El patrimonio cultural e histórico del Ecuador se cuida y exhibe en los pasillos de la Universidad Tecnológia Equinoccial -UTE-. La iniciativa de Milton Jurado, Docente de la Facultad de Ciencias Administrativas, ha logrado recolectar más de 100 piezas arqueológicas con una antigüedad de casi 2 500 años.

El proyecto inició en enero del 2017 con un préstamo de más de 30 piezas arqueológicas pertenecientes a la colección privada de Jurado. Sin embargo, ahora la Facultad exhibe más de 100 piezas propias donadas.

María del Carmen Molestina, ex Directora General de los Museos del Banco Central del Ecuador y Jefe Nacional de Arqueología e Historia en el Institutito de Patrimonio Cultural (INPC) fue invitada para analizar la colección. Los resultados, a excepción de unos pocos ejemplares, validan la importancia de estas piezas tanto para la UTE como para el país por ser ejemplares originales.

«Reitero mis felicitaciones a la Universidad por exponer nuestro Patrimonio Cultural y poner en valor las piezas arqueológicas. Esto denota una preocupación de las autoridades y profesorado para difundir nuestro acervo cultural a nuevas generaciones», comentó Molestina, arqueóloga e historiadora.

Las figuras en la colección son un conjunto de cabezas-trofeo, rostros antropomorfos y representaciones humanas. Los rostros son hechos en cerámica (barro) y corresponden a la cultura Jama-Coaque, Bahía y La Tolita correspondientes al periodo de Desarrollo Regional entre 600 AC a 500 DC.

Estas se destacan por su intrincado trabajo en los detalles ornamentales y características de cada cultura. Las expresiones, la decoración y las formas denotan el arduo trabajo de los antiguos alfareros. Los rostros corresponden al ajuar funerario y muestran similitudes simbólicas con pueblos del norte de Ecuador y sur de Colombia.

Como explicó Molestina, al no poseer un contexto de excavación no es posible determinar específicamente su procedencia y uso, pero gracias a piezas similares se puede relacionar coincidencias y dar estas estimaciones.

“Es importante recordar que cuando las personas encuentren piezas arqueológicas es necesario que se comuniquen con el INPC para que se pueda realizar una excavación arqueológica. No perderán sus piezas y el INPC tendrás más información para construir la historia de nuestro pasado”, agregó.

Esta colección continúa creciendo y para el próximo año se espera inaugurar un gran mural en honor a las culturas prehispánicas en el campus Occidental de la UTE. Hasta entonces las personas que poseen alguna pieza arqueológica y deseen donarla, pueden contactarse con Milton Jurado, de la Facultad de Ciencias Administrativas.

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La Universidad Tecnológica Equinoccial -UTE- y Rock Flow Dynamics formalizaron un acuerdo en el que la empresa norteamericana proporcionará 25 licencias de software especializado para la carrera de Ingeniería y Maestría de Petróleos. Este acuerdo se suscribe en el marco de una modernización de las herramientas tecnológicas para los estudiantes de la UTE.

Rock Flow Dynamics es una compañía con sede en Houston, Texas, que se dedica al diseño y producción de software especializado para la industria petrolera alrededor del mundo. Con la UTE se inició una relación hace aproximadamente seis meses, con el objetivo de donar estas licencias para el uso de los 300 estudiantes que cursan el programa de pregrado y posgrado.

El software obtenido permitirá simular escenarios en reservorios aplicados a la Amazonia ecuatoriana. Conocido como TNavigator, el valor de las licencias donadas asciende a cuatro millones de dólares, aproximadamente 150.000 dólares cada una.

«Teníamos la necesidad de implementar un software especializado para la asignatura de Simulación de Yacimientos, impartida en 9no nivel, y Tecnologías de Información para la Maestría», explicó Fausto Ramos, Coordinador de la carrera.

“Ahora contaremos con herramientas tecnológicas actualizadas y modernas similares a Petrel o Eclipse, programas de simulación que utilizan las compañías petroleras, Schulmberger y Halliburton”, agregó Ramos.

Debido a que una perforación petrolera puede llegar a costar entre ocho y 60 millones de dólares, Ramos explica que simular este tipo de escenarios es «clave» para que los estudiantes puedan aprender a tomar decisiones y no errar en el campo. Además, el simulador les permitirá practicar cómo gerenciar y gestionar un reservorio.

“El Ecuador posee muchos reservorios petroleros comprobados y probables, un recurso clave para el desarrollo del país. Nuestro rol es brindar un talento humano competitivo y apto para las necesidades de la industria”, comentó.

A futuro, la Facultad de Ciencias de la Ingeniería e Industrias espera continuar la relación con Rock Flow Dynamics con la posibilidad de desarrollar conjuntamente software aplicado a la realidad nacional.

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Un panel de enfriamiento sin consumo de energía externa es la propuesta de tres investigadores internacionales que se investiga en la Universidad Tecnológica Equinoccial -UTE-. Uno de los inventores es Ali Keyvanfar, profesor invitado de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, su propuesta permitirá eliminar los costos en la construcción y mantenimiento de sistemas de enfriamiento para las edificaciones.

«La propuesta está inspirada en un material natural basado en nanotecnología que ha dado como resultado un gradiente térmico artificial que actúa como diodo térmico», explica Keyvanfar. Esto quiere decir que a través de diferentes capas el panel regula el flujo de aire y gradientes de temperaturas máximas y mínimas, activando los bio-materiales para generar una temperatura ideal, que en Ecuador tiende a ser entre 10 a 12 grados.

La idea surgió en 2015 por parte de Salim Ferwati, Arezou Shafaghat y Ali Keyvanfar, profesores investigadores de las Universidades de Catar y la Universidad de Ciencia y Tecnología de Irán (IUST). Bajo el nombre en inglés de Zero Energy Cooling Panel (Panel de Enfriamiento de Cero Energía), este producto ya cuenta con tres fases de actualización y mejoramiento.

“Cada seis meses mejoramos el diseño y la tecnología, en esta última fase la UTE se sumó al proyecto”, afirma el experto iraní. En la primera versión se enfocaron en paneles para la fachada del edificio, la segunda en techos y la tercera un panel intermedio entre pisos y techos. Esta cuenta, también, con el apoyo de docentes investigadores de la UTE que trabajan en el campo de arquitectura biológica.

Al momento, la invención cuenta con varios reconocimientos internacionales. El último se obtuvo en la Competición Internacional de Innovaciones e Invenciones 2017, organizada en Canadá por la Sociedad Internacional de Innovación y Habilidades Avanzadas de Toronto (TISIAS) y apoyado por la Federación Internacional de Asociaciones de Inventores (IFIA).

En este evento, la tercera versión, que cuenta con el apoyo de la UTE, se llevó la medalla de oro como la mejor invención y un premio especial para los inventores. “Nuestro objetivo es poder patentar y comercializar el producto para la industria de la construcción”, comenta Keyvanfar.

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El resurgimiento de un hongo tropical, como seria amenaza a la producción mundial de banano, se estudia en Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), bajo la dirección de Patricia Garrido, docente e investigadora del Centro de Investigación de Alimentos (CIAL).

Los efectos de esta afección y medidas de contingencia se trabajan para evitar daños a la producción nacional. “Es una enfermedad muy peligrosa para nuestra región. En la actualidad solo está presente en el sudeste de Asia y norte de Australia y ha mermado la producción de varios países”, explica Garrido.

Esto se debe al resurgimiento del hongo, Fusarium oxysporum f. sp. cubense (Foc), también conocido como ‘mal de Panamá’ ya que una cepa similar (Raza 1), a mediados del siglo XX, acabó con la industria bananera en América Central y el Caribe. Está pérdida se superó al cambiar de especie de banano, de Gros Michel a Cavendish, la cual no era afectada por el hongo.

En la actualidad, esta especie representa el 99% de las exportaciones de banano, según Carlota Moreno, Subdecana de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería e Industrias de la UTE. Pero en contraste con lo sucedido en los años 50, la nueva cepa denominada Tropical race 4 (TR4) ha superado la resistencia en los clones de Cavendish.

“Una situación preocupante ya que no hay control biológico o químico para eliminar el TR4 y ninguna especie de banano es resistente”, comenta Garrido. El patógeno es transmitido de forma mecánica a través de los agricultores, herramientas y agua. Sus efectos son la marchitez total de la planta y la enfermedad del suelo por aproximadamente 30 años, a causa de la profundidad de las esporas.

Según cifras oficiales, en 2016 el banano representó el 40.6% de las exportaciones ecuatorianas, convirtiendo al país en el mayor exportador a nivel mundial. Es por esta razón que Garrido, durante su tiempo como Coordinadora General de Laboratorios de la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad de Agro (Agrocalidad), junto con la Dirección de Sanidad Vegetal y la iniciativa de Diego Vizcaino, Director Ejecutivo de la institución, iniciaron un plan de contingencia para evitar la entrada del patógeno a la región.

“La detección temprana de los síntomas en el campo y el rápido diagnóstico de laboratorio es un paso esencial para la erradicación o la contención de un eventual brote. Conscientes de la amenaza potencial hemos elaborado un plan de contingencia con distintos actores de la industria y gobiernos regionales”, afirma.

En el marco de esta investigación, el pasado 29 de septiembre, Garrido fue invitada a la Universidad Estatal de Oklahoma en Estados Unidos, para realizar una charla en el Departamento de Entomología y Fitopatología, todo ello con el objetivo de estrechar lazos académicos e investigativos en pos de detener los efectos de esta enfermedad.

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A un año de Habitat III se realizó, el 17 de octubre, la presentación oficial del proyecto Visión Quito 2040. La iniciativa, impulsada por el Municipio Metropolitano de Quito, busca presentar una propuesta urbana y de ordenamiento territorial para el futuro de la ciudad.

Esta exposición contó con la participación del Alcalde Mauricio Rodas, representantes de organizaciones barriales, autoridades del Instituto Metropolitano de Planificación Urbana (IMPU) y Myriam Larco, Decana de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), en representación de la Academia, quienes compartieron en un foro abierto.

Según los lineamientos del proyecto, el objetivo es que Quito en 2040 sea una ciudad inclusiva, global y competitiva, ambientalmente responsable, diseñada para la vida y la valorización de cultura e historia. “En concordancia con la Nueva Agenda Urbana nos pusimos a repensar como planeamos, administramos y vivimos en nuestras ciudades”, agregó Larco.

Dentro de los ejes de trabajo se seleccionaron a distintas universidades de la ciudad para que realicen un proceso de investigación y diagnóstico de las distintas centralidades de Quito: Calderón-San Antonio, Quitumbe, Los Chillos, Tumbaco, Cumbayá y Pifo-Tababela.

A la UTE se le asignó la centralidad de Calderón-San Antonio. Docentes y estudiantes trabajaron en 2016 para plantear un modelo planificado que resalte los valores culturales y ancestrales del espacio. Propuesta que fue plasmada en el libro ‘Hacer Ciudad’, presentado en las conferencias de Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible en Habitat III.

“El alcalde se comprometió en tomar las decisiones para la ciudad con estos proyectos y lineamientos generales presentados”, comentó Larco. En esta segunda fase del proyecto, la Facultad de Arquitectura está trabajando en la centralidad de San Antonio, propuesta que esperan entregar a inicios del 2018.

Por su parte el Alcalde Mauricio Rodas, precisó: “Es un ejercicio que se ha desarrollado con enorme esfuerzo, no solo por las diferentes entidades municipales sino también por un trabajo articulado con la academia, la sociedad civil y de manera muy particular con los barrios del Distrito Metropolitano de Quito”.

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En el marco de la conmemoración del Día contra el cáncer de mama, celebrado el 19 de octubre, el Centro de Investigación Genética y Genómica (CIGG) de la UTE, continúa su trabajo investigativo para buscar nuevas maneras de combatir la enfermedad. Los investigadores buscan entender los mecanismos moleculares de la patología y descubrir nuevos compuestos farmacológicos para implementar la medicina de precisión en el Ecuador.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el país por cada 100.000 mujeres se diagnostican 33 casos con cáncer de mama. Aunque son cifras bajas, a nivel mundial es la principal causa de muerte relacionada al cáncer en mujeres y el más diagnosticado.

Por esta razón, el CIGG de la UTE busca investigarlo a nivel local con la investigación titulada ‘Análisis fármaco-genómico del cáncer de mama’. El cual es liderado por Andrés López, Investigador Docente del Centro.

El proyecto se dividirá en dos fases; la primera a partir de la bioinformática analizar cuáles son los genes que tiene más incidencia en esta enfermedad. A través de una caracterización de las variantes genéticas de los pacientes se podrá obtener el perfil genético de la población ecuatoriana.

“En el mundo aproximadamente el 70% de los fármacos están dedicados a perfiles genéticos de poblaciones caucásicas. Por esta razón en los ecuatorianos al ser mestizos estos tienen menos efectividad”, explica López.

Mientras que en la segunda fase esperan descubrir compuestos farmacológicos que estén enfocados para el perfil genético ecuatoriano y a un subtipo del cáncer conocido como triple negativo, que ha sido menos investigado a pesar de ser más letal.
“Realizaremos un estudio de quimio-informática para encontrar posibles compuestos, analizarlos y ver si hay mortalidad a nivel celular, luego si es positivo debemos hacer el análisis en ratones y por último en ensayos clínicos para llegar a patentar un nuevo fármaco”, comenta.

Sin embargo, este proceso tomará aproximadamente 15 años. Por lo que otro enfoque dentro del análisis farmacológico busca analizar la bioinformática local para utilizar los fármacos existentes más efectivos en el mercado.

Este trabajo permitirá el desarrollo e implementación de las terapias biológicas de medicina de precisión en los hospitales especializados del país, apoyando a los oncólogos clínicos, abaratando costos y disminuyendo la toxicidad en los pacientes.

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