En este Informe, el primero que se publica en la relación educación-migración, y cuya presentación oficial en el Ecuador se llevó a cabo el 18 de diciembre en el Auditorio del Centro de Convenciones de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) –en ocasión del Día Internacional del Migrante- se destacan los logros y retos de los países al garantizar el derecho de la infancia migrante y refugiada a una educación de calidad, un derecho cuyo ejercicio efectivo tiene impactos tanto en niñas y niños, como en las comunidades en las que viven.
La presentación oficial de esta edición contó con la presencia de actores claves que inciden en los dos ejes principales que configuran el eje interseccional del Informe GEM 2019 –la educación y la migración- desde el ámbito político, social y humanitario en el Ecuador: el Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas, Arnaud Peral; la Directora de la Oficina de UNESCO en Quito y Representante para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, Saadia Sánchez Vegas; el Viceministro de Educación del Ecuador, Alfredo Astorga; el Rector Encargado de la UTPL, Santiago Acosta; la Oficial de Educación y Primera Infancia de UNICEF Ecuador, Anna Vohlonen; el Titular de la Cátedra UNESCO de Educación y Cultura para la Paz de UTPL, Roberto Beltrán; la Directora del Observatorio de Derechos y Justicia, María Dolores Miño; la Directora de la Fundación Observatorio Social del Ecuador, Margarita Velasco; el Oficial de Protección de la UNICEF en Ecuador, José Luis Guerra; el Representante de la Organización Internacional del Migrante (OIM) en Ecuador, Manuel Hoff; el Representante Adjunto del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Ecuador, Peter Janssen; la Secretaria de la Comisión Nacional de Cooperación con la UNESCO en Ecuador, Consuelo Barrera; y el Director de Inclusión a la Comunidad Extranjera del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana en el Ecuador, Germán Espinoza.
Cada uno desde la óptica de su experiencia y mandato, desde diversas áreas de acción con relación a la inclusión de las personas en movilidad humana en un sistema educativo ecuatoriano de calidad, integrador y en línea con un adecuado abordaje del cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) –que establece como meta ineludible el alcance de una educación inclusiva, equitativa y de calidad- coincidieron en este ocasión para compartir, en un espacio de reflexión e interpelación intersectorial e integral, sus reclamos, demandas, buenas prácticas y llamados de acción para encauzar la implicación, coordinación y corresponsabilidad de todos los agentes cuya acción y rendimiento se ven reflejados parcialmente en el Informe GEM 2019.
La educación es clave para la inclusión y la cohesión
Como plantea la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay: “El aprendizaje no es un lujo. Cuando se niega la educación a migrantes y personas refugiadas, todos pierden. La educación es clave para la inclusión y la cohesión y la mejor forma de forjar comunidades más fuertes y resilientes”. Comunidades con ambas características, no obstante, precisan también de una sociedad abierta y capacitada para apreciar la riqueza de la diversidad, lo cual demuestra que la educación no sólo es clave para que las personas migrantes puedan adaptarse a un nuevo entorno y ejercer la ciudadanía desde un enfoque de derechos, capacitados para contribuir activamente a la economía y cultura del país de acogida.
Xenofobia
“La xenofobia es un flagelo, atenta contra la dignidad humana y todos los derechos humanos, y es un punto importante de atención que debe ser abordado junto con los gobiernos desde la educación”, manifestó la Directora Saadia Sánchez Vegas, estableciendo un punto clave que se convertiría en base de consenso de todos los actores presentes sobre la necesidad de convertir la educación en núcleo garante y reproductor del valor de la interculturalidad en todas las capas sociales. “En la educación suceden las violencias y en ella pueden suceder los cambios, la escuela debe retomar su rol protagónico en la construcción de comunidad”, expresó Alfredo Astorga, Viceministro de Educación, sumando así un importante gesto de compromiso por parte del principal órgano rector del sistema educativo ecuatoriano.
En Ecuador, aún quedan brechas por superar
El Informe revela en qué lugares de América Latina y el Caribe la educación no es un derecho en pleno ejercicio. Así, cada vez hay más personas menores no acompañadas en los centros de detención, donde por lo general no cuentan con acceso a educación. En el caso concreto del Ecuador, aún quedan brechas por superar, y algunos de ellas fueron oportunamente señaladas y analizadas en el Panel de Discusión que, enmarcado en el evento de presentación, configuró uno de los momentos clave de la jornada.
Durante el panel, varios expertos en derechos humanos y educación, entre ellos, María Dolores Miño, Directora del Observatorio de Derechos y Justicia; José Luis Guerra, oficial de programas UNICEF Ecuador; y Margarita Velasco, Directora de la Fundación Observatorio Social del Ecuador, partieron de algunas de las reflexiones generales esbozadas y compartidas a lo largo de las ponencias para profundizar, e incluso polemizar, sobre cuestiones en las que se evidencia la necesidad de redoblar esfuerzos desde la política pública en aras de transitar desde un enfoque conectado a la concepción de la educación como servicio hacia una completa interiorización de la educación como derecho fundamental, en otras palabras, hacia “una lógica universal de derechos humanos”, tal y como señaló José Luis Guerra. Para ello, no obstante, no sólo es relevante garantizar la cobertura educativa de los niños y niñas, locales y migrantes, también es fundamental la reconstrucción de un modelo educativo de calidad, que constituye, en palabras de Margarita Velasco, junto con la incapacidad de superar la metodología de aprendizaje memorista, la falta de sensibilidad hacia las diferencias étnicas y la permanencia de símbolos y actitudes xenófobas en el aula, “una de las principales debilidades de la educación en Ecuador”.
Muchos migrantes no tienen acceso a educación formal
Asimismo, en palabras de Saadia Sánchez Vegas: “Aún hay un gran número de migrantes que no tienen acceso a educación formal”, y ello se debe sobre todo a la insuficiente coordinación entre las diversas instituciones nacionales, territoriales y locales que deben facilitar y estandarizar los trámites de cedulación y matriculación, y establecer marcos legales y sistemas eficientes de reconocimiento de cualificaciones para cumplir con lo que María Dolores Miño definió como el principio del derecho a la igualdad y no discriminación, el cual no puede estar sujeto a formalismos ni trámites burocráticos y constituye (…) un derecho internacional imperativo que todos los estados tienen que observar y garantizar y supone obligaciones de carácter negativo y positivo para los mismos”.
Evitar el problema de la sobre-cualificación es otro frente pendiente por atender desde el sistema educativo ecuatoriano. La falta de reconocimiento de competencias y de una adecuada convalidación académica y curricular – como una de las principales causas del desaprovechamiento de potencial, y la subsecuente frustración y denigración ampliamente sentida por la comunidad migrante- es, junto con la inadecuada atención psicosocial y el desconocimiento de necesidades particulares de personas en condiciones de especial vulnerabilidad, un factor decisivo en términos de garantías para la efectiva integración de niñas y niños migrantes en las instituciones educativas. Lo cual constata que, tal y como señaló el viceministro Astorga: “El trabajo intersectorial con impacto en la sociedad es una necesidad imperiosa de una nueva red de alianzas, inminente para alcanzar la sostenibilidad como enfoque desde el cual se debe confeccionar una respuesta de país”.
No obstante, salvo algunas expresiones de xenofobia e intolerancia que sí se perciben en los espacios de convivencia en un Ecuador atravesado por el fenómeno migratorio venezolano, la nación en su conjunto ha demostrado ser capaz de hacer de la memoria histórica una lúcida herramienta social para la resiliencia y solidaridad: “Hay experiencias exitosas que han logrado hacer de la presencia migrante una oportunidad de comprensión y respeto para todos, muchos recuperan valores históricos que marcaron al país: la solidaridad y comprensión”, expresó el Viceministro de Educación. Asimismo, en un análisis de la materia desde la perspectiva de género, afirmó que: “La participación de niños y niñas no tiene grandes diferencias en el sistema educativo del Ecuador”.
Ejemplos de inclusión en la educación de migrantes
Si ampliamos el foco del análisis hacia una dimensión regional, el Informe GEM 2019 da cuenta de numerosos buenos ejemplos de inclusión en la educación de migrantes y personas desplazadas a la fuerza. Colombia se ha convertido en líder al usar su marco legal para proteger la educación de su población desplazada internamente. En 2002, la Corte Constitucional ordenó a las autoridades educacionales municipales que tratasen de forma preferencial a la infancia desplazada en términos de acceso a la educación.
En el último tiempo, Colombia, al igual que otros países de la región, incluyendo algunos no hispanoparlantes, como Brasil y Trinidad y Tobago, han abordado las consecuencias que tiene en la educación el desplazamiento cada vez más común de personas entre fronteras en América Latina, y reciben a estudiantes de Venezuela junto con el estudiantado propio.
Aquellas personas que emigran alcanzan mayor educación que quienes se quedan atrás. El Informe recién publicado calcula también el alcance del éxodo intelectual, y demuestra que 1 de cada 12 de las y los profesionales con mejor calificación de América Latina y más de 1 de cada 2 en el Caribe están emigrando a otros países: Guyana perdió a un 78% de sus trabajadores y trabajadoras con calificación debido a la emigración, mientras que Granada perdió un 71%.
Recomendaciones del informe:
1.- Proteger el derecho a la educación de quienes migran y de las personas desplazadas;
2.- Integrar a migrantes y a las personas desplazadas en los sistemas nacionales de educación;
3.- Comprender y planificar para cumplir con las necesidades educacionales de migrantes y de personas desplazadas;
4.- Representar historias de migración y desplazamiento en la educación de forma realista para desafiar los prejuicios;
5.- Preparar a las y los docentes de migrantes y personas refugiadas para abordar la diversidad y la adversidad;
6.- Sacar partido al potencial de quienes migran y de las personas desplazadas;
7.- Apoyar las necesidades educativas de migrantes y de personas desplazadas en la ayuda humanitaria y de desarrollo.
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