empresa de comunicación científica Scienseed, donde está a cargo del Departamento de Comunicación y Creatividad. Exinvestigador en el CSIC, músico, escritor y autor del blog Sonicando.

Comunicado del gobierno de España sobre la situación en Bolivia

El gobierno de España emitió un Comunicado Oficial de su posición sobre la situación en Bolivia.

El comunicado dice textualmente:

«Ayer domingo la auditoría de la OEA sobre las elecciones del pasado 20 de octubre dio a conocer sus conclusiones preliminares en las que, dadas las irregularidades observadas, recomendaba la celebración de nuevos comicios supervisados por nuevas autoridades electorales. Posteriormente el Presidente Morales anunció la convocatoria de esas nuevas elecciones y la designación de nuevos miembros del Tribunal Supremo Electoral. España condena que el proceso abierto ayer hacia una nueva convocatoria electoral se haya visto distorsionado por la intervención de las FFAA y de la Policía sugiriendo a Evo Morales que presentara su renuncia a la Presidencia, lo que éste hizo más tarde. Esta intervención retrotrae a momentos ya pasados de la historia latinoamericana.

El gobierno de España reitera el llamamiento ya realizado en su comunicado de ayer día 10, a todos los actores políticos bolivianos a trabajar por vías institucionales y pacíficas para hacer posible la convocatoria de unas nuevas elecciones a la mayor brevedad. Esta nueva convocatoria, supervisada por nuevas autoridades electorales en línea con las recomendaciones preliminares de la auditoría de la OEA, debe permitir restaurar la confianza en el proceso electoral, como cauce de expresión democrática de la voluntad popular. Esta es la vía adecuada para que el país salga de la actual crisis.

El gobierno de España llama a los actores políticos a superar a la mayor brevedad el actual vacío institucional al frente del Ejecutivo y del Legislativo de acuerdo con los procedimientos constitucionales.

España exhorta a todos los actores a evitar el recurso a la violencia. Es urgente garantizar la seguridad de todos los bolivianos; también de los representantes de medios de comunicación, de sociedad civil y actores políticos de todo el espectro, incluyendo al propio expresidente Morales, sus allegados y los miembros de su administración».

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Los testimonios y frases fuertes de la II Conferencia anual de libertades informativas

Contó con la presencia de Gustavo Gorriti, Augusto Álvarez Rodrich, Paola Ugaz y el premier Vicente Zeballos

La II conferencia anual de libertades informativas estuvo cargada de testimonios y frases fuertes. Organizado por el Consejo de la Prensa Peruana (CPP), la Universidad del Pacífico (UP) y el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), este año el programa trató sobre el hostigamiento contra la prensa y la persecución penal.

Premier Vicente Zeballos: “Compromiso de defensa irrestricta [de la libertad de expresión]”

El primer ministro Vicente Zeballos inauguró la conferencia con un discurso sobre el rol del Estado para proteger la libertad de información y la libertad de prensa. El premier señaló que desde el gobierno “tenemos perfectamente definido el rol de la prensa” para mejorar las instituciones públicas, la transparencia de las autoridades y luchar contra la corrupción, y recordó los destapes realizados por el periodismo sobre los casos Rodolfo Orellana, Lava Jato y Sodalicio. Por ello se comprometió a la “defensa irrestricta” en términos de libertad de expresión para ciudadanos y medios de comunicación. En diversos momentos de su discurso el premier dijo que la prensa juega un “rol protagónico y decisorio” en la democracia. Concluyó que es necesario que el anteproyecto de ley que se presentó en la conferencia sea socializado y aprobado por el próximo Congreso, a elegirse el 26 de enero del 2020.

Gustavo Gorriti: de ataques digitales a movilizaciones

La discusión sobre hostigamiento contra la prensa la inauguró Gustavo Gorriti, director de IDL-Reporteros, uno de los portales digitales líderes en las investigaciones periodísticas sobre los casos Lava Jato y Lava Juez. Gorriti señaló que el periodismo de investigación vive actualmente uno de los momentos álgidos de su historia, y que los medios digitales son centrales para el alcance de las investigaciones.

Gorriti declaró, con voz enérgica, que el caso Lava Juez iba a ser “abortado” al llegar a las instancias judiciales correspondientes de no ser por la insistencia periodística, a pesar de que fiscales y diversas autoridades exigieron a IDL-Reporteros la entrega de evidencia, información y nombres de fuentes. “No les íbamos a dar nada”, dijo Gorriti.

El periodista se refirió también a ataques dirigidos y concentrados por trolls y bots, especialmente tras las investigaciones relacionadas al expresidente Alan García. Explicó también cómo se pasó de ataques digitales a hordas de personas organizadas por quienes tenían “mayor cuota de poder en el Perú”, en referencia a las manifestaciones del grupo autodenominado La Resistencia, que para Gorriti es un “grupo de lumpen”.

Gorriti dijo también que el periodismo en el Perú ha conseguido una campaña anticorrupción que no se ha logrado en ningún otro país de Latinoamérica salvo Brasil. “Defenderemos la libertad de expresión ardientemente”, concluyó.

Paola Ugaz: el amedrentamiento judicial

Paola Ugaz, quien investiga los casos de abusos del Sodalicio desde hace nueve años, combinó a esto el poder económico de la organización, del cual se valdría para ejercer presión en sus casos de querellas por difamación. Explicó que tiene cuatro demandas judiciales pendientes, incluyendo una que busca incluirla como parte de una organización criminal relacionada a la gestión de la exalcaldesa Susana Villarán.

Narró sus experiencias asistiendo a llamados judiciales relacionados al caso Sodalicio en Piura, a pesar de vivir en Lima. “Piura es territorio comanche”, dijo en referencia a la dificultad de obtener una justicia imparcial y cobertura de medios piuranos, que no trataron el caso a pesar de estar ubicado en su región. Contó los intentos de ‘hackeo’ a sus correos y cerró su participación con una preocupación: que periodistas jóvenes, con poca experiencia en investigación, se callen y autocensuren cuando los poderosos los amedrentan con demandas judiciales.

Juan José Garrido: lo absurdo de las demandas por difamación

El director periodístico de El Comercio, Juan José Garrido, señaló que existen tres grandes grupos de ataque a los periodistas y los medios de comunicación: el crimen organizado, el poder político y el poder económico. En cuanto al primero, se refirió a amenazas que le han llegado desde el Callao, la demanda que le interpuso Rodolfo Orellana por US$100 millones, el ‘sicariato’ mediático digital y cómo una vez una reportera de El Comercio, que investigaba la red de corrupción del exgobernador de Áncash, César Álvarez, tuvo que escaparse de esta región escondida en la maletera de un auto tras ser amenazada de muerte.

Garrido explicó casos absurdos de demandas que ha recibido, como querellas por difamación por información publicada en otro medio de comunicación del grupo al que pertenece El Comercio. “He recibido seis casos de difamación”, dijo el periodista. Se refirió a las cauciones. “Los altos montos [de las demandas] no buscan que pagues el monto [total], sino la caución”, añadió.
En cuanto al poder político, Garrido sostuvo que el modo de hostigamiento es a través de cartas notariales, ‘sicariato’ mediático en redes sociales, leyes como la de prohibir la publicidad estatal en medios de comunicación privados y turbas frente al diario, “pero cerramos las puertas y seguimos trabajando”.

“También hay empresarios mercantilistas” que presionan a través de sus gremios, alertó, al señalar que hay empresarios que no entienden el rol de la prensa.

Gustavo Gorriti cerró la discusión señalando que también existe una “prensa lumpen” utilizada como un vehículo de desinformación y engaño que carga con conflictos de interés. “La libertad de expresión conlleva a ser responsable, pero debe tener los menores límites posibles”, señaló.

Anteproyecto de ley para despenalizar los delitos contra el honor

La Universidad del Pacífico y el Consejo de la Prensa Peruana han venido elaborando un anteproyecto de ley para despenalizar los delitos de difamación, establecer un proceso prejudicial de rectificación (para que se haga en el mismo espacio y dimensiones de la noticia o información original) y establecer límites a las multas económicas siempre dentro de un espectro de proporcionalidad.

No se busca eliminar la responsabilidad de la difamación, dijo Andrés Calderón, director de la Clínica Jurídica de la Universidad del Pacífico, al presentar el proyecto, sino evitar que la pena sea la cárcel. Luego dio paso a un conversatorio entre Augusto Álvarez Rodrich, presidente de IPYS y columnista de La República; Gino Costa, excongresista de la Bancada Liberal que propuso un proyecto de ley para despenalizar la difamación sobre el que se basó el de la UP y el CPP presentado hoy; Fernando Castañeda, viceministro de Justicia; y Adriana León, periodista de IPYS.

Gino Costa insistió en que el anteproyecto de ley no propone que los atentados contra el honor queden sin pena, sino que no acaben en la cárcel, y recordó el uso de la querella por difamación utilizada por ‘Eteco’, el Sodalicio y la red de Orellana para frenar investigaciones en su contra. “No se busca desproteger el honor”, dijo.

Álvarez Rodrich señaló que “hay argumentos válidos para que haya sanción a los delitos de difamación», pero reconoció que hay poderosos que buscan atarantar a los periodistas con querellas. “Hay campañas de difamación articuladas”.

El periodista puso la cuota de humor al señalar que “cuando me atacan me siento contento porque significa que hago bien mi trabajo”, y que al viajar por el Perú “me reciben en aeropuertos con carteles, me dicen mermelero y me tiran monedas”. Concluyó señalando que “los periodistas no somos intocables” y que no deben atacar tan fácilmente.

FUENTE: http://consejoprensaperuana.org.pe/los-testimonios-y-frases-fuertes-de-la-ii-conferencia-anual-de-libertades-informativas/

El Camino de la paz es el diálogo

La Declaración del Consejo Académico Pastoral de la Pontificia Universidad Católica de chile, emitida el viernes 25 de octubre de 2019, expresa, enrtre otras cosas:

Hoy, más que nunca, condenamos toda forma de violencia. Hoy, más que nunca, condenamos toda violación de los derechos humanos. Hoy, más que nunca, reiteramos que el camino de la paz es el diálogo. Hoy, más que nunca, la justicia es el fundamento para la paz. Hoy, más que nunca, tenemos la gran responsabilidad de cuidar el estado de derecho democrático, fundamento de todas las deliberaciones. Hoy es el tiempo de saber escucharnos, superando los individualismos y narcisismos que provocan la “globalización de la indiferencia”. Es el momento de que todos nos hagamos responsables por la construcción del bien común y aportemos como académicos al dialogo constructivo y la búsqueda de soluciones creativas que permitan salir de la crisis con la esperanza de hacer realidad la instauración de un cielo y una tierra nueva para el país.

Un modelo de sociedad que reduce a las personas a ser meros consumidores estimula una competitividad sin freno, incluso fuera del ámbito económico, que acaba por producir una masa de “descartados” o “desechables”. El bien individual ha prevalecido por sobre el bien común con una secuela de corrupción en todas las instituciones fundamentales de la sociedad y del estado de derecho democrático, incluida la Iglesia, tristemente. En distintos grados, nadie puede quedar eximido de responsabilidad en una debacle que viene gestándose desde hace décadas.

Tenemos la obligación moral de comprender que la centralidad de Jesucristo exige salir al encuentro de la persona humana, especialmente de los más pobres y abandonados. En esto no puede haber ambigüedad alguna, porque el corazón del Evangelio son los más necesitados en el cuerpo y en el alma. La opción radical por los más desvalidos y por construir una sociedad más ética y humana no puede atribuírsela ningún sector o partido, porque es una llamada a todo el género humano hecho por el Evangelio de Jesucristo: la Buena Noticia de Salvación para todos quienes, sin distingos, quieran acogerlo en su corazón.

Nosotros somos hombres y mujeres que han apostado por la academia para ser servidores de cada persona humana y de su dignidad. Así, estamos llamados a ser instrumentos de la justicia social y testigos de la solidaridad que no hace excepción de personas.

Hoy estamos convocados a no quedarnos en la comodidad de la indiferencia. Debemos observar la realidad, ver qué sentimientos hay en mí, darnos cuenta de las necesidades que nacen de lo más profundo del corazón y cuáles son las que manifiestan los demás. Solo así podremos dar respuestas verdaderas a las peticiones que se hacen y reclaman, resolviendo los problemas sin agresiones y descalificaciones.

Un llamado de Rodrigo Paz

Ante los sucesos acaecidos durante estos días, especialmente en la ciudad de Quito, no puedo dejar de expresar mi opinión. Preocupado por la incidencia que esta acción ha tenido sobre la ciudad, física y moralmente.

¿Qué nos pasa quiteños? No se ve en el futuro un candidato presidencial quiteño importante que asuma el liderazgo en la ciudad y el país, no tenemos un liderazgo en la Alcaldía de Quito.

No debemos ser ingenuos cuando lo que ha sucedido es el resultado de una planificación bien hecha.

En primer lugar, está el sector indígena, que tiene sus justas aspiraciones para reivindicar sus postergados derechos, se mezclaron personas inescrupulosas y violentas que produjeron los desmanes. ¿Qué previsión hicieron el Gobierno y el municipio para proteger, por ejemplo, el Centro Histórico, una perla única en el mundo? Reconstruir lo dañado va a costar, pero se puede hacer, pero revitalizar la baja moral de los quiteños es un problema grave para esta ciudad y el país.

Esta maniobra política, manejada desde el exterior por todo lo que se llama el “correísmo” y sus 10 años fatídicos gobernando el país, no puede tener un solo milímetro de espacio. Pienso que el Gobierno Nacional y el Municipio de Quito tienen que tomar todas las medidas del caso para sancionar, ejemplarmente, a todos los que han intervenido e inclusive hasta cobrarles los daños hechos.

Yo pido a los ciudadanos de Quito, especialmente a la clase intelectual, a las universidades, a los medios de comunicación, a las Cámaras, organizaciones sociales y grupos femeninos, que nos reunamos, no para hablar, sino para concretar sobre qué debemos hacer los quiteños para sacar adelante nuestra ciudad.

Quito es Luz de América. Quito gritó por su independencia un 10 de Agosto de 1809. ¿Por qué estamos tan golpeados ahora?

Como exalcalde de Quito y un hombre que quiere a su ciudad, apelo a su conciencia para reunirnos y, sin tiempo a divagaciones, plantear decisiones concretas sobre lo que debemos hacer los quiteños.

Las fake news son una amenaza a la democracia, advierten editores

Representantes de varios de los principales diarios de América Latina y Europa hicieron un llamado a considerar «la proliferación exponencial» de las llamadas «fake news», o noticias falsas, como una amenaza «al derecho a la información y a la estabilidad institucional de la democracia». Por eso, instaron a medios y gobiernos a extremar los recursos con el objetivo de «ofrecer información veraz» originada en «fuentes fidedignas».

Asimismo, hicieron una encendida defensa de los derechos de autoría individual y corporativa de la información, el copyright, para garantizar «la sostenibilidad de los medios de comunicación» y «la libertad de expresión».

Por el incremento en la circulación de noticias falsas, «resulta clave el trabajo de campo de los informadores y reporteros propios de los medios, así como la creación de secciones de «fact checking» [verificación de hechos] con herramientas específicas y periodistas especializados en dicha tarea», manifestaron en la «Declaración de Berlín 2019», emitida por el IV Congreso de Editores América Latina-Unión Europea (UE), que acaba de realizarse en la capital de Alemania. Participaron del encuentro representantes de grandes medios de ese país y de España, Francia, Bélgica, Polonia, la Argentina (LA NACION), Brasil, Chile, Uruguay, Costa Rica y Panamá, entre otros.

El Congreso fue organizado por Prestomedia Grupo y sesionó en Colonia, en el Banco de Desarrollo de Alemania, y en Berlín, en la sede de Axel Springer, la mayor corporación de medios de Europa.

El documento final reclama también la colaboración de «instituciones de la UE y de los gobiernos de sus Estados miembro y de América Latina y el Caribe para la publicación basada en la transparencia y mediante sistemas de fácil accesibilidad a la información pública». Asimismo, «se recomienda a los poderes públicos la denuncia sistematizada de la difusión de noticias falsas de las que tenga conocimiento fehaciente».

Copyright

Los editores advirtieron que la defensa de los derechos de autoría individual y corporativa de la información es un objetivo «absolutamente imprescindible e irrenunciable para garantizar la sostenibilidad de los medios de comunicación informativos y con ello del derecho a la información y de la libertad de expresión».

La Declaración de Berlín insta a las asociaciones de editores y de profesionales de la información de la Unión Europea y de América Latina a «intensificar sus acciones de influencia sobre los legisladores para introducir mecanismos legales para el pago de los derechos de autoría de la información [copyright], frente a las prácticas abusivas llevadas a cabo por algunos agregadores digitales de información».

Como alternativa a estas prácticas de abuso de posición dominante, señala el documento, «se consideran fundamentales las iniciativas de creación de nuevos modelos de negocio y agregación de contenidos que generan tráfico digital de visitas hacia los medios de comunicación informativos, regidos bajo el principio de pago de los derechos de autoría».

FUENTE: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/las-fake-news-son-amenaza-democracia-advierten-nid2297094