El Área de Salud de la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, desde sus programas de Maestría en Epidemiología y Salud Colectiva, Doctorado y Posdoctorado en Salud Colectiva, puso en marcha una red de especialistas para ofrecer un aporte desde la academia frente a la pandemia ocasionada por el Covid-19.
En esta red participan un grupo de 65 profesionales, docentes e investigadores, de los principales programas de pregrado y posgrado en Salud, de la Universidad de Cuenca, Universidad de Las Américas, Universidad de Guayaquil, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Universidad UTE. Participan además funcionarios del Ministerio de Salud Pública, graduados y egresados de la Universidad Andina Simón Bolívar, quienes se encuentran laborando en las diferentes coordinaciones zonales del país.
PRPÓSITOS QUE PERSIGUE LA RED
La red tiene dos principales propósitos, explican María Fernanda Soliz, directora del Área de Salud y Jaime Breilh, director del CilabSalud, coordinadores de la red. Por un lado, busca “favorecer espacios de discusión, análisis y construcción teórico-epistemológico, con miras a la producción de una teoría epidemiológica crítica de las pandemias víricas que recoja las principales experiencias, aprendizajes y reflexiones de este proceso, y que se nutra con los programas académicos en los que están involucrados los miembros de la red”.
Por otro lado, “la red se plantea generar recomendaciones específicas a corto y mediano plazo para apoyar, sugerir, incidir en los distintos espacios de toma de decisiones locales, nacionales y latinoamericanos”, agrega Soliz.
Jaime Breilh señala que a esta red, conformada por “nuestros estudiantes de posgrado, se están sumando: especialistas y doctores de otras universidades, porque saben que la Andina tiene un modelo de epidemiología interesante; propuestas frescas, nuevas y críticas”.
VIDEOCONFERENCIAS
Por medio de videoconferencias en la plataforma Zoom, esta red mantiene reuniones semanales, los lunes de 14h00 a 16h00, espacio en el cual se realizan dos ponencias de acuerdo a temas agendados. Soliz se encarga de sistematizar las preguntas y moderar la participación de los miembros que quieran comentar o agregar datos a propósito del tema propuesto.
De esta manera, el 6 de abril se realizó la cuarta reunión, en la que Rodrigo Herníquez, docente e investigador de la Universidad de Las Américas, dio la conferencia “Covid-19: pruebas de diagnóstico, el rol de las universidades y el monitoreo comunitario”.
En su exposición, Henríquez señaló algunos datos sobre el comportamiento que se observa del Covid-19 y los resultados que se tienen de las pruebas: “Ha sido evidente que lo que nos reportan es la punta del iceberg. Sabemos que hasta un 30% de los casos de infección por SARS-CoV-2 es asintomático. El 86% de los casos, al inicio de la empidemia, no fueron reportados ni tratados, porque tenían síntomas leves”.
Ahora explica que si además se toma en cuenta que el período de incubación es de entre cinco y 13 días, esto permite que se dé “una gran cantidad de personas que pueden ser infectadas sin síntomas, siendo contagiosas, antes de que puedan ser detectadas. Esto ha contribuido a la dificultad de detectar casos, y contención de contagios, sobre todo en la fase de contagio comunitario”.
En este contexto, Henríquez identifica tres problemas con respecto al diagnóstico en el país: las transnacionales han implementado plataformas cerradas en los hospitales públicos, generando dependencia a ellas; la saturación en los laboratorios; y la exclusión de los laboratorios universitrios en esta red de laboratorios acreditados para la toma de muestras.
INCLUSIÓN DE LABORATOROS UNIVERSITARIOS
Ante ello, Henríquez plantea debatir sobre cuál es el papel de las universidades para romper la dependencia tecnológica con las transnacionales, y la petición al Ministerio de Salud para la inclusión de los laboratorios universitarios, lo cual ya ha sido acogido por las autridades nacionales.
Sugiere, asimismo, el análisis de cuál tipo de pruebas de diagnóstico deben aplicarse según el caso del paciente, y que para ello también se tomen en cuenta que existe un subregistro, por los falsos negativos, o quienes simplemente no se han realizado el diagnóstico por no presentar síntomas.
En un segundo momento, intervinieron María Isabel Cabrera y Adolfo Maldonado para compartir las preocupaciones de la afectación del Covid-19 a los pueblos y nacionalidades representados en Confenaie, Conaie y Ecuarunari: la falta de acceso a las pruebas y a la información. Maldonado señala que se evidencia que la cobertura nacional se concentra en los hospitales y las ciudades, excluyendo a las comunidades indígenas. Con base en este contexto, Maldonado y Cabrera diseñaron un documento para proponer soluciones tanto para el diagnóstico, como para las condiciones de aislamiento y tratamiento.
Según explica Fernanda Soliz, se espera que a mediano plazo, a partir de esta red de especialistas, se puedan consolidar grupos de estudio, organizados de acuerdo a las líneas de investigación que se proponen en la maestría, el doctorado y el posdoctorado en Epidemiología y Salud Colectiva de la Universidad Andina. Estos grupos contarían con un coordinador de acuerdo a cada eje de trabajo.
GRUPOS DE ESTUDIO
Una de ellas es el monitoreo epidemiológico y salud colectiva, que implica una óptica que mira necesario transitar de la vigilancia epidemiológica al monitoreo crítico participativo y al monitoreo comunitario.
Para el Área de Salud, señala Fernanda Soliz, es importante la investigación en vinculación con la comunidad, por lo que utliza herramientas de salud colectiva, geografía crítica y ecología política, de los impactos que las actividades extractivas generan en los tres dominios o dimensiones de la salud: la realidad general -contextos histórico territoriales-, la realidad particular -modos de vida colectivo-comunitarios- y la realidad singular -expresiones de encarnación familiares e individuales-.
ESTUDIO DE MODELOS EPIDEMIOLÓGICOS
Asimismo, el trabajo se orienta hacia el estudio de los modelos epidemiológicos para la notificación, control de brotes y epidemias con pertinencia territorial. Además, indaga sobre los éxitos y fracasos de los programas implementados para el control de las enfermedades transmisibles y plantea una aproximación renovada de su gestión.
Para el Área de Salud, es importante analizar las prácticas y relaciones de Estado, las formas de saber y los procesos comunicacionales que participan en la determinación social de la salud, su caracterización, su construcción histórica y las condiciones de los espacios sociales.
SALUD LABORAL
La salud laboral es otra de sus preocupaciones, enfocándose en las lógicas de trabajo, los procesos de alienación, exposición-vulnerabilidad, matrices interpretativas y modelos matemáticos de análisis de la determinación social de la salud en contextos laborales.
Con base en este trabajo, Fernanda Soliz señala que el Área prepara dos encuentros académicos posteriores: un seminario nacional de epidemiología y salud colectiva, que será coordinado por la maestría; y el Congreso Latinoamericano de Salud Colectiva, coordinado por el posdoctorado.
Por otro lado, señala Breilh, el Área de Salud se preocupa por la siguiente fase de la pandemia. Por ello, el Área ha emprendido el ciclo de webinarios “La salud colectiva en tiempos de pandemia”, coordinado por Fernanda Soliz, en el que participan varios integrantes del Área Académica de Salud.
Para la primera conferencia, que se realizó el 16 de abril, hubo 700 inscritos de 17 países: Ecuador, Colombia, Argentina, Brasil, El Salvador, Haití, Chile, Uruguay, Perú, México, República Dominicana, Venezuela, Bolivia, Guatemala, Canadá, España y Estados Unidos.
Con este público internacional, adscrito a universidades latinoamericanas, ministerios de Salud, organismos nacionales e internacionales de Salud, espacios del sector público local y regional, Jaime Breilh dictó la conferencia “Una nueva visión y metodología crítica de la pandemia: raíces, distribución social y ética de la gestión presente y futura”.
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