La participación ciudadana es clave para reducir los desastres naturales

Uno de los conceptos esenciales que se emitió durante las VI Jornadas por el Día Internacional de la Reducción de Desastres que se realizaron en la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, fue la trascendencia de la participación ciudadana en la mitigación de riesgos ante desastres naturales.

Sergio Antonio Ruiz, docente investigador del Área Académica de Salud y del Centro Andino de Estudios Internacionales (CAEI) de la Universidad Andina, destacó -a través de un ejemplo práctico desarrollado tiempo atrás con el Gobierno Provincial de Pichincha- la importancia de la participación activa de la población para generar una dinámica diferente de reacción ante situaciones de riesgo.

La razón: “cuando las personas participan se apropian de los procesos; ofrecen una serie de saberes que muchas veces son desconocidos y poco valorados por los técnicos y comprenden de mejor manera lo que se quiere transmitir”.

Ruiz, un experto que ha desarrollado numerosos proyectos de participación ciudadana en diferentes campos, con la Agencia Alemana de Cooperación (GIZ) aseguró, durante su disertación, que “los procesos participativos que se construyen con base en rasgos culturales y el saber local, contribuyen no solo a rescatar la memoria e historia de las comunidades sino, también, que son la piedra fundamental de una respuesta oportuna y planificada en la gestión de riesgos”.

Ruiz hizo una autocrítica a los técnicos quienes, generalmente, elaboran sus planes desde el escritorio sin contar con la opinión ciudadana, con contenidos alejados de la realidad, que terminan engrosando las estanterías de los libros.

Rodney Martínez, oceanógrafo y director del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN) coincidió con estos criterios y aseguró que es indispensable la “implementación de sistemas de alerta temprana a través de procesos participativos, enfoque de género y con enfoque en las comunidades más vulnerables en estrecha coordinación con las autoridades e instituciones locales”.

En cuanto a los retos de la Academia en la gestión de riesgos, Martínez mencionó varios:

• Generar conocimiento sobre la vulnerabilidad y sus componentes.
• Innovación en la generación de interfaces.
• Innovación para la implementación de los Sistemas de Alerta Temprana (SAT) locales auto-sostenibles
• Fortalecimiento de capacidades en los gobiernos locales (conocimiento-experiencia)
• Transitar de los estudios a la solución de problemas.
• Innovación en los medios y formas de comunicación social.
• Innovación en el desarrollo de sistemas de información para la toma de decisiones.
• Construcción social para gestionar el riesgo.
• Observatorios ciudadanos de la gestión de riesgos.

El CIIFEN es un organismo internacional sin fines de lucro establecido el 10 de enero del 2003 como resultado de un largo proceso dentro de las Naciones Unidas. Su Junta Directiva Internacional la componen: la Agencia Estatal de Meteorología de España, el Gobierno de Ecuador, la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción de Riesgo de Desastres (UNISDR) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) como observador.

Alonso Brenes, de la Secretaría General de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) abordó el tema del rol de la ciencia en una sociedad anticientífica. Para ello, propuso a los asistentes reflexionar sobre cinco preguntas:

1. ¿Quién hace ciencia?
2. ¿Para qué?
3. ¿Quién la financia?
4. ¿Quién la certifica?
5. ¿Quién la usa?

A su criterio, la usabilidad de la ciencia enfrenta dos tipos de barreras: una de carácter técnico y otra, político.

En cuanto a las barreras técnicas, Brenes dijo que existe una alta variedad e imprecisiones conceptuales; además, desajustes entre escalas y contextos y alta sectorización. Respecto de las barreras políticas, el académico habló, entre otras, de las dificultades para interpretar los resultados y de la poca utilidad aparente.

Las VI Jornadas por el Día Internacional de la Reducción de Desastres, que se realizó el 12 y 13 de octubre de 2017, tuvo el lema “Reduciendo al número de afectados por los desastres” y fueron organizadas por el Área Académica de Gestión de la Universidad Andina, con el apoyo de la Universidad Central del Ecuador y la Facultad de Ingeniería de Geología, Minas, Petróleos y Ambiental.

Durante el encuentro, que tuvo el propósito de crear una cultura de prevención para hacer una sociedad y una comunidad más resilientes, se realizaron debates sobre humor, ciencia, cultura, arte e historia y papel de la Academia en la gestión del riesgo.

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